miércoles, 16 de agosto de 2017

La Joya más Preciada

Sábados 22 15 hs en Teatro La Comedia.






Dramaturgia de Patricia Suarez y Sandra Franzen y Dirección de Graciela Pereyra.

En esta ocasión, el teatro nos convoca para ver La Joya más Preciada, obra que lleva seis meses en cartel, agotando localidades en cada una de sus presentaciones. Con semejante antecedente y conociendo la calidad de las autores y del elenco, presumíamos que nos esperaba una muy buena noche de teatro y realmente, no nos equivocamos.

La obra se desarrolla en las primeras décadas del Siglo XX y la historia nos introduce en la monarquía británica, vamos a ser testigos privilegiados de las intrigas palaciegas de aquellos años, en los cuales el Príncipe George  ( Ulises Puiggrós ), quien luego sería nombrado Duke de Kent, escandalizaba a la Corona Real, por sus múltiples aventuras amorosas, que eran el comentario de todos, pese a los esfuerzos de todo el entorno, por acallar esos rumores.

Uno de sus principales amoríos fue con el actor y dramaturgo Noel Coward ( Darío Cortes ), con quien vivió una apasionada relación, que incluyó un nutrido intercambio epistolar, que en manos de personas que quisieran hacer daño, serían un problema grave para la reputación de la Corte Real.





Su madre, la Reina María ( Alicia Muxo ) cansada del comportamiento de su hijo y de las habladurías de todos, decide tomar cartas en el asunto y buscar que George siente cabeza.
Y cuál era su plan para que esto ocurra ???
Armarle un matrimonio por conveniencia y para ello decide traer a Marina ( Débora Longobardi ) la Príncesa de Grecia y Dinamarca. Amante de la moda y ávida por dejar territorio griego y sumarse a la realeza inglesa, la princesa pese a conocer lo difícil de la misión, acepta el desafío de la reina y tratar de acercarse a George, para ganar su corazón y luego contraer matrimonio, para de esta forma, conseguir escapar de Grecia y acoplarse a la vida más seductora, que puede ofrecer la realeza inglesa.

La obra, nos hará reflexionar sobre como muchas veces los mandatos familiares y sociales, se buscan imponer por sobre nuestros propios deseos. Y como muchas veces las apariencias son lo más importante, no importa cual es la realidad, lo importante es, lo que el otro puede percibir. Con ese objetivo, somos capaces de generar todo tipo de situaciones forzadas y simuladas, solamente para cuidar las apariencias.
Esto es algo que sucedía en la realeza inglesa el siglo pasado y sigue ocurriendo en la actualidad.

Para mantener el suspenso, no vamos a revelar en esta reseña, si finalmente la Princesa Marina, logrará convencer a George que sea su esposo o sí el príncipe seguirá soltero y con sus andanzas.





Como dato interesante, mencionar que la historia escrita por dos dramaturgas de gran trayectoria en nuestro teatro, ventila una cuestión muy poco conocida, al revelar que la diplomacia argentina, estuvo envuelta en alguno de los affaires de George. El espectador cuando vea la obra conocerá esta revelación interesante, que al mismo tiempo, será determinante para el título que lleva la pieza.

La trama se desarrolla con mucha fluidez y la atención del espectador no decae en ningún momento, en esto además del interesante guión, tiene gran influencia las magníficas actuaciones que tiene la pieza.

En primer lugar debemos destacar, a Ulises Puiggrós, el protagonista principal de la historia. Logra una excelente composición del personaje, dotando de mucha sensibilidad y realismo a su Príncipe George. No es un papel sencillo, pero Ulises lo resuelve en gran forma, cumpliendo una actuación sobresaliente y demostrando su versatilidad y que es un excelente actor. Nuestro reconocimiento por su gran trabajo aquí.

Seguidamente hay que mencionar a Débora Longobardi, una actriz con una presencia escénica admirable, su gestualidad, sus miradas y su tono de voz tan particular, le permiten un gran lucimiento y componer a una Princesa Mariana que se destaca muchísimo. Débora es una actriz joven y talentosa y en esta pieza, vuelve a ratificar sus condiciones, con una actuación magnífica. Destacar que desde que ingresa a escena, se lleva todas las miradas, indudablemente tiene un carisma especial y un futuro enorme.





Esta dupla de Ulises y Débora, tiene una química particular, ya los vimos actuar juntos y  magníficamente a ambos, el año pasado en La Música de Marguerite  Duras, se entienden muy bien y no hay dudas, que juntos se potencian.

Alicia Muxo, es la Reina María y con una gran entrega, compone a una madre igualmente preocupada por el bienestar de su hijo y la buena reputación de la familia real, nos gustó mucho su interpretación, aportando frescura a la pieza y algunos momentos graciosos.

Por último mencionar a Darío Cortes, como Noel Coward, una verdadera revelación, ya que se incorporó recientemente al elenco ( esta fue su segunda función ) y lo notamos con mucha seguridad y mucha personalidad para llevar adelante su papel, consiguiendo complicidad y gran conexión con George, algo que la obra requiere y celebra.

Sin dudas, las magníficas actuaciones que presenta la obra, mucho tienen que ver con el buen suceso de la pieza y en esto también hay que darle mérito a la directora Graciela Pereyra, que logra darle a los protagonistas el espacio y la libertad  necesaria, para su lucimiento.





Es momento de hablar de la puesta y del encanto que tiene la sala 3 de La Comedia, tan señorial, con tanta madera, sin dudas es la locación ideal para esta pieza, ya que tranquilamente podría tratarse del interior de un castillo inglés del siglo pasado.

La puesta es íntima y minimalista, la cercanía del espectador con los actores es absoluta y esto es algo que se disfruta mucho, ya que permite seguir cada movimiento, cada mirada, sin perder el mínimo detalle.
Otro rubro a destacar, es el del vestuario a cargo de Cecilia Bruck, dotando de mucha elegancia a los protagonistas, con la ropa de época.
Todos los detalles están cuidado y esto contribuye a la belleza que tiene esta distinguida puesta.

En conclusión, en primer lugar entendimos las razones por las que La Joya más Preciada, lleva ya seis meses en cartel con gran suceso, ya que se reúnen,  un guión que atrapa, con un anclaje histórico que lo hace aún más interesante, una dirección precisa y principalmente actuaciones excelentes, que se disfrutan muchísimo.

Recomendamos mucho la obra y celebramos que el teatro independiente, nos siga ofreciendo espectáculos de esta calidad. El prolongado aplauso que reciben los protagonistas al término de la función, es un merecido reconocimiento del público, por la hermosa y señorial noche de teatro vivida.



Pensador Teatral.




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