Sábados 20 hs en Actors Studio Teatro ( Av. Diaz Vélez 3842 )
Dramaturgía y Dirección de Alejandro Scotti.
Una interesante adaptación de la tragedia de Sófocles escrita en el Año 442 AC, llega al Actors Studio, ubicándonos en otro tiempo y espacio, mas precisamente, en el Año 2040 en una Argentina que enfrenta una grave crisis civil e institucional.
Recordemos para aquellos, que no lo tienen presente, que Antígona era hija de Edipo y Yocasta. Edipo al descubrir que Yocasta, era su madre, se arranca los ojos y huye de Tebas con su hija Antígona. Luego de la muerte de Edipo, Antigona vuelve a Tebas. Allí durante el gobierno de Creonte, los hermanos de Antigona, ubicados en bandos diferentes, se enfrentan y mueren, Eteócles del lado del gobierno, es enterrado con todos los honores, el conflicto aparece cuando Creonte, impone la prohibición de dar sepultura al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplificador por ser acusado de traición a la patria. Antigona contradiciendo, la decisión del Rey, se propone enterrar de todos modos a su hermano, ya que las tradiciones griegas, establecían el deber sagrado de sepultar a los muertos, ya que caso contrario, el alma del difunto vagará enteramente sin encontrar la paz, debiendo para ello desobedecer la decisión real.
Hasta ahí, la tragedia griega original, que es en la que se inspira Alejandro Scotti, para escribir esta adaptación, que se desarolla en el año 2040, los nombres de los personajes se mantienen y se cambia la Tebas de AC, por la Argentina del futuro.
En la obra, vemos a una Argentina en crisis, sumida en guerras civiles por el poder, luego del asesinato del presidente electo a manos de un grupo subversivo, debiendo asumir la presidencia Orlando Creonte, nombrado por la Cámara Legislativa y con un mandato de solo dos años.
La situación del país es caótica y el presidente debe mostrar su autoridad, por lo tanto decreta el estado de sitio y entre otras medidas prohíbe el sepelio de Polinices Tapia, líder rebelde, quien fue asesinado en ocasión de un enfrentamiento, en el que se buscaba su captura. En ese mismo operativo muerte su hermano, el Sargento Eteócles Tapia, jefe de las Fuerzas Armadas.
El problema llega al seno de la familia presidencial, porque la prometida del hijo del presidente, es Antígona, hermana de los dos hermanos muertos en el enfrenamiento y ella de ninguna manera quiere aceptar la prohibición de velar a su hermano, dada por el padre de su prometido, en un medida política pensada para dar estabilidad a la situación política del país., Pero esto no hará mella en Antígona, que hará todo lo que está alcance para llegar hasta la morgue para llevarse el cadáver de su hermano.
Hasta ahí contaremos de la trama, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra que es lo que sucede y si Antígona puede cumplir su objetivo o es detenida antes por las fuerzas gubernamentales..
La adaptación de Alejandro Scotti, que tuvo la supervisión de Ignacio Apolo, tiene muchos puntos favorables, en primer lugar la muy buena idea de aggiornar este clásico griego, a nuestros tiempos y además hacer transcurrir la historia en Argentina. Esto es valioso, porque conservando los conflictos de la tragedia original, se incorporan conceptos propios de nuestro país, presentes en nuestra política, donde la división interna y la falta de unidad reflejan un país sumido en crisis, con gobernantes que muchas veces no pueden completar sus mandatos.
Se genera entonces por un lado un trhiller político muy interesante y al mismo tiempo, se observa la lucha familiar, un conflicto de intereses y de poder, en el que la rebeldía de Antigona amenaza, con romper el frágil equilibrio del nuevo presidente y de su familia.
Antígona, no cree en la política, ni en los dichos del presidente y por un tema de principios y de sangre, hará lo imposible por velar a su hermano, sabiendo los peligros a los que debe enfrentarse.
Nos vamos a referir ahora, a las muy buenas actuaciones que presenta la obra. El elenco está conformado en su totalidad por alumnos de la Escuela de Actuación Carlos Gandolfo, que funciona en la sede del Actors Studio y es dirigida por Dora Baret y Matías Gandolfo, quienes ejercen la supervisión actoral del elenco, que viene trabajando y ensayando, hace varios meses para poder concretar este proyecto.
Son siete actores y a nuestro entender la actuación más destacada, es la de Lucía Videla como Antigona, con una gran presencia escénica, pese a su juventud, tiene la fuerza y la energía necesaria, para llevar adelante este protagónico. Magnífico su trabajo y seguramente en el futuro la veremos lucirse en otras obras.
También se destaca mucho, Luciano Fonte, como Creonte, el presidente, quien tiene un papel complejo, que resuelve de muy buena forma. Impresiona verlo dar ese discurso de asunción, que tanto nos recuerda, a las alocuciones de nuestros políticos.
Pero no seamos injustos con el resto del elenco, que tal vez con menos protagonismo, cumplen muy bien su labor, nos referimos a Viviana Vives, como Euridice la hermana de Antigona, Carito López es Ismena la esposa del presiente, Chico Paz en el papel de Henón, el prometido de Antígona y Matías Escandarani como Tiresias, todos ellos, encuentran su momento durante la trama para lucirse y esto en gran parte es mérito del director, que les brinda ese espacio.
Parráfo especial, para Dominique di Russo, en el rol particular de la tragedia, con su túnica blanca, logrando sin decir una palabra, transmitir muchas sensaciones.
La puesta es minimalista, con una escenografia desprovista, la palabra y los cuerpos son los que mandan. Debemos destacar el vestuario a cargo de Lucia Risso, donde el negro es el color distintivo, en sintonia con la dureza y el luto que presenta la pieza. Y también la música original, es otro punto alto que tiene la obra.
Se nota que hay mucho trabajo y todos los detalles están cuidados para esta puesta, estando la misma, a la altura de un teatro como el Actors Studio, acostumbrado a ofrecer siempre propuestas de calidad.
En conclusión, una adaptación muy interesante de la tragedia griega, que conservando las líneas fundamentales del clásico de Sófocles, lo trae a nuestra época y lo instala con ingredientes de la política de nuestra Argentina, mostrando una lucha por el poder, que no encuentra límites.
El final de la función, nos ofrece la imagen de un teatro colmado, con el público que ademas de aplaudir el muy buen trabajo de este grupo de actores, se queda reflexionando, sobre como esta tragedia griega, encuentra tantos puntos en común, con los últimos años de una Argentina en decadencia, que prefirió ahondar en sus diferencias, en vez de unirse, par volver a ser el gran país que alguna vez fuimos.
Pensador Teatral.
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