miércoles, 18 de abril de 2018

Yo, Encarnación Ezcurra

Domingos 18 hs en Teatro del Pueblo ( Av. Roque Saenz Peña 943 )






Dramaturgia de Cristina Escofet y Dirección de Andrés Bazzalo.

La historia muchas veces, tiene figuras que decide dejar en el olvido y dar poco testimonio de sus vidas. Sin dudas este es el caso de Encarnación Ezcurra, la esposa de Juan Manuel de Rosas, el Restaurador de Leyes, uno de los gobernadores con mayor consenso en la historia de la Provincia de Buenos Aires, caudillo para algunos, tirano para otros, pero sin dudas unas de las figuras políticas más importantes y controversiales, que tuvo el país, en la primera mitad del Siglo XIX

Pero aquí no hablaremos de Rosas, sino de su esposa, de Encarnación o la Negra Toribia, con la llamaban despectivamente sus detractores por su fealdad y su sangre mestiza.
Inteligente y conocedora de la política, para muchos fue el sostén de Rosas, en muchas de sus ideas y decisiones cruciales de gobierno, un verdadero poder en las sombras.






De carácter fuerte, indomable, orgullosa de sus orígenes indios, del candombe y de ser querida por el pueblo, por la paisanada, que siempre la respetó y admiró. Amante de la política, siempre atenta a las conspiraciones y a los traidores que acechaban a su esposo, Encarnación siempre veló por cuidar la espalda de Rosas, de los traidores de bando ajeno y propio que lo acechaban.

El guión de Escofet, echa luz, sobre una figura muy interesante de nuestra historia, en una época donde muy pocas mujeres, lograban tener alguna influencia política, sin dudas una adelantada para la época,

Hecha la introducción a la figura de Encarnación Ezcurra, mencionemos ya que este unipersonal, tiene una interprete de lujo, Lorena Vega, que realmente brilla en el escenario y compone el personaje con maestría.

La presencia escénica de Lorena es imponente, se la nota segura y disfrutando del papel que representa, con una pasión y una entrega que conmueven. Su voz, sus movimientos, sus diferentes estados emocionales, todo es llevado de manera perfecta en su representación, dando a su relato una cadencia muy difícil de lograr.






Vemos muchos unipersonales en cartelera, pero esta interpretación de Lorena, es superlativa, con un grado de excelencia, que hay que destacar. No extraña entonces, los premios recibidos por la protagonista, el año pasado, gracias a este papel, entre ellos el Premio ACE a la Mejor Actriz y sin dudas seguirá acumulando muchas distinciones más, porque su actuación, no es algo que se vé todos los días, es una verdadera clase magistral de actuación, que cualquier estudiante de teatro debería aprovechar.

A la tremenda intepretación de Lorena, debemos sumar, una bella puesta minimalista propuesta por el director Andrés Bazzalo, con un espejo y un sillón que se destacan, aprovechando al máximo, el grado de cercanía que permite esta sala subterránea del Teatro del Pueblo, donde el actor está cara a cara, con los espectadores, algo que se disfruta en las obras normales, imaginen como se disfruta aquí, cuando tenemos una interpretación de este calibre.

Hay varios iíems para destacar en la puesta, ya que si bien la obra es un unipersonal, Lorena no está sola en escena, ya que la acompañan músicos en vivo que se lucen mucho y le agregan mucho valor a la pieza, nos referimos a Agustín Flores Muñoz, Martín Miconi y Malena Zuelgaray, aportando hermosas melodías con sus instrumentos, con sus bellas voces y también con los efectos especiales y sonidos de fondo, que condimentan el florido relato de la protagonista.






Sin dudas que Yo, Encarnación Ezcurra, es una de esos espectáculos teatrales que de ninguna manera podemos dejar pasar. Un guión interesante, que redescubre a una mujer olvidada de nuestra historia, una dirección precisa que crea el ambiente ideal para que la talentosa Lorena Vega, nos deslumbre, con una interpretación fantástica. Los espectadores que ya vieron ya la obra, certificarán que nuestros elogios para la protagonista, son merecidos y para exagerados y aquellos que aún no vieron la obra, no dudamos que cuando la vean, coincidirán en forma unánime con nuestra opinión.

La obra transita sus segunda temporada de suceso, todas sus funciones son a sala llena, con un público que sigue el desarrollo con una atención y un silencio sepulcral, no queriendo perder ningún detalle, disfrutando cada momento. El emocionado y prolongado aplauso que recibe la protagonista al final de la función, certifican la satisfacción de los espectadores y coronan la gran velada de teatro vivida.

