sábado, 14 de julio de 2018

Cleopatra

Dramaturgia de William Shakespeare. Puesta en Escena y Dirección de Marcelo Silguero.








Sábados 19 30 hs en Auditorio Losada ( Av.Corrientes 1551 )

La figura de Cleopatra, ha despertado intrigas y pasiones a lo largo de la historia, siendo una de las mujeres más odiadas, alabadas y denigradas de todos los tiempos. Mujer ambiciosa, de imponente belleza y extraordinaria inteligencia, dominaba siete idiomas y era el único miembro de la realeza, que hablaba la lengua de sus sirvientes, el egipcio.

Conocida como la Reina del Nilo o la Víbora del Nilo, dependiendo el enfoque del historiador, fue la última Reina de Egipto. Llegó al trono con tan solo dieciocho años de edad y dedicó su vida, a salvar a su país, de la dominación romana, valiéndose para tal fin,  de sus encantos, su belleza y su inteligencia.








Marcelo Silguero, un referente del teatro independiente en nuestro país, con más de veinte años de trayectoria, nunca disimuló su predilección por los clásicos y en esta oportunidad, se decidió por dejar testimonio de la egipcia más recordada de la historia.

Para ello, nos presenta una adaptación libre de Antonio y Cleopatra, tragedia histórica escrita por William Shakespeare en 1608. En ese drama que consta de cinco actos,  presenta a Marco Antonio, conocido como el Triunviro de Roma, afincado en Alejandría, sometido al influjo de Cleopatra, mientras en tierras romanas, las luchas por el poder se intensificaban y Octavio Augusto era un rival cada vez más peligroso.

Uno de los méritos de Silguero, es lograr una adaptación aggiornada a nuestros tiempos, con un lenguaje actual y llano, lo que a nuestro entender, facilita que un clásico, escrito hace más de 400 años tenga buena llegada al espectador,, sin despreciar las referencias históricas, necesarias para contar la trama, poniendo el foco en el aspecto humano, en los vínculos y más precisamente, en la tormentosa relación amorosa entre Cleopatra y Marco Antonio. La lupa está puesta en esa mujer bella y misteriosa, que fue Cleopatra, que con sus influjos y sus manipulaciones, supo tener a los hombres más poderosos de la época, rendidos a sus pies.








El desafió de montar Cleopatra, desde el teatro independiente, donde todo se hace a pulmón, no es nada sencillo, por eso damos mucho merito al director, al presentar una historia que entretiene-

La puesta es realmente muy importante, arrancando por los quince actores en escena, un número difícil de ver en el teatro independiente, pero necesarios en este caso, para contar una historia de semejante envergadura
.
Marcelo, es un director, que siempre se caracteriza, por conformar elencos heterogéneos, en los que conviven actores de experiencia y trayectoria, con otros que están dando sus primeros pasos en la actuación, por lo que es lógico encontrar diferencias de registros en el elenco y actuaciones que a nuestros ojos resultan más destacadas y firmes que otras.








Tratando de no ser injustos, mencionaremos a algunos de los intérpretes que más resaltan, creemos que Jimena Alemo, como Cleopatra, es la gran revelación de la noche, una actriz joven, que sorprende, dando la talla del protagónico, con una actuación superlativa. Dando vida a la mujer bella y poderosa que fue Cleopatra. Con mucha presencia escénica, mostrando los caprichos y las manipulaciones de la Reina del Nilo. Impresiona su gestualidad, su manejo de los diferentes estados anímicos y la seguridad, con la que lleva adelante, un papel que no es para nada sencillo. Gran trabajo el de Jimena, a quien es la primera vez que vemos en escena y que seguramente la veremos pronto, ya que creemos, no ha desaprovechado la vidriera que significa esta obra.

