Sábados 19 30 hs en Auditorio Losada ( Av.Corrientes 1551 )
La figura de Cleopatra, ha despertado intrigas y pasiones a lo largo de la historia, siendo una de las mujeres más odiadas, alabadas y denigradas de todos los tiempos. Mujer ambiciosa, de imponente belleza y extraordinaria inteligencia, dominaba siete idiomas y era el único miembro de la realeza, que hablaba la lengua de sus sirvientes, el egipcio.
Conocida como la Reina del Nilo o la Víbora del Nilo, dependiendo el enfoque del historiador, fue la última Reina de Egipto. Llegó al trono con tan solo dieciocho años de edad y dedicó su vida, a salvar a su país, de la dominación romana, valiéndose para tal fin, de sus encantos, su belleza y su inteligencia.
Marcelo Silguero, un referente del teatro independiente en nuestro país, con más de veinte años de trayectoria, nunca disimuló su predilección por los clásicos y en esta oportunidad, se decidió por dejar testimonio de la egipcia más recordada de la historia.
Para ello, nos presenta una adaptación libre de Antonio y Cleopatra, tragedia histórica escrita por William Shakespeare en 1608. En ese drama que consta de cinco actos, presenta a Marco Antonio, conocido como el Triunviro de Roma, afincado en Alejandría, sometido al influjo de Cleopatra, mientras en tierras romanas, las luchas por el poder se intensificaban y Octavio Augusto era un rival cada vez más peligroso.
Uno de los méritos de Silguero, es lograr una adaptación aggiornada a nuestros tiempos, con un lenguaje actual y llano, lo que a nuestro entender, facilita que un clásico, escrito hace más de 400 años tenga buena llegada al espectador,, sin despreciar las referencias históricas, necesarias para contar la trama, poniendo el foco en el aspecto humano, en los vínculos y más precisamente, en la tormentosa relación amorosa entre Cleopatra y Marco Antonio. La lupa está puesta en esa mujer bella y misteriosa, que fue Cleopatra, que con sus influjos y sus manipulaciones, supo tener a los hombres más poderosos de la época, rendidos a sus pies.
El desafió de montar Cleopatra, desde el teatro independiente, donde todo se hace a pulmón, no es nada sencillo, por eso damos mucho merito al director, al presentar una historia que entretiene-
La puesta es realmente muy importante, arrancando por los quince actores en escena, un número difícil de ver en el teatro independiente, pero necesarios en este caso, para contar una historia de semejante envergadura
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Marcelo, es un director, que siempre se caracteriza, por conformar elencos heterogéneos, en los que conviven actores de experiencia y trayectoria, con otros que están dando sus primeros pasos en la actuación, por lo que es lógico encontrar diferencias de registros en el elenco y actuaciones que a nuestros ojos resultan más destacadas y firmes que otras.
Tratando de no ser injustos, mencionaremos a algunos de los intérpretes que más resaltan, creemos que Jimena Alemo, como Cleopatra, es la gran revelación de la noche, una actriz joven, que sorprende, dando la talla del protagónico, con una actuación superlativa. Dando vida a la mujer bella y poderosa que fue Cleopatra. Con mucha presencia escénica, mostrando los caprichos y las manipulaciones de la Reina del Nilo. Impresiona su gestualidad, su manejo de los diferentes estados anímicos y la seguridad, con la que lleva adelante, un papel que no es para nada sencillo. Gran trabajo el de Jimena, a quien es la primera vez que vemos en escena y que seguramente la veremos pronto, ya que creemos, no ha desaprovechado la vidriera que significa esta obra.
Juan Lucero, es Enobardo, escudero de Antonio en Alejandría, será nexo entre Roma y Alejandría, filtrando a aquellos visitantes que buscan acercarse a su jefe. Un actor de gran trayectoria Juan, que siempre se luce mucho, con su vozarrón característico y una gran presencia.escénica
Marcelo Bonelli, es Diomedes, sufiriente esclavo, que debe soporta la furia y los caprichos de Cleopatra, quien no dudará, en mandarlo a azotar cuantas veces crea necesario. Entrega total la de Marcelo, en un papel muy castigado, que pasa mucho tiempo en el suelo.
Del séquito de la Reina, hay que nombrar a Javier Nuñez, como Merdian, de imponente figura y fiel guardián, Andrea Parise Calamara es Eiras y Paula Cantone es Alexas, ambas siempre cerca de la Reina y atenta a sus pedidos. Los tres están mucho tiempo en escena y encuentran muchos momentos para lucirse.
Del lado romano, mencionar a Brian Muniz, en el papel fundamental de Marco Antonio, protagonista de la historia, quien sufre los manejos deCleopatra. Impresiona la energía y la firmeza de Esteban Sánchez como Eros y el histrionismo de Javier Mirez como Tirreo,
No queremos dejar de mencionar a Cris Fernández como la Diosa Isis, que sin parlamento, aporta mucho a la puesta con su enigmática presencia.. Por último, un párrafo especial, para Cesar Córdoba, como el Adivino, con su larga cabellera blanca y sus verborrágicas intervenciones.
Se hizo algo larga la descripción, pero creemos que hacerlo es un acto de justicia y nos quedo por mencionar a algunos actores, ya que como mencionamos el elenco es numeroso y no queremos hacer tan larga reseña. Lo importante, es como dijimos antes, que pese a las diferencias de registros, hay muy buen trabajo del director, para coordinar a un elenco entusiasta, que se nota comprometido con la historia y que logra componer sus personajes de manera creíble.
Pasadas las actuaciones, debemos destacar el brillante vestuario que presenta la obra, nuestras felicitaciones a Gabriela Algañaraz, que impacta, con un impecable vestuario de época, jerarquizando mucha la puesta. Nos gustó mucho la escenografía de Adrián Henin aprovechando las generosas dimensiones del Losada y la musicalización de Rubén López, que acompaña muy bien los diferentes momentos de la trama.
Como dijimos antes, representar un clásico de esta envergadura, en el teatro independiente, donde los aportes económicos, son casi inexistentes y todo se hace con pasión y dedicación, representa un desafío enorme, por eso quien escribe estas lineas, felicita a todo el equipo de Cleopatra, por la hermosa puesta que ofrecen y por haber superado con creces el reto.
En conclusión, estamos en presencia de una versión muy atractiva y entretenida de Cleopatra, un personaje que es leyenda y aún hoy sigue cautivando al público, con actuaciones para destacar y una puesta que para la realidad de nuestro teatro independiente, resulta un verdadero lujo.
El cálido y prolongado aplauso que reciben los protagonistas al finalizar la función, es un justo premio a todo el elenco, por su gran trabajo y un estímulo para el director, que siente que el espectador reconoce el esfuerzo y dedicación puesto en esta obra , mientras seguramente en su mente, ya está imaginando un próximo clásico con el que nos sorprenderá.
Pensador Teatral.