Miércoles a Domingos en Teatro Liceo ( Av. Rivadavia 1495 )
Obra escrita por el inglés Michael Frayn y Dirección de Manuel González Gil.
Se presenta en el Teatro Liceo, reconocido por el gobierno porteño, como el teatro más antiguo de la ciudad, esta comedia, estrenada en Londres en 1982, con el nombre de Noises Off, fue traducida a 28 idiomas y estrenada en 50 países, cifras que hablan por si solo, de que estamos en presencia de una pieza de efectividad comprobada.
En Argentina, se presentó en 1984, en el Metrotopolitan, con un gran elenco, conformado entre otros por Beatriz Taibo, Gianni Lunadei, Reina Reech, Mario Pasik y Claudia Lapacó.
A 30 años de su llegada a Buenos Aires, la obra vuelve a escena y nuevamente con un elenco lleno de figuras convocantes. Encabezado por Fabián Gianola y Georgina Barbarossa y con actores de los kilates de Ana Acosta, Chichilo Viale, Darío Lopilato, Omar Calicchio, Vanesa Butera, Sabrina Artaza y Facundo Gambandé.
Son nada menos que 9 actores en escena y la mayoría de ellos con una dilatada y exitosa trayectoria en la comedia teatral. Si unimos los pergaminos que trae la pieza y este gran elenco convocado, imaginabamos de antemano que las risas al por mayor estarían aseguradas y no nos equivocamos.
Y a que se debe el éxito que tuvo en estos países de esta obra ?? De que trata ?? Entretelones es una pieza que presenta un formato muy original. Se trata de una comedia dentro de otra, vamos a tratar de explicarlo con más detalle-.
La historia nos muestra como un grupo de actores ensayan una comedia menor, llamada " Desnudos en el Country " . El estreno es en un par de días y las cosas no son sencillas para el director ( Fabian Gianola ), que debe luchar y enojarse mucho, con un elenco poco profesional y con muchas dudas, debiendo parar en numerosas oportunidades ese ensayo general, en el que nada parece funcionar, como se había planificado..
Para colmo, como en todo grupo humano, aparecen los roces y las discusiones, algunos que no se llevan bien y surgen secretos que se irán revelando a medida que el ensayo avanza y que no harán más que deteriorar la relación, entre este grupo de actores, en apariencia bastante amateurs.
Es interesante, como este argumento permite ingresar en la cocina de los elencos teatrales, observando algunas escenas, que con seguridad deben ocurrir en la realidad.
Sin contar demasiado, diremos que la obra se divide en dos, en la primera parte, como dijimos tenemos todo el ensayo y la previa al estreno.
En la segunda parte, veremos de una manera muy especial, el esperado estreno que será realizado ante un grupo de jubilados, ya que todavía quedan muchas cosas para ajustar y que como podrán apreciar pese a los esfuerzos, las cosas no van a salir como el director esperaba.
Realmente, es atractivo, el argumento, que presenta Entretelones, en la adaptación de Fernardo Mallorens y Federico Gonzalez del Pino y cumple su objetivo que es hacer reír y mucho a los espectadores.
Repasemos un poco cada unos de los nombres, que tiene la puesta, entendemos que la labor más destacada es la de Fabián Gianola, en el papel de un director autoritario y con pocas pulgas, que tiene que luchar contra un elenco desganado y cuestionador. Muy interesante su ubicación, ya que la mayor parte del tiempo, Fabián cumple su papel, no arriba del escenario, sino desde abajo, casi mezclado con el público, dando una sensación de cercanía con el espectador, extraña y original.
De Gianola, no vamos a descubrir nada nuevo, diciendo que es un actorazo, aquí se lo nota aplomado como siempre y cumpliendo en gran forma su rol de protagonista, cumpliendo en nuestra opinión con la actuación más de la noche.
La figura femenina es Georgina Barbarossa, que aquí es un ama de llaves, despistada y despreocupada. Georgina cumple como siempre, es una figura convocante y aquí ratifica sus credenciales, con un personaje muy gracioso, que muestra una vez más su carisma y llegada con el público, que siempre le demuestra su cariño.
Ana Acosta y Omar Calicchio, son los dueños de casa, que vuelven de Miami, desatando en ese momento, todos los problemas y situaciones desopilantes dentro de ese hogar. Que decir de Ana Acosta, una actriz de raza y que se luce mucho en la comedia. Omar está genial, perseguido por los fantasmas de la AFIP, compone un personaje muy gracioso, gestual, que hace reír mucho a la platea.
Darío Lopilato, es el agente inmobiliario, que aprovecha que la casa está supuestamente sin sus dueños, para vivir un momento íntimo con una atractiva inspectora, interpretada por Sabrina Artaza. Muy carismático Dario, mostrando que se mueve muy a gusto en la comedia y generando suspiros en la platea femenina. Hablando de suspiros, tenemos que destacar a Sabrina, que para nosotros es la gran revelación de la obra, aportando una importante cuota de belleza y frescura pero además se luce muchísimo en el papel de chica sexy y algo naif. Nos sorprendió muy gratamente su interpretación, cumpliendo y con creces, un rol destacado en la historia.
Siguiendo con el desfile de figuras, llegamos a Chichio Viale, que la rompe con su personaje de actor afecto a la bebida. De entrada ya con su acento cordobés y toda su gracia, sin ser necesario que hable, genera las risas de todos. Cada intervención suya es festejada con risas por la platea. Es un personaje que le sienta perfecto y Chichilo lo aprovecha a la perfección.
Vanesa Butera, la asistente de producción del director, sorprende también por su carisma y desenfado en un personaje muy querible que nos gustó mucho y cuando vean la obra, verán que comparte algún amorío con otra integrante de la compañía.
Y por último, mencionar a Facundo Gambandé, asistente todo terreno de la troupe, también con un papel muy entrañable , siempre tratando de solucionar los problemas y buscando la manera de participar en la obra, aunque sea como reemplazo. Cumple perfecto su papel y en la parte final de la obra, toma mucho protagonismo. Muy bueno lo de Facundo, que aquí en un papel secundario aporta lo suyo y sabe como destacarse.
Nos tomamos el trabajo de dar algunas lineas de cada uno se los protagonistas, ya que son el gran sostén de la obra. Cada uno tienen su momento de lucimiento individual, en el que muestran sus condiciones naturales para la comedia y también funcionan muy bien en el conjunto, con una perfecta sincronización. Se nota el buen trabajo del director en este punto, ya que no es fácil estar tan a tiempo cuando son tantos actores en el escenario al mismo tiempo.
Además la obra requiere mucha destreza física y energía, ya que la trama es muy dinámica, los actores están en constante movimiento, la escenografía tiene escaleras y muchas puertas, la pieza no dá respiros y tiene mucho ritmo.
Debemos destacar la puesta, donde se destaca la imponente escenografía de Daniel Fiejoo, una casa muy grande, donde se desarrolla la acción, la misma como dijimos, esta llena de escaleras, de habitaciones y de puertas.
Para la segunda parte de la obra, el diseño escenográfico nos tiene reservada una gran sorpresa, que no vamos a develar, cuando vean la obra se acordarán de este párrafo y comprenderán-
Un destacado diseño lumínico y un lucido vestuario, son otros items que resaltamos y completan una puesta importante y acorde a la calidad de los actores elegidos.
En definitiva, Entretelones, es una comedia muy divertida, apta para toda la familia, que cumple con creces, con su objetivo de divertir y hacer reír mucho a los espectadores. En esto tiene mucho que ver el probado guión, pero más que nada, el importante elenco reunido, para la ocasión, todos ellos actores de trayectoria y con especiales condiciones para la comedia, que aquí, encuentran el espacio justo para lucirse.
La muy buena respuesta del público que colmó el Liceo y el prolongado aplauso que recibieron los protagonistas al termino de la función, confirman que quedaron muy satisfechos con lo visto y además auguran un muy buen futuro, a esta entretenida comedia.
Pensador Teatral.
sábado, 29 de julio de 2017
viernes, 28 de julio de 2017
Ferdydurke
Jueves 21 30 hs en Tadrón Teatro ( Niceto Vega 4802 )
Dramaturgia de Witold Gomrowicz. Dirección y Adaptación de Alejandro Genes Radawski.
Nuestro prolífico teatro off, nunca deja de sorprendernos con las excelentes propuestas que tiene para ofrecernos. En este caso nos presenta Ferdydurke, novela del escritor polaco Witold Gombrowicz, publicada en su país en 1937, momento coincidente con la Primera Guerra Mundial y con la llegada del régimen comunista a Polonia, de la mano de Rusia.
Considerada una obra maestra del modernismo europeo, tiene un fuerte crítica a los sistemas formales de poder y cuestiona principalmente al sistema educativo y sus métodos pedagógicos.
Su publicación, de tono desafiante, como puede suponerse, no cayó nada bien al poder de la época y Gombrowicz no tuvo más remedio que exiliarse, para salvar su vida. Y el destino y el barco al que subió, lo trajo a la Argentina, viviendo en estas tierras rioplatenses por más de 20 años y sin dudas esta permanencia, dejó sus huellas en nuestro país y abonó nuestro interés por su obra.
Aquí es donde aparece, Alejandro Genes Radawski, joven dramaturgo argentino, de origen polaco, que sin dudas se sintió atraído por los textos y las historias de Gomrowicz.
Siempre las adaptaciones de obras reconocidas, representan un desafío importante, en este caso Alejandro, asumió muchos riesgos , redoblando la apuesta y talento mediante, obtuvo una versión muy potente de Ferdydurke, conservando el espíritu de la pieza original, pero también enriqueciéndola , con una puesta original, que incluye modificaciones acordes con esta época y alejándola de las solemnidades.
Es una adaptación que arriesga y presenta rasgos propios, complementos modernos ( como por ejemplo el uso del celular o la aparición de temas musicales de autores contemporáneos ) que se introducen a una pieza escrita hace más de 80 años.
Además el director, derrumba en forma violenta esa cuarta pared que separa a los actores del espectador, provocando que el mismo se involucre en la obra y borrando las fronteras, que por convención los separan.