Nuestra máxima calificación para Yo, Encarnación Ezcurra, teatro independiente de calidad, que nos enorgullece..



Pensador Teatral.



martes, 17 de abril de 2018

El Centésimo Mono

Sábados 20 hs en La Carpinteria ( Jean Jaures 538 )







Dramaturgia y Dirección de Osqui Guzmán.

Una propuesta muy original la que nos trae presenta El Centésimo Mono, un espectáculo donde magia y teatro se congenian para ofrecer al espectador una comedia, donde las ilusiones las risas y las emociones, estarán presentes toda la noche y donde la vida y la muerte se cruzarán en muchos instantes.

La obra tiene una trayectoria inusualmente extensa, ya que cumple su 8va temporada en cartel, desde su estreno allá en 2011, con un elenco conformado por Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Zaldua, que siete años después, son los mismos que en aquel comienzo, siguen saliendo a escena para deleitar a los espectadores.





Como mencionamos, es muy extraño y son contados los casos, en que una obra del off, logra mantenerse tanto en el tiempo. Cuando esto sucede, sin dudas la pieza tiene algún secreto o fórmula, que se vá transmitiendo boca a boca de los espectadores, provocando que la sala esté llena en cada función. Y en búsqueda de conocer ese secreto y con mucha expectativa, partimos rumbo al Abasto, para ver El Centésimo Mono, dirigida por el talentoso y querido Osqui Guzmán.

Digamos rápido y sin suspensos, que el secreto, es el enorme trabajo que hay detrás del espectáculo, una puesta donde todo funciona a la perfección, como una pieza de relojería, las iluminación, la música y un texto muy atractivo que se luce mucho, gracias a las extraordinarias interpretaciones de los tres protagonistas. Trabajo y talento son las palabras claves para entender el éxito de la obra.

Al inicio del espectáculo, un mago que oficiará de presentador nos informa, que en esta noche especial, la magia y la muerte se harán presentes. Y que tienen en común, la magia y la muerte, el mismo mago lo aclara, que al ser desconocidas y misteriosas ambas, son temidas por la gente.





Se cuenta que en esa noche, tres magos que no se conocen, ni pueden verse, ni pueden tocarse, serán sometidos en diferentes lugares a una operación y para la misma recibirán anestesia total. En este estado de inconsciencia, podremos entrar en sus mentes y observar que sueños allí se guardan, accediendo a un mundo onírico y profundamente poético,

No vamos a contar más del argumento, lo mejor es dejar que el espectador se deje llevar y emprenda el viaje que le proponen estos tres deliciosos personajes, que a lo largo de la noche, lo sorprenderán y mucho con sus trucos o ilusiones como ellos mismos se encargan de remarcar. Nos harán reír con sus ocurrencias y sus números, y nos harán emocionar ya que veremos a trasluz sus sentimientos.

Sorprendente y rica propuesta, que une dos disciplinas como la magia y el teatro, algo imposible de lograr, salvo que se reúnan para el convite, protagonistas que manejen ambas artes, algo que aquí se consigue, ya que tanto Pablo Kusnetzoff, Marcelo Goobar y Emanuel Zaldua, cumplen con esa doble función a la perfección y tan bien lo ejecutan,  que es difícil determinar si son mejores magos o actores, una se apuraría a destacarlos como actores, por la forma en que llevan adelante la historia, pero las ilusiones que veremos a lo largo de la noche, son muy logradas, con que la elección no es sencilla, dejaremos que usted espectador, cuando vea la obra, vea si puede elegir alguna de las facetas.





Los tres protagonistas, se lucen muchísimo y tienen un histrionismo que sorprende. Emanuel Zaldua, con su aire chaplinesco, es quien guía al espectador en el comienzo de la obra y uno de los que más risas consigue. Pablo Kusnetzoff, es quien tiene mayor pinta de mago, de aire serio y concentrado, sorprende con su ilusionismo y una voz magnífica  de locutor que impresiona. Marcelo Goobar, resulta el más descontracturado, siempre en movimiento y también muy gracioso.

Mencionamos alguna línea de cada protagonista de manera caprichosa, porque los tres están fantásticos, como magos y como actores, con mucha gracia los tres y logrando imprimir un ritmo vertiginoso a la obra, que en todo momento entretiene a los espectadores.

El Centésimo Mono, tiene mucho de poesía y de encanto, a quien escribe estas lineas, lo hizo rememorar épocas de la infancia, en que la figura de los magos, era imponente y todos queríamos que alguno de nuestros cumpleaños, sea animado por un gran mago con varita y galera.