Juan Lucero, es Enobardo, escudero de Antonio en Alejandría, será nexo entre Roma y Alejandría, filtrando a aquellos visitantes que buscan acercarse a su jefe. Un actor de gran trayectoria Juan, que siempre se luce mucho, con su vozarrón característico y una gran presencia.escénica









Marcelo Bonelli, es Diomedes, sufiriente esclavo, que debe soporta la furia y los  caprichos de Cleopatra, quien no dudará, en mandarlo a azotar cuantas veces crea necesario. Entrega total la de Marcelo, en un papel muy castigado, que pasa mucho tiempo en el suelo.

Del séquito de la Reina, hay que nombrar a Javier Nuñez, como Merdian, de imponente figura y fiel guardián, Andrea Parise Calamara es Eiras y Paula Cantone es Alexas, ambas siempre cerca de la Reina y atenta a sus pedidos. Los tres están mucho tiempo en escena y encuentran muchos momentos para lucirse.

Del lado romano, mencionar a Brian Muniz, en el papel fundamental de Marco Antonio, protagonista de la historia, quien sufre los manejos deCleopatra. Impresiona la energía y la firmeza de Esteban Sánchez como Eros y el histrionismo de Javier Mirez como Tirreo,







No queremos dejar de mencionar a Cris Fernández como la Diosa Isis, que sin parlamento, aporta mucho a la puesta con su enigmática presencia.. Por último, un párrafo especial, para Cesar Córdoba, como el Adivino, con su larga cabellera blanca y sus verborrágicas intervenciones.

Se hizo algo larga la descripción, pero creemos que hacerlo es un acto de justicia y nos quedo por mencionar a algunos actores, ya que como mencionamos el elenco es numeroso y no queremos hacer tan larga reseña. Lo importante, es como dijimos antes, que pese a las diferencias de registros, hay muy buen trabajo del director, para coordinar a un elenco entusiasta, que se nota comprometido con la historia y que logra componer sus personajes de manera creíble.

Pasadas las actuaciones, debemos destacar el brillante vestuario que presenta la obra, nuestras felicitaciones a Gabriela Algañaraz, que impacta, con un impecable vestuario de época,  jerarquizando mucha la puesta. Nos gustó mucho la escenografía de Adrián Henin aprovechando las generosas dimensiones del Losada y la musicalización de Rubén López, que acompaña muy bien los diferentes momentos de la trama.









Como dijimos antes, representar un clásico de esta envergadura, en el teatro independiente, donde los aportes económicos, son casi inexistentes y todo se hace con pasión y dedicación, representa un desafío enorme, por eso quien escribe estas lineas, felicita a todo el equipo de Cleopatra, por la hermosa puesta que ofrecen y por haber superado con creces el reto.

En conclusión, estamos en presencia de una versión muy atractiva y entretenida de Cleopatra, un personaje que es leyenda y aún hoy sigue cautivando al público, con actuaciones para destacar y una puesta que para la realidad de nuestro teatro independiente, resulta un verdadero lujo.

El cálido y prolongado aplauso que reciben los protagonistas al finalizar la función, es un justo premio a todo el elenco, por su gran trabajo y un estímulo para el director, que siente que el espectador reconoce el esfuerzo y dedicación puesto en esta obra , mientras seguramente en su mente, ya está imaginando un próximo clásico con el que nos sorprenderá.




Pensador Teatral.



viernes, 13 de julio de 2018

Los Deseos, Muerte y Redención Cumbiera.

Dramaturgia de Nadia Ethel Basanta Bracco y Dirección de Vero Barr.







Viernes 21 hs en El Ópalo Espacio Teatral ( Junín 380 )

Una interesante y original propuesta, llega con Los Deseos, muerte y redención cumbiera, que a contramano de las historias que habitualmente presenta nuestro teatro, nos acerca aquí una trama que pone el foco en la marginalidad, que podemos observar en cualquier barriada humilde del Gran Buenos Aires o el Interior, donde las adicciones y el desamparo, son moneda corriente por esos lares.

