lunes, 21 de agosto de 2017

Conversaciones

Jueves 21 hs en Teatro La Comedia ( Rodrìguez Peña 1062 )





Dramaturgia de Darìo Bonheur y Dirección de Jorge Graciosi.

Una hermosa historia, la creada por Darío Bonheur, talentoso actor y dramaturgo pampeano, que para escribir Conversaciones, se inspiró en una mujer que conoció en su General Pico natal, a la que todas señalaban cuando caminaba por la calle, porque había ejercido la prostitución y todos sabemos lo difícil que es soportar, esas condenas públicas, aún más en aquellas ciudades chicas, donde todos se conocen y todo se sabe.

Estamos en presencia de una obra coral, esto ocurre cuando se presentan varias historias y personajes que se desarrollan por separado y que se conectarán en la parte final de la pieza.

En este caso son tres las historias que se desarrollan en forma simultanea y en un primer momento, el espectador puede estar desorientando, tratando de adivinar que sucederá y si estas historias, tendrán en algún puntos de conexión o no.

La principal, tiene como protagonistas a Dorys ( Ruby Gattari ) y una enfermera ( Silvina Diez ) que la cuida. Dorys es una antigua prostituta, que ya está retirada de la profesión, pero tiene vìvidos recuerdos, de lo que fue una vida llena de sacrificios, haciendo algo, que no le agradaba.
Contará sus inicios, donde era joven y apetecible y como el correr de los años, le irá pasando factura, ya que en su profesión, la juventud es un tesoro máximo.
Será un relato delicioso y una contrapunto muy interesante, con esa enfermera que la cuida y que se escandaliza, con algunos de los dichos de esta mujer, ya que ella es una chica de fé, aferrada a sus fuertes creencias religiosas.






La segunda historia, nos muestra una pareja joven formada por Martín ( Luciano Crispi ) y Nani ( Vanina Cavallito ), están en su casa, escuchando Casta Diva, un aria de la ópera Norma y opinando de ella.
A Martìn se lo nota triste, apagada, como ausente y no correspondiendo los deseos de su pareja, que busca levantarle el ánimo y además quiere tener un hijo con él.

Y el tercer relato, tiene como protagonistas a un periodista ( Jorge Capussotti ) y a un edición ( Juan Manuel Romero ). Están en una redacción y discuten sobre que artículo publicarán en el próximo número de la revista. El periodista, quiere publicar una nota que habla de la prostitución, de una manera benévola y comprensiva, con una mirada social intentando convencer al editor, que sería una buena idea, escribir esa nota.

Dos de los  relatos  hablan de prostitución ? Será casualidad ? Esa es la pregunta que se hace el espectador, que de momento no encuentra relaciones entre los tres relatos, aunque observa un tema común entre dos de ellos.

La puesta que propone el director, es ágil y muy inteligente, ya que desarrolla las tres historias en forma simultanea, intercalando escenas de los diferentes relatos y con algunos puntos de conexión muy ingeniosos, como por ejemplo algunos objetos, como un vaso o una botella, que se comparten en los diferentes relatos.

Y con mucha habilidad, tanto del autor, como del director, de a poco logran que las piezas del rompecabezas se vayan uniendo y las historias, que parecían ir por caminos separados, finalmente parecen tener, algunos puntos en común.

Hemos destacado el libro y la dirección, pero creemos que el gran capital que tiene esta historia son las actuaciones. Se reunió un muy buen elenco, todos actores con muy buena trayectoria en el off y elegidos con mucha sabiduría, para cada uno de los personajes.








Vamos a mencionarlos a todos, empecemos por Ruby Gattari, como Dorys, es el personaje central de la obra y en nuestra opinión la interpretación más destacada de la pieza, componiendo a una prostituta ya retirada, mal hablada, que si bien parece muy fuerte, en el fondo esconde a una mujer muy sufrida, que no tuvo la vida que imaginó, ni recibió el cariño que hubiera querido. Una actuación fantástica de Ruby, actriz de gran trayectoria,  que no disimula su hermoso acento cordobés. Un placer verla en escena y disfrutar su gran interpretación.

Su enferma es Silvina Diez, la pichona, como la llama Dorys. Compone un personaje tierno y sensible, que intenta atender lo mejor posible a su paciente, tratando de acercarla a ese Dios, en que ella tanto cree. Nos gusto mucho su papel.

La parejita, de Luciano Crispi y Vanina Cavallito,  formada por dos jóvenes y talentosos actores, a los que vimos en Menea para Mi, una joyita del off, ambos le dán mucha frescura a la pieza y muestran mucha química y entendimiento entre ellos.

En la redacción, tenemos a Jorge Capussotti, un actorazo al que vimos varias veces en El Pasillo, con su personalidad tanguera y arrabalera, cumpliendo aquí una actuación magnífica y encajando justo con el personaje. Un verdadero lujo, poder ver en escena un actor con su trayectoria y que siempre se entrega por completo.

Lo acompaña, Juan Manuel Romero, que forma una muy buena dupla como Jorge permitiendo su lucimiento y aportando lo suyo, dando vida a un personaje muy dado y charlatán, encontrando también espacio para su lucimiento.

Como dijimos se logro reunir un gran elenco para la obra y esto constituye un verdadero privilegio, para el espectador que gusta del buen teatro, ya que la sala de La Comedia, en la que se desarrolla la obra, propone siempre una puesta íntima, donde el espectador y el actor casi no tienen distancia y esta cercanía, proporciona un disfrute casi único, ya que permite observar cada mirada, cada movimiento, no se pierde ningún detalle de lo que sucede y esto cuando en el escenario hay actores de tan destacados, es algo que disfruta muchísimo.






Para destacar en la puesta también el diseño lumínico, de Julián Bisogno, que colabora con esa atmósfera íntima y cercana, que permite esta sala señorial, que tanto nos gusta,  y que aprovecha en gran forma el director.