La puesta que logra Osky Guzman, impacta por su potencia y por tener todos los detalles cuidados, hay una coordinación absoluta entre los tres protagonistas, sus movimientos parecen cronometrados.
Y hay varios ítems para destacar, un destacado diseño lumínico de Adrián Cintioli, el creativo diseño escenográfico y colorido vestuario de Gabriela Fernández y la música de Tomás Rodríguez. A lo largo de la pieza, todos estos componentes se destacan y contribuyen, a enriquecer una puesta de lujo.

En definitiva, entendimos perfectamente porque El Centésimo Mono, se convirtió en un clásico del off, llevando tantos años en cartel, reuniendo un texto lleno de poesía, en un espectáculo en el que magia y teatro se combinan de manera soberbia, gracias a los tres protagonistas fascinantes que vemos en el escenario y a un equipo que les crea el clima propicio, desde el fuera de escena.

Recomendamos mucho la obra, para aquellos que ya la vieron hace años y mucho mas, para quienes aún no la vieron, les aseguramos que vivirán una noche donde la magia y las emociones, estarán de fiesta.



Pensador Teatral.




lunes, 16 de abril de 2018

Carrousel

Viernes 20 hs en La Lunares ( Humahuaca 4027 )






Dramaturgia y Dirección de Ernesto Falcke

Una propuesta muy valiosa la que nos trae Carrousel, que pone foco, sobre el tema de la violencia de género de manera profunda, con un texto sutil y sin golpes bajos, pero logrando transmitir el mensaje en forma contundente.

La historia nos muestra los comienzos de una pareja, conformada por Matías Bertiche y Natalia Pascale, se los nota enamorados e ilusionados en ese arranque, como ocurre en todos los noviazgos que se inician. Se prometen fidelidad eterna, son muy felices de haber encontrado al amor de su vida.





Pero con el desarrollo del noviazgo, aparecen las primeras tensiones, el personaje de Matías, es muy absorbente, como el mismo lo dice, quiere mirar a través de los ojos de su enamorada, quiere saber todo lo que hace y hasta lo que piensa. Esa sensación de cuidar al otro y amarlo por siempre, vá dejando paso a una sensación de asfixia, en Natalia que siente que hay algo que no anda bien, en esa pareja que tanto prometía.

Y entonces, se desatará la tormenta que se venía anunciando, no vamos a comentar más, para conservar el suspenso, pero la relación en esa pareja, se quebrará y la violencia que se insinuaba, correrá el velo y aparecerá con toda crudeza.

Las actuaciones que presenta la obra, son magníficas, tenemos a  Natalia Pascale, una actriz carismática y muy talentosa, a quien vimos el año pasado lucirse mucho en Los Sueños de Matrioshka, otra entrañable pieza del off,
Aquí logra transmitir toda la sensibilidad que requiere su personaje y se disfruta mucho ver como su rostro y sus emociones, se ván transformando a medida que avanza la relación con su enamorado. Un gran trabajo el de Natalia, con una entrega muy grande, desde lo actoral y desde lo físico, en un papel muy exigente.






Su compañero Matías Bertiche, no se queda en zaga, ya que construye su personaje de manera admirable, pasando de ese ser ese compañero seductor y encantador del comienzo, a un ser  manipulador y psicópata, que acorrala a su pareja.

Natalia y Matías se lucen mucho en lo individual, pero creo que el mayor mérito de ambos, es lograr una gran conexión entre ellos, sus cuerpos, sus miradas y sus movimientos, están en una misma sintonia, algo que pide la obra y saben resolver muy bien.

Además de los actoral, los protagonistas se lucen mucho en las coreografías que ejecutan, donde hablan a través de sus cuerpos, dando mucho poesía y belleza visual a la puesta.






Hablando de la puesta, la misma es cálida e íntima, cercana al espectador, que se siente identificado con la historia que se desarrolla, gran acierto aquí del director.

La obra, trata la problemática de la violencia de género y deja en claro que muchas ocasiones, esta violencia, no solo puede ser física, muchas veces la violencia psicológica que se ejerce sobre la mujer, es igualmente devastadora y consigue de a poco alejar a la mujer, de su familia, sus amigas y su círculo más íntimo, quedando en un estado de soledad vulnerabilidad, que facilita las cosas para el victimario, algo que en la pieza queda en evidencia.

Es importante destacar, el original formato que presenta Carrousel, ya que la finalizar la obra, arranca un debate muy enriquecedor, en que además del público, participan el director, los actores y algunos invitados especiales, conocedores del tema, por lo que se produce un intercambio muy enriquecedor de opiniones , que aprovechando el disparador de la obra vista, permite darle una mayor profundidad a las discusiones y reflexionar sobre la cuestión con más elementos.






