Dramaturgia de Guillaume Poix. Dirección de Sol Titiunik.
Viernes 23 15 hs en Timbre 4 ( México 3554 )
Un texto fuerte y profundo escrito por el dramaturgo francés Guillermo Poix, llega a la cartelera porteña, de la mano de Pilar Fridman, una de las protagonistas de la obra, que conoció el texto en el 2019, en el marco del ciclo " Tintas Frescas ", gestionado entre el Teatro Cervantes, la Alianza Francesa y el Instituto Francés, cuando fue convocada para la lectura de uno de los personajes de aquel texto. Dos años después, el Instituto Francés, abre la convocatoria para llevar a escena, algunas de las piezas leídas en aquel ciclo y allí Pilar que había quedado cautivada con la obra, presentó el proyecto, que fue seleccionado y llega ahora al escenario de la sala mayor del Timbre 4.
Y esa es la manera en que esta obra de un autor contemporáneo francés se presenta ante nosotros. La propuesta que es jugada y muy desafiante para las protagonistas de la misma, nos propone viajar a la fascinante Amsterdam, conocida por sus encantos y rica historia. Con los famosos canales que serpentean su calles y los notables museos que ofrecen las mejores obras de pintores de la talla de Van Gogh y Rembrandt, por solo nombrar a dos de ellos. Millones de turistas llegan todos los años a aquella pintoresca ciudad, que además tiene al Barrio Rojo como uno de sus principales y polémicos atractivos.
Ese Barrio Rojo famoso por sus vitrinas iluminadas, donde trabajadoras sexuales ofrecen sus servicios a los caminantes nocturnos que recorren sus callejones adoquinados y allí trabaja Linda ( Marina Carrasco ) que se gana la vida hace años ya, de esa manera en aquel lugar, pareciendo conocer todos los secretos de este sacrificado oficio y todas las técnicas que le permiten conseguir más clientes y el dinero suficiente que conforme a Jan ( Fabian Bril ), el proxeneta para quien trabaja.
Pero la rutina habitual, se verá alterada con la sorpresiva legada de Julia ( Pilar Fridman ), una joven tan bella, como misteriosa, que se presenta ante Linda, pidiendo que le enseñe los secretos de aquella profesión y le permita trabajar con ella. Su único pedido es poder tener vista desde la vitrina que ocupe a las aguas del canal, si esto fuera posible. Al principio, Linda se niega a darle cobijo a aquella hermosa y frágil mujer, que parece se demasiado chica e inocente para adentrarse en aquel mundo sórdido y despiadado.
Pero de a poco, se irá construyendo una amistad entre ambas mujeres y Julia aprenderá rápido los gajes del oficio, siendo muy demandada por los clientes que no podían resistirte a sus encantos, dejando en un segundo plano a sus compañera. Pero algo no encajaba. Qué motivos la llevaron a llegar hasta allí ?? Cuál era su historia personal ?? Y que secreto que se escondía detrás de esa mirada algo perdida ?? Algo hay, pero no seremos nosotros quien devalaremos, cual es ese secreto que traía Julia con ella, para descubrirlo deberán ver la obra.
Momento de hablar de las estupendas actuaciones que presenta la obra, con la dupla protagónica que conforman Pilar Fridman y Marina Carrasco, que realizan ambas un gran trabajo en papeles exigentes, que requieren poner sus cuerpos al servicio de sus personajes, ya que la pieza tiene mucha exposición física. A Pilar, una joven y carismática actriz, la habíamos visto por primera ver en el Centro Cultural Rojas y en esa oportunidad nos había sorprendido muy gratamente por su actuación. Unos años después, la volvemos a ver en escena, en un proyecto ideado por ella misma, llevando adelante a una Julia enigmática Nos gustó mucho el trabajo de Pilar, que irradia un magnetismo y una sensualidad, que encajan a la perfección en su personaje.
Pero no seamos injustos con Mariana Carrazco, que en gran forma compone a una Linda curtida y melancólica, que trata de mostrarse fuerte ante la mirada de los otros, pero que denota el cansancio y el dolor de una vida sufrida, adhiriendo al dicho que la procesión se lleva por dentro. Muy bueno lo de Mariana en lo individual, mostrando además mucha química con Pilar, construyendo entre ambas vínculo tierno y de protección, que se eleva y llega al corazón del espectador.
Y si bien la dupla femenina protagónica es la que se lleva los mayores elogios y miradas del público, debemos dejar una líneas de los personajes masculinos que hacen su aporte necesario al relato, nos referimos a Fabian Bril, como Jan, el hombre que las regentea, Fabián Carrasco como Mathias, que trabaja cuidando cuadros de un museo y logra establecer una relación humana con ambas mujeres más allá de la búsqueda sexual, completando el elenco Gonzalo Bou, como un cliente y un periodista, que trata de indagar con poco éxito, sobre algunas intimidades del oficio.
Párrafo especial para la cuidada y lograda puesta que presenta Aguafuerte, con una estética bella y cuidada que logra potenciar el relato, dándole el marco adecuado para el lucimiento de las protagonistas. Elementos para destacar, la música original y sonidos en vivo de Dulcinea María que verdaderamente la rompe ( varios espectadores se van del teatro tarareando la música de la obra ). Es muy bueno el diseño escenográfico de Lula Rojo, con esas vitrinas iluminadas con luces de neón, que nos remiten al tradicional barrio rojo y mención especial para el diseño lumínico de Emanuel Parga, que juega de manera muy acertada con la oscuridad y las luces tenues para crear los climas que el relato requiere. Por último, destacar el vestuario de Nadia Sandrone, que se luce mucho en las protagonistas. Como puedan apreciar, no les exageremos en cuanto a las virtudes de la puesta y les aseguramos, que cuando usted lector vea la obra, coincidirá plenamente con nosotros.
En definitiva, una propuesta que atrapa la de Aguafuerte que presenta un relato envuelto en niebla y misterio, pero que nos permite reflexionar sobre un tema complejo y controversial cono el de la prostitución, invitando a reflexionar sobre lo que sucede en la cabeza de las mujeres que se dedican a una actividad que la mayoría de las personas critican, pero que si existe, es porque no faltan clientes que consumen aquellos servicios, mostrando en cierto punto la hipocresía de la sociedad, en un tema del que poco se habla y que aún hoy continúa siendo tabú
Los invitamos a que emprendan el viaje que les propone la obra hacia tierras holandesas, para recorrer en las noches los canales y llegarse hasta el Barrio Rojo, para conocer a Linda y Julia, que detrás de esos rostros bellos y seductores, esconden fuertes historias de dolor y desamparo. De la mano de una dramaturgia profunda, una puesta muy atractiva y estupendas actuaciones, podrán disfrutar de una potente noche de teatro independiente y descubrir que secretos se guardan en las profundas aguas de los canales.
Pensador Teatral.
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