Vivir en la marginalidad no es sencillo, la sociedad discrimina y las oportunidades de salir a flote, son acotadas. Las formas sanas de diversión y de escape son pocas. Una de ellas es la música, más precisamente la cumbia. La autora, sabe captar muy bien este sentimiento y transmite las pasiones que genera la cumbia, que por momentos permite que todos los problemas queden en el olvido, al menos mientras dure el baile.








La historia que nos propone Los Deseos, arranca en una humilde peluquería de mujeres, en un barrio marginal, allí dos peluqueras de aspecto tumbero, atienden a una voloptuosa clienta, que quiere cambiar su peinado para arrasar en el baile. Parece una noche de tantas, pero la tranquilidad desaparecerá en segundos, cuando en forma sorpresiva llegará a la peluquería, Maribel, una mujer a la que conocen del barrio, que llagará sucia, desarreglada y en estado de shock.

Habitualmente golpeada por su compañero, por su cara y aspecto, es claro que algo malo sucedió  y debió huir de su casa en el medio de la noche, llevando con ella, un secreto que duele y que la atemoriza.  Decide confiar en sus amigas de la peluquería, está acorralada y no tiene donde ir.

De un momento a otro, las cuatro mujeres se unirán en una sola, cansadas de la violencia de género y buscarán como salir del grave problema que tienen. Están hermanadas por la amistad, comparten los mismos códigos y las cuatro mujeres, tienen una particular devoción por la cumbia, esa música mágica, que parece ponerlas en trance.








La obra llega al espectador, que la encuentra real, reconoce esa marginalidad que muchas veces la sociedad no quiere ver demasiado, sabe que existe, pero prefiere tenerla lejos, lo más sencillo, es  mirar para otro lado, sabiendo que es un problema que difícilmente tenga solución y que viven otros, la obra es valiosa, porque interpela, acercando una realidad que no puede ocultarse.

Para esta buena recepción que tiene la pieza, es fundamental las actuaciones que ofrece la obra, papeles complicados para representar, que las cuatro mujeres, llevan adelante en gran forma.

Arranquemos por Patricia Rivero, como Vilma, es la dueña de la peluquería y al parecer transa del barrio. Es la más pensante del grupo, la protectora y quien en medio de la confusión,  buscará tener la mente clara para salir del problema en que están metidas. Muy bueno lo de Patricia.








Su compañera en la peluquería es Matilde Campilongo como Mabel, sus ojeras y sus movimientos espasmódicos, dejan en claro que la droga ha dejado secuelas en su mente y en su cuerpo. Parece tener algún pasado amoroso y poco claro con Vilma. Un papel muy complejo el que tiene que desempeñar Matilde, quien realiza una composición de un personaje, que impacta por su crudeza.

Olivia Torrez, es Maribel, mujer golpeada y sufriente, se nota que está desbordada psicológicamente, luce perdida y pese a todos sus padecimientos,manifiesta sus deseos y su voluntad de lucha. Otra actuación, que impacta por su realismo, la de Olivia. que cautiva por su fragilidad y su hermoso acento.








Dejamos para el final a Florencia Colace, que en actuaciones muy parejas, para nosotros es quien más se destaca, ella es Miriam, luce su figura exuberante y deja claro que en la bailanta, es una de las más deseadas por los hombres . Su cuerpo transmite sensualidad y se mueve como pez en el agua al ritmo de la cumbia. Además en el transcurso de la trama, descubrirá tener algunos dones milagrosos. Gran labor de Florencia, con un histrionismo y una frescura  que destacamos.

Sin dudas, las cuatro mujeres, están en sintonía y se identifican con la historia, logrando transmitir con entusiasmo y realismo, la sordidez que tienen sus personajes.

Además de las actuaciones, un punto muy alto que tiene la obra, es la puesta que logra la directora Verónica Barr, con una atmósfera violenta y marginal, donde la música tiene un sitial de honor. Cuando la cumbia llega, el tiempo parece detenerse y las mujeres parecen entrar en trance hipnótico.. Nos gustó el diseño escenográfico y el vestuario, ambos rubros en manos de Julia Camejo. La musicalización, tan importante en la puesta, es de Alberto Salamanco.