En definitiva, estamos en presencia de una propuesta muy interesante, que tomando como disparador el tema de la prostitución, nos mostrará como accionan los prejuicios, los miedos, las falsas elecciones y el sufrimiento que muchas personas llevan como una cruz, en su interior. Además nos recuerda, como el paso de los años es inexorable y muchas veces nos arrepentimos ya muy tarde, por elecciones erróneas o pasos que no nos animamos a dar en el momento adecuado y deseos que quedan inconclusos.

Conversaciones es muy profunda y conmueve, como dijimos, arrancando con relatos separados, la historia irá convergiendo y sorprenderá en un final a toda orquesta, que nos llegará al corazón.

Otra muy buena propuesta de nuestro entrañable teatro off,  en la que se reúnen un guión muy interesante, una dirección inteligente y una puesta cálida, que permite al valioso elenco reunido, encontrar campo fértil para su lucimiento.

Felicitamos a todo el equipo de Conversaciones, por la hermosa pieza que nos ofrecen y no queda más que recomendar fervorosamente la obra, para todo el espectador que gusta del buen teatro.



Pensador Teatral.






sábado, 19 de agosto de 2017

Ser de Nadie.

Sábados 22 45 hs en Teatro La Mueca ( Cabrera 4255 )






Dramaturgia y Dirección de Mariana Coronado.

Una propuesta interesante y sin dudas polémica, la que nos trae Ser de Nadie, que se presenta en su segunda temporada.

Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que esta no es una pieza más, que puede pasar desapercibida, es una obra muy original, que se ocupa de una temática muy poco explorada, por no decir ignorada en el teatro.

Mariana Coronado, la autora, mediante esta pieza, nos propone una mirada aguda, puertas  adentro de la Iglesia, como institución, para observar algunos comportamientos cuestionables, de los representantes de Dios en la Tierra.

La obra nos presenta la historia dentro de un monasterio, alejado de la civilización y rodeado de nieve, un lugar donde se puede entrar, pero es muy difícil salir.

Dentro de ese monasterio, los monjes deben vivir de acuerdo a los preceptos de Dios y guardando sus Mandamientos. Pero la realidad que nos muestra Ser de Nadie, es muy diferente, hombres a los que les cuesta guardar los votos de castidad y sufren las tentaciones de la carne, un tema, el de la homosexualidad, que la Iglesia trata de minimizar, pero es una problemática más común de lo que se piensa y que el clero en todas las épocas quiso ocultar.

Pero la autora, no se queda con esto y avanza un poco más, para hacer foco, en el problema de la pedofilia, este ya es un delito gravísimo, donde los sacerdotes y representantes de Dios, en el caso de esta obra, un Abad, aprovechando de su investidura y su influencia religiosa y alegando designios divinos, cometen un acto tan abobinable como, es el abuso de menores totalmente indefensos.




Esto es algo que cuesta aceptar, pero lamentablemente los medios de comunicación, nos acercan diferentes casos en todo el mundo. En la Argentina, tal vez el más famoso fue el caso Grassi, que se amplificó al ser un caso mediático, pero este es un ejemplo de los numerosos casos que hubo y que hay , algunos que salieron a la luz y la mayoría no, porque todos sabemos, lo difícil que es para las víctimas, niños en estos casos, que difícilmente se animan a denunciar a figuras tan poderosas e influyentes sobre sus mentes, como lo son los sacerdotes.

No hace falta aclarar, que estos casos son minoría, pero no por eso dejan de existir, por eso es muy valioso que la autora, se atreva a introducir esta temática y lo hace con gran altura y seriedad, fomentado el debate y esto ya es muy valioso.

Las actuaciones que presenta la pieza, son muy valiosas, son personajes muy complejos y son llevados con solvencia adelante.

Repasemos brevemente los actores, que dan vida a esta historia, Pablo Valvez, es el Abad, la autoridad máxima del monasterio, un hombre de doble moral, ya que exige el respeto de los preceptos religiosos, pero su comportamiento privado, no se condice, ni con su prédica, ni con su investidura. Una muy buena composición de personaje la de Pablo , con una cara humana y otra siniestra, en un rol nada sencillo.

Luciano Alanis, es Bjork, el joven monje que en forma fortuita, es testigo de situación muy comprometida y decide a contarla a un monje más experimentado ( Marko ) , por el que tiene un sentimiento de respeto y algo más.






Fernando Alvarez, intepreta precisamente a Marko, el monje que lleva más años en el monasterio, para nosotros la actuación más destacada de la obra, mostrando su experiencia en las tablas, con algunas escenas para recordar como la que juega con Marko o aquella en la que interpela al Abad. Una interpretación muy jugada y con una entrega total. Gran trabajo el de Fernando.

Denis de Vita Fernández,  es Friorik, una especie de secretario del Abad, para todos los servicios, que muestra un histrionismo que resalta, Llevando a cabo  un papel secundario, logrando destacarse mucho,

Y por último, Amilcar Ferero, como Judas, el niño, una interpretación con mucho realismo, muy sufrida y que conmueve por su crudeza.

Son muy buenas las cinco actuaciones, componiendo personajes introvertidos y que parecen tener muchos dilemas internos sin resolver y a su vez todos esconden alguna razón misteriosa para estar en ese lugar aislados, del mundo exterior, un infierno propio que llevan dentro.


La trama mantiene el suspenso y la intriga en todo momento, es una pieza que por momentos perturba e incomoda al espectador, por la crudeza y el realismo de la historia, mérito grande de la autora.






La puesta es lúgubre, se desarrolla casi en la penumbra, algo acorde con el clima que pide la pieza, una atmósfera sombría rodea a este monasterio, que parece estar en sintonía con los oscuros actos que se cometen allí.

Destacamos el vestuario a cargo de Mirta Moreira, que presenta la pieza y la música en vivo, que Verónica Mihura, siempre en escena, ataviada para la ocasión, nos ofrece, en un excelente y lucido trabajo, que embellece la puesta.

