Libro y Dirección de Merceditas Elordi.
En algunas oportunidades, el teatro nos propone viajes maravillosos y esta es una de esas oportunidades, donde de la mano de un texto delicioso, viajaremos hasta el desierto de Atacama, en nuestra Puna del Noroeste.
Allí en ese paisaje, donde la naturaleza es la Reina, encontramos a los dos entrañables personajes que tiene esta hermosa historia, por un lado Julia ( Sofía González ), una joven y bella científica, con dos maestrías y acostumbrada a trabajar en un laboratorio, pero con muy poca experiencia en el campo. Viajó hacia esa inhóspita región, para recolectar muestras, que servirán para sus tesis doctoral.
Pero no estará sola en aquella expedición por el desierto, la acompaña Pedro ( Patricio Paz ) un baqueano, que conoce muy bien el terreno y pese a no tener estudios, conoce los secretos de aquel terreno y cómo sobrevivir en el. Su presencia es indispensable para que la doctora, puede cumplir su tarea.
Los personajes son bien opuestos, Julia es una porteña acomodada y llena prejuicios. Algo soberbia, se muestra muy descreída de las creencias de Pedro, que tiene un amor y un profundo respeto por esa Tierra. Sus ancestros le enseñaron que debemos agradecer a la Pachamama, por su generosidad y honrarla en todo momento.
Al ser personalidades diferentes y tener pensamientos tan opuestos, entonces no extraña que se lleven mal y allá rispideces entre ellos, la gran responsable de ellos, es la bella doctora, que con sus caprichos, hace que todo sea muy complicado y Pedro, que tiene mucha paciencia, por momentos ya no tolera los arranques de Julia y además de producirse muchas situaciones graciosas, dadas por este choque de culturas, también se vivirán momentos de tensión entre ellos.
Pero compartir los días calurosos y las noches de frío, racionar el agua y los alimentos, estar allí solos en medio de la naturaleza, sin dudas los irá acercando y la doctora, que está casada con un prestigioso científico, parece sentir mucho la soledad, sus emociones irán aflorando y el amor entre ellos irá apareciendo.
No contaremos más para conservar el suspenso, pero les adelantamos que estas dos almas que parecían tan lejanas en el comienzo, se irán acercando en forma muy peligrosa y romántica a la vez.
Gran mérito de la directora, la elección de los actores, que cumplen actuaciones magníficas y muestran una gran afinidad.
Patricio Paz, tucumano y conocedor del Norte, compone un personaje entrañable, un lugareño muy querible por los espectadores, algo ingenuo y con un amor tan inmenso por su Tierra, que conmueve al espectador. Enorme su trabajo y hermoso el personaje que construye.
La doctora es Sofía González, una actriz joven, sin tanta experiencia en el medio teatral, que sorprende con su excelente interpretación. Impresiona su dominio escénico, su tono de voz y la seguridad con la que se maneja. Explotando además su belleza, para seducir a Pedro, que al principio la mira con desconfianza, pero que no puede resistirse a su encanto y a su seducción. Una verdadera revelación resulta Sofia, que nos regala una interpretación deliciosa.
Si bien ambos protagonistas se lucen mucho en lo individual, entendemos que uno de los motivos para que la narración resulte tan creíble, es la excelente química y entendimiento que muestran entre ellos, se los nota conectados y muy a gusto actuando juntos y esto le aporta mucho al relato.
Estas magníficas interpretaciones, además logran potenciarse, en gran medida, por una puesta sensible y plena que presenta la directora.
Son muchos los ítems, que debemos destacar en la puesta, arranquemos por la excelente escenografía y ambientación que tiene la obra. La escena la dominan los cactus y esa carpa, que nos transportan al campamento en medio del desierto, sintiendo el calor, la falta de agua y hasta la fauna que habita la zona.
Como dato de color, les contamos, que Merceditas Elordi, es Licenciada en Ciencias Biológicas y Profesora de Biología, algo que sin dudas se nota en la riqueza de datos sobre la naturaleza, que tiene el texto y también en la construcción del personaje de Julia.
La iluminación es otro aspecto que se destaca mucho, marcando los climas que requiere la pieza y el transcurrir del día, los atardeceres y la llegada de la noche, bien diferenciados estos momentos, por las distintas tonalidades de luz.
Ambos rubros, el diseño escenográfico y el lumínico, están a cargo de Edgardo Aguilar, a quien felicitamos por su labor.
Y lo sonoro, también tiene su destaque, esa hermosa música del Altiplano que acompaña la historia y nos pone en situación en todo momento, así también como ese sonido del viento, que llega y nos recuerda que estamos en medio del vasto desierto.
Realmente se cuidan todos los detalles y gracias a esto se logra una puesta brillante, que lleva al espectador a Atacama, junto a los protagonistas.
En definitiva, estamos en presencia de otra muy buena propuesta de nuestro teatro independiente, que llega de la mano de Merceditas Elordi, que luego del éxito y los premios que obtuvo, con " Entropía o el orden de lo vano ", su anterior obra, redobla la apuesta, con esta hermosa obra.
Como dijimos La Música del Viento, es una pieza plena de sensibilidad, con la que viajaremos hasta el Altiplano, para descubrir esta original historia de amor, con la naturaleza como entorno, para disfrutar de las magníficas actuaciones de Sofia González y Patricio Paz.
Un teatro repleto, confirman que el boca a boca sigue funcionando y que los espectadores celebran la aparición de propuestas atractivas como esta.
De nuestro lado solo queda recomendar fervorosamente la obra y agradecer a todo el equipo de La Música del Viento, por la hermosa velada que nos regalaron y magia del teatro mediante, haber podido respirar y sentir los aires del desierto de Atacama.
Pensador Teatral.