En definitiva, una propuesta muy seductora la de Los Deseos, Muerte y Redención Cumbiera, una historia real de la Argentina profunda, que aunque muchos quieren sea invisible, es bien concreta y tienen personas que la habitan y que buscan la mejor manera de sobrevivir.

Los Deseos, es una historia de marginalidad, de violencia y de cumbia. Mostrando como a veces, la música, se transforma en una pasión, que puede salvar las almas de seres en pena.

El aplauso con que los espectadores despiden a las protagonistas al término de la función, mientras suenan los acordes de Gilda, es un justo reconocimiento, por la entrañable noche de teatro vivida.



Pensador Teatral.



martes, 10 de julio de 2018

Cosa de Gitanos

Dramaturgia y Dirección de Miguel Sorrentino.







Sábados 18 hs en Espacio Sísmico ( Lavalleja 960 )

El teatro independiente, tiene la gran virtud, de abarcar las temáticas más diversas, en este caso, tenemos una propuesta que nace a partir, de la inquietud del autor, por conocer más de la comunidad gitana y su cultura. El fanatismo de Sorrentino, por la película Tiempo de Gitanos, del reconocido Emir Kusturika, fue el disparador, sumado a algunos contactos que tuvo con miembros de la comunidad para alguna transacción automotor y principalmente, su fascinación por ese mundo gitano, tan atractivo por su cultura y tan misterioso a la vez.

Luego de mucho tiempo, de madurar la idea, el autor, comenzó un arduo trabajo de investigación, leyendo libros, viendo documentales  y reporteando a gitanos de diferentes barrios, que accedieron a hablar de su cultura, algo no tan habitual, ya que en general no se abren al criollo.








Digamos ya que el resultado, fue muy satisfactorio, porque el autor, logra volcar en la obra, detrás de una historia simple, muchos aspectos de la cultura gitana, que sorprenderán al espectador, lo ilustrarán y principalmente le brindarán un enfoque diferente al tema, alejado de los preconceptos.

La obra arranca, con una pareja de gitanos, que llega a una casa habitada por una familia gitana que los reciben co alegría. En esa casa vive José, un gitano joven, que por la muerte de sus padres, se convirtió en jefe del clan y está a cargo de esa casa, donde vive junto a tres de sus hermanas y a su esposa.

Pronto descubriremos que quien llega, es Miguel, su primo, con su esposa, que por alguna razón que desconocemos, buscan cobijo en la casa de José. Miguel es muy bien recibido por su primo y por sus hermanas, que lo miran con ojos interesados, ya que lo ven atractivo.. A la que no miran con cariño es a Yandira, su esposa, ella no parece bienvenida y se lo hacen sentir con desprecios y muecas de todo tipo. Sin dudas hay cuentas pendientes y celos, entre las mujeres, todas con fuerte carácter, lo que no hará sencilla la convivencia.








Hasta allí contaremos de la historia, dejaremos que el espectador cuando vea la obra descubra el resto, solo diremos que la trama tendrá momentos divertidos, amorosos y también dramáticos, quedará claro que los gitanos y la pasión, siempre ván de la mano.

Hay muy buen trabajo del elenco, muchos de ellos alumnos del IUNA, jóvenes todos ellos, compenetrados en la historia en todo momento y componiendo muy bien sus personajes.








Son ocho actores en escena y todos encuentran su espacio de lucimiento. Los primos representados por Jesús Catalino Gómez y Ramiro Iglesias ( está reemplazando a Christián de Miguel ), muestran el machismo arraigado en la cultura, donde el mandato patriarcal pesa, ambos con mucha energía y cumpliendo destacadas interpretaciones

María Eugenia Insúa, es la bella Azhira, la hermano mayor de José, que junto con Candela González Tonón, tal vez son las interpretaciones que más se destacan e impresionan, con sus personificaciones tan reales y creíbles de las gitanas más adultas.