En definitiva, sin dudas estamos ante una obra polémica, que tal vez a algún espectador religioso puede incomodar, pero como dijimos al comienzo, la pieza no inventa nada, sino que se introduce con valentía en una temática tabú y en la que pocos autores se atreven a ingresar.

Esta pieza, genera debate y la discusión, algo muy importante en estas problemáticas, donde lo peor que puede hacerse, es esconder la basura debajo de la alfombra y disimular como si el problema no existiera.

Felicitamos a la autora, por atreverse a contar esta historia y además celebramos la aparición propuestas teatrales como Ser de Nadie, que nos invitará a reflexionar sobre un tema de candente y de peligrosa actualidad.



Pensador Teatral.



miércoles, 16 de agosto de 2017

La Joya más Preciada

Sábados 22 15 hs en Teatro La Comedia.






Dramaturgia de Patricia Suarez y Sandra Franzen y Dirección de Graciela Pereyra.

En esta ocasión, el teatro nos convoca para ver La Joya más Preciada, obra que lleva seis meses en cartel, agotando localidades en cada una de sus presentaciones. Con semejante antecedente y conociendo la calidad de las autores y del elenco, presumíamos que nos esperaba una muy buena noche de teatro y realmente, no nos equivocamos.

La obra se desarrolla en las primeras décadas del Siglo XX y la historia nos introduce en la monarquía británica, vamos a ser testigos privilegiados de las intrigas palaciegas de aquellos años, en los cuales el Príncipe George  ( Ulises Puiggrós ), quien luego sería nombrado Duke de Kent, escandalizaba a la Corona Real, por sus múltiples aventuras amorosas, que eran el comentario de todos, pese a los esfuerzos de todo el entorno, por acallar esos rumores.

Uno de sus principales amoríos fue con el actor y dramaturgo Noel Coward ( Darío Cortes ), con quien vivió una apasionada relación, que incluyó un nutrido intercambio epistolar, que en manos de personas que quisieran hacer daño, serían un problema grave para la reputación de la Corte Real.





Su madre, la Reina María ( Alicia Muxo ) cansada del comportamiento de su hijo y de las habladurías de todos, decide tomar cartas en el asunto y buscar que George siente cabeza.
Y cuál era su plan para que esto ocurra ???
Armarle un matrimonio por conveniencia y para ello decide traer a Marina ( Débora Longobardi ) la Príncesa de Grecia y Dinamarca. Amante de la moda y ávida por dejar territorio griego y sumarse a la realeza inglesa, la princesa pese a conocer lo difícil de la misión, acepta el desafío de la reina y tratar de acercarse a George, para ganar su corazón y luego contraer matrimonio, para de esta forma, conseguir escapar de Grecia y acoplarse a la vida más seductora, que puede ofrecer la realeza inglesa.

La obra, nos hará reflexionar sobre como muchas veces los mandatos familiares y sociales, se buscan imponer por sobre nuestros propios deseos. Y como muchas veces las apariencias son lo más importante, no importa cual es la realidad, lo importante es, lo que el otro puede percibir. Con ese objetivo, somos capaces de generar todo tipo de situaciones forzadas y simuladas, solamente para cuidar las apariencias.
Esto es algo que sucedía en la realeza inglesa el siglo pasado y sigue ocurriendo en la actualidad.

Para mantener el suspenso, no vamos a revelar en esta reseña, si finalmente la Princesa Marina, logrará convencer a George que sea su esposo o sí el príncipe seguirá soltero y con sus andanzas.





Como dato interesante, mencionar que la historia escrita por dos dramaturgas de gran trayectoria en nuestro teatro, ventila una cuestión muy poco conocida, al revelar que la diplomacia argentina, estuvo envuelta en alguno de los affaires de George. El espectador cuando vea la obra conocerá esta revelación interesante, que al mismo tiempo, será determinante para el título que lleva la pieza.

La trama se desarrolla con mucha fluidez y la atención del espectador no decae en ningún momento, en esto además del interesante guión, tiene gran influencia las magníficas actuaciones que tiene la pieza.

En primer lugar debemos destacar, a Ulises Puiggrós, el protagonista principal de la historia. Logra una excelente composición del personaje, dotando de mucha sensibilidad y realismo a su Príncipe George. No es un papel sencillo, pero Ulises lo resuelve en gran forma, cumpliendo una actuación sobresaliente y demostrando su versatilidad y que es un excelente actor. Nuestro reconocimiento por su gran trabajo aquí.

Seguidamente hay que mencionar a Débora Longobardi, una actriz con una presencia escénica admirable, su gestualidad, sus miradas y su tono de voz tan particular, le permiten un gran lucimiento y componer a una Princesa Mariana que se destaca muchísimo. Débora es una actriz joven y talentosa y en esta pieza, vuelve a ratificar sus condiciones, con una actuación magnífica. Destacar que desde que ingresa a escena, se lleva todas las miradas, indudablemente tiene un carisma especial y un futuro enorme.





Esta dupla de Ulises y Débora, tiene una química particular, ya los vimos actuar juntos y  magníficamente a ambos, el año pasado en La Música de Marguerite  Duras, se entienden muy bien y no hay dudas, que juntos se potencian.

Alicia Muxo, es la Reina María y con una gran entrega, compone a una madre igualmente preocupada por el bienestar de su hijo y la buena reputación de la familia real, nos gustó mucho su interpretación, aportando frescura a la pieza y algunos momentos graciosos.

Por último mencionar a Darío Cortes, como Noel Coward, una verdadera revelación, ya que se incorporó recientemente al elenco ( esta fue su segunda función ) y lo notamos con mucha seguridad y mucha personalidad para llevar adelante su papel, consiguiendo complicidad y gran conexión con George, algo que la obra requiere y celebra.