Celebramos que nuestro teatro independiente, abarque este tipo de temáticas, tan actuales y tan candentes, ayudando a crear conciencia en los espectadores, que muchas veces piensan que la violencia de género solo se produce cuando ocurre una agresión física, sin reparar que las formas de agresión son muchas más amplias y en muchos casos están naturalizadas por el contexto.

Por eso es tan importante y esclarecedora Corrousel, una obra que recomendamos mucho y esperemos tenga mucho recorrido, no solo en Buenos Aires, sino también en el interior, donde la violencia de género, es más común más de lo que pensamos, debido a valores patriarcales muy arraigados en la sociedad.

En definitiva, una obra que se disfruta, por su texto profundo, por las magníficas actuaciones y por el debate posterior que ofrece. Teatro independiente de calidad, que crea conciencia.



Pensador Teatral.




jueves, 12 de abril de 2018

UZ, El Pueblo

Martes 20 hs en La Carpintería Teatro ( Jean Jaures 858 )






Dramaturgia de Gabriel Calderón y Dirección de Mateo Chiarino.

Comedia negra escrita por el dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón, estrenada en Montevideo en el 2005 y que llega a Buenos Aires, en este interesante puesta de Mateo Chiarino, significando su opera prima como director.

La pieza, en tono de sátira y humor negro, nos invita a una interesante reflexión, acerca de nuestras creencias y en especial al poder de la religión y sus dogmas sobre nuestras vidas, yendo al extremo de generar situaciones que parecen llegar a lo absurdo, pero no lo son tantos y se cuestionan son valores que parecen sagrados.






Uz, el Pueblo, tiene varias referencias bíblicas, la más clara aparece en su nombre, Uz es un lugar mencionado en el Antiguo Testamento, como la patria de Job. Yendo al argumento de la obra, el autor nos cuenta la historia de una familia ejemplar, que vive una vida color de rosa, en un pueblo, en el que la felicidad parece ser la moneda corriente y todos están orgullosos de seguir la palabra y el camino de Dios.

Aquella familia modelo, esta formada por Grace ( Silvina Bosco ) una devota mujer, que vive felizmente casada con su esposo Jack ( Pablo FInamore ), que la ama con locura y son sus adorables hijos, Tomás ( Matías Odorico ) el mayor y boy scout ejemplar, que planea ingresar en el ejército para servir a la patria y Dorotea ( Lucia Villanueva ), la hija menor, que es autista.

Todo es armonía en aquella familia, hasta que una mañana como cualquier otra, Grace estando sola en la casa, escucha la voz de Dios. No lo puede creer, su Dios le habla, la eligió seguramente por su devoción y su alegría es inconmensurable. Pero durará poco su dicha, porque el pedido que le hará Dios, que será el disparador de la obra, la sorprenderá y descolocará por completo.






Para comprobar, la incondicional obediencia a su palabra, Dios le pondrá a prueba, de una manera impensada, le pedirá que asesine a uno de sus hijos, aquí aparece otra referencia bíblica, que nos recuerda al mandato que recibió Abraham, para que ofrende al Señor, la vida de uno de sus hijos. En el caso de Grace, se le indica expresamente, que no puede comentar a nadie, aquella conversación divina.

El pedido recibido como pueden imaginar, caerá como una bomba y desequilibrará por completo a la ejemplar madre de familia, que a partir de ese momento, visiblemente perturbada por la macabra tarea encomendada, no dudará en hacer lo que se sea para cumplir el pedido de su Dios.

Cumpliremos lo dicho y no vamos a seguir contando, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra un sinfín de situaciones desopilantes y disparatadas, que lo van a hacer reír mucho, por lo absurdo y grotesco y como situaciones chiquitas, se irán agrandando hasta un punto, que no habrá  posibilidad ya de volver atrás.





Si hay algo que sorprende de la obra, es el muy buen elenco reunido y lo numeroso del mismo,
La gran protagonista de la pieza, es Silvina Bosco, gran actriz, protagonista de numerosas telenovelas y unitarios en la TV. El año pasado la vimos brillar en Miembro del Jurado, bajo la dirección de Corina Fiorillo en una recordada puesta en el Teatro del Pueblo.