Malena Rodríguez, como Yandiral, la esposa de Miguel, es la que sufre el desprecio y destaca mucho por su gestualidad y su sensibilidad, en otra muy buena labor.








Nos quedan las hermanas menores, supuestamente vírgenes las tres y celadas por el su hermano mayor, que no dudará en disciplinarlas, para que no rompan los mandatos familiares. Sofía de Brea como Yamila, es la virgen mayor, interesada por el primo, tendrá mucha relevancia en la historia,  Micaela Narodowski es Dayana, destaca por sensualidad y su inquietante belleza, generando suspiros en la platea masculina.. Rocío Miretto, es la hermanita menor y las más rebelde de todas, la destacamos por su histrionismo y su desenfado.


La puesta es bella y onírica, con un diseño escenográfico logrado, en el que las carpas dominan el espacio, un gran colorido en el vestuario de Tina Sconochini y el importante aporte de la música original de Martín Lembo y Guillermo Brutto, que junto con los bailes, nos trasladan con la imaginación al interior del mundo gitano, donde lo musical y la corporalidad tanto importan, conformando una puesta colorida y bellísima desde lo estético.









En definitiva, Miguel Sorrentino logra una propuesta jugada y muy atractiva, que nos permite descubrir muchos aspectos de la comunidad gitana, sus costumbres y los mandatos que aún hoy rigen sus comportamientos y sus relaciones con el exterior. así también como sus pasiones que se manifiesta en la música y también en la poligamia. Lo importante de la pieza, en nuestra opinión, es la posibilidad que tiene el espectador de tener una mirada distinta a la habitual hacia la comunidad gitana y ser conscientes de la discriminación, que sufren sus integrantes, en la mayoría de los casos por los prejuicios y creencias arraigadas, que la sociedad tiene para con ellos.

Destacar que día que asistimos nosotros, era una tarde fría y muy lluviosa, lo que mermó la cantidad de público ese día en la bella sala del Espacio Sísmico, pese a ello, todo el elenco brindó la función con el mayor entusiasmo y energía, ganando el cálido aplauso de los presentes al término de una función íntima y de gran conexíón entre actores y público

Por todo lo mencionado, solo queda recomendar Cosa de Gitanos, otra de las muy buenas propuestas que nos ofrece nuestro teatro independiente, que no hay que dejar de ver.



Pensador Teatral.


viernes, 6 de julio de 2018

Bacacay, Un Crimen Predeterminado

Dramaturgia de Adrián Blanco y Mario Frías. Dirección de Adrián Blanco,







Viernes 20 30 hs en El Portón de Sanchez ( Sánchez de Bustamante 1034 )

Witold Gombrowicz es un escritor y dramaturgo polaco, celebridad en su país y casi un desconocido en Argentina, pese a que vivió 24 años en Buenos Aires. Sin dudas esta es la segunda patria de Witold. Aunque su estancia en estas tierras por más de dos décadas, podría decirse que fue fruto de la casualidad.

Decimos esto, porque el escritor polaco llegó en 1939 a nuestro país, en un trasatlántico que había zarpado desde Varsovia en su viaje inaugural que lo tenía entre sus invitados. Su idea, era quedarse solo unas semanas en nuestro país, dictando algunas conferencias y seminarios, pero los nazis tenían otros planes, ya que en esos momentos, estallaba la Segunda Mundial y Polonia sufría una brutal invasión.








De esta forma, la estancia pequeña de Witold, se convertiría en un exilio obligado de más de 20 años, debido a que obra no era vista con buenos ojos por el poder de la época y el escritor polaco se convirtió entonces, en porteño por adopción y fue en Buenos Aires, donde escribió la mayoría de sus obras.

