Dramaturgia y Dirección de Juan Seré.
Lunes 21 hs en Ladran Sancho ( Guardia Vieja 3811 )
Propuesta original nos trae Nenamala, que transita su segunda temporada en cartel, escrita y dirigida por el talentoso Juan Seré, un autor que siempre se anima a crear, sin miedos y alejándose de la comodidad del teatro convencional.
Seré, dirige Rojo Accidente, un grupo de jóvenes actores muy entusiastas y talentosos, con los que interpretó Himalaya, una estupenda obra del off, que el año pasado vivimos en este mismo espacio teatral. Rojo Accidente, se caracteriza, por trabajar en forma libre y a pulmón, sin recibir subsidios de ningún tipo, ellos afrontan los gastos de producción y confían en recuperar el dinero con las entradas que venden.
Esta postura es realmente valiente y para resaltar, el grupo trabaja con total libertad, algo que se refleja en forma positiva en sus espectáculos, donde la creatividad y lo artesanal son sellos distintivos, sin dudas confían en la calidad de sus trabajos, ya que logran llenar la sala en cada función, gracias al poder del boca a boca, que tanta importancia tiene en el teatro off.
Yendo a lo argumental de Nenamala, la obra comienza en un faro, donde vive un viejo con su nieto, aislados del mundo. El abuelo está enfermo y la muerte lo acecha, su nieto debe correr el riesgo de ir a la ciudad, donde la peste está haciendo estragos, en búsqueda del medicamento que lo salve.
El viaje es muy peligroso, ese niño inocente emprende un viaje hacia el mundo de los adultos, donde habitan criaturas oscuras, que sienten cómodas, en la oscuridad de la noche, donde reinan los vicios y donde un niño inocente e ingenuo, es una presa muy apetecible.
La obra está escrita en verso y emana poesía en todo momento. En su cubierta de comicidad, esconde una pieza profunda e irreverente, que habla de la vida y la muerte, con los miedos que todos tenemos.
Gordon, es ese niño inocente y valiente, que se adentra en ese mundo hostil para salvar a su abuelo, crecerá a la fuerza, para tratar de comprender el universo adulto, donde las traiciones y los vicios son moneda corriente.
En ese viaje el niño, se encontrará con el deseo en un lupanar, donde varias señoritas, ejercen el oficio más antiguo de la humanidad, luego con los atorrantes que concurren allí con sus vicios a cuestas y también se encontrará con la muerte, que deambula por la ciudad, en la búsqueda de sus próximas víctimas.
No vamos a contar más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra el mágico mundo que el autor y este grupo de actores crearon para los espectadores. Un mundo onírico y fantástico, terreno fértil, para que vuele nuestra imaginación.
Una de las características más elogiables de la obra, es la magnífica construcción de personajes que presenta. Son nada menos que once actores en escena, que aprovechan al máximo las reducidas dimensiones del escenario del Ladran Sancho.
Se destaca el entusiasmo y la entrega de cada uno de los actores, algunos tienen un mayor destaque que otros, simplemente por estar más tiempo en escena. Tratando de no ser injustos, vas a mencionar a alguno de ellos y dar algunas líneas de sus trabajos.
Marcos Krivocapich es el valiente niño, que deja atrás su miedos y madura para hacer pie en un mundo que no conoce. Estupendo su trabajo.
Su abuelo es Luis Mancini, pura ternura y sabiduría, es la voz de la experiencia en un elenco donde el resto son jóvenes.
En el lupanar, conoceremos a Nereida compuesto por el histriónico Andrés Granier, a quien vimos este año en A la Buena de Dios, un personaje gracioso y con mucho salero. Junto a Nereida, está Cristal ( Gastón Filguera Oria ) con su acento gitano y hombría en cuerpo de mujer, es un personaje que también divierte mucho.
Quien regentea la casa de citas, es Lady Path, interpretada con solvencia por Jimena Civelli, Pablo Bronstein, es Golo, un vicioso cliente, que a cambio de las monedas que lleva el chico, se convertirá en su fiel escudero, en una gran composición, al igual que Nicolás Levìn, como el indescifrable Hide.
Mención especial para Belèn Ribelli, la nena mala, que dá el nombre a la pieza, mezcla de criatura adorable y terrorífica, fantástica su composición, que regala momentos deliciosos en la obra.
No queremos ser injustos y por eso mencionamos también a Mariano Saavedra, como el Dr. Interventor y a las chicas, que están bajo el cuidado de Lady Path y quieren usar sus encantos para seducir al niño, nos referimos a Agustina Trimarco, Carolina Stegmayer, Rosa Ortìz Pereyra y Eugenia Mercante, aportando todas una cuota de belleza a los cuadros.
Cada uno de los personajes hace su aporte importante, en ese conjunto que resulta Nenamala, con una entrega y un compromiso, que desde este lugar, disfrutamos y queremos destacar.
La puesta de la obra, es estupenda, maximizando los pocos recursos económicos con los que cuentan, pero agudizando el ingenio y la creatividad, logrando estupendos resultados, con mucho de artesanal.
Se crea una atmósfera lúgubre en la sala, donde la oscuridad domina la mayoría del tiempo. Hay escenas para el recuerdo y cinematográficas, como aquella en cámara lenta que nos gustó mucho, pero sin dudas cada espectador elegirá su preferida.
Se destaca el vestuario y el maquillaje de los protagonistas, las máscaras y esos sonidos, que provienen de las entrañas de la sala y que le ponen mucha clima a la función.
En definitiva, original y muy elaborada propuesta la de Nenamala, nosotros que vemos mucho teatro, siempre celebramos la aparición de obras que rompen el molde y salen de lo convencional, tomando riesgos y con el agregado de muy buenas actuaciones y una puesta elaborada de manera artesanal, en la que se cuidan todos los detalles.
Con todo lo mencionado, no sorprende que Nenamala, transite su segunda temporada y lo haga a sala llena. Una pieza creativa e irreverente, que invita al espectador a abrir su mente, para viajar hacia ese mundo imaginario que propone al autor.
Nuestra felicitación a todo el grupo de Rojo Accidente, por la pasión puesta al servicio del espectáculo y por ofrecernos teatro off en estado puro, algo que desde nuestro lugar, valoramos mucho.
Pensador Teatral.
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