En nuestra opinión, hay un estupendo trabajo de adaptación, que sin dudas rinde sus frutos, ya que la versión teatral lograda de Ferdydurke presenta una fuerza y una personalidad notable, enriqueciendo mucho el texto original.
La historia de Ferdydurke, hace referencia a las peripecias de Pepe, un hombre de 30 años, que debido a la intervención de Pinko, un antiguo profesor, que al ver que no escribe correctamente, decide hacerlo volver a la escuela y de esta manera, al cuerpo de un adolescente de 16 años, para convivir con compañeros de esa edad.
Pero Pepe, ya cumplió su escolaridad. Porque debería repetirla ?? Lo lógico, sería negarse, pero no puede. Alguna fuerza interna, le impide decir que no y entre su ex profesor y un director de escuela, de estilo marcial, lo terminan de convencer para que complete la regresión que le imponen y vuelva a ser un niño, con obligaciones de tal, aunque tenga cuerpo de adulto.
La obra es soñadora, tiene mucha magia y misterio, una buena porción de locura, un humor ácido y un ritmo increíble, es como un tren que arranca y vá tomando velocidad, no sabemos bien para donde se dirige, pero lo que si sabemos, es que esta obra de genes polacos y talento argentino, no se detendrá nunca, es imparable.
Ahora, si el texto tiene una magia especial y la adaptación es potente, sin dudas una de las grandes razones, para que esto suceda, son las estupendas actuaciones, que presenta la pieza.
Son cuatro, las actrices que brillan en el escenario. Advertimos que vemos varias obras por semana, muchas por mes, pero realmente nos fuimos gratamente sorprendidos del Tadron, por las estupendas interpretaciones que vimos y por las fabulosas caracterizaciones que logran estas actrices, en algunos casos, desdoblando varios personajes.
Arranquemos, por el protagonista de esta historia, Pepe, interpretado en forma magistral, por Natalia De Elía, que dá vida a ese hombre en cuerpo de adolescente. Es brillante la caracterización que logra, de un joven tímido y temeroso, que no puede escapar de esta realidad a lo que llevan. Sus caras, sus gestos, su forma de caminar, todo se disfruta.
El personaje de Pepe, esta prácticamente todo el tiempo en escena, es un papel muy exigente y la respuesta de Natalia es estupenda, demostrando que es una gran actriz y no me canso de decirlo con una caracterización que impresiona.
Y que decir de El Polilla, ese compañerito de 16 años, chiquito, menudito, pero bravucón y bastante compadrito, con ese tono malevo para hablar y un comportamiento siempre desafiante y por fuera de las convenciones, con algunas perversiones y una preferencia secreta por lo peones.
El Polilla es Antonela Marcello y acá nuevamente la transformación, como en el caso de Natalia con Pepe es increíble y su interpretación también es excelente. Tiene algunas partes cantadas, donde muestra su hermosa voz y sus condiciones para el canto.
Además del Polilla, también dá vida a la desopilante Juventona, una madre muy particular.
Un talento increíble el de Antonela, que por momentos se come la obra, con su gran labor.
Llega el turno de Luján Bournot, que interpreta al tímido e inexperto Sifón, a le sexy y moderna colegiala, al marcial director Piorkski y a la entrañable tía. Desdobla cuatro personajes deliciosos con una destreza que nos sorprende. Fabuloso lo de Luján, que sin tener un personaje permanente, como en los casos anteriores, muestra una presencia y una capacidad para cambiar de personaje para destacar. Nos encantó su trabajo.
El poker de virtuosas, se completa con Bárbara Lloves Millan, como el misterioso Profesor Pinko con ese acento particular, su vestimenta negra y esa graciosa forma de caminar, además dá vida al sumiso criado Quique, que no puede resistir los embates de Polilla. Impecable en sus papeles.
Se habrán dado cuenta los lectores a estas alturas, la cantidad de elogios que ofrecimos, sin dudas, que quedamos impactados con las magníficas actuaciones y con las transformaciones que logran estas actrices ( si al término de la obra, pueden ver las caras de las actrices o las conocen de otras obras, creanme que les vá a costar creer que fueron ellas las que estuvieron en el escenario ).
Además del enorme talento individual que muestran estas actrices, funcionan muy bien en el conjunto, se nota que hay muchísimo trabajo previo y ensayo atrás, además de mucha pasión y un compromiso total con lo que les pide el director.
Hablemos de la puesta ahora. La escenografía es mínima, solo un escritorio en el medio del escenario, que además sirve para la aparición y desaparición, casi mágica de los personajes, otro mérito del director que aprovecha al máximo, la oportunidad que brinda el sótano que tiene esta sala del Tadrón.
Se viven momentos mágicos a lo largo de la función, solo posibles en el teatro off, Uno de ellos, es cuando en determinado momento, un personaje llega a escena directo de la calle Armenia, entrando por una puerta, mientras peatones pasan a su lado sin creer lo que ven y atrás están los autos circulando y tocando bocina, totalmente ajenos al arte que los rodea.
Y lo dicho de la cuarta pared, la participación del espectador tiene buena influencia en la obra, hasta se lo provee de algún elemento cuando ingresa a a sala, no vamos a ahondar más, para conservar el suspenso, pero sin dudas que estamos en presencia de una puesta original y muy potente, con el sello distintivo de este talentoso director.
Bueno, creo que ya dijimos suficiente, este texto de Witold Gombrowicz, escrito en la década del 30 en la lejana Polonia, sin dudas tienen mucho atractivo y es explotado en gran forma, por la brillante adaptación criolla. A lo largo de la trama, veremos mucho de grotesco, de humor, situaciones desopilantes, choques de clases, críticas al sistema educativo y a los formalismos de la época.
La obra es una gran caja de sorpresas, que parece no tener fin, ya que vá mutando y tomando diferentes caminos conforme avanza la obra, de la mano de este talentoso elenco.
Mencionamos que es la tercera temporada de esta pieza, presentándose siempre con gran suceso y sin dudas que tiene que llegarán temporadas, porque este director y estas actrices tienen mucho arte para seguir ofreciendo.
No queda mas que agregar, solo felicitar y agradecer al equipo de Ferdydurke, por la hermosa noche de teatro que nos regalaron.
Pensador Teatral.
Dramaturgia de Witold Gomrowicz. Dirección y Adaptación de Alejandro Genes Radawski.
Nuestro prolífico teatro off, nunca deja de sorprendernos con las excelentes propuestas que tiene para ofrecernos. En este caso nos presenta Ferdydurke, novela del escritor polaco Witold Gombrowicz, publicada en su país en 1937, momento coincidente con la Primera Guerra Mundial y con la llegada del régimen comunista a Polonia, de la mano de Rusia.
Considerada una obra maestra del modernismo europeo, tiene un fuerte crítica a los sistemas formales de poder y cuestiona principalmente al sistema educativo y sus métodos pedagógicos.
Su publicación, de tono desafiante, como puede suponerse, no cayó nada bien al poder de la época y Gombrowicz no tuvo más remedio que exiliarse, para salvar su vida. Y el destino y el barco al que subió, lo trajo a la Argentina, viviendo en estas tierras rioplatenses por más de 20 años y sin dudas esta permanencia, dejó sus huellas en nuestro país y abonó nuestro interés por su obra.
Aquí es donde aparece, Alejandro Genes Radawski, joven dramaturgo argentino, de origen polaco, que sin dudas se sintió atraído por los textos y las historias de Gomrowicz.
Siempre las adaptaciones de obras reconocidas, representan un desafío importante, en este caso Alejandro, asumió muchos riesgos , redoblando la apuesta y talento mediante, obtuvo una versión muy potente de Ferdydurke, conservando el espíritu de la pieza original, pero también enriqueciéndola , con una puesta original, que incluye modificaciones acordes con esta época y alejándola de las solemnidades.
Es una adaptación que arriesga y presenta rasgos propios, complementos modernos ( como por ejemplo el uso del celular o la aparición de temas musicales de autores contemporáneos ) que se introducen a una pieza escrita hace más de 80 años.
Además el director, derrumba en forma violenta esa cuarta pared que separa a los actores del espectador, provocando que el mismo se involucre en la obra y borrando las fronteras, que por convención los separan.
En nuestra opinión, hay un estupendo trabajo de adaptación, que sin dudas rinde sus frutos, ya que la versión teatral lograda de Ferdydurke presenta una fuerza y una personalidad notable, enriqueciendo mucho el texto original.
La historia de Ferdydurke, hace referencia a las peripecias de Pepe, un hombre de 30 años, que debido a la intervención de Pinko, un antiguo profesor, que al ver que no escribe correctamente, decide hacerlo volver a la escuela y de esta manera, al cuerpo de un adolescente de 16 años, para convivir con compañeros de esa edad.
Pero Pepe, ya cumplió su escolaridad. Porque debería repetirla ?? Lo lógico, sería negarse, pero no puede. Alguna fuerza interna, le impide decir que no y entre su ex profesor y un director de escuela, de estilo marcial, lo terminan de convencer para que complete la regresión que le imponen y vuelva a ser un niño, con obligaciones de tal, aunque tenga cuerpo de adulto.
La obra es soñadora, tiene mucha magia y misterio, una buena porción de locura, un humor ácido y un ritmo increíble, es como un tren que arranca y vá tomando velocidad, no sabemos bien para donde se dirige, pero lo que si sabemos, es que esta obra de genes polacos y talento argentino, no se detendrá nunca, es imparable.
Ahora, si el texto tiene una magia especial y la adaptación es potente, sin dudas una de las grandes razones, para que esto suceda, son las estupendas actuaciones, que presenta la pieza.
Son cuatro, las actrices que brillan en el escenario. Advertimos que vemos varias obras por semana, muchas por mes, pero realmente nos fuimos gratamente sorprendidos del Tadron, por las estupendas interpretaciones que vimos y por las fabulosas caracterizaciones que logran estas actrices, en algunos casos, desdoblando varios personajes.
Arranquemos, por el protagonista de esta historia, Pepe, interpretado en forma magistral, por Natalia De Elía, que dá vida a ese hombre en cuerpo de adolescente. Es brillante la caracterización que logra, de un joven tímido y temeroso, que no puede escapar de esta realidad a lo que llevan. Sus caras, sus gestos, su forma de caminar, todo se disfruta.