Sin dudas, las magníficas actuaciones que presenta la obra, mucho tienen que ver con el buen suceso de la pieza y en esto también hay que darle mérito a la directora Graciela Pereyra, que logra darle a los protagonistas el espacio y la libertad  necesaria, para su lucimiento.





Es momento de hablar de la puesta y del encanto que tiene la sala 3 de La Comedia, tan señorial, con tanta madera, sin dudas es la locación ideal para esta pieza, ya que tranquilamente podría tratarse del interior de un castillo inglés del siglo pasado.

La puesta es íntima y minimalista, la cercanía del espectador con los actores es absoluta y esto es algo que se disfruta mucho, ya que permite seguir cada movimiento, cada mirada, sin perder el mínimo detalle.
Otro rubro a destacar, es el del vestuario a cargo de Cecilia Bruck, dotando de mucha elegancia a los protagonistas, con la ropa de época.
Todos los detalles están cuidado y esto contribuye a la belleza que tiene esta distinguida puesta.

En conclusión, en primer lugar entendimos las razones por las que La Joya más Preciada, lleva ya seis meses en cartel con gran suceso, ya que se reúnen,  un guión que atrapa, con un anclaje histórico que lo hace aún más interesante, una dirección precisa y principalmente actuaciones excelentes, que se disfrutan muchísimo.

Recomendamos mucho la obra y celebramos que el teatro independiente, nos siga ofreciendo espectáculos de esta calidad. El prolongado aplauso que reciben los protagonistas al término de la función, es un merecido reconocimiento del público, por la hermosa y señorial noche de teatro vivida.



Pensador Teatral.




Yerma o La Cuadratura del Círculo.

Sábados 19 30 hs en Teatro El Cubo ( Zelaya 3053 )





Dramaturgia y Dirección de Julieta Cancelli

Yerma es una de las obras maestras escritas por Federico García Lorca en 1934, un clásico de la literatura y del teatro. Siempre es un gran desafío traer a escena, estos clásicos y lograr que mantengan su vigencia, aunque que hayan trascurridos más de ochenta años, desde el momento que la pieza fue escrita.

Quien toma el desafío es la talentosa Julieta Cancelli, admiradora y estudiosa de la obra de Lorca. Julieta durante cinco años, interpretó con gran suceso Lorca, Poeta de Tierra, unipersonal en homenaje al gran dramaturgo y escritor granadino.
Julieta es una lorquiana de ley y estuvo muchos en España, indagando en la vida de Federico y en las raíces del flamenco. Años después, conjugando ambos elementos, presenta Yerma, un musical en clave flamenca.

No es sencillo, montar un musical  en el teatro independiente y encima de una pieza clásica, realmente el resultado que se logra es excelente, ya que la versión de Yerma que se presenta sobra el escenario de El Cubo es un espectáculo de enorme despliegue, alta calidad, con una belleza visual y una sensibilidad que debemos destacar.

Para quien no conoce, la historia, les contamos queYerma, es una tragedia que se desarrolla en un ambiente rural, donde la protagonista, tiene un deseo irrefrenable de ser madre. Está casada con un marido hosco y autoritario, que parece estar únicamente preocupado por el trabajo y no tiene intenciones de satisfacer el deseo y el instinto maternal de su esposa, mostrando un gran desprecio por ella en particular y por el rol de la mujer en general.






La obra muestra en forma muy inteligente, como el tema de la violencia de género, es un tema que se arrastra desde hace décadas, aunque en esos tiempos, se lo tomaba como algo normal y los derechos que tenían las mujeres eran siempre postergados.

También quedan reflejados, la importancia de los mandatos sociales, como valores arraigados como la honra o el honor, pueden oponerse a nuestros deseos más profundos.
La represión sexual, la hipocresía de la sociedad, el tener que conformar a los demás y el miedo a la mirada del otros, son  miradas que aparecerán durante el relato, dejando claro que los clásicos permanecen vigentes en el tiempo.

La puesta que tiene la pieza, es realmente importante, con un elenco numeroso que con profesionalismo y mucha pasión, le dá mucho brillo a la historia.

Arranquemos con la gran protagonista de la noche, ya que además de ser la autora y directora, Julieta Cancelli intepreta a Yerma y nos regala una actuación extraordinaria. Su entrega es total y es un placer ver su interpretación, sus miradas, sus movimientos, su gestualidad, todo cautiva al espectador.
Con una voz hermosa que se luce mucho en las partes cantadas y excelentes coerografías, Julieta ofrece una actuación brillante, que emociona y conmueve.
Su amor por Lorca, queda plasmado con sus fabulosa interpretación, en la que no se guarda nada.





Pero Julieta, no está sola en escena, ni mucho menos, hay ocho actores que la acompañan, el deslpiegue es importante, no solo por lo numeroso del elenco, sino por la calidad del mismo, ya que lo integran actores muy talentosos.

Debemos mencionar a Pepa Luna, andaluza de nacimiento y porteña por adopción, actriz y cantante de gran trayectoria, con raíces en el flamenco,  aquí encuentra tierra fértil para lucirse. Buenísimo lo de Pepa, una de las más festejadas por el público, con un presencia escénica imponente, un placer verla en el escenario de El Cubo.

Nos gustó mucho también lo de Carla Liguori, ya la vimos lucirse hace poco en la obra 8433 Oscar Wilde, tiene una voz hermosa y se luce mucho en las partes cantadas, además de ser una gran actriz con gran carisma, aportando mucho valor a la puesta.

Ana Marìa Santiago como Dolores, cierra el cìrculo de mujeres  destacadas que tiene la obra. Fernando Atias es Juan el esposo autoritario y poco comprensivo con los deseos de Yerma y Maxi Trento, es Victor, el pastor, que por momentos quiere acercarse a Yerma, pero la honra de ella, hará imposible cualquier encuentro amoroso entre ellos.