La interpretación de Silvina, como Grace, es fantástica, logrando una increíble transformación de su personaje, que en el comienzo será de una manera y con el desarrollo de la obra irá mutando por completo. Esta metamorfosis, se produce en forma progresiva y casi imperceptible para al espectador, gracias a su talento y a una entrega absoluta.
Un personaje complejo, por lo vaivenes emocionales, que tiene el papel y que Silvina resuelve con maestría, realmente vale la pena verla.

Su esposo Jack, es interpretado por Pablo Finamore, otro gran actor, al que vimos en Salvaje, hace unos años, en una actuación que aún recordamos y le valió numerosos premios. Pablo es un actor de una enorme versatilidad y larga experiencia, aquí compone un personaje pleno de histrionismo, que se luce mucho, algo que no sorprende porque es un actorazo, siendo muy gracioso.





Silvina y Pablo, en nuestra opinión, son quienes se llevan las mayores ovaciones  pero no están solos en escena, por el contrario están muy bien acompañados.

Nombremos al resto del elenco, en un acto de justicia, ya que todos tienen su momento de lucimiento y saben como generar sonrisas en la platea.

Matias Odorico, es Tomás, el hijo mayor que tiene como ejemplo a su padre y será el que deba soportar los embates de su madre, debido a la misión encomendada, aportando mucha frescura a la pieza..
Lucía Villanueva, la hija menor, tiene un papel muy complicado, ya que hace de niña autista, en un papel, que vá de menor a mayor y se destapará sobre el final.
Nos gustaron mucho las actuaciones de los más jóvenes integrantes de la familia.






Mucio Manchini, es el sacerdote del pueblo, tiene gran autoridad y ascendencia en Uz. Muy gracioso también, en un personaje muy satirizado y envuelto en situaciones embarazosas. Delicioso personaje compone.

Agatha Fresco y Zuleika Esnal, son las locas del pueblo, las ovejas descarriadas y necesitadas casi con desesperación de algún hombre. Muy bueno lo de ambas.

Por último, tenemos al carnicero ( Mariano Caceres ) y su bella hija ( Cecilia Cósero ), aparecerán en escena, promediando la obra, debido a los desbarajustes que irá provocando Grace, es ese pueblo.
Mariano es un carnicero, algo violento y cuida de su hija, que lo sorprenderá con sus inclinaciones. Muy buena dupla también.





El elenco es numeroso y lo valioso que logra el director, en la puesta, es que les permite a todos tener espacio para lucirse, algo que debemos valorar.

Ante tantos personajes, no es de extrañar, que la pieza tenga una gran dinámica y el espectador recibe permanentemente estímulos para reírse.

Nos gustó el diseño escenográfico de Alejandro Mateo, en ese hogar donde predomina el color rosa, la iluminación de Ricardo Sica y un vestuario de Abril Raineri, que debemos destacar. Todos ítems que contribuyen a elevar la puesta que dirige en forma efectiva Mateo Chiarino.






En definitiva, estamos en presencia, de una original propuesta, irreverente, desopilante y sobre todo muy divertida, que nos invitará a reflexionar con ironía, en temas como la religión y su influencia, tema poco cuestionado, acá el autor, en clave de humor se atreve a hacerlo, con muy buenos  resultados.

Sin dudas, Uz, el Pueblo, es una obra muy recomendable para reír, para reflexionar, pero sobre todo para disfrutar de deliciosas actuaciones, de un elenco encabezado por Silvina Bosco y Pablo Finamore, donde todos se lucen y contribuyen a que el espectador se vaya a casa con una enrome sonrisa y pensando que muchas veces detrás de lo absurdo, se esconden muchas situaciones reales.

El aplauso prolongado, que reciben los actores al finalizar la función, son una muestra clara, que han disfrutado y se han reído mucho con la obra.


Pensador Teatral.


martes, 10 de abril de 2018

Solo Quiero que me Amen

Domingos 19 hs en el Centro Cultural San Martín ( Sarmiento 1551 )






Dramaturgia y Dirección de Juan Alvarez Prado

Marilyn Monroe es una figura que supo trascender su época, diva de Hollywood, mito erótico de los años cincuenta y sin dudas ícono femenino de todos los tiempos, tuvo una vida turbulenta y vertiginosa, en la que los escándalos, los conflictos amorosos y las adicciones, fueron una constante.

Su nombre real era Norma Jeane Beaker, tuvo una infancia muy dura, vivió muchos años en un orfanato, sintiendo la falta de una familia que la contuviera, algo que indudablemente tuvo influencia negativa en su adultez.