El personaje de Pepe, esta prácticamente todo el tiempo en escena, es un papel muy exigente y la respuesta de Natalia es estupenda, demostrando que es una gran actriz y no me canso de decirlo con una caracterización que impresiona.
Y que decir de El Polilla, ese compañerito de 16 años, chiquito, menudito, pero bravucón y bastante compadrito, con ese tono malevo para hablar y un comportamiento siempre desafiante y por fuera de las convenciones, con algunas perversiones y una preferencia secreta por lo peones.
El Polilla es Antonela Marcello y acá nuevamente la transformación, como en el caso de Natalia con Pepe es increíble y su interpretación también es excelente. Tiene algunas partes cantadas, donde muestra su hermosa voz y sus condiciones para el canto.
Además del Polilla, también dá vida a la desopilante Juventona, una madre muy particular.
Un talento increíble el de Antonela, que por momentos se come la obra, con su gran labor.
Llega el turno de Luján Bournot, que interpreta al tímido e inexperto Sifón, a le sexy y moderna colegiala, al marcial director Piorkski y a la entrañable tía. Desdobla cuatro personajes deliciosos con una destreza que nos sorprende. Fabuloso lo de Luján, que sin tener un personaje permanente, como en los casos anteriores, muestra una presencia y una capacidad para cambiar de personaje para destacar. Nos encantó su trabajo.
El poker de virtuosas, se completa con Bárbara Lloves Millan, como el misterioso Profesor Pinko con ese acento particular, su vestimenta negra y esa graciosa forma de caminar, además dá vida al sumiso criado Quique, que no puede resistir los embates de Polilla. Impecable en sus papeles.
Se habrán dado cuenta los lectores a estas alturas, la cantidad de elogios que ofrecimos, sin dudas, que quedamos impactados con las magníficas actuaciones y con las transformaciones que logran estas actrices ( si al término de la obra, pueden ver las caras de las actrices o las conocen de otras obras, creanme que les vá a costar creer que fueron ellas las que estuvieron en el escenario ).
Además del enorme talento individual que muestran estas actrices, funcionan muy bien en el conjunto, se nota que hay muchísimo trabajo previo y ensayo atrás, además de mucha pasión y un compromiso total con lo que les pide el director.
Hablemos de la puesta ahora. La escenografía es mínima, solo un escritorio en el medio del escenario, que además sirve para la aparición y desaparición, casi mágica de los personajes, otro mérito del director que aprovecha al máximo, la oportunidad que brinda el sótano que tiene esta sala del Tadrón.
Se viven momentos mágicos a lo largo de la función, solo posibles en el teatro off, Uno de ellos, es cuando en determinado momento, un personaje llega a escena directo de la calle Armenia, entrando por una puerta, mientras peatones pasan a su lado sin creer lo que ven y atrás están los autos circulando y tocando bocina, totalmente ajenos al arte que los rodea.
Y lo dicho de la cuarta pared, la participación del espectador tiene buena influencia en la obra, hasta se lo provee de algún elemento cuando ingresa a a sala, no vamos a ahondar más, para conservar el suspenso, pero sin dudas que estamos en presencia de una puesta original y muy potente, con el sello distintivo de este talentoso director.
Bueno, creo que ya dijimos suficiente, este texto de Witold Gombrowicz, escrito en la década del 30 en la lejana Polonia, sin dudas tienen mucho atractivo y es explotado en gran forma, por la brillante adaptación criolla. A lo largo de la trama, veremos mucho de grotesco, de humor, situaciones desopilantes, choques de clases, críticas al sistema educativo y a los formalismos de la época.
La obra es una gran caja de sorpresas, que parece no tener fin, ya que vá mutando y tomando diferentes caminos conforme avanza la obra, de la mano de este talentoso elenco.
Mencionamos que es la tercera temporada de esta pieza, presentándose siempre con gran suceso y sin dudas que tiene que llegarán temporadas, porque este director y estas actrices tienen mucho arte para seguir ofreciendo.
No queda mas que agregar, solo felicitar y agradecer al equipo de Ferdydurke, por la hermosa noche de teatro que nos regalaron.
Pensador Teatral.
jueves, 27 de julio de 2017
Republiquetas
Domingos 19 hs en El Kafka Espacio Teatral ( Lambaré 666 )
Obra escrita por Francisco Civit y Francisco Yeannoteguy, con la dirección de Francisco Civit.
La cita teatral, en esta ocasión nos convoca para hablar de historia y más precisamente de la historia de Argentina, intentando reconstruir como nació el país, que hoy todos conocemos, pero que seguramente no siempre fue el mismo.
Tal vez, imaginar una obra con muchas referencias históricas, puede pensarse como algo pesado y difícil de asimilar, pero aquí es donde aparece la mano de los autores, para que esto no ocurra y lo hacen de una excelente forma, ya que logran el efecto contrario, consiguiendo que una obra con mucho dato histórico sea entretenida, tenga una dinámica admirable y además se apoye mucho en el humor para el desarrollo de la trama.
Francisco Civit, es un joven y talentoso director, que gusta de asumir riesgos y siempre muestra su faceta creativa. En el caso de Republiquetas, 1816 Año Terrible, para lograr una trama amena y con ritmo, presenta a tres supuestos historiadores en el escenario, que tienen como objetivo, recordar aquel glorioso 9 de Julio de 1816 y la fiesta que se vivió ese día, donde todo era alegría y reinaba un clima festivo.
Pero cuando empiezan a repasar algunos sucesos, se dán cuenta, que lo que indican los libros de historia, no reflejaban de manera exacta la realidad de aquellos tiempos y que en verdad ese año 1816, era un año terrible, donde las guerras internas, las luchas y la sangre derramada, ran la realidad reinante en nuestro territorio, muy lejos del cuento de hadas.
Entonces comienza verdaderamente la obra, un relato muy interesante, con una excelente recopilación de sucesos históricos, que realmente no conocíamos, porque no es algo que nos hayan enseñado, cuando estudiamos historia,son hechos que no figuran en los libros, ni en los relatos oficiales.
En la pieza que nos convoca, se habla del indio y su importancia en aquella etapa decisiva para la formación del país que hoy somos, como la aparición de las Republiquetas, organizaciones guerrilleras, serán fundamentales para poder vencer a los españoles y la salida a superficie de personajes, de capital importancia en la época, pero que por algún motivo nunca tuvieron el debido reconocimiento, ni como próceres, ni siquiera, como figuras secundarias, uno de ellos fue el sacerdote tucumano Idelfonso Muñecas ( que solo tiene una calle modesta en Villa Crespo ).
El trabajo de investigación realizado para escribir esta obra, fue notable y los resultados sorprenden, ya que nos damos cuenta, que la historia que conocemos, es solo una visión parcial de la verdad, podríamos decír que es una verdad acotada. El director quiere dejar una visión optimista, aclarando que no todo lo que nos indican los libros de historia es mentira, sino que hay muchos hechos verdaderos, pero también se dejaron algunos sucesos sin contar, la historia oficial es más light, está endulzada, cuando la realidad era más cruel, mas desoladora y en particular ese Año 1816, que se toma como fecha en que nace la nación, en verdad fue un año turbulento, donde el país que somo hoy se estaba gestando y en verdad en ese momento, era muy diferente al país actual que tenemos, porque una nación, no se forma en un solo momento, sino que lleva un buen período de construcción.
Es hora de hablar de los actores, que llevan adelante el relato, la voz cantante la lleva Gabriel Yeannoteguy, uno de los autores, que con mucha pasión, nos vá relatando los hechos en forma admirable.
Lo acompaña Fernando Migueles, que además de actuar, toca el piano, musicalizando en muy buena forma la obra y Roberto Monzo, que muy histriónico, también le pone una energía increíble a la exposición.
En verdad, el trabajo de los tres actores es estupendo, ya que con una destreza digna de destacar, logran dar gran cantidad de datos, de manera amena y manteniendo siempre atento y enganchado al espectador, para eso se ayudan con mapas, láminas, fotos y algunos objetos que ván apareciendo en medio de las narraciones. Además como dijimos del humor, recurso que forma parte permanente de la exposición.
Sin dudas un acierto del director la forma elegida para narrar el relato, apoyándose en estos actores que captan el mensaje y lo transmiten en un formato amigable al espectador.
Como conclusión, señalar que quedamos encantados con la propuesta de Republiquetas, una excelente obra, que nos introduce en la historia de nuestra Argentina, permitiendo además de disfrutar de las excelentes interpretaciones, aprender mucho y saber que la historia oficial que nos enseñaron en la escuela, sin dudas omite algunos datos y personajes, que debemos conocer.
Obra fundamental para los chicos, para presentar en escuelas, para los amantes de la historia y para el público en general.
Felicitamos a los que idearon este proyecto, celebramos que lo hayan podido concretar y sin dudas que la recomendamos fervorosamente. Nosotros por nuestra actividad, vemos mucho teatro, por eso podemos afirmar con certeza que Republiquetas, no es una pieza más, es una obra diferente, de las mejores que vimos en el presente año y a nuestro entender de visión obligatoria.
Pensador Teatral.
Obra escrita por Francisco Civit y Francisco Yeannoteguy, con la dirección de Francisco Civit.
La cita teatral, en esta ocasión nos convoca para hablar de historia y más precisamente de la historia de Argentina, intentando reconstruir como nació el país, que hoy todos conocemos, pero que seguramente no siempre fue el mismo.
Tal vez, imaginar una obra con muchas referencias históricas, puede pensarse como algo pesado y difícil de asimilar, pero aquí es donde aparece la mano de los autores, para que esto no ocurra y lo hacen de una excelente forma, ya que logran el efecto contrario, consiguiendo que una obra con mucho dato histórico sea entretenida, tenga una dinámica admirable y además se apoye mucho en el humor para el desarrollo de la trama.
