Dramaturgia de Fernando Rodil y Dirección de Jimena del Pozo Peñalva.
Fantástica idea de Fernando Rodil, pergeñar Bodas de Sangre, el clásico de Federico García Lorca, en el particular formato de radioteatro y con folklore de fondo, ya que serán las zambas y las chacareras, las que musicalizarán, la célebre tragedia lorquiana.
Realmente un proyecto original y ambicioso, ya que busca un doble homenaje a pasiones vernáculas, en primer lugar al radioteatro argentino, que marcó todo una época, en aquellos años dorados, donde la televisión aún era una quimera y donde imaginar Netflix, hubiera sido una locura, El radioteatro fue muy popular es nuestro país, con actores estrellas, con voces cotizadas que batían records de audiencia y paralizaban los hogares con sus transmisiones. En segundo lugar se rinde tributo al folklore, un género musical muy arraigado en nuestra tierra, algo olvidado actualmente en Buenos Aires, pero que sigue teniendo relevancia en nuestro Norte, con peñas que siguen promoviendo nuevos conjuntos,
Y la idea se corona, uniendo estas dos antiguas pasiones nacionales, a uno de los clásicos de la literatura hispana, nos referimos a Bodas de Sangre, escrita en 1931, por Federico García Lorca, el poeta y dramaturgo granadino, que con este trabajo, plasma una de sus obras más conocidas y una de las que más representaciones tuvo en todo el mundo, pero podemos asegurar que representarla en formato de radioteatro, es una genialidad, que no creemos tenga otros antecedentes en el mundo.
La idea como vemos es estupenda, ahora poder llevarla a escena, mediante una puesta efectiva que incluya, todos estos elementos y hacerlo en forma efectiva, es una tarea, que requiere mucha imaginación y enorme talento, dos condiciones, que demuestra tener, Jimena del Pozo Peñalva, joven directora mendocina, a la que ya conocíamos de otros trabajos ( el año pasado elogiamos su puesta de A Puertas Cerradas ) y aquí confirma sus virtudes, al montar esta excelente puesta y elegir el elenco adecuado, para poder desarrollar la historia.
Contemos que la obra, nos traslada a Pergamino, allá por 1950, donde en el Auditorio principal de LT35 Radio Nacional, se presentará nada menos que a Alfonso Mateos, un actor reconocido, nacido en Pergamino, que se fue a triunfar a Buenos Aires y que regresa nada menos que para ser la estrella de Bodas de Sangre, radioteatro a representar junto a actores y músicos locales.
La expectativa en la ciudad y en el auditorio de la radio, es inmensa, sin dudas es el acontecimiento del año, un verdadero suceso para la ciudad. Pero lo que parecía sería una fiesta, se complicará en forma impensada, cuando ficción y realidad, parecerán confundirse.
La frase pueblo chico, infierno grande parece aplicarse justo aquí, ya que la trágica historia de amor imaginada Lorca, parece encontrar varios puntos de coincidencia en ese estudio de radio, donde los protagonistas, recordarán amoríos del pasado y cuentas pendientes, que evidentemente dejaron sus huellas y no fueron totalmente cerradas.
No vamos a contar más del argumento, para mantener el suspenso, solo decir que dentro de ese estudio de radio, se vivirán momentos muy divertidos y algunos otros de tensión, en los dos casos muy bien logrados y que harán que el público en todo momento esté prendido con lo que sucede.
Destacamos antes la puesta, que logra montar la directora, consiguiendo que los espectadores, se sientan en el estudio de radio, participando de la intimidad de esa histórica transmisión, siendo testigos de la misma y pudiendo ver cosas, que los oyentes radiales, lógicamente no puede ver, tanto en medio de la transmisión, como también ser testigos de los jugosos entretelones, que suceden en los cortes comerciales.
Un gran acierto de Jimena es la elección del elenco, ya que no es una obra sencilla y para la representación de la historia, se requería que los protagonistas, además de buenas condiciones actorales, tuvieran un buen registro vocal
El gran protagonista de la noche es Alfonso Mateos ( Ariel Mele ), que vuelve a Pergamino gracias al esfuerzo de los auspiciantes, para recibir el cariño y la admiración de todos. Eso ocurrirá en su llegada a la radio, ya que a medida, que el radioteatro, se vá desarrollando su situación se irá complicando y para sus adentros pensará, para que aceptó la convocatoria.
Con gran presencia escénica y una excelente voz, para representar a dos personajes de Bodas, redondea unos de los trabajos más destacados de la noche.
Nos gustó mucho Silvia Daurat, como Jacinta, la organizadora del evento y madre en el radioteatro, que aprovecha su rol, para hacer participar de la transmisión a Cuqui Silvani ( Fernando Rodil ), su hijo músico y a Camila ( Romina Sak ) , su nuera, que en Bodas de Sangre será la novia.
Muy buena la interpretación de Silvia, al igual que Fernando y Romina, que serán claves, en los momentos de tensión que se vivirán en el estudio.
Nela Fortunato, es Mariángeles y la mujer de Leonardo, nos gustó mucho su caracterización y más que destacada su interpretación. En su caso, un plus, su hermosa voz, que se luce en varios fragmentos cantados que protagoniza, que se disfrutan mucho.
Y hablando de momentos musicales, debemos mencionar a Felicitas Colina, la Luna, que aparecerá como un ángel en escena, para deleitarnos con su dulce voz, en uno de los momentos más emocionantes de la noche.
Completa el elenco, Sara Estefanía Cordoba, como Fátima, la productora del programa, que con su avanzado embarazo y todo su histrionismo, será otra que se destacará.
Se hizo larga la descripción del elenco, pero entendemos que era un acto de justicia mencionarlos a todos, ya que cumplen una gran performance, en una puesta que les permite a todos tener su momento de lucimiento individual y sobre todo, brillar en el conjunto.
Pero aquí no termina, el despliegue de recursos, el escenario, tiene más presencia, nos referimos a los músicos en vivo, que le dan el toque de folklore, que caracteriza a la pieza y lo hacen en gran forma, con guitarras, piano, violoncelo y bombo, componiendo particulares zambas y chacareras, con melodías folklóricas y letras lorquianas, una combinación impensada que hay que ver.
La música original de la pieza es de Los Tabaleros, aquí destacamos a Gonzalo Gamallo, que con su voz principal, nos recuerda a algunos de los integrantes de los Chalchaleros o de Los Fronterizos, elija usted.
Es lograda la escenografía de Coca González, que tiene hasta el cartelito de Al Aire, suspendido en lo alto, para sentirnos en un verdadero estudio de radio, así como el diseño de Luces de Lucia Feijoo, que creará los diferentes climas que pide la pieza.
Para ir concluyendo, digamos que Bodas de Sangre, Radioteatro Folclórico, es uno de esas joyitas escondidas que tiene reservado nuestro prolífico teatro independiente. Confluyen en esta oportunidad, un guión original y muy creativo de Fernando Rodil, una excelente puesta de Jimena del Pozo Peñalva con múltiples recursos dispuestos al servicio del espectáculo y las magníficas actuaciones del numeroso elenco reunido.
Por si el lector aún no lo notó, nos encantó la obra, por eso la recomendamos fervorosamente, Estamos en presencia, de una de esas obras que no deberíamos dejar pasar, ya que salen de lo convencional.
El prolongados aplauso que reciben los protagonistas al final de la función, es un claro indicador, que Bodas de Sangre, formato radioteatro, gustó mucho y que los espectadores disfrutaron, tanto como nosotros de esta hermosa y cálida velada teatral.
Pensador Teatral.
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