Yendo a la obra, que fue idea de Daniela Pantano, muestra en forma cruda, la disociación entre Norma y Marilyn, entre la mujer y la diva. Valiente y arrolladora para el exterior, detrás de la estrella, habita una mujer frágil, inestable emocionalmente y muy necesitada de amor verdadero y no solo de amantes que se le acercaban por su fulgurante belleza.

Creemos es un gran mérito de la pieza, presentar en escena a esta Marilyn humana, dependiente de las pastillas y al alcohol, que sufre enormemente la presión de se runa estrella y tener que demostrar en cada momento su valía como actriz y demostrar que no es rubia tonta, que llegó a Hollywood, sólo por compartir la cama con actores, directores y productores. Derribar esos perjuicios, fue una cuestión que siempre atormentó a Marilyn y la persiguió permanentemente.

Sin dudas que el gran sostén de la pieza, es la magnífica actuación de Daniela Pantano, quien indudablemente asumió un importante desafío, ya que representar a una diva de la estatura de Marilyn Monroe, no es algo sencillo. Y sin dudas, que Daniela supero el reto en gran forma, ya que con una presencia imponente y un histrionismo sorprendente, logra una Marilyn plena de belleza y sensualidad.







Con mucho aplomo y una entrega absoluta, Pantano brilla en el escenario, luciéndose mucho en la actuación y con un hermoso registro vocal, que nos sorprendió gratamente.
En nuestra opinión, una actuación consagratoria, la de Daniela, esta joven y bella actriz, que además de tener mucha determinación, es muy talentosa, combinación que le augura un futuro muy promisorio, en nuestro espectáculo.

Si bien la protagonista, es quien se lleva las mayores  miradas de la noche, tenemos que destacar el muy buen trabajo de su coequiper, Pedro Velázquez, como Arthur Miller, el dramaturgo y escritor, que estuvo casado con la diva y según muchos, fue su gran amor, además de representar a Laurence Olivier, actor y compañero de Marilyn, en el famoso film, El Príncipe y La Corista.
Nos gustó mucho su interpretación, destacándose mucho en las partes cantadas y formando muy buena pareja con Pantano.






Muy interesante la puesta que propone el director, creando una atmósfera íntima y acogedora, con el piso cubierto de pétalos de flores, que marca los limites escénicos, un diseño lumínico destacadísimo de Matías Sendon, al igual que el  distinguido vestuario de Jam Monti que le dá mucho glamour a los protagonistas.

Otro acierto, es la pantalla donde se proyectan imágenes de figuras de la época relacionadas con la actriz, que hablan sobre su vida y acercan testimonios interesantes y esclarecedores, que complementan lo visto en el escenario.

Párrafo aparte, para la música original que tiene la pieza, creación de Fernando Albinarrate, que junto a Alejandro Bidegian, con piano y saxo, acompañan en vivo con sus melodías, a los protagonistas, agregando mucho valor a la puesta.






Por todo lo mencionado, no sorprende que Solo quiero que me Amen, venga agotando localidades en cada función, desde su estreno. La figura de Marilyn, sigue despertando interés en el público y exponer su lado menos conocido y más íntimo , es una idea muy atractiva.

Iniciativa que se plasma en gran forma, gracias a la entrega y al magnetismo de Daniela Pantano, que como ya mencionamos, nos regala una interpretación superlativa, que marca un hito en su ascendente carrera.

El aplauso con que los espectadores, que colmaron la sala, premian a los protagonistas, al término de la función, son un justo reconocimiento por la velada vivida y por ofrecernos una mirada humana de la gran Marilyn Monroe.



Pensador Teatral.




lunes, 9 de abril de 2018

La Ira de Narciso

Jueves 21 hs y Viernes 20 30 hs.






Dramaturgia de Sergio Blanco y Dirección de Corina Fiorillo.

Luego del gran suceso que tuvo el año pasado el estreno de Tebas Land, gran parte del equipo que formó parte de ese proyecto, se vuelve a reunir para La Ira de Narciso.
Sin dudas la dupla del uruguayo Sergio Blanco como autor y de Corina, como directora, dejó muy buenas sensaciones y por eso se reedita.

En este caso, decidieron incluir en el proyecto, para el protagónico a un actor que también formó parte de Tebas Land y nos encanta como Gerardo Otero, al que siempre vimos lucirse y que en este caso iba a tener un desafío particular, ya que la obra tiene formato de unipersonal y era la primera vez que Gerardo, encararía uno.






La pieza tiene otros puntos en común, con Tebas Land, ficción y realidad se confunden nuevamente y el espectador deberá estar atento, porque enseguida descubre que no presenciará una obra diferentes a las que estamos acostumbrados a ver.