Francisco Civit, es un joven y talentoso director, que gusta de asumir riesgos y siempre muestra su faceta creativa. En el caso de Republiquetas, 1816 Año Terrible, para lograr una trama amena y con ritmo, presenta a tres supuestos historiadores en el escenario, que tienen como objetivo, recordar aquel glorioso 9 de Julio de 1816 y la fiesta que se vivió ese día, donde todo era alegría y reinaba un clima festivo.
Pero cuando empiezan a repasar algunos sucesos, se dán cuenta, que lo que indican los libros de historia, no reflejaban de manera exacta la realidad de aquellos tiempos y que en verdad ese año 1816, era un año terrible, donde las guerras internas, las luchas y la sangre derramada, ran la realidad reinante en nuestro territorio, muy lejos del cuento de hadas.
Entonces comienza verdaderamente la obra, un relato muy interesante, con una excelente recopilación de sucesos históricos, que realmente no conocíamos, porque no es algo que nos hayan enseñado, cuando estudiamos historia,son hechos que no figuran en los libros, ni en los relatos oficiales.
En la pieza que nos convoca, se habla del indio y su importancia en aquella etapa decisiva para la formación del país que hoy somos, como la aparición de las Republiquetas, organizaciones guerrilleras, serán fundamentales para poder vencer a los españoles y la salida a superficie de personajes, de capital importancia en la época, pero que por algún motivo nunca tuvieron el debido reconocimiento, ni como próceres, ni siquiera, como figuras secundarias, uno de ellos fue el sacerdote tucumano Idelfonso Muñecas ( que solo tiene una calle modesta en Villa Crespo ).
El trabajo de investigación realizado para escribir esta obra, fue notable y los resultados sorprenden, ya que nos damos cuenta, que la historia que conocemos, es solo una visión parcial de la verdad, podríamos decír que es una verdad acotada. El director quiere dejar una visión optimista, aclarando que no todo lo que nos indican los libros de historia es mentira, sino que hay muchos hechos verdaderos, pero también se dejaron algunos sucesos sin contar, la historia oficial es más light, está endulzada, cuando la realidad era más cruel, mas desoladora y en particular ese Año 1816, que se toma como fecha en que nace la nación, en verdad fue un año turbulento, donde el país que somo hoy se estaba gestando y en verdad en ese momento, era muy diferente al país actual que tenemos, porque una nación, no se forma en un solo momento, sino que lleva un buen período de construcción.
Es hora de hablar de los actores, que llevan adelante el relato, la voz cantante la lleva Gabriel Yeannoteguy, uno de los autores, que con mucha pasión, nos vá relatando los hechos en forma admirable.
Lo acompaña Fernando Migueles, que además de actuar, toca el piano, musicalizando en muy buena forma la obra y Roberto Monzo, que muy histriónico, también le pone una energía increíble a la exposición.
En verdad, el trabajo de los tres actores es estupendo, ya que con una destreza digna de destacar, logran dar gran cantidad de datos, de manera amena y manteniendo siempre atento y enganchado al espectador, para eso se ayudan con mapas, láminas, fotos y algunos objetos que ván apareciendo en medio de las narraciones. Además como dijimos del humor, recurso que forma parte permanente de la exposición.
Sin dudas un acierto del director la forma elegida para narrar el relato, apoyándose en estos actores que captan el mensaje y lo transmiten en un formato amigable al espectador.
Como conclusión, señalar que quedamos encantados con la propuesta de Republiquetas, una excelente obra, que nos introduce en la historia de nuestra Argentina, permitiendo además de disfrutar de las excelentes interpretaciones, aprender mucho y saber que la historia oficial que nos enseñaron en la escuela, sin dudas omite algunos datos y personajes, que debemos conocer.
Obra fundamental para los chicos, para presentar en escuelas, para los amantes de la historia y para el público en general.
Felicitamos a los que idearon este proyecto, celebramos que lo hayan podido concretar y sin dudas que la recomendamos fervorosamente. Nosotros por nuestra actividad, vemos mucho teatro, por eso podemos afirmar con certeza que Republiquetas, no es una pieza más, es una obra diferente, de las mejores que vimos en el presente año y a nuestro entender de visión obligatoria.
Pensador Teatral.
miércoles, 26 de julio de 2017
La Hora de la Calabaza.
Sábados 21 hs en Teatro Payró ( San Martín 766 )
Dramaturgia de Esther Feldman y Dirección de Alberto Lecchi.
Un lindo desafío, el asumido por Romina Richi, en su vuelta a los escenarios, para protagonizar este inteligente unipersonal escrito por Esther Feldman.
Estar sola en escena, siempre es un reto y más en el caso de Romina, que con esta obra regresaba a las tablas y el resultado, lo adelantamos ya, no podía ser más positivo, ya que la notamos muy a gusto, disfrutando en el escenario y ofreciendo una magnífica actuación.
En la historia que nos convoca, Romina, dá vida a Marlene, una mujer atractiva, culta y escritora exitosa. La vemos sola en un amplio y moderno departamento, entablando un diálogo imaginario con su ex-amante ( habla siempre dirigiendo su mirada a una silla que está vacía ). Ese amante la dejó y ese corte unilateral de la relación prohibida y paralela que mantenían, es algo que no fue aceptado, ni digerido por Marlene, que encara su monólogo, en que aparecerán en diferentes tramos del mismo, fragmentos de dolor, bronca y resentimiento, hacia su ex amante, que por algún motivo que ella desconoce y no acepta, un día decidió dejarla.
En el comienzo de su charla, relata con aire tranquilo, como fueron esos primeros días luego del abandono, como la rutina cambiaba y de conocer todos los movimientos y horarios de aquella persona, se empezaba dolorosamente, de a poco, pero inexcusablemenete, a perder su rastro.
Con el correr de la charla y del vino, que la acompaña, en esos momentos de soledad y desahogo, la lengua se irá soltando y la intensidad de su relato irá subiendo. De la tristeza y la resignación, por el fin de aquella relación clandestina, donde la pasión y el sexo eran el ingrediente fundamental, se va dejando paso al despecho, a la bronca, al reproche, por haber tolerado comportamientos y actitudes, que en aquellos momentos, pasión mediante no quería, ni podía visualizar, pero que ahora le resultan claras y hasta humillantes.
La Hora de la Calabaza, es una historia que habla del amor, de nuestros vínculos amorosos y de como indefectiblemente ( o no pasa siempre ? ) ese hechizo y encantamiento, que nos invade y que provoca que veamos a ese ser amado, como alguien perfecto y sólo con cualidades positivas, un día determinado, ese velo caerá y aquel ser amado perfecto, se convertirá en calabaza.
En el caso de Marlene, su marido se había convertida en calabaza, hace años ya y era este amante, el que mantenía encendida la llama de la pasión, por eso la bronca y el resentimiento, por ese corte inesperado, cuando al menos para ella la hora de la calabaza no había llegado.
Ahora solo quedaba el marido, el oficial y queda claro que seguir solo con él, no es nada sencillo de sobrellevar.
El texto escrito por Esther, nos resulta cercano y muy aggiornado a la época actual, algo que es excelentemente aprovechado por Romina, para lucirse en gran forma.
Como dijimos, anteriormente la notamos muy segura a Ricci, con un dominio absoluto de la escena, es un gusto ver como camina el escenario, imponiendo su presencia y manejando en forma perfecta los tiempos que pide la trama, logrando darle mucho dinamismo a su monólogo, pero también estableciendo en gran forma, los momentos de pausa y de silencios. Hasta tiene reservado un momento donde se permite cantar, mientras ejecuta una sensual coreografía.
La notamos con mucha energía y muy histriónica, Una satisfacción verla disfrutando la obra, cómoda y relajada con este protagónico y esta sensación se transmite el espectador que disfruta de su fantástica actuación.
No hace falta que lo digamos nosotros, pero Romina es una gran actriz, completa y en esta ocasión un buen texto y un talentoso director, le dan la posibilidad de mostrar sus condiciones.
Debemos destacar la bella puesta que tiene la pieza, donde resalta el moderno diseño escenográfico de Eva Duarte, que nos entrega un departamento calidamente amoblado y con ese ventanal virtual, que nos permite imaginar diferentes exteriores. Nos gustó el vestuario de Ana Markarian y excelente el recurso de la pantalla de fondo, donde se proyectan imágenes de algunos lugares de Buenos Aires, con la voz en off de Romina, recordando algunos de sus recorridos por la ciudad con su amante, en momentos originales y muy bien logrados.
En definitiva, nos fuimos muy satisfechos del Payró, en primer lugar por encontrarnos con un libro inteligente y moderno, que nos habla sobre el amor, sobre la pasión y tratando de dilucidar que ocurre, cuando ese fuego se extingue. Es que existen diversas categorías de amor ? Podemos amar a dos personas en forma diferente y al mismo tiempo ? Existe el amor para toda la vida o es solo una utopía ?
Son muchos los interrogantes, cuando el amor es tema y la obra nos invitará a reflexionar sobre esas cuestiones, donde no existen las verdades absolutas. Si a esta trama que envuelve y seduce, le sumamos una puesta bella y una actuación magnífica, como la que nos regala Romina Ricci, entendemos que están todos los ingredientes dados, para vivir una hermosa noche de teatro.
Por eso invitamos a usted lector, a que se llegue hasta el Payró, para disfrutar de La Hora de la Calabaza y junto a Marlene, trate de descubrir los misteriosos caminos que el amor y el destino, nos tienen reservados.
Pensador Teatral.
Dramaturgia de Esther Feldman y Dirección de Alberto Lecchi.
Un lindo desafío, el asumido por Romina Richi, en su vuelta a los escenarios, para protagonizar este inteligente unipersonal escrito por Esther Feldman.
Estar sola en escena, siempre es un reto y más en el caso de Romina, que con esta obra regresaba a las tablas y el resultado, lo adelantamos ya, no podía ser más positivo, ya que la notamos muy a gusto, disfrutando en el escenario y ofreciendo una magnífica actuación.