Concluyendo ya con esta introducción, que creemos es un interesante marco introductorio, digamos que la historia que se presenta en El Portón de Sánchez, proviene del primer libro de cuentos del escritor polaco, Memorias de un tiempo de Inmadurez, que en Argentina se editó como Bacacay, por el simple hecho, que esa calle de Flores, es donde el autor polaco, tenia su vivienda. Crimen Predeterminado, es el cuento más relevante de este libro y el elegido por Blanco y Frías, para adaptarlo y convertirlo en esta obra.-

Adrián Blanco, sin dudas tiene una fascinación por Gombrowicz y esta no es la primera obra de su autoria que elige para representar, con una de ellas Transatlántico, Blanco ganó premios y viajó a Polonia invitado, por los organizadores de un Festival en honor de Witold, por lo que puede decirse que son viejos amigos.








Yendo al fin a Bacacay, Un Crimen Predeterminado, contemos que estamos en presencia de una comedia negra, con una puesta exquisita, de distinguida elaboración. La obra, se inicia en la penumbra, donde el Juez H ( Fito Yanelli ), haciendo las veces de maestro de ceremonias, se dirige a la platea, anunciando que esta noche, les contará unos de los casos más extraños que le tocó protagonizar, a lo largo de su extensa carrera judicial.

El comienzo es prometedor y allí en forma inmediata, magia de teatro mediante, el espectador sera testigo privilegiado de una historia de suspenso, con una atmósfera terrorífica, pero también con mucho humor, con personajes misteriosos y algo locos, muy bien caracterizados.

El juez H, realiza un largo viaje nocturno, para visitar al Señor X, al que hace tiempo no vé, pero al llegar a la casa, se encuentra con una inesperada noticia, su viejo amigo murió la noche anterior, a causa de un infarto según le informan. La noticia se la comunican, los integrantes de la familia del occiso, todos seres misteriosos, que parecen salidos de un cuento de terror o de un neuropsiquiátrico, nosotros cuando los vimos pensamos en los Locos Adams, buena figura para que el lector, imagine lo disfuncional  que resulta esta familia.








Pese a que el cadáver, no presenta signos de violencia y sin pruebas que lo señalen, el juez tiene la intuición que el jefe de familia, fue asesinado, que su muerte no fue natural. El comportamiento extraño y reticente de la familia  ante su llegada y que todos tuvieran alguna motivación para cometer el crimen, le daban la certeza al Juez, que su amigo fue asesinado y que el victimario, es alguien que vive en esa casa.

Hasta aquí contaremos, el espectador cuando vea la obra, disfrutará la manera brillante en que Fito Yanelli, como un sagaz detective, hará deducciones, hipótesis e interrogatorios, en la búsqueda de encontrar al culpable.

La historia atrapa en todo momento al público, en parte por la dramaturgia bien elaborada y en parte, por las excelentes interpretaciones, que presenta la pieza. Son seis actores en escenas y todos encajan a la perfección, en la oscura trama que se teje.

El gran protagonista de la historia, es Fito Yanelli, como el Juez H, un actor de gran trayectoria en el teatro independiente, que de manera soberbia, oficia de maestro de ceremonias de la historia. Manejando a la perfección los tiempos de la obra y sabiendo colocar las cuotas de humor, suspenso y emoción, en las proporciones adecuadas. Brillante lo de Fito, realmente se disfruta mucho su interpretación y es un gusto ver, como conduce la trama..









El fenomenal trabajo de Fito, no debe eclipsar al resto del elenco, que cumple en gran forma sus roles.  Arranquemos por Ariel Hall, es Antonio el hijo, compone un personaje intrigante, con muchas aristas, por momentos, hablando con una voz bien bajita y en otras con una energía desmedida. Su comportamiento es difícil de predecir. Su altura, la larga barba y su andar torpe, agregan valor a su composición. Nos impresionó la presencia escénica de Ariel.

Y si hablamos de personaje indescifrable, que decir Cecilia,  la hija, interpretada por Pía Fonseca ( está reemplazando a Julieta Raponi ), de naturaleza virginal, su andar no condice con ello. Su apariencia ingenua y aniñada, esconde sensualidad y algo libidinoso en sus acciones. Logradísima su composición, muy festejada por la platea y nos sorprendimos, cuando nos enteramos que Pia era reemplazo.