El género elegido el el de la autoficción, donde el autor, indudable se siente muy cómodo. De arranque y nos gustó esto, Gerardo Otero, aparecerá en escena, aclarando algunas de las reglas que tendrá la obra que fueron a ver, los límites del teatro de agrandan y Gerardo oficia de maestro de ceremonias, de lo que está por venir. Será el presentador, quien actúe, quien maneje las luces, los dispositivos tecnólogicos, pareciera que todo pasará por él. Será el amo y señor de lo que ocurrirá en la sala principal del Timbre 4.

El actor nos aclara, representará en la trama, a Sergio Blanco, el autor de la pieza y nos contará las vivencias del mismo, en ocasión de su visita a Liubliana, la capital de Eslovenia, ya que fue invitado para dictar una conferencia magistral, sobre el mito de Narciso.





No queremos contar demasiado, para conservar el suspenso, solo decir que al llegar el hotel en el que estará hospedado, curioseará con su celular, por una aplicación de citas, buscando algún ocasional compañero sexual y allí se interesará por Igor, un joven esloveno con muy buen físico.

En la primer noche en la habitación, descubrirá unas misteriosas manches de sangre en la alfombra, algo que inquietará a nuestro huésped, que repartirá su tiempo en Eslovenia, entre Igor, la preparación para disertar en la conferencia a la que fue invitado y tratar de descubrir el  origen de esas misteriosas manchas de sangre.

Hasta allí contaremos, el espectador cuando vea la obra, ayudará al protagonista a tratar de descubrir que misterio y que historia esconde aquella habitación de hotel en la lejana Eslovenia.






La obra tiene mucha fluidez y es atrapante, el mérito de ello, recae en Gerardo Otero, que sin dudas resuelve con creces el desafío de su primer unipersonal, donde además de actuar, como mencionamos anteriormente oficia de presentador y juega en escena con las luces y dispositivos tecnológicos.

Gerardo se maneja con mucho aplomo,  concentrado, se lo nota muy cómodo, disfrutando en escena y conduciendo a la perfección los tiempos que pide la obra, sabiendo como cambiar los registros cuando varía de personaje. Un papel que entendemos significa el crecimiento de Gerardo como actor y la confirmación, por si hiciera falta a esta altura, de su gran versatilidad, porque sus talento, ya es conocido por todos. Un gusto poder disfrutarlo aquí.





Agregar que además de la autoficción, Sergio Blanco introduce nuevamente un elemento mitológico en el guión. En Tebas Land era Edipo quien aparecía, aquí es Narciso y su mirada, que en nuestra opinión, quiere reflejar esa mirada del artista sobre su obra, que pese a que los años pasan, perdurará, como símbolo de resistencia.

Destacar una vez más, la puesta que propone Corina Fiorillo, la única mujer ganadora del Premio ACE de oro en el 2016, confirmando que es la directora del momento, con presencia en el off, en el circuito oficial y en el comercial, creemos que está en un momento dorado de su carrera y por eso hay que seguirla, ya que sus espectáculos, garantizan puestas que de disfrutan mucho. Aquí además de cambiar la disposición de algunas butacas, vuelve a  aprovechar las posibilidades que brinda esta sala y además introduce la tecnología en la puesta, con uso de celulares, pantallas donde se proyectan imágenes, música grabada, videos grabados, etc, Nuevamente una puesta al servicio del espectáculo, con muchos elementos que agregan valor y la aggiornan a estos tiempos modernos, donde la tecnología y las redes sociales, cada día crecen más.

Con todo lo mencionado, no sorprende entonces, la gran respuesta de público, que tuvo la obra desde su estreno. La Ira de Narciso, es sin dudas una de las piezas del off del momento, reuniendo talento y creatividad, en la dramaturgia, en la dirección y en lo actoral. Todos estos elementos confluyen, en un Timbre 4, que en los últimos años, se sigue consolidando como el mejor ejemplo, del gran momento que está pasando el teatro off en Buenos Aires.


Pensador Teatral.


Icho Cruz

Jueves 21 hs en Espacio Sísimico ( Lavalleja 960 )





Dramaturgia y Dirección de Candelaria Sesín.

Entrañable propuesta, que llega de la mano de Candelaria Sesín, la joven autora, nacida en Córdoba, que tenía la certeza que alguna vez escribiría una obra, que hable de su provincia y pudo concretar ello, ya que Icho Cruz, es un retrato de la vida pueblerina, en esta localidad serrana que la autora conoce muy bien, ya que allí, pasó muchos momentos felices de su infancia.