Y no podemos dejar de mencionar al ensamble, conformado por Daniel Corres, Anabella Ablanedo y Mónica Romero, que tienen importante participación en la obra, dándole mucho color y alegría a la puesta, con sus coreografías y pases de flamenco. Muy bueno el aporte de los tres. Un felicitado gigante para ellos.

Tal vez se hizo un poco larga, la descripción, pero teniendo en cuenta las magníficas actuaciones que tiene la obra, merecía que los nombraran a todos, ya que si bien la figura central de Julieta Cancelli, sobresale por su protagonismo y excelencia, no podemos dejar de mencionar a un elenco que la apoya y también se destaca mucho.

Pero sobre el escenario, también están durante toda la obra, el trío de músicos, conformado por Nicolás del Cid, Daniel Lifschitz y Sebastián Espeche, que con sus guitarras y sus melodías, acompañan en todo momento y de forma magnífica, en este musical, siendo también piezas claves.

Hay otros factores que contribuyen a la belleza de la puesta de Yerma, en primer lugar destacamos al diseño de vestuario de Jorge López, que viste en gran forma a este nutrido elenco, sin dudas un punto muy alto este. Otro item a destacar, es el muy buen diseño de luces que presenta la puesta en manos de Carlos Gaber y los arreglos coreográficos de Anabella Ablanedo, que brindan momentos bailados muy bellos.







Sin dudas, para aplaudir, como una producción del teatro independiente, puede presentar una puesta de este nivel, donde están cuidados tantos detalles.

En definitiva, nos fumos muy satisfechos con esta puesta de Yerma, un clásico de García Lorca que en clave musical muestra toda su vigencia, con una temática muy actual, donde la violencia de género y el cumplimiento de los mandatos sociales, por encima de nuestros deseos, girarán a lo largo de toda la historia.

Una gran idea la de la talentosa Julieta Cancelli, presentar este clásico en clave musical y sin dudas con enorme dedicación, muchos ensayos y un gran equipo pudo transformar este hermoso proyecto en realidad, consiguiendo una puesta hermosa, sensible y de enorme belleza artística.

El aplauso emocionado que al final de los función, brindan los espectadores a los protagonistas, son una clara muestra, de la gran noche de teatro vivida y que Yerma es una obra que sin dudas merece verse y olé.



Pensador Teatral.



martes, 15 de agosto de 2017

Todas las Canciones de Amor

Jueves a Sábados 20 hs y Domingos 19 hs en Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660)






Dramaturgia de Santiago Loza y Dirección de Alejandro Tantanian.

Hay oportunidades que el teatro, nos acerca obras que no debemos dejar pasar y Todas las Canciones de Amor, es una de ellas.

La chance de ver a una genial Marilú Marini en una pieza, que la tiene casi como protagonista exclusiva, es realmente un lujo, ya que nos permite disfrutar de una actriz de sus kilates en todo su esplendor.

Si a esta fantástica actriz, le sumamos a un autor experimentado y multipremiado como Santiago Loza ( entre sus muchos éxitos podemos mencionar Nada del Amor me Produce Envidia y La Mujer Puerca ), un director gran trayectoria como Alejandro Tantanian y una producción importante de la mano de Pablo Kompel, los resultados no podían ser otros y se obtiene un espectáculo imperdible, que es la calificación que le tenemos que dar a Todas las Canciones de Amor.






La historia, se centra, en una ama de casa, que nos hablará de su vida cotidiana, de aquellos hechos que se repiten a diario, formando parte de una rutina agobiante y donde todos los días parecen ser iguales.
Pero este día, será especial, ya que la madre esperará a su hijo que vive en el exterior y llegará a visitarla, lo esperará con una rica cena, que ella preparó con una receta legada de su abuela.

En ese monólogo magistralmente  desarollado por Marilú, dejará claro su amor incondicional por ese hijo que partió y los dejó ( a ella y a su esposo ), el dolor por esa ausencia y algún sentimiento de culpa porque aquella despedida, no resulta un buen recuerdo.

Agregar que su hijo, no vendrá solo, sino con su pareja y que este es un hombre de color, llamado Robert, al que conoció en Estados Unidos, donde vive ahora. Este hecho, que seguramente resultará traumático para su esposo, no resulta de igual modo para esta madre, que solo quiere volver a recibir a su hijo y como ella misma dijo, aunque viniera con un burro como compañía, lo recibiría con los brazos abiertos.

El guión de Santiago, si bien en apariencia parece simple, tiene una alta carga de sensibilidad y le brinda a Marilú, la posibilidad de lucirse y una actriz de su estatura, sabe como aprovecharlo.





Que podemos decir de la interpretación de Marilú ? En primera instancia, que es un verdadero placer verla en el escenario, percibir con que presencia se adueña de él y todo con una naturalidad que aunque no sorprenda, hay que destacar.

La forma en que desarrolla el relato, es admirable, manejando perfectamente los tiempos, los silencios, logrando la total atención del espectador y luciéndose a cada instante.
Y otro factor, que hay que mencionar, es la facilidad con que se transforma de personaje, en un momento interpreta a esa madre amorosa que en forma pausada nos habla de momentos de la infancia de su hijo y un instante se transforma en ese esposo poco amable que la acompaña en la vida o cuando imagina un accidente aéreo de su hijo. De un instante a otro, cambia su tono de voz de una forma increíble, sus caras, sus gestos, su postura, en un segundo se modifican por completo y al minuto volverá a ser esa madre sosegada. Desdoblamientos de personajes increíbles y realizados con una impronta, que solo puede conseguir una actriz con sus condiciones.






Si bien,  ella es la protagonista casi exclusiva de la obra, no está solo en escena. En todo momento la acompaña Diego Penelas, que con su piano acompaña los temas musicales e incorpora los sonidos de fondo, que complementan el relato de Marilú.

