domingo, 23 de julio de 2017

Y ... Se nos fue Redepente

Miércoles 20 hs en La Lunares ( Humahuaca 4027 )






Libro de Niní Marshall y Dirección de Ariel Leyra.

En esta ocasión, el teatro independiente, nos ofrece esta entrañable obra, que tiene como propósito brindar un merecido y hermoso homenaje a la gran Niní Marshall.

Hagamos un poquito de historia, antes de enfocarnos en la obra, ya que hay muchos que sabemos quien fue Niní, pero por razones de edad, no tuvimos la suerte de verla en acción y solo tenemos referencias suyas, por antiguas películas o notas periodísticas.

Su verdadero nombre era Marina Esther Traverso, pero todo el mundo artístico la conoció como Niní Marshall y fue considerada, la más grande capocómica que dio Argentina y probablemente  Latinoamérica.

Su enorme talento y versatilidad, le permitió destacarse en numerosas áreas, fue escritora, periodista, ilustradora de revistas, protagonista de comedias en radio y obviamente actriz y comediante, su faceta más conocidas.





Filmó más de 40 películas, protagonizó numerosos programas de televisión y obras de teatro. En su extensa trayectoria, recibió más de un centenar de premios en nuestro país, Latinoamérica y España, por mencionar solo algunos de sus hitos.

A lo largo de su carrera, recibió varios ápodos, mencionaremos solo dos, para intentar dimensionar su importancia. Muchos críticos de la época,  la  nombraban como La Chaplín con pollera y María Elena Walsh, la llamó Nuestra Cervanta, porque con su estilo tan peculiar y un prodigioso dominio del idioma, logró establecer un lenguaje propio y particular.

Creo que estas pocas líneas sirven, para que aquellos, que solo conocían su nombre, ahora tengan una semblanza de esta verdadera estrella, de nuestro mundo del espectáculo, que sin dudas marcó toda una época.





Ya es hora de enfocarnos, a la obra que nos convoca, Y se nos fue redepente ... , este unipersonal que la propia Nini Marshall comenzó a escribir allá por 1940 y que recién pudo estrenarlo en 1973.

En este espectáculo, desfilan los personajes que marcaron la historia de Niní y que sin dudas están guardados en la historia, como Catita, Niña Jovita, Doña Pola, Cándida, etc.

Magalí Meliá, la brillante protagonista de esta obra y Ariel Leyra el director, idearon este proyecto e investigaron mucho para poder concretarlo, bucearon en viejos programas de radio, revistas, películas, para conseguir bibliografía de la actriz.

El proceso creativo ya estaba en marcha, pero el gran empujón final, lo consiguieron con la ayuda de Angelita Edelmann de Abrego, la mismísima hija de Nini Marshall, que seguramente entusiasmada con la idea que le presentaron, no solo cedió gentilmente los derechos sobre la obra, sino que realizó un aporte generoso sustancial, para la construcción de los personajes, brindando un asesoramiento muy valioso.

La conjunción de todos estos factores, permitieron que hoy en día, podamos volver a tener, ante nuestros ojos, a todos estos personajes, que fueron tan famosos un par de décadas atrás.

Esto alto grado de disfrute, es posible en gran medida, por la increíble labor de Magalí Meliá, que a lo largo de la obra, se calzará el traje de cada uno de estos personajes y les dará vida, con logradísimas caracterizaciones y una energía que llega al espectador.

El despliegue actoral de Magalí es admirable, entrando y saliendo a escena en segundos,  cada vez que descubramos un nuevo personaje. Esta dinámica requiere una gimnasia y una respuesta, que solo una actriz dotada de un talento especial, puede conseguir,  además de mucho trabajo previo, porque con el talento solo no alcanza.

Por eso hay que ver al obra, para disfrutar sus caras, sus gestos, sus peinados, sus diferentes formas de caminar el escenario, sus posturas, etc. Una labor fantástica por donde se la mire.

Le dejo para usted espectador, que nos diga cual de los personajes, le agradó más, a mi me encantó Catita Langanuzzo, con su increíble dialéctica, que perdonen la irreverencia, me hizo recordar en ciertos momentos al gran Minguito de Juan Carlos Altavista, la entrañable Caterina la Nona, la inefable Doña Pola y la jaula con el loro, la bienuda Mónica Bedoya o Candida, la mucama gallega, por nombrar sólo alguno de los personajes, cada uno tiene su encanto y los veremos desfilar en el escenario de La Lunares, siendo usted testigo privilegiado de ello.






Un aspecto a resaltar es la bella y cuidada puesta que nos ofrece la obra. Impacta el vestuario, por este rubro la obra ganó el Premio María Guerrero 2015, debemos mencionar a Gladys David en la realización del mismo, la vestidora Paola Polleto, que seguro tiene mucho que ver con la rapidez con que Magalí cambia su vestimenta ( cuesta creer que sea la misma la que vuelve en segundos ) y los peinados y postizos a cargo de Soraya Ceccherelli.
Para el lucimiento en el escenario, se nota que hay todo un equipo trabajando detrás de bambalinas, frase trillada, pero muy bien aplicada aquí.

En conclusión, quedamos encantados con Y se nos fue redepente, que resulta un hermoso y merecido homenaje a la inolvidable Nini Marshal y como dijimos la posibilidad, magia del teatro mediante, de poder volver a entrar en su mundo y participar de ese humor sano de la época, de la mano de sus personajes más emblemáticos.

En esto como dijimos y como verán no me canso de reiterar, tiene mucho que ver la extraordinaria labor de Magalí Meliá, quien fue merecidamente premiada por este papel con el Premio María Guerrero. Nosotros desde este humilde espacio, la felicitamos por el talento, el respeto y por la enorme pasión con la que lleva adelante este hermoso desafío de homenajear a esta gran figura.

Quien escribe estas líneas, considera que este es uno de esos espectáculos, que no debemos dejar de ver de ninguna manera, un imperdible, una joyita del teatro independiente, una fiesta teatral, a la que usted lector, está invitado.



Pensador Teatral.



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