Eva Matarazzo, es la esposa del difunto, católica conversa, muestra dos caras, por un lado sometida y maltratada por un esposo que la humilla y la desprecia, y por el otro, con carácter fuerte con la servidumbre y sus hijos.. A Eva, la vimos lucirse el año pasado, en Ella es mi Cabeza y aquí en un papel complejo y muy diferente, muestra su versatilidad y confirma que es una actriz sólida y con muchas condiciones.







Mario Frías, uno de los autores, es el padre muerto, antes que esto sucediera, muestra que es un jefe de familia enérgico y autoritario, con un desprecio sin limites por su esposa-
Por último mencionar a Gabriela Ramos, jugando dos papeles de criado, en uno de ellos con una relación poca clara con Antonio y en el otro, colaborando con el detective, cual soplón, para desentrañar el misterio. Con una participación secundaria, logra destacarse, en ambos papeles,algo que no es sencillo.

Son muy buena las composiciones de todos los personajes de todos, seres misteriosos y oscuros, que muestran algo de perversión y mucho de misterio en cada uno de sus actos. Fueron seis meses de ensayos y evidentemente el trabajo ha rendido sus frutos.

Es hora de elogiar la puesta de  Adrián Blanco, impecable en nuestra opinión, creando en la sala, una atmósfera asfixiante y lúgubre, en la que domina la oscuridad. En materia de escenografía, este director es afecto a los dispositivos teatrales, en este caso, se vale de un telón trasero de fondo negro, que sirve para la aparición y desaparición de objetos y personas de escena, de manera casi mágica y aprovechando la profundidad del escenario del Portón de Sánchez, ideal para este juego que se propone, donde los actores por momentos están lejos del público y en otros, cercanos, casi frente a ellos.








Con este telón negro, Blanco apela a la teatralidad, dejando en la claro lo ficcional que tiene el teatro. Es muy destacado el diseño lumínico de Sergio Iriarte, creando ese clima tétrico que pide la pieza, un lucido vestuario de Milena Amado, con toques dark, acordes a esos personajes tan particulares.
Por último mencionar la sonoridad que tiene la obra, con sonidos que nacen de tachos, bombos, latas y hasta radiografías, artesanal, creativa y muy efectivo el recurso..

En conclusión, estamos en presencia una estupenda adaptación del cuento de Gombrowicz, que consigue Adríán Blanco, en esta comedia negra, plena de suspenso e intriga, que resulta muy atractiva para el espectador, gracias a excelentes composiciones de personajes y una puesta sorprendente, que cuida todos los detalles.

Recomendamos, Bacacay, Un Crimen Predeterminado, original y elaborada propuesta del off, que nos gustó mucho. Los espectadores que se lleguen al siempre acogedor Portón de Sanchez, disfrutarán de esta historia, de misterio y locura, tratando de descubrir junto al Juez H, quién es el asesino.



Pensador Teatral.-

miércoles, 4 de julio de 2018

¿ Que Hacemos con Walter ?

Miércoles a Domingo en Multiteatro ( Av. Corrientes 1283 )









Libro de Juan José Campanella y Emanuel Díaz. Dirección de Juan José Campanella.

Campanella,ya es marca registrada en nuestro espectáculo, prestigioso guionista y director, con películas de enorme suceso, como El Hijo de la Novia, Luna de Avellaneda o El Secreto de sus Ojos, vuelve a incursionar en el teatro, tras el exitazo que tuvo con Parque Lezama, superando las 800 funciones y cumpliendo tres años a sala llena.

En esta oportunidad, el género que elige, es la comedia, una obra con un humor ácido y con mucho grotesco, que logra generar carcajadas en la platea y como sostiene el propio Campanella, el humor siempre sirve y en momentos complicados , hacer reír tiene mucho mérito y es bienvenido por los espectadores.

