sábado, 19 de febrero de 2022

Olvídame

Sobre libro de Marco Antonio de la Parra. Adaptación y Dirección de Darío Dukáh.






Sábados 20 30 hs en El Método Kairos ( El Salvador 4530 )

Seguimos en este arranque del 2022, con esta racha de obras que tienen muchos puntos para destacar y que nos gustan mucho, en esta ocasión nos llegamos al Kairos, para ver Olvídame, adaptación libre de Darío Dukáh, sobre texto del chileno Marco Antonio de la Parra. La pieza transita su segunda temporada, ahora en nueva casa, luego de un año con muy buena repercusión de público y críticas.

De entrada digamos que Olvídame es una historia de amores prohibido, de encuentros clandestinos, de amantes que construyen una relación paralela, de esas que arrancan tímidas y que con el correr del tiempo, se va agigantando, tomando dimensiones que ponen en peligro a la relación oficial.






El relato nos presenta a Juan y Ana, que se citan en un bar, luego de mucho tiempo sin verse. Fueron amantes por años, corría fuego cada vez que se encontraban, se amaron mucho, pero en un momento aquella relación prohibida, se cortó de manera abrupta, dejando heridas en ambos, que aún con los años pasaron no han cicatrizado.

No vamos a contar detalles de lo que ocurrió en aquel bar, para mantener el suspenso, pero si diremos que pese al tiempo transcurrido,  ninguno pudo olvidarse del otro. Tuvieron una relación fogosa, el sexo entre ellos funcionaba muy bien, se amaron con pasión y juntos vivieron uno de esos amores, que no pueden olvidarse, como reza la letra del bolero que suena de fondo en varios pasajes de la obra.

Uno de los méritos más importantes de la obra, es que la misma es atemporal y si bien la protagonizan Juan y Ana, la podrían llevar adelante cualquier pareja de amantes. El espectador se identifica con las situaciones que ocurren en escena y cuentan los protagonistas, que resultan cercanos y queribles, llegando con mucha crudeza y realismo al público.






Otro punto a destacar es que el texto no busca juzgar, ni determinar que es políticamente correcto y que no, prefiere poner el foco en la pasión y la intensidad del vínculo amoroso, sacando a relucir los pensamientos internos de aquellos seres sufrientes, que quieren mostrarse fuertes con el exterior, simulando que pueden estar bien sin el otro, que pudieron seguir adelante , aunque la triste realidad, es que no hubo día desde que rompieron, que no pensaron en el otro. Pero cumplimos con la promesa y hasta allí vamos a contar, para dejar que el espectador descubra más cuando vean la obra.

Llega el momento de hablar de las actuaciones que presenta Olvídame, que realmente son para resaltar. Una pareja con mucha química, es la compuesta por Dario Dukáh y Tania Marioni, que abren sus corazones, con una sensibilidad a flor de piel, que el espectador y el texto agradece. Darío además de ser uno de los protagonistas, es quien adaptó la historia del autor chileno y además es el director. Parte fundamental del proyecto, se lo nota muy suelto y creíble en escena. Felicitaciones para Darío.





Y que decir de Tania Marioni, que con mucha presencia escénica, compone a una Ana pasional, que hace lo imposible por esconder el dolor que la atraviesa y su corazón roto. A Tania recordamos haberla elogiado en anteriores trabajos y es una actriz con enorme potencial.  Aquí se vuelve a destacar, dándole a su personaje, el toque de sensualidad e intensidad que el mismo requiere, con una riqueza gestual que agrega mucho valor a su interpretación. Nos encanto el trabajo de Tania y la pareja que formó con Darío en escena.

Ya elogiamos el texto, las actuaciones, pero aún no hablamos de la puesta, que es otro de los puntos  altos que presenta la obra, que juega mucho con lo cinematográfico, con escenas en vivo de lo que ocurre en el escenario, que se reproducen en primer plano en una pantalla en el fondo del escenario. Otro ingenioso recurso es una cámara en el espejo del baño del bar, que hará las veces de una especie de confesionario, de aquellos sentimientos más profundos, que habitan en el interior de estos amantes y que no se atreven a revelar. Es realmente original y lograda la puesta, con un alto grado de creatividad, que le agrega mucho valor a la propuesta.






No queda mucho más para contar, Olvídame es una historia de amores prohibidos que cautiva, pasiones ocultas, alegrías que se esconden y dolor que se lleva en silencio. El relato es una muy buena muestra de las diferentes caras que tiene el amor y de lo difícil que puede resultar comportarse de manera racional, cuando el corazón y la pasión mandan.

Nos gustó mucho a obra y por eso la recomendamos. Se van a encontrar con un texto que engancha desde el arranque, invitando al espectador a ser testigo de la historia de amor de Ana y Juan, que resulta peligrosamente cercana y reconocible. Una historia de esos amores que nunca podrán olvidarse, de amantes impunes, que sin darse cuenta buscan su castigo.


Pensador Teatral.



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