En la historia que nos convoca, Romina, dá vida a Marlene, una mujer atractiva, culta y escritora exitosa. La vemos sola en un amplio y moderno departamento, entablando un diálogo imaginario con su ex-amante ( habla siempre dirigiendo su mirada a una silla que está vacía ). Ese amante la dejó y ese corte unilateral de la relación prohibida y paralela que mantenían, es algo que no fue aceptado, ni digerido por Marlene, que encara su monólogo, en que aparecerán en diferentes tramos del mismo, fragmentos de dolor, bronca y resentimiento, hacia su ex amante, que por algún motivo que ella desconoce y no acepta, un día decidió dejarla.
En el comienzo de su charla, relata con aire tranquilo, como fueron esos primeros días luego del abandono, como la rutina cambiaba y de conocer todos los movimientos y horarios de aquella persona, se empezaba dolorosamente, de a poco, pero inexcusablemenete, a perder su rastro.
Con el correr de la charla y del vino, que la acompaña, en esos momentos de soledad y desahogo, la lengua se irá soltando y la intensidad de su relato irá subiendo. De la tristeza y la resignación, por el fin de aquella relación clandestina, donde la pasión y el sexo eran el ingrediente fundamental, se va dejando paso al despecho, a la bronca, al reproche, por haber tolerado comportamientos y actitudes, que en aquellos momentos, pasión mediante no quería, ni podía visualizar, pero que ahora le resultan claras y hasta humillantes.
La Hora de la Calabaza, es una historia que habla del amor, de nuestros vínculos amorosos y de como indefectiblemente ( o no pasa siempre ? ) ese hechizo y encantamiento, que nos invade y que provoca que veamos a ese ser amado, como alguien perfecto y sólo con cualidades positivas, un día determinado, ese velo caerá y aquel ser amado perfecto, se convertirá en calabaza.
En el caso de Marlene, su marido se había convertida en calabaza, hace años ya y era este amante, el que mantenía encendida la llama de la pasión, por eso la bronca y el resentimiento, por ese corte inesperado, cuando al menos para ella la hora de la calabaza no había llegado.
Ahora solo quedaba el marido, el oficial y queda claro que seguir solo con él, no es nada sencillo de sobrellevar.
El texto escrito por Esther, nos resulta cercano y muy aggiornado a la época actual, algo que es excelentemente aprovechado por Romina, para lucirse en gran forma.
Como dijimos, anteriormente la notamos muy segura a Ricci, con un dominio absoluto de la escena, es un gusto ver como camina el escenario, imponiendo su presencia y manejando en forma perfecta los tiempos que pide la trama, logrando darle mucho dinamismo a su monólogo, pero también estableciendo en gran forma, los momentos de pausa y de silencios. Hasta tiene reservado un momento donde se permite cantar, mientras ejecuta una sensual coreografía.
La notamos con mucha energía y muy histriónica, Una satisfacción verla disfrutando la obra, cómoda y relajada con este protagónico y esta sensación se transmite el espectador que disfruta de su fantástica actuación.
No hace falta que lo digamos nosotros, pero Romina es una gran actriz, completa y en esta ocasión un buen texto y un talentoso director, le dan la posibilidad de mostrar sus condiciones.
Debemos destacar la bella puesta que tiene la pieza, donde resalta el moderno diseño escenográfico de Eva Duarte, que nos entrega un departamento calidamente amoblado y con ese ventanal virtual, que nos permite imaginar diferentes exteriores. Nos gustó el vestuario de Ana Markarian y excelente el recurso de la pantalla de fondo, donde se proyectan imágenes de algunos lugares de Buenos Aires, con la voz en off de Romina, recordando algunos de sus recorridos por la ciudad con su amante, en momentos originales y muy bien logrados.
En definitiva, nos fuimos muy satisfechos del Payró, en primer lugar por encontrarnos con un libro inteligente y moderno, que nos habla sobre el amor, sobre la pasión y tratando de dilucidar que ocurre, cuando ese fuego se extingue. Es que existen diversas categorías de amor ? Podemos amar a dos personas en forma diferente y al mismo tiempo ? Existe el amor para toda la vida o es solo una utopía ?
Son muchos los interrogantes, cuando el amor es tema y la obra nos invitará a reflexionar sobre esas cuestiones, donde no existen las verdades absolutas. Si a esta trama que envuelve y seduce, le sumamos una puesta bella y una actuación magnífica, como la que nos regala Romina Ricci, entendemos que están todos los ingredientes dados, para vivir una hermosa noche de teatro.
Por eso invitamos a usted lector, a que se llegue hasta el Payró, para disfrutar de La Hora de la Calabaza y junto a Marlene, trate de descubrir los misteriosos caminos que el amor y el destino, nos tienen reservados.
Pensador Teatral.
martes, 25 de julio de 2017
8 Mujeres.
Viernes 22 hs en Auditorio Losada. ( Av. Corrientes 1551 )
Guión de Robert Thomas y Dirección de Marcelo Silgueiro.
8 mujeres, pieza escrita por el dramaturgo francés Robert Thomas, fue estrenada en París en 1961.
Es uno de los textos de su autoría, que tuvo mayor reconocimiento y fue presentada en diferentes teatros de más de 15 países. En el 2002, la obra fue llevada al cine por Francois Ozon, con Caterine Deneve e Isabel Rupert en su elenco, obteniendo infinidad de reconocimientos, entre ellos 12 nominaciones a los Premios César, además de obtener el Premio Oso de Plata en Berlín, al mejor film.
En Argentina, la obra fue estrenada en el 2011, en el teatro comercial, en una puesta dirigida por José María Muscari y con un elenco repleto de estrellas, que incluía, entre otras actrices a Norma Pons, Cecilia Dopazo, Emilia Mazer y Silvia Pérez, por mencionar solo a algunas de las elegidas.
Con este introducción, queremos indicar, que la pieza que se presenta en el Auditorio Losada, es una obra signada por el éxito, debido a su atrapante guión, en el que abundan las intrigas y los momentos de humor. Si hay que encasillarla en algún género, podríamos decir, que 8 Mujeres, es una comedia negra con mucho suspenso.
La apuesta de Marcelo Silguero, no era sencilla, ya que es una obra que además de requerir un elenco numeroso, necesita una puesta muy precisa y mucha sincronización. Pero Marcelo, un apasionado del teatro independiente, demuestra una vez más, que no se achica ante los desafíos y siempre redobla la apuesta.
Yendo a la pieza que vimos en el Auditorio Losada, se sitúa temporalmente en los años 50, en una mansión ubicada en el campo y alejada de la civilización. Todo parece transcurrir en forma normal, pero el drama se desencadena repentinamente, cuando en la mañana, encuentran al dueño de casa asesinado en su habitación.
Descubren que los cables del teléfono fueron cortados y entonces, avisar a la policía se convierte en una misión imposible. Como dato de importancia, notan que los perros no ladraron en la noche, lo que significa que el asesino, era alguien conocido en la casa.
Nadie puede salir, en la casa hay 8 mujeres, que están virtualmente encerradas allí, tienen que tener mucho cuidado, porque entre ellas se encuentra la asesina. Todos son sospechosas y tienen algún motivo, para haber querido asesinar al dueño de casa.
Cada una de ellas, esconde algún secreto y tiene alguna traición oculta sobre sus espaldas. Con el correr de las horas, se irá corriendo el velo y algunas verdades que permanecían ocultas, van saliendo a la superficie, complicando la situación de estas mujeres.
La trama mantiene en todo momento la intriga y además del suspenso, tiene muchos momentos graciosos, ya que en los cruces entre las mujeres encerradas en aquella casa, son feroces y cargados de ironía.
Nos gustaron mucho las actuaciones, el director tiene la sana costumbre de formar sus elencos en forma muy heterogénea, reuniendo en este caso actrices con mucha experiencia y otras que están dando sus primeros pasos. Esta situación, sin dudas puede traer algún desajuste normal y pasajero, pero la energía y el entusiasmo que muestran todas las protagonistas, logran superar cualquier contratiempo, prevaleciendo las buenas actuaciones en forma conjunta, mostrando que son un grupo muy unido.
Son 8 las actrices y todas tienen su momento de lucimiento en la obra, María Barci, es la esposa del fallecido y tal vez la actriz de mayor experiencia que presenta la puesta, algo que se refleja en la gran presencia escénica y aplomo que muestra, Karina di Cesare, es Pierrete, la hermana, muestra toda su personalidad y es otra de las que pisa fuerte en esta historia. Sochy Sequeiros, como Catherine, la hija menor, es para nosotros una de las revelaciónes de la obra, dando vida a una niña rebelde e ingobernable. Además de redondear una gran actuación, tendrá una vital participación, en la parte final de la obra, donde parece resolverse el misterio.
Romina Horisberger, es la bella e ingenua Susu, es otra revelción, ella llega a la casa desde su lugar de estudios y parece la hija perfecta y politicamente correcta, pero también esconde algo, nos encantó su gestualidad y con mucho glamour, nos regala una encantadora actuación.
La casa es tan grande, que necesita dos amas de llave, una es Mirta Galuppi, como Madame Chanel, ella está hace años con la familia, es seria y parece conocer todos los secretos de la mansión, la otra mucama es nuevita, Andrea Parise Calamera, que compone a una deliciosa Louise, aportando mucha frescura y gracias a la puesta, siendo una de las que más risas genera en la platea.
Virginia Massa, es Mamy una abuela imprevisible, que arranca en silla de ruedas y al rato está correteando por la casa, componiendo un personaje desopilante.
Y Valeria Garay, es Catherine, una cuñada hipocondríaca, a la que le gusta jugar el papel de víctima y lo hace muy bien, mostrando mucho histrionismo.
Se hizo, algo larga la descripción, pero queríamos hacer justicia con las 8 actrices elegidas para protagonizar esta historia, ya que si bien, pudo haber algún momento desparejo a lo largo de la puesta, todas se entregan por completo, con una energía y un entusiasmo altísimo, algo que el espectador agradece y por eso el balance de las actuaciones es altamente positivo, como dijimos el desafío no era sencillo, pero las protagonistas logran sortearlo de muy buena manera, pese a ser muchas en escena al mismo tiempo y tener personajes tan disimiles, sin dudas la mano del director y los ensayos, rindieron sus frutos.
