Dramaturgia de Carlos La Casa y Daniel Cúparo, con Dirección de Daniel Cúparo.
Los Tutores, llega al Paseo La Plaza, luego de haber sido una de las ganadoras de la tercera edición del Concurso Contar, que organizar la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales, Argentores y la Asociación Argentina de Actores.
Esta iniciativa tiene como objetivo, estimular a los autores nacionales en el circuito comercial de teatro, ya que las obras seleccionadas, son apadrinadas por importantes productores, permitiendo la llegada de las piezas, al circuito del teatro comercial.
Recordemos que Carlos La Casa, tiene experiencia en esta lides, al haber ganado una edición anterior del Contar, con otra obra de su autoria, Todas las Rayuelas, protagonizada por Hugo Arana, que el año pasado se presentó con gran suceso en El Multiteatro.
En esta oportunidad, junto a Daniel Cúparo, escribío esta comedia que pone foco en la institución educativa, explorando el comportamiento de los alumnos, de los padres y de las autoridades escolares, logrando que el espectador se identifique muy fácilmente con las historias, que además de divertidas, le resultan muy cercanas.
La trama nos presenta una reunión de padres, organizada por la directora del prestigioso y exclusivo establecimiento educativo al que concurren sus hijos, para informar que los alumnos han cometido un hecho delictivo grave dentro del colegio. Les mostrará los videos que documentan el hecho y con ese disparador, los padres emprenderán una cruzada, para evitar que el hecho trascienda fuera de la escuela y sus hijos sean sancionados, claro que en vez de unirse, comenzará una lucha, que se parece más a un salvese quien pueda.
La obra funciona a pleno, porque logra su objetivo primordial, que es hacer reír al espectador, lo consigue con texto actual, acorde a los tiempos que vivimos, siendo dinámica y con muy ricos cruces dialécticos, ya que cada uno de los padres, tiene un pensamiento diferente. Se han creado en forma inteligente los distintos personajes, provocando muchas situaciones hilarantes, por ese choque de culturas y edades que mencionamos.
Si a este guión inteligente, le sumamos el muy buen elenco elegido, no es de extrañar, que la idea funcione, logrando que el público se ría mucho. Son esas obras, que al tener tanta variedad de personajes, hace que cada espectador tengo un personaje favorito que lo hará reír más.
Arranquemos por Hugo Arana, un actor de gran carisma, al que vimos el año pasado en Todas las Rayuelas, luego de superar algunos problemitas de salud, aquí lo volvemos a disfrutar en el papel de Héctor, el abuelo de uno de los alumnos, chapado a la antigua, algo facho y muy poco tolerante. Un actor enorme Hugo, ejemplo de lucha y un lujo siempre verlo en escena, mostrando siempre el valor de la experiencia.
Laura Oliva, como Fabiana, nos gustó mucho, mostrando sus conocidos recursos para la comedia y para los monólogos ( el año pasado nos sorprendimos positivamente, con su papel en Lo Único que hice fue Jugar, muy buen drama ). Acá Laura, muestra, una gran presencia escénica y se luce mucho en la comedia, en el papel, preocupada por su hijo adolescente.
Ludovico di Santo, es otro de los puntos altos de la pieza, el marido de Laura en la ficción, compone a un político en campaña, parlanchín y medio chanta, que quiere irse pronto de esa reunión de padres, para irse a un acto, donde lo está esperando el Chaqueño Palavecino. Un papel muy festejado por la platea.
Paula Kohan, es para nosotros una gran revelación, madre moderna, profesora de yoga y amante de todo lo natural y las disciplinas alternativas, le otorga mucha frescura a la trama, con momentos hilarantes y muy divertidos.
Dan Breitman, es un padre moderno, que chocará mucho en especial con Hugo Arana que no lo entiende, generándose duelos muy graciosos.
Dejamos para el final a Mónica Cabrera, es la directora de la escuela, la que convoca a los padres, para comentarles el delito protagonizado por sus hijos. Cumpliendo una composición magnífica, como esa típica directora de escuela algo autoritaria, con todos los vicios y muletillas, que nos suenan tan familiares. Mónica tiene un histrionismo y un carisma especial para el humor, asegurando risas en cada una de sus intervenciones, siendo tal vez el personaje que más risas nos generó.
Como comentamos, se reunió un elenco variado en edades y personalidades, pero todos talentosos y con gran trayectoria, que se muestran muy cómodos en la comedia y los autores, posibilitan a todos ellos, en algún momento de la trama, un espacio para el lucimiento individual, además de funcionar bien en el conjunto, estando siempre los seis en escena.
Siempre cómoda la Sala Plaza Neruda del Paseo La Plaza, predispone muy bien al espectador, para disfrutar la obra, con una puesta, que presenta un muy destacado diseño escenográfico, con los cuadritos de diferentes divisiones, que decoran la oficina de la directora y un diseño lumínico importante.
En definitiva, Los Tutores, es una muy buena posibilidad de ver los trabajos de jóvenes dramaturgos como Carlos La Casa y Daniel Cúparo, con la oportunidad de mostrarse en el teatro comercial, con una comedia actual y efectiva, que cumple con creces su objetivo de hacer reír al espectador, con una obra muy entretenida y un elenco muy talentoso.
Nos reímos mucho y por eso recomendamos la obra, una muy buena salida, para disfrutar de una velada divertida, con un humor ácido y situaciones con las que nos vamos a identificar de inmediato.
Pensador Teatral.