Dramaturgia de Rafael Spregeldburd, Puesta en Música de Andrés Gerszenzon y Puesta en Escena de Damián Malvacio.
Una propuesta original y muy interesante, la que nos presenta Remanente de Invierno, obra escrita por Rafael Spregelburd y estrenada en 1995, en el Centro Cultural General San Martín.
El reconocido compositor, director de opera e instrumentista, Andrés Gerszenzon, tomo la pieza y conservando la esencia de su texto, la dotó de una bella estructura musical y la convirtió en una mini opera, aunque el director quiere evitar esa palabra y prefiere mencionar a su adaptación, como una puesta en música.
La pieza ofrece una mirada crítica de la sociedad consumista en la que vivimos, donde los electrodomésticos y los medios de comunicación, ocupan un lugar preferencial, cobrando una importancia desproporcionada, colaborando a la incomunicación de la familia.
No es sencillo encuadrar en algún género específico a Remanente de Invierno, ya que es una composición plural, pero tiene mucho de comedia musical, en la que el absurdo y la ironía abundan en escena, siendo estos los medios elegidos por el autor, para transmitir su mensaje.
Aparecen personajes como El Topo Menendez, ídolo de los niños, al que asociamos inequivocamente con nuestro conocido Topo Gigio, aparece un ñandú famoso en la TV, una Barbie y una heladera extraviada, que se fugó de la casa.
La puesta es audaz y original, representando un gran desafío, para los actores que demuestran sus condiciones, en una obra, que exige mucho, partiendo desde el punto que sus parlamentos, son en parte habladas y en partes cantadas, apareciendo ahí el género de opera que viene de la mano del talentoso director y que requiere que los actores tengan condiciones en esa área.
El elenco es numeroso y en actuaciones parejas, se destaca mucho Rocío Gutierrez ( Silvita ) la protagonista de la historia, hija única de la familia, que es, quien cuenta la experiencia en primera persona. Con problemas para recordar el significado de las preposiciones y cuando utilizarlas en las oraciones, deambula por la casa con su Barbie como juguete preferido. Rocío cumple una muy buena interpretación. Se luce mucho en las partes cantadas, con su hermosa voz.
Su madre ( Ana Moraitis ) parece más preocupada por que vuelva la heladera fugada, que por el extraño comportamiento de su hija y no se pone de acuerdo nunca con su esposo Meyer ( Osvaldo Malizia ) con el que discute por casi todo, entre otros motivos, por el kerosene, que se consume en la casa. Osvaldo tiene mucha presencia escénica y es de los más destacados.
Lucas Werenkraut ( el electricista ) y Federico Buscarons ( el plomero ) llegan a la casa para arreglar la gran cantidad de electrodomésticos que tiene esta familia y les anuncian que van a estar un par de días allí, porque el trabajo que tiene será arduo. Conforman una dupla muy divertida.
Se destaca igualmente Mattea Musso, como la vecina.
Otra dupla que luce mucho, es la de los conductores de televisión, que también ingresan a esa casa, nos referimos a Raul Moreschi un histriónico conductor y su compañera, la bella Virginia ( Piuqué González Abraham ), la chica del tapado, quien dá vida a una sensual animadora, que ratonea al padre de familia, trayendo un tinte sexual a la historia, que como pueden apreciar, tiene de todo como en botica.
El elenco es numeroso y seguramente estamos omitiendo algún nombre, lo importante es que se conformó un elenco parejo, con dotes musicales y que demuestran muy buen entendimiento en lo grupal.
La puesta tiene muchos puntos a destacar, arrancando por la música, que juega un papel clave en la pieza y son los integrantes de esta mini orquesta, los responsables de ello, al deleitarnos con sus melodías en vivo.-
Lorena Torales en piano, Catriel Rivadero es guitarra e Ignacio Svachka en percusión, jóvenes valores, que merecen nuestro reconocimiento, por su excelente faena, bajo la batuta atenta de Gerszenzon.
Otro ítem a destacar, es el diseño escenográfico que presenta gran cantidad de electrodomésticos, en especial televisores, repartidos en el escenario, conformando la original escenografía, Muy bueno también el diseño lumínico y el recurso de proyectar imágenes en el único televisor que funciona de todos los vemos.
Sin dudas estamos en presencia de una obra muy original, que transmite su mensaje por medio de la música y con una dramaturgia en donde lo bizarro y el absurdo tienen preponderancia.
Desde nuestro humilde espacio, siempre celebramos la aparición en nuestra nutrida cartelera teatral, de propuestas distintas y jugadas, como Remanente de Invierno, que valiéndose de un elenco virtuoso y una bella adaptación, nos ofrece esta bella puesta en música como dice el director o mini opera como titulamos nosotros, para que los espectadores disfruten de una agradable velada y puedan agradecerlo con un caluroso aplauso al término de la función.
Pensador Teatral.
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