Dramaturgia de Arístides Vargas. Dirección de Florencia Suárez Bignoli.
Jueves 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )
Un texto profundo, pleno de creatividad y poesía nos ofrece la dramaturgia de Arístides Vargas, autor argentino nacido en Córdoba, que debió exiliarse a Ecuador en 1975 escapando de la dictadura militar. Considerado uno de los dramaturgos más importantes de América Latina, cuenta con una extensa trayectoria como autor y director, pudiendo señalar que gran parte de su producción teatral está influenciada por ese exilio, algo que se nota en muchas de sus piezas, en las que habla de la soledad y la nostalgia, pero siempre dejando un espacio generoso para el humor en sus propuestas.
En el caso de La Razón Blindada, para escribirla se inspiró en su hermano Chicho que estuvo preso en el penal de Rawson en la última dictadura militar, donde sufrió graves torturas. En la obra, veremos a Panza y De la Mancha, dos detenidos que todos los domingos se encontrarán en el patio del penal, para crear un mundo de ficción que les permita escapar al menos con a mente de aquella prisión tan espantosa.
No queremos adelantar mucho de aquel universo imaginario, que crearán en cada uno de sus encuentros, pero si podemos contarles que se recrearán alguna de las travesías por la llanura de Don Quijote de la Mancha junto a su fiel escudero Sancho Panza, apareciendo también su caballo Rocinante y su perro Toribio, todos personajes que participarán de la trama. Aquellos relatos, tendrán un alto grado de creatividad y de delirio, esto puede comprobarse si les contamos que una de aquellas aventuras, esos personajes nacidos en la pluma de Cervantes, terminarán en un país caribeño, al que intentarán gobernar
La trama pese al contexto dramático en el que se desarrolla, tiene mucho humor y genera repetidas risas en las plateas, pese a que las acciones de aquellos hombres, se desarrollan tratando de evitar las miradas alertas de los guardias que custodian cada uno de sus pasos. El mensaje que transmite la obra es esperanzador, volar con la imaginación, en algunas oportunidades, pueden servir para escaparnos del mismísimo infierno y disfrutar de una libertad, que aunque sea ficticia, puede engañar a nuestro cerebro.
Como mencionamos antes, el espectador a lo largo de la trama, podrá disfrutar de una gran cantidad de personajes, pese a que son solo dos los actores, gracias a la imaginación de aquellos compañeros de prisión y del fantástico trabajo actoral que realizan Daniel Begino y Maite Velo, una dupla protagónica, que se entrega por completo y se saca chispas en el escenario, con composiciones estupendas.
Resulta un verdadero placer, observar los trabajos de Daniel y Maite, que recorren los registros actorales más diversos, pasando por momentos de profunda emoción, otros de humor y muchos de delirio puro. La trama tiene un componente lúdico en el que ambos protagonistas se muestran muy a gusto. Se disfruta mucho ver, como se entregan al texto y a la puesta que propone la directora, sin ningún temor por el ridículo y sacando todo el jugo al oficio del actor. Excelentes las composiciones de ambos, siendo tan parejas por lo buenas, que nos cuesta decir quien nos gustó más, ya que las dos interpretaciones son soberbias y se potencian entre sí.
Yendo a la puesta que presenta la adaptación de Florencia Suárez Bignoli, nos resultó muy atractiva y dinámica, con un dispositivo escénico sobre ruedas, con mucho movimiento y una escenografía, donde el color blanco que resalta y esos zapatos que adornan el escenario. Una muestra que con ingenio, no hace falta grandes recursos económicos para montar una puesta efectiva.
No queda mucho más para agregar, La Razón Blindada es una pieza que emociona, divierte e invita a la reflexión del espectador, sobre diversos tópicos, pero sobre todo acerca de la libertad. Es bueno saber, como muchas veces con la ayuda de la mente, podemos sentirnos libres, pese a estar encerrados y ampliando en pensamiento, como muchas personas, que tienen todo servido para ser libres y disfrutar de la vida, terminan presos de la estrechez de sus pensamientos y de la rutina.
Nos gustó mucho la obra, por la profundidad de su mensaje, por una puesta que entretiene al espectador en todo momento y principalmente por las excelentes interpretaciones de Daniel Begino y Maite Velo, que se abrazan al texto con pasión y nos regalan actuaciones exquisitas, que fueron recompensadas al final de la función, por aplausos generosos y prolongados, de un público que disfrutó de una noche en libertad de puro teatro independiente.
Pensador Teatral.
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