El otro acompañante es Ignacio Monna, que aparecerá en escena, cumpliendo la imagen del hijo e interpretando algunos temas musicales, en algunas ocasiones solo y en otras con Marilú.
Sus intervenciones se disfrutan muchísimo, ya que tiene una voz cálida y bella, que suena hermosa, además de ser muy acertada la elección de los temas.

Es bueno mencionar por las dudas, que si bien el título, puede indicarlos que estamos en presencia de un musical, que no es asì, esta es una pieza con música,  la palabra es la que manda, las canciones,  eso sì,  aportan mucha belleza y apuntalan el discurso de la madre.

La puesta es realmente importante, la Sala Neruda donde se desarrolla la obra, es muy moderna y ya predispone bien al espectador, en este caso, hay un diseño escenográfico notable, que nos regala un elegante departamento, donde hasta su empapelado combina con el distinguido vestuario de Marilú, ambos rubros a cargo de Oria Puppo.
El diseño de iluminación a cargo de Omar Possemato es excelente, evidentemente se aprovechan muy bie, la tecnología que ofrece la sala en este rubro y también hay mucha creatividad, por ejemplo con esas arañas que modifican su altura, subiendo y bajando según el momento del relato.






Una puesta de gran nivel, a la altura de la importancia de la pieza y de la calidad de la primera figura que la interpreta, donde todos los detalles están cuidados.

En definitiva, estamos en presencia de una obra que nos hará reír, nos hará emocionar y también nos invitará a reflexionar.
Pensamos que todo buen amante del teatro debe ver esta obra, ya que se conjugan un guión interesante, un director que sabe como dejar fluir la historia, una puesta de primer nivel y ante todo la chance de ver a  una actriz extraordinaria como Marilú Marini, que pese a pasar gran parte de sus días en París, donde tiene su residencia, es bien argentina y debemos estar orgullosos de poder verla en acción en nuestra cartelera.

Por todo esto, seria realmente una picardia, perderse este espectáculo y más que nada privarse del lujo de ver a Marini, actuando y disfrutando en el escenario.

Para remarcar, la emocionante ovación, que le brindo el público a Marilú al finalizar la función, con los espectadores aplaudiendo de pie y el grito de Marilú, Marilú, que se escuchaba de fondo, como si estuvieran aclamando a un jugador de fútbol, demostrando que el teatro, en ciertas ocasiones, también puede resultar, una gran pasión popular.

Al momento de cerrar esta reseña y subirla a las redes, nos enteramos que Todas las Canciones de Amor, recibió 7 Nominaciones a los Premios Hugo ( 2016 / 2017 ), incluidas las de Mejor Musical, Mejor Direcciòn General y Mejor Actuación Protagónica Femenina.

No hace falta agregar nada más, solo queda que elija el día y venga a disfrutar de esta magnífica obra y de la genial Marilú.




Pensador Teatral.



domingo, 13 de agosto de 2017

Hermanas

Viernes 23 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )




Dramaturgia de Carol López y Dirigida por María Figueras.

De la pluma de Carol, joven autora catalana, llega a nuestra cartelera, Hermanas, obra que se estrenó en el 2008 en Barcelona y que triunfó en toda España, con gran éxito, de crítica y de taquilla.

El desafío de traer esta pieza a nuestro circuito del teatro off, planteaba todo un reto, ya que en España, la obra contaba con una producción importante, en nuestro off  es sabido, que los grandes presupuestos, se reemplazan con ingenio y la creatividad. En este caso,  además había que adaptar la pieza y conseguir una versión local, que sin perder la esencia original, conserve su efectividad.

Quien tomo el desafío, fue María Figueras, una joven actriz, con sólida formación y muy talentosa, que eligió esta pieza, para su debut como directora. No se buscó algo sencillo, pero vamos a adelantarnos al final y decir que superó con creces la prueba, ya que logró una versión muy atractiva de Hermanas.




Como dato de color, mencionaremos que en primera instancia, María había elegido otra obra de la autora catalana, pero en esos momentos,  un doloroso suceso familiar ( la muerte de su padre ), provocó que cambiara y eligiera  otra obra de Carol, que fue  justamente Hermanas, al conocer el argumento de la pieza, seguramente comprenderemos los motivos de María.

La obra arranca, con tres mujeres, que enfrentan al público intentando leer un discurso, al poco tiempo sabremos que estas mujeres son hermanas Inés, Irene e Ivonne  y el discurso, era el que debían dar, con motivo de la muerte de su padre.

Se está realizando el velatorio en la casa  y los espectadores vemos otro ambiente, la cocina, donde vemos a estas hermanas, preocupadas por atender a los deudos y más que nada por sostener a su madre Isabel, que se ve visiblemente afectada, por la partida de quien fue su compañero de toda su vida.

A estos personajes, debemos sumar a Ivàn, el hijo adolescente de Irene, la hermana del medio, que justo en ese momento tan particular, recibe la visita de su nuevo novio Alex, que quiere darle su apoyo y compañía.




Con pocas escenas, nos daremos cuenta, que estamos en presencia de una familia particular y con muchas problemas. Los diálogos entre las hermanas son ácidos y por momentos despiadados, todas tienen sus problemas y tratan de ocultarlos, hay discusiones entre ellas, gritos y peleas, las tres tienen personalidades muy contrapuestas. Parecen solo unirse, cuando se preocupan por su madre, que acusa el golpe y se la nota confundida.

La obra tiene un ritmo intenso y mucha dinámica, los protagonistas entran y salen de escena permanentemente, se van generando múltiples diálogos y el ritmo de la pieza por momentos es frenético y esto sin dudas atrapa la atención del espectador.

Pese a que se viven horas tristes en la casa, la pieza está escrita en tono de comedia y se producen muchas situaciones desopilantes, como aquella escena, donde las hermanas se quejan por el hambre de los asistentes al velorio y que debido a los reclamos generalizados , iban a pedir 3 docenas de empanadas, para los concurrentes, por dar solo un ejemplo, las risas se extienden contagiosamente  y esto es prueba que la comedia planteada funciona.