La pieza nos habla del encuentro de dos primos, que se vuelven a ver luego de algunos años y el lugar donde se encuentran, es la casa de sus abuelos, donde pasaron juntos veranos inolvidables. junto a sus familias, cuando eran chicos.






Pero lo particular del encuentro es que se reúnen en el exterior de la casa, en el parque de la misma, donde hay una parrilla y unos asientos de troncos. Ven la casa desde afuera, la añoran, les gustaría entrar en ella, disfrutarla, pero no pueden, ya que la abuela, tiene la llave y no la presta, no quiere que nadie vaya a esa casa, que hace años permanece cerrada.

La historia es sencilla y tiene varias aristas, habla en primer lugar de la familia, de los cambios en las jerarquías conforme pasan los años, de peleas del pasado que dejan cicatrices y de las nuevas generaciones, que muchas veces están distanciados, por discusiones que tuvieron sus padres y que fueron transmitidas a ellos que mantienen las diferencias sin saber muy bien porque.

Por otro lado, la trama nos muestra las historias de esos pueblos donde todos se conocen, donde nada pasa desapercibido y las personas se conocen por su ápodo y sus oficios.







Y para el final, dejamos lo que para nosotros, es el foco principal de la obra, la amistad de esos primos, que parecen viejos amigos, muy unidos en la infancia y que ahora tomaron caminos diferentes, uno de ellos se quedó en el pueblo, se casó con una chica del pueblo y ahora espera con mucho miedo su primer hijo. El otro, dejó el pueblo, se fue a la ciudad, en busca del progreso, pero regresa al pueblo de visita y confiesa que está enamorada de la Reina de los Carnavales locales.

Los diálogos entre los primos son el motor de la obra, sus recuerdos, sus travesuras de la infancia, las diferencias de pensamiento de ahora y de siempre y las confidencias que se hacen en su mundo varonil, con una mirada particular sobre las mujeres.

La dramaturgia está muy cuidada, es rica en detalles y está construida respetando fielmente los códigos de convivencia de los pueblos chicos del interior  logrando un relato cercano y reconocible, que consigue mantener la atención del espectador en todo momento, debido a las estupendas actuaciones que presenta la obra.







La dupla protagónica está conformada por Nicolás Balcone, como Agustín. Colaboró con Candelaria para escribir la obra y es el primo que se quedó en Icho Cruz. Encendido y sentimental, contrario al progreso del pueblo, con miedos acumulados por el nacimiento de su hijo y con muchas ganas de entrar en esa casa cerrada que tantos recuerdos atesora. Es muy buena la interpretación de Nicolás.

Facundo Aquinos, se sumó al equipo de Icho,  este año, esta fue su segunda función y la verdad nos sorprendimos cuando nos enteramos de este dato, ya que su interpretación tiene una fluidez, que pareciera haber tenido meses en la obra. A Facundo, lo vimos el año pasado en Descenso, ahí hacía de maleante y aquí en un papel muy diferente, vuelve a destacarse, con una gestualidad y una expresividad, que resaltamos, siendo el más racional de los primos. Un actor al que esperamos ver pronto en otra obra, ya que siempre nos sorprende gratamente.

 Nicolás y Facundo están superlativos  en lo individual, pero principalmente en el conjunto, mostrando mucho entendimiento y sabiendo transmitir los códigos de amistad y complicidad que pide el texto, para estos primos que parecen viejos amigos. El espectador compra la idea y el mérito de que esto, suceda, es de los protagonistas.







Hablemos un poco de la puesta, muy rica que nos propone Candelaria Sesín, en su opera prima como directora, sabiendo como transportarnos a ese ambiente natural y al aire libre, en la que se desarrolla la trama. Ese piso totalmente cubierto de hojas secas y ramas, la parrilla encendida,, la carne que entra por los ojos, el sonido del corcho al abrir el vino, etc, todo colabora   La obra nos propone un viaje y suma elementos para ello, logrando que nuestra imaginación nos lleve a ese paraje rural.

Una historia sencilla, que nos habla de la familia, de los recuerdos y de como muchas veces cuesta romper candados, que otros pusieron en el pasado y que nos impiden disfrutar en el presente, de cosas y situaciones, que nos harían felices.

Realmente disfrutamos mucho de la obra, un texto bien elaborado y deliciosas actuaciones de la dupla protagónica. No queda más por agregar, solo invitar al espectador para que en pleno barrio de Almagro, viaje con su imaginación hasta Icho Cruz, para ser parte de este asadito entre primos, la magia del teatro una vez mas, lo hará posible.



Pensador Teatral.