La puesta en escena, es bella, el confortable Teatro Losada permite un muy buen diseño escenográfico, mostrando una casa burguesa de los años cincuenta. Otro aspecto a destacar es el colorido y variado vestuario que lucen las protagonistas, ambos rubros a cargo de Sabrina Moff.
Es para destacar, como estas propuestas del teatro independiente, donde todo se hace a pulmón, puede ofrecer puestas tan dignas, maximizando los escasos recursos económicos disponibles.
En definitiva, estamos ante una propuesta muy interesante, una obra exitosa, de un autor reconocido, que llega al teatro independiente, de la mano un director apasionado y de este grupo de actrices, que logran con sus interpretaciones, aportar dinámica y fluidez a la trama, moldeando una pieza siempre entretenida, con dosis parejas de intriga y comedia.
La mesa está puesta, el suspenso está servido, ya es hora que usted espectador, vea la obra y observe con atención los comportamientos y los dichos de estas 8 Mujeres, procurando ser un buen detective, para descubrir quien de estas damas, es la asesina.
Pensador Teatral.
Guión de Robert Thomas y Dirección de Marcelo Silgueiro.
8 mujeres, pieza escrita por el dramaturgo francés Robert Thomas, fue estrenada en París en 1961.
Es uno de los textos de su autoría, que tuvo mayor reconocimiento y fue presentada en diferentes teatros de más de 15 países. En el 2002, la obra fue llevada al cine por Francois Ozon, con Caterine Deneve e Isabel Rupert en su elenco, obteniendo infinidad de reconocimientos, entre ellos 12 nominaciones a los Premios César, además de obtener el Premio Oso de Plata en Berlín, al mejor film.
En Argentina, la obra fue estrenada en el 2011, en el teatro comercial, en una puesta dirigida por José María Muscari y con un elenco repleto de estrellas, que incluía, entre otras actrices a Norma Pons, Cecilia Dopazo, Emilia Mazer y Silvia Pérez, por mencionar solo a algunas de las elegidas.
Con este introducción, queremos indicar, que la pieza que se presenta en el Auditorio Losada, es una obra signada por el éxito, debido a su atrapante guión, en el que abundan las intrigas y los momentos de humor. Si hay que encasillarla en algún género, podríamos decir, que 8 Mujeres, es una comedia negra con mucho suspenso.
La apuesta de Marcelo Silguero, no era sencilla, ya que es una obra que además de requerir un elenco numeroso, necesita una puesta muy precisa y mucha sincronización. Pero Marcelo, un apasionado del teatro independiente, demuestra una vez más, que no se achica ante los desafíos y siempre redobla la apuesta.
Yendo a la pieza que vimos en el Auditorio Losada, se sitúa temporalmente en los años 50, en una mansión ubicada en el campo y alejada de la civilización. Todo parece transcurrir en forma normal, pero el drama se desencadena repentinamente, cuando en la mañana, encuentran al dueño de casa asesinado en su habitación.
Descubren que los cables del teléfono fueron cortados y entonces, avisar a la policía se convierte en una misión imposible. Como dato de importancia, notan que los perros no ladraron en la noche, lo que significa que el asesino, era alguien conocido en la casa.
Nadie puede salir, en la casa hay 8 mujeres, que están virtualmente encerradas allí, tienen que tener mucho cuidado, porque entre ellas se encuentra la asesina. Todos son sospechosas y tienen algún motivo, para haber querido asesinar al dueño de casa.
Cada una de ellas, esconde algún secreto y tiene alguna traición oculta sobre sus espaldas. Con el correr de las horas, se irá corriendo el velo y algunas verdades que permanecían ocultas, van saliendo a la superficie, complicando la situación de estas mujeres.
La trama mantiene en todo momento la intriga y además del suspenso, tiene muchos momentos graciosos, ya que en los cruces entre las mujeres encerradas en aquella casa, son feroces y cargados de ironía.
Nos gustaron mucho las actuaciones, el director tiene la sana costumbre de formar sus elencos en forma muy heterogénea, reuniendo en este caso actrices con mucha experiencia y otras que están dando sus primeros pasos. Esta situación, sin dudas puede traer algún desajuste normal y pasajero, pero la energía y el entusiasmo que muestran todas las protagonistas, logran superar cualquier contratiempo, prevaleciendo las buenas actuaciones en forma conjunta, mostrando que son un grupo muy unido.
Son 8 las actrices y todas tienen su momento de lucimiento en la obra, María Barci, es la esposa del fallecido y tal vez la actriz de mayor experiencia que presenta la puesta, algo que se refleja en la gran presencia escénica y aplomo que muestra, Karina di Cesare, es Pierrete, la hermana, muestra toda su personalidad y es otra de las que pisa fuerte en esta historia. Sochy Sequeiros, como Catherine, la hija menor, es para nosotros una de las revelaciónes de la obra, dando vida a una niña rebelde e ingobernable. Además de redondear una gran actuación, tendrá una vital participación, en la parte final de la obra, donde parece resolverse el misterio.
Romina Horisberger, es la bella e ingenua Susu, es otra revelción, ella llega a la casa desde su lugar de estudios y parece la hija perfecta y politicamente correcta, pero también esconde algo, nos encantó su gestualidad y con mucho glamour, nos regala una encantadora actuación.
Virginia Massa, es Mamy una abuela imprevisible, que arranca en silla de ruedas y al rato está correteando por la casa, componiendo un personaje desopilante.
Y Valeria Garay, es Catherine, una cuñada hipocondríaca, a la que le gusta jugar el papel de víctima y lo hace muy bien, mostrando mucho histrionismo.
Se hizo, algo larga la descripción, pero queríamos hacer justicia con las 8 actrices elegidas para protagonizar esta historia, ya que si bien, pudo haber algún momento desparejo a lo largo de la puesta, todas se entregan por completo, con una energía y un entusiasmo altísimo, algo que el espectador agradece y por eso el balance de las actuaciones es altamente positivo, como dijimos el desafío no era sencillo, pero las protagonistas logran sortearlo de muy buena manera, pese a ser muchas en escena al mismo tiempo y tener personajes tan disimiles, sin dudas la mano del director y los ensayos, rindieron sus frutos.
La puesta en escena, es bella, el confortable Teatro Losada permite un muy buen diseño escenográfico, mostrando una casa burguesa de los años cincuenta. Otro aspecto a destacar es el colorido y variado vestuario que lucen las protagonistas, ambos rubros a cargo de Sabrina Moff.
Es para destacar, como estas propuestas del teatro independiente, donde todo se hace a pulmón, puede ofrecer puestas tan dignas, maximizando los escasos recursos económicos disponibles.
En definitiva, estamos ante una propuesta muy interesante, una obra exitosa, de un autor reconocido, que llega al teatro independiente, de la mano un director apasionado y de este grupo de actrices, que logran con sus interpretaciones, aportar dinámica y fluidez a la trama, moldeando una pieza siempre entretenida, con dosis parejas de intriga y comedia.
La mesa está puesta, el suspenso está servido, ya es hora que usted espectador, vea la obra y observe con atención los comportamientos y los dichos de estas 8 Mujeres, procurando ser un buen detective, para descubrir quien de estas damas, es la asesina.
Pensador Teatral.
lunes, 24 de julio de 2017
Robespierre.
Viernes 20 30 hs en Teatro Andamio 90 ( Paraná 662 )
Guión de Monica Ottino y Dirección de Alejandro Giles.
En esta oportunidad, el teatro nos lleva a la Francia de fines del Siglo 18, poniendo el foco en uno de los líderes de la Revolución Francesa, nos estamos refiriendo a Maximilien Robespierre, nacido en la localidad de Arras, en el norte del país galo.
Fue un reconocido, abogado, escritor y político francés, apodado el Incorruptible, un hombre íntegro y con fuertes principios, fue diputado y dos veces presidente de la Convención Nacional y miembro del Comité de Salvación Pública, entidad que gobernó Francia, entre 1793 y 1794, instaurando el Reino del Terror , que gobernó al país en forma autoritaria, con la firme decisión de purificar a Francia de cualquier atisbo opositor a la Revolución, llegando a justificar la imposición de la pena de muerta, a la que tanto se había opuesto en el pasado.
La obra, tiene una muy interesante mezcla de países en su componente, ya que la autora es la dramaturga argentina Mónica Ottino, el personaje elegido es el francés Robespierre y la protagonista elegida para interpretar a este fascinante personaje, es la actriz Mónica Lleó, nacida en las Islas Canarias ( España ) . Fue estrenada en Tenerife, a principios del 2017 y luego de ser presentada en diversas ciudades españolas, llega a Argentina, sólo por unos meses, ya que en Octubre, la obra arrancará una gira internacional por Francia y España, con esta misma actriz y montándose versiones en español, francés, catalán e ingles, lo que demuestra el carácter internacional de esta pieza que circunstancialmente, podemos ver en cartel, en estos momentos en Buenos Aires.
Si bien la pieza parece estar orientada a personas que gustan de la historia, ya que recorre momentos claves de la historia francesa y de los personajes que fueron relevantes en esos años, como Voltaire, Luis XVI, María Antonieta y por supuesto el protagonista absoluta de la obra, el jurista y político Maximilien Robespierre.
La historia arranca, en la infancia del futuro político, huérfano de madre de niño, con padre ausente y criado con los abuelos. Fue un chico retraído y con muchos problemas afectivos, no tuvo una niñez sencilla y probablemente esto haya forjado su carácter duro e inflexible, que tuvo en su adultez.
Pese a su humilde origen, pudo recibirse de abogado, gracias a las becas otorgados por Luis XVI.
La obra si bien explora estos ricos años de la historia francesa, lo hace desde los ojos de este personaje emblemático, mostrando su costado humano, poblado de virtudes y de miserias como cualquier mortal.
No entraremos en detalles, solo recordar que Robespierre, murió en forma temprana, cuando tenía escasos 36 años y queda a la vista, que le alcanzaron esa breve, pero intensa existencia, para escribir páginas muy importantes de la historia francesa y mundial
Realmente un desafío, contar esta historia, desde un unipersonal, donde el papel del protagonista, en vez de intepretarlo un hombre, lo aborda una mujer, la genial actriz canaria Mónica Lleó. Sin dudas que no era una tarea sencilla la que se propuso la autora e indudablemente en el buen resultado final tuvo mucho que ver la precisa dirección de Alejandro Giles, director y docente teatral, oriundo de Mar del Plata.
