Viernes 20 hs. Sábados 20 y 22 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Estrella es la última creación del talentoso Juan Pablo Geretto, verdadero especialista en la composición de personajes femeninos, viniendo de inmediato a nuestra mente, el gran éxito que logró con Yo Amo a mi Maestra Serial, que estuvo nada menos que siete años en cartel o con Reina la travesti de Vecinos en Guerra, trabajo por el cual ganó un Martín Fierro. Como el mismo actor reconoce, desde que siendo un niño, se subió a los tacos de su madre, nunca más dejó de lado las interpretaciones femeninas y bien que hace.
Pero la llega de Estrella a escena, no fue algo sencillo, luego de muchos años sin presentar material nuevo y embarcado en un proceso creativo, al que le costaba llegar al final, tuvo que viajar hasta un lugar extremo, como la selva jujeña, para alejarse de los estímulos externos y con la ayuda de Virginia Martinez, poder darle el cierre necesario a la dramaturgia.
Y allí entonces apareció, Estrella, una revendedora de Avón, que vive en un pueblito chico del Interior y que tiene como mayor placer, ver los programas de chimentos de la tarde en televisión. La elección el estereotipo, está muy bien pensada. En este caso, esta mujer madura y de su casa, parece encontrar en la empresa de cosméticos, la posibilidad de hacer algo por su cuenta, una especie de vía de escape, para intentar alejarse de una realidad que no le resultaba para nada gratificante.
La actuación de Geretto es soberbia, se adueña de la escena con el oficio, que le dan los años de experiencia en la profesión, mostrando sus dotes actorales y dejando bien en claro, que en los unipersonales se maneja como el pez en el agua. En Estrella, sorprende con un arranque frenético y una verborragia imparable, que no dá respiro al espectador. Son casi treinta minutos, en los que el actor nacido en Galvez no para ni un segundo, para tomar aire. Es una catarata de palabras, gestos e imágenes que proyectan a una platea que trata de contener las risas, para no tapar lo que sigue, porque como dijimos, en ese arranque el monólogo no tiene pausa. Al llegar el primer silencio, se produce un quiebre, las pulsaciones parecen bajar y el ritmo del relato empezará a tomar otro rumbo, con un tono menos festivo, en el que las risas irán dejando su lugar, a una historia de vida, que estaba oculta y tiene más de terror, que de humor.
No vamos a contar más del argumento, para que el espectador se sorprenda cuando vea la obra, solo adelantaremos que la aparente liviandad de ese discurso inicial de la revendedora, será una especie de trampa, que nos juega el texto, que comenzará a tomar profundidad y un tono impensado. El disparador, será la reunión de fin de año de Avón que se realizará en Buenos Aires y a la que Estrella fue invitada debido a su buena performance de ventas.
Llegar al evento, resulta un sueño para todas las chicas que trabajan en Avon. Nadie en su sano juicio, se perdería esa fiesta. O si ?? Podría Estrella elegir no ir ?? La reunión es la excusa, para que nuestra protagonista mire a su interior y tome conciencia, que su vida estuvo atravesada por obedecer los mandatos sociales, respondiendo a las demandas machistas del padre y las manipulaciones de la madre y del resto del entorno, que siempre decidió por ella, pero cumplimos nuestra palabra y hasta allí vamos a contar.
El texto, que no es lineal en el tiempo, tiene muchos condimentos autobiográficos, ya que, en el mismo, Geretto, recapitula varios hechos de su vida personal, recordando anécdotas de su pueblo, con nombres cambiados, pero con personajes reales. Queda en evidencia, el encanto y el infierno, que tienen a la vez, los pueblos chicos, en el que todos se conocen y la mirada del otro, siempre puede ser dolorosa y acusatoria.
Yendo a la puesta, mencionemos que la escenografía es despojada, solo veremos naranjas desparramadas por el piso y al protagonista solito con su alma, enfrentando al público. Para destacar, el diseño de vestuario de Magda Banach y las pelucas de María Eugenia Palafox, que ayudan a la excelente caracterización del personaje, que para los ojos de toda la sala, no hay dudas, es una mujer. Por último, mencionar el diseño lumínico de David Seldes, que colabora con los diferentes climas, que tiene la obra.
Luego de una primera temporada exitosa, en el que la Estrella fue considerada entre las mejores piezas del año, por la crítica especializada y Geretto obtuvo varios reconocimientos por este trabajo, entre ellos su Nominación como Mejor Actor por los Premios ACE, la pieza arranca su segunda temporada con el mismo rumbo, haciendo doble función los Sábados y otra función los Viernes, algo muy poco habitual en el teatro independiente y que muestra la efectividad del boca a boca, con la respuesta de un público entusiasta, que llena la sala principal de El Camarín de las Musas en cada función.-
Nos gustó mucho la obra y por eso la recomendamos, ya que se encontrarán con un texto profundo e inteligente, que luego de un arranque a pura risa, dejará lugar a una historia sensible y entrañable, que nos hará reflexionar, sobre temas como la felicidad y los mandatos sociales. Además de la lucidez del texto, podrán disfrutar de fantástica composición del talentoso Juan Pablo Geretto, que nos regala a una Estrella frágil y angustiada, que conmueve con su historia.
Pensador Teatral
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