La autora con mucha inteligencia explora sobre un tema que siempre da mucha tela para cortar, como es el de las relaciones familiares y los vínculos que se establecen, no siempre sanos entre los diferentes integrantes

Y vemos como muchas veces alguna tragedia familiar, puede traer a superficie conflictos que estaban bajo la superficie y que ahora a la fuerza emergen, dejando un panorama bastante desolador.




Como mencionamos anteriormente, es muy meritorio lo de María Figueras, que logra mantener a lo largo de pieza, un ritmo vertiginoso que en todo momento mantiene al espectador en alerta, ya que es mucho lo que pasa sobre el escenario.

Debemos mencionar seguidamente, la importancia que tiene el muy buen elenco reunido, para que la obra funcione en tan buena forma.

Arranquemos por Julia Catalá, como Inès la hermana mayor, sufrida y tratando de ocultar los problemas con un marido que la engaña y lo está dejando. Pese al caótico momento personal que està viviendo, es la que intenta tomar las riendas de la situación y encarrilar al resto. Una gran interpretación la de Julia.

La hermana del medio, es Tamara Kiper, como Irene, amante de la fotografía y en lucha permanente para criar a un hijo adolescente rebelde. Tamara es una excelente actriz, que tiene gran experiencia en familias disfuncionales, ya que es una de la actrices que está desde el arranque en La Omision de la Familia Coleman. Una elección muy acertada la de Tamara, ya que se la nota muy cómoda en el papel y con mucho recorrido, para darle un gran lucimiento a su personaje.

La menor de las hermanas es Ivonne, Florencia Di Paolo , parece ajena a las responsabilidades de las mayores y no darse cuenta que ha muerto el padre, se nota que es rebelde, muy liberada sexualmente y abierta siempre a la diversión. Gran composición la de Florencia, en un personaje complejo, que resuelve con mucho acierto.





Como pueden ver en la presentación de las hermanas, vemos como cada uno de ellas tiene una personalidad muy distinta, tienen pocos puntos de coincidencia y discuten mucho entre ellas, se tienen poco cariño y se lastiman mucho con la palabra.

El único punto de coincidencia que tienen, es respecto de la madre, saben que tienen que apuntalarla, pero también tienen claro, que ninguna, quiere hacerse cargo de ella.

La actuación de Elena Petraglia, como Isabel, la madre, es magnífica. Con riesgo de ser injustos podríamos aseverar que es la interpretación más destacada de la pieza, en una obra con actuaciones muy parejas. Elena compone un personaje delicioso, que pasa en un instante de la angustia por la pérdida a un estado de euforia. Es la verdadera titiritera de esta familia, le encanta ser el centro de atención y explota muy bien esa situación. Muy graciosas sus intervenciones, cuando busca por los rincones de la casa, alguna botella escondida de alcohol. Una gran actriz Elena, que aquí encuentra mucho espacio para lucirse.

Vayamos a los hombres, mencionemos a Nicolás Romeo, como Ivan, el hijo de Irene, está en una edad peligroso, donde el despertar sexual y la atracción por adicciones, se presentan en su personaje, que muestra una rebeldía potenciada, por estar rodeado de tantas mujeres, tan particulares todas.

Un dato curioso, que el lector atento, seguramente habrá notado, los cinco personajes mencionados, tienen un nombre que comienza con I, este hecho que el autor introduce casi en forma casual-

El elenco se completa con José Escobar, como Alex, es un hombre humilde y de buen corazón, que llega a este casa de locos, en un momento tan particular y doloroso, porque quiere acompañar a Irene, sin dudas la quiere y es capaz de soportar las ácidas críticas de los miembros de una familia, que no vè con buenos ojos su presentación, justo en este ocasión. José es un gran actor, al que vimos este años en El Amor es un Bien, donde también cumple una gran labor. Es otro de los puntos altos de la obra y  compone en forma deliciosa su personaje.

Se hizo un poco larga la mención, pero creo que es un acto de justicia, con los muy buenos actores que reúne la obra y con el hecho de que ellos, son los grandes responsables que la trama se desarrolla con tanta fluidez.




En cuanto a la puesta, se aprovecha en gran forma la sala del Camarín, poco profunda y alargada, que permite buen despliegue de los personajes y muchos desplazamientos.
Y tiene muchos detalles a destacar, como los elementos que se suman a la escenografía y aportan lo suyo, como el piano en el que se sientan diferentes integrantes de la familia, al igual que esa silla de ruedas, que era del padre y ahora es usada por los otros miembros, casi en forma sacrílega,

En definitiva, Hermanas es una muy interesante propuesta, si bien el tema de las familias disfuncionales puede parecer algo trillado, en este caso el hilarante guión y el muy buen elenco reunido, consigue darle una impronta particular y un ritmo que no decae nunca, situaciones que se suceden sin situación de continuidad, siempre yendo por el lado del humor y provocando muchas risas en el espectador, que ríe aún nota lo tragicómico de la situación.

Secretos bajados guardados bajo siete llaves que se revelan y familias que bajo una apariencia de normalidad, que quieren mantener a toda costa, ocultan situaciones que no andan nada bien.

Pasamos una muy linda noche de teatro, con esta comedia negra y el aplauso prolongado que recibieron los actores al finalizar la función, dejan claro que la obra gustó y que estas Hermanas tienen mucho que contar.


Pensador Teatral.

jueves, 10 de agosto de 2017

Contemplo la Nieve que cae Blandamente


Temporada 2018: Sábados 18 hs en El Tinglado  ( Mario Bravo 948 )


Temporada 2017 :Domingos 20 15 hs en El Tinglado  ( Mario Bravo 948 )





Dramaturgia de Alberto Drago y Dirección de Eduardo Lamoglia.

El teatro nos convoca una vez más al bello y renovado Tinglado, para ver Contemplo la Nieve que cae Blandamente, pieza que nos presenta en su comienzo a dos hombres anónimos, sentados en un elegante bar porteño, compartiendo una charla.