La interpretación de la actriz canaria es extraordinaria.
Absolutamente compenetrada en el personaje, impacta su aire de masculinidad.
Impactan su energía y su presencia en el escenario, lo recorre con una seguridad total. La exigencia es enorme, ya que Mónica, esta todo el tiempo en escena, en total soledad, logrando darle una buena dinámica al texto, ya que pese a estar sola, no solo representa a Robespierre, sino que desdobla a otros personajes, armando diálogos imaginarios, entre los personajes. Para lograr esto, indudablemente, hay que tener una jerarquía acorde con la exigencia y la canaria lo tiene.
En definitiva, una entrega actoral y física absoluta de Mónica, que por momentos conmueve y deja sin aliento, al espectador, que la observa con admiración.
Un disfrute, observar sus gestos, sus desplazamientos por el escenario, sus diversos tonos de voz y hasta la belleza de su particular acento, con una dicción perfecta, que le otorgan un estilo muy particular a su labor.
Hay momentos que quedarán en la memoria del espectador como cuando entona las estrofas de La Marsellesa o al describir con lujo de detalles y extrema crudeza, las ejecuciones de Luis XVI y de María Antonieta. Cada momento es transitado, con una intensidad y una energía, que hay que destacar.
La puesta está muy cuidada, presenta una iluminación tenue, es la penumbra la que reina la mayor parte de la obra, tal vez como una metáfora de los tiempos lúgubres que se estaban viviendo en Francia. La escenografía es sobria, conteniendo sólo lo indispensable, aquí la palabra es la que prevalece por sobre todas las cosas. Hay que destacar el lucido vestuario a cargo de María Carcagno y el buen recurso de la pantalla de fondo, donde se proyectan algunas imágenes y palabras que acompañan el accionar de la protagonista, por último hacemos mención a la música original de Damián Mahler.
Son muchos los detalles, puestos en acción, para enriquecer la puesta.
En definitiva, estamos en presencia de una obra de carácter internacional, con una jerarquía acorde y si bien la obra tiene mucho de historia y está orientada a espectadores que gustan de ella, es también una posibilidad inusual de poder ver sobre el escenario a una actriz de fuste, como la española Mónica Lleó, que realmente brilla con una interpretación extraordinaria ( la enorme ovación que recibe al final de la función, es prueba de ello )
Por todo lo comentado, no quedan dudas que llegarse al Andamio 90, mientras la obra esté en Buenos Aires, es una muy buena forma de conocer en toda su dimensión, a un personaje emblemático de la historia francesa como fue Robespierre y junto a él, respirar los aires que reinaban, en aquella Francia revolucionaria.
Pensador Teatral.
Guión de Monica Ottino y Dirección de Alejandro Giles.
En esta oportunidad, el teatro nos lleva a la Francia de fines del Siglo 18, poniendo el foco en uno de los líderes de la Revolución Francesa, nos estamos refiriendo a Maximilien Robespierre, nacido en la localidad de Arras, en el norte del país galo.
Fue un reconocido, abogado, escritor y político francés, apodado el Incorruptible, un hombre íntegro y con fuertes principios, fue diputado y dos veces presidente de la Convención Nacional y miembro del Comité de Salvación Pública, entidad que gobernó Francia, entre 1793 y 1794, instaurando el Reino del Terror , que gobernó al país en forma autoritaria, con la firme decisión de purificar a Francia de cualquier atisbo opositor a la Revolución, llegando a justificar la imposición de la pena de muerta, a la que tanto se había opuesto en el pasado.
La obra, tiene una muy interesante mezcla de países en su componente, ya que la autora es la dramaturga argentina Mónica Ottino, el personaje elegido es el francés Robespierre y la protagonista elegida para interpretar a este fascinante personaje, es la actriz Mónica Lleó, nacida en las Islas Canarias ( España ) . Fue estrenada en Tenerife, a principios del 2017 y luego de ser presentada en diversas ciudades españolas, llega a Argentina, sólo por unos meses, ya que en Octubre, la obra arrancará una gira internacional por Francia y España, con esta misma actriz y montándose versiones en español, francés, catalán e ingles, lo que demuestra el carácter internacional de esta pieza que circunstancialmente, podemos ver en cartel, en estos momentos en Buenos Aires.
Si bien la pieza parece estar orientada a personas que gustan de la historia, ya que recorre momentos claves de la historia francesa y de los personajes que fueron relevantes en esos años, como Voltaire, Luis XVI, María Antonieta y por supuesto el protagonista absoluta de la obra, el jurista y político Maximilien Robespierre.
La historia arranca, en la infancia del futuro político, huérfano de madre de niño, con padre ausente y criado con los abuelos. Fue un chico retraído y con muchos problemas afectivos, no tuvo una niñez sencilla y probablemente esto haya forjado su carácter duro e inflexible, que tuvo en su adultez.
Pese a su humilde origen, pudo recibirse de abogado, gracias a las becas otorgados por Luis XVI.
La obra si bien explora estos ricos años de la historia francesa, lo hace desde los ojos de este personaje emblemático, mostrando su costado humano, poblado de virtudes y de miserias como cualquier mortal.
No entraremos en detalles, solo recordar que Robespierre, murió en forma temprana, cuando tenía escasos 36 años y queda a la vista, que le alcanzaron esa breve, pero intensa existencia, para escribir páginas muy importantes de la historia francesa y mundial
Realmente un desafío, contar esta historia, desde un unipersonal, donde el papel del protagonista, en vez de intepretarlo un hombre, lo aborda una mujer, la genial actriz canaria Mónica Lleó. Sin dudas que no era una tarea sencilla la que se propuso la autora e indudablemente en el buen resultado final tuvo mucho que ver la precisa dirección de Alejandro Giles, director y docente teatral, oriundo de Mar del Plata.
La interpretación de la actriz canaria es extraordinaria.
Absolutamente compenetrada en el personaje, impacta su aire de masculinidad.
Impactan su energía y su presencia en el escenario, lo recorre con una seguridad total. La exigencia es enorme, ya que Mónica, esta todo el tiempo en escena, en total soledad, logrando darle una buena dinámica al texto, ya que pese a estar sola, no solo representa a Robespierre, sino que desdobla a otros personajes, armando diálogos imaginarios, entre los personajes. Para lograr esto, indudablemente, hay que tener una jerarquía acorde con la exigencia y la canaria lo tiene.
En definitiva, una entrega actoral y física absoluta de Mónica, que por momentos conmueve y deja sin aliento, al espectador, que la observa con admiración.
Un disfrute, observar sus gestos, sus desplazamientos por el escenario, sus diversos tonos de voz y hasta la belleza de su particular acento, con una dicción perfecta, que le otorgan un estilo muy particular a su labor.
Hay momentos que quedarán en la memoria del espectador como cuando entona las estrofas de La Marsellesa o al describir con lujo de detalles y extrema crudeza, las ejecuciones de Luis XVI y de María Antonieta. Cada momento es transitado, con una intensidad y una energía, que hay que destacar.
La puesta está muy cuidada, presenta una iluminación tenue, es la penumbra la que reina la mayor parte de la obra, tal vez como una metáfora de los tiempos lúgubres que se estaban viviendo en Francia. La escenografía es sobria, conteniendo sólo lo indispensable, aquí la palabra es la que prevalece por sobre todas las cosas. Hay que destacar el lucido vestuario a cargo de María Carcagno y el buen recurso de la pantalla de fondo, donde se proyectan algunas imágenes y palabras que acompañan el accionar de la protagonista, por último hacemos mención a la música original de Damián Mahler.
Son muchos los detalles, puestos en acción, para enriquecer la puesta.
En definitiva, estamos en presencia de una obra de carácter internacional, con una jerarquía acorde y si bien la obra tiene mucho de historia y está orientada a espectadores que gustan de ella, es también una posibilidad inusual de poder ver sobre el escenario a una actriz de fuste, como la española Mónica Lleó, que realmente brilla con una interpretación extraordinaria ( la enorme ovación que recibe al final de la función, es prueba de ello )
Por todo lo comentado, no quedan dudas que llegarse al Andamio 90, mientras la obra esté en Buenos Aires, es una muy buena forma de conocer en toda su dimensión, a un personaje emblemático de la historia francesa como fue Robespierre y junto a él, respirar los aires que reinaban, en aquella Francia revolucionaria.
Pensador Teatral.
domingo, 23 de julio de 2017
Y ... Se nos fue Redepente
Miércoles 20 hs en La Lunares ( Humahuaca 4027 )
Libro de Niní Marshall y Dirección de Ariel Leyra.
En esta ocasión, el teatro independiente, nos ofrece esta entrañable obra, que tiene como propósito brindar un merecido y hermoso homenaje a la gran Niní Marshall.
Hagamos un poquito de historia, antes de enfocarnos en la obra, ya que hay muchos que sabemos quien fue Niní, pero por razones de edad, no tuvimos la suerte de verla en acción y solo tenemos referencias suyas, por antiguas películas o notas periodísticas.
Su verdadero nombre era Marina Esther Traverso, pero todo el mundo artístico la conoció como Niní Marshall y fue considerada, la más grande capocómica que dio Argentina y probablemente Latinoamérica.
Su enorme talento y versatilidad, le permitió destacarse en numerosas áreas, fue escritora, periodista, ilustradora de revistas, protagonista de comedias en radio y obviamente actriz y comediante, su faceta más conocidas.
Filmó más de 40 películas, protagonizó numerosos programas de televisión y obras de teatro. En su extensa trayectoria, recibió más de un centenar de premios en nuestro país, Latinoamérica y España, por mencionar solo algunos de sus hitos.
A lo largo de su carrera, recibió varios ápodos, mencionaremos solo dos, para intentar dimensionar su importancia. Muchos críticos de la época, la nombraban como La Chaplín con pollera y María Elena Walsh, la llamó Nuestra Cervanta, porque con su estilo tan peculiar y un prodigioso dominio del idioma, logró establecer un lenguaje propio y particular.