El disparador es sencillo, en un departamento porteño, se realiza una reunión de consorcios extraordinaria, donde la orden del día, tiene un tema excluyente.Definir si Walter, el encargado del edifico, debe continuar en su puesto o debe ser despedido.








La discusión se produce en el hall de entrada de un edificio, lugar donde habitualmente ocurren las reuniones de consorcio, allí con poca participación, pero en forma acalorada, los vecinos asistentes a las convocatoria, darán sus argumentos y puntos de vistas, para definir si Walter debe conservar su puesto o no.

El diálogo entre los vecinos, no tiene desperdicio, siempre con humor y una buena carga de ironía, expondrán sus puntos de vista respecto del encargado, pero no dejarán pasar la oportunidad, de pasarse facturas entre ellos y sacar a luz, todos los conflictos resultantes de vivir en el mismo edificio.

La división entre los vecinos, parece por momentos, reflejar las diferencias que existen en la sociedad, donde cada uno adopta una posición, a veces extrema y sin estar dispuestos a escuchar los argumentos del otro. Solamente importa el pensamiento propio y descalificar al que piensa diferente.

No vamos a contar más del argumento, dejaremos que el espectador, cuando vea la obra, descubrirá cual será la suerte de Walter, solo aseguramos, que la risa estará presente en toda la trama y que a veces las cosas, no salen como pensamos.







Juan José, explota su experiencia de haber participado en tantos castings para sus películas y no falla en la elección de los actores justos para cada personaje, optando por actores con mucho oficio en la comedia y con características, bien diferenciadas entre ellos.

Arranquemos por Miguel Angel Rodríguez, el presidente del consorcio, trabaja en una farmacia cercana al departamento. Humanitario y bonachón, quiere que Walter siga en su puesto, ya que es una gran persona, digna de la confianza de todos, que no limpie demasiado es un detalle. Miguel Angel, con todo su carisma, es uno de los grandes protagonistas de la historia.

Su antagonista en la reunión, es Karina K, periodista y comunicadora, es despiadada en sus comentarios, cada una de sus palabras son dardos, no solo dirigidos a Walter, sino a cualquiera que la contradiga. Estupenda la actuación de Karina, que se consolida cada vez más, como una actriz de elite..

Los más jóvenes de la reunión son Victoria Almeida, que está de cuerpo presente en la reunión y con la mente en el celular, ya que a cada rato discute con su marido, al que de manera desopilante, quiere ponerlo al tanto, de lo que se está debatiendo en la reunión, dándose paso de comedias muy divertidos. Muy bueno lo de Vicky, aportando frescura a la puesta.








Y el otro jóven, es Federico Otone, estudiante de abogacía, con madre adinerada, transmite sus ideales socialistas, en contra de la explotación laboral. Araceli Dvoskin, en su silla de ruedas y con su recelo hacia los extranjeros, hace reír mucho a los espectadores.

Walter está interpretado por Fabio Aste, toda una revelación, para interpretar a ese encargado bonachón de origen misionero y también a otro personaje, que dejaremos el espectador descubra.

Y para el final, dejamos adrede a Martín Campilongo o simplemente Campi, en el papel de Jauregui, el administrador. Se come la obra literalmente. Su personaje tiene de todo, tipico chanta y ventajero, siempre tratará de hacer el mínimo esfuerzo y aparentar algo que no es. Hay un quiebre, cuando Campi aparece en la obra, a partir de su entrada, las carcajadas de multiplican y cada una de sus intervenciones será festejada especialmente por el público. Fenomenal lo de Campi, que encuentra el papel justo, para lucirse muchísimo y ponerse a la gente en el bolsillo.

Sin dudas, se nota la mano de Campanella, en la elección de los actores y en saber explotar lo mejor de cada uno de ellos, permitiendo que se luzcan, en esos largos diálogos que el autor propone y disfruta poder hacerlos, ya que en el cine, esto no sería posible.

Yendo a la puesta, hay un