Lo primero que debemos aclarar, es que el día de este encuentro, no fue un día más, ya que se produjo el 9 de Julio del 2007, fecha que quedará en la historia, ya que ese día nevó en Buenos Aires.
Hubo que esperar casi 90 años, para que este hecho se volviera a producir, ya que la anterior nevada en la ciudad , había ocurrido en 1918.

Y a renglón seguido, mencionamos que estos dos hombres que vemos, pertenecen a diferentes generaciones y se muestran con personalidades contrapuestas,  Luis ( Julio Ordano )  el mayor, superando los 60 años, es un escritor tan reconocido, como soberbio. Y Paul ( Ulises Puiggrós ), un joven cercano a los 40, que observa atónito la dialéctica de aquel hombre, amante de los desfiles militares y detractor de pasiones populares arraigadas como el fútbol y el tango.

Nada parece unir a estas dos personas, en apariencia pertenecen a universos diferentes, la ideología del escritor es polémica y enerva, mostrando un desprecio grande por las masas populares y en general por todo lo nacional. Para este hombre, todo lo bueno proviene del exterior. Es más, hasta le desagrada ver caer nieve en Buenos Aires, se indigna con el suceso meteorológico y no tolera que los mozos salgan a la calle para ver este extraño fenómeno para estos lares y enseguida aclara, como si alguien se lo preguntara, que la nieve de aquí, nada tiene que ver con esa nieve azul que cae en Niza, la nacional debe ser una nieve berreta o de segunda. Solo pensar que el Riachuelo puede tener sus pestilentes aguas cubiertas de nieve, le produce repulsión.





Paul al principio de la charla parece estudiar a aquel hombre que habla con aires de grandeza y lo escucha con fastidio, pero con respeto, pero cuando los minutos pasan, lo que escucha lo va agotando y de a poco su paciencia se agota y se cansa de las palabras de aquel hombre, que no admite errores y trata con absoluto desprecio al prójimo.

En ese arranque, no queda claro, el motivo por el que estos dos hombres, están compartiendo una mesa en aquel bar, ( el escritor toma té y el muchacho es amante del café, ni en ese hecho menor coinciden ), hasta que en un momento se producirá la revelación que aclarará la razón de ese encuentro.

No vamos a relevar el motivo, para conservar el suspenso, solo diremos que esta revelación cambiará por completo el rumbo de aquella charla, que transitaba por temas triviales y a partir de ese momento, la obra será otra y sentimientos como el rencor, el miedo y también el amor, comenzarán a tomar un dramático protagonismo en aquel encuentro.






Es momento de hablar ya, de las actuaciones y arranquemos por Julio Ordano, quien realmente cumple una actuación extraordinaria, sin dudas la riqueza del texto y la intención del director, le dejan espacio para un total lucimiento y vaya si lo aprovecha. Su vozarrón domina el espacio escénico, su presencia es imponente , logra cautivar al público, que desde al arranque, celebra cada una de sus intervenciones.
Julio es un actorazo, un animal de la actuación y aquí compone con maestría este personaje, un escritor soberbio, insensible y extremadamente ácido e irónico en su discurso y en su postura.
Un placer verlo en escena a Ordano, que se realmente se come la obra, con esta interpretación fabulosa.

Y que decir de Ulises Puiggrós, joven y talentoso actor. Indudablemente todo un desafío para Ulises, acompañar a un arrollador Ordano. Y realmente es meritorio lo suyo, ya que sale airoso de este reto, componiendo a un joven auténtico, que con una admirable dignidad, busca conocer su identidad. Logra dar absoluta credibilidad a su personaje y se convierte en una muy buena segunda guitarra, entendiendo que es imposible competir con ese personaje omnipresente que compone Ordano, que hasta se atreve hasta a cuestionar a Carlos Gardel. Es muy bueno lo de Ulises, que cumple al pie de la letra lo que le pide el director y con su enorme generosidad, deja el camino limpio a un actor de los kilates de Julio,  para su lucimiento extremo.

Una perlita, en cuanto al título de la obra, por un lado Drago, el autor, permite que el protagonista cuestione a un intocable para los argentinos,  como Carlos Gardel, casi una herejía. Y por el otro lado, el título de la pieza,  Contemplo la Nieve que cae blandamente. es una frase que se nombra en el tango Anclao en París, escrito por Enrique Cadicamo y grabado por Zorzal criollo en la capital francesa en 1931, siendo este sin dudas un guiño, en homenaje al Morocho del Abasto.





La puesta es muy bella, debiendo destacar el excelente diseño escenográfico a cargo de Sabrina López Hovhannessian, que nos representa con absoluta fidelidad un típico bar porteño con su clásico mobiliario. La iluminación de Sebastián Crasso, es muy destacable y contribuye a recrear los diferentes ambientes que requiere la historia, de acuerdo a los momentos que irá transitando.

La obra nos hará reflexionar, sobre las diferencias generacionales y dejará en evidencia como muchas veces, personas exitosas en su actividad y con una riqueza intelectual envidiable, presentan tantas carencias desde el punto de vista humano / emocional y muestran dificultades alarmantes, para construir vínculos, con sus semejantes.

En definitiva, confluyen un texto muy rico, de un autor de renombre como Alberto Drago, una dirección precisa de Eduardo Lamoglia y actuaciones superlativas, que debemos resaltar.

Los prolongados aplausos, que reciben los protagonistas de esta historia, al finalizar la función, en un colmado Tinglado, confirman que la obra gustó mucho y que cerrar el Domingo viendo Contemplo La Nieve que cae Blandamente, es una excelente idea. Salvo que prefieras quedarte en casa, mirando por la ventana y esperando que nieve de nuevo en Buenos Aires ??
No lo dudes, andá a El Tinglado y disfrutá de esta hermosa obra.


Pensador Teatral.