Creo que estas pocas líneas sirven, para que aquellos, que solo conocían su nombre, ahora tengan una semblanza de esta verdadera estrella, de nuestro mundo del espectáculo, que sin dudas marcó toda una época.
Ya es hora de enfocarnos, a la obra que nos convoca, Y se nos fue redepente ... , este unipersonal que la propia Nini Marshall comenzó a escribir allá por 1940 y que recién pudo estrenarlo en 1973.
En este espectáculo, desfilan los personajes que marcaron la historia de Niní y que sin dudas están guardados en la historia, como Catita, Niña Jovita, Doña Pola, Cándida, etc.
Magalí Meliá, la brillante protagonista de esta obra y Ariel Leyra el director, idearon este proyecto e investigaron mucho para poder concretarlo, bucearon en viejos programas de radio, revistas, películas, para conseguir bibliografía de la actriz.
El proceso creativo ya estaba en marcha, pero el gran empujón final, lo consiguieron con la ayuda de Angelita Edelmann de Abrego, la mismísima hija de Nini Marshall, que seguramente entusiasmada con la idea que le presentaron, no solo cedió gentilmente los derechos sobre la obra, sino que realizó un aporte generoso sustancial, para la construcción de los personajes, brindando un asesoramiento muy valioso.
La conjunción de todos estos factores, permitieron que hoy en día, podamos volver a tener, ante nuestros ojos, a todos estos personajes, que fueron tan famosos un par de décadas atrás.
Esto alto grado de disfrute, es posible en gran medida, por la increíble labor de Magalí Meliá, que a lo largo de la obra, se calzará el traje de cada uno de estos personajes y les dará vida, con logradísimas caracterizaciones y una energía que llega al espectador.
El despliegue actoral de Magalí es admirable, entrando y saliendo a escena en segundos, cada vez que descubramos un nuevo personaje. Esta dinámica requiere una gimnasia y una respuesta, que solo una actriz dotada de un talento especial, puede conseguir, además de mucho trabajo previo, porque con el talento solo no alcanza.
Por eso hay que ver al obra, para disfrutar sus caras, sus gestos, sus peinados, sus diferentes formas de caminar el escenario, sus posturas, etc. Una labor fantástica por donde se la mire.
Le dejo para usted espectador, que nos diga cual de los personajes, le agradó más, a mi me encantó Catita Langanuzzo, con su increíble dialéctica, que perdonen la irreverencia, me hizo recordar en ciertos momentos al gran Minguito de Juan Carlos Altavista, la entrañable Caterina la Nona, la inefable Doña Pola y la jaula con el loro, la bienuda Mónica Bedoya o Candida, la mucama gallega, por nombrar sólo alguno de los personajes, cada uno tiene su encanto y los veremos desfilar en el escenario de La Lunares, siendo usted testigo privilegiado de ello.
Un aspecto a resaltar es la bella y cuidada puesta que nos ofrece la obra. Impacta el vestuario, por este rubro la obra ganó el Premio María Guerrero 2015, debemos mencionar a Gladys David en la realización del mismo, la vestidora Paola Polleto, que seguro tiene mucho que ver con la rapidez con que Magalí cambia su vestimenta ( cuesta creer que sea la misma la que vuelve en segundos ) y los peinados y postizos a cargo de Soraya Ceccherelli.
Para el lucimiento en el escenario, se nota que hay todo un equipo trabajando detrás de bambalinas, frase trillada, pero muy bien aplicada aquí.
En conclusión, quedamos encantados con Y se nos fue redepente, que resulta un hermoso y merecido homenaje a la inolvidable Nini Marshal y como dijimos la posibilidad, magia del teatro mediante, de poder volver a entrar en su mundo y participar de ese humor sano de la época, de la mano de sus personajes más emblemáticos.
En esto como dijimos y como verán no me canso de reiterar, tiene mucho que ver la extraordinaria labor de Magalí Meliá, quien fue merecidamente premiada por este papel con el Premio María Guerrero. Nosotros desde este humilde espacio, la felicitamos por el talento, el respeto y por la enorme pasión con la que lleva adelante este hermoso desafío de homenajear a esta gran figura.
Quien escribe estas líneas, considera que este es uno de esos espectáculos, que no debemos dejar de ver de ninguna manera, un imperdible, una joyita del teatro independiente, una fiesta teatral, a la que usted lector, está invitado.
Pensador Teatral.
Libro de Niní Marshall y Dirección de Ariel Leyra.
En esta ocasión, el teatro independiente, nos ofrece esta entrañable obra, que tiene como propósito brindar un merecido y hermoso homenaje a la gran Niní Marshall.
Hagamos un poquito de historia, antes de enfocarnos en la obra, ya que hay muchos que sabemos quien fue Niní, pero por razones de edad, no tuvimos la suerte de verla en acción y solo tenemos referencias suyas, por antiguas películas o notas periodísticas.
Su verdadero nombre era Marina Esther Traverso, pero todo el mundo artístico la conoció como Niní Marshall y fue considerada, la más grande capocómica que dio Argentina y probablemente Latinoamérica.
Su enorme talento y versatilidad, le permitió destacarse en numerosas áreas, fue escritora, periodista, ilustradora de revistas, protagonista de comedias en radio y obviamente actriz y comediante, su faceta más conocidas.
Filmó más de 40 películas, protagonizó numerosos programas de televisión y obras de teatro. En su extensa trayectoria, recibió más de un centenar de premios en nuestro país, Latinoamérica y España, por mencionar solo algunos de sus hitos.
A lo largo de su carrera, recibió varios ápodos, mencionaremos solo dos, para intentar dimensionar su importancia. Muchos críticos de la época, la nombraban como La Chaplín con pollera y María Elena Walsh, la llamó Nuestra Cervanta, porque con su estilo tan peculiar y un prodigioso dominio del idioma, logró establecer un lenguaje propio y particular.
Creo que estas pocas líneas sirven, para que aquellos, que solo conocían su nombre, ahora tengan una semblanza de esta verdadera estrella, de nuestro mundo del espectáculo, que sin dudas marcó toda una época.
Ya es hora de enfocarnos, a la obra que nos convoca, Y se nos fue redepente ... , este unipersonal que la propia Nini Marshall comenzó a escribir allá por 1940 y que recién pudo estrenarlo en 1973.
En este espectáculo, desfilan los personajes que marcaron la historia de Niní y que sin dudas están guardados en la historia, como Catita, Niña Jovita, Doña Pola, Cándida, etc.
Magalí Meliá, la brillante protagonista de esta obra y Ariel Leyra el director, idearon este proyecto e investigaron mucho para poder concretarlo, bucearon en viejos programas de radio, revistas, películas, para conseguir bibliografía de la actriz.
El proceso creativo ya estaba en marcha, pero el gran empujón final, lo consiguieron con la ayuda de Angelita Edelmann de Abrego, la mismísima hija de Nini Marshall, que seguramente entusiasmada con la idea que le presentaron, no solo cedió gentilmente los derechos sobre la obra, sino que realizó un aporte generoso sustancial, para la construcción de los personajes, brindando un asesoramiento muy valioso.
La conjunción de todos estos factores, permitieron que hoy en día, podamos volver a tener, ante nuestros ojos, a todos estos personajes, que fueron tan famosos un par de décadas atrás.
Esto alto grado de disfrute, es posible en gran medida, por la increíble labor de Magalí Meliá, que a lo largo de la obra, se calzará el traje de cada uno de estos personajes y les dará vida, con logradísimas caracterizaciones y una energía que llega al espectador.
El despliegue actoral de Magalí es admirable, entrando y saliendo a escena en segundos, cada vez que descubramos un nuevo personaje. Esta dinámica requiere una gimnasia y una respuesta, que solo una actriz dotada de un talento especial, puede conseguir, además de mucho trabajo previo, porque con el talento solo no alcanza.
Por eso hay que ver al obra, para disfrutar sus caras, sus gestos, sus peinados, sus diferentes formas de caminar el escenario, sus posturas, etc. Una labor fantástica por donde se la mire.
Le dejo para usted espectador, que nos diga cual de los personajes, le agradó más, a mi me encantó Catita Langanuzzo, con su increíble dialéctica, que perdonen la irreverencia, me hizo recordar en ciertos momentos al gran Minguito de Juan Carlos Altavista, la entrañable Caterina la Nona, la inefable Doña Pola y la jaula con el loro, la bienuda Mónica Bedoya o Candida, la mucama gallega, por nombrar sólo alguno de los personajes, cada uno tiene su encanto y los veremos desfilar en el escenario de La Lunares, siendo usted testigo privilegiado de ello.
Un aspecto a resaltar es la bella y cuidada puesta que nos ofrece la obra. Impacta el vestuario, por este rubro la obra ganó el Premio María Guerrero 2015, debemos mencionar a Gladys David en la realización del mismo, la vestidora Paola Polleto, que seguro tiene mucho que ver con la rapidez con que Magalí cambia su vestimenta ( cuesta creer que sea la misma la que vuelve en segundos ) y los peinados y postizos a cargo de Soraya Ceccherelli.
Para el lucimiento en el escenario, se nota que hay todo un equipo trabajando detrás de bambalinas, frase trillada, pero muy bien aplicada aquí.
En conclusión, quedamos encantados con Y se nos fue redepente, que resulta un hermoso y merecido homenaje a la inolvidable Nini Marshal y como dijimos la posibilidad, magia del teatro mediante, de poder volver a entrar en su mundo y participar de ese humor sano de la época, de la mano de sus personajes más emblemáticos.
En esto como dijimos y como verán no me canso de reiterar, tiene mucho que ver la extraordinaria labor de Magalí Meliá, quien fue merecidamente premiada por este papel con el Premio María Guerrero. Nosotros desde este humilde espacio, la felicitamos por el talento, el respeto y por la enorme pasión con la que lleva adelante este hermoso desafío de homenajear a esta gran figura.
Quien escribe estas líneas, considera que este es uno de esos espectáculos, que no debemos dejar de ver de ninguna manera, un imperdible, una joyita del teatro independiente, una fiesta teatral, a la que usted lector, está invitado.
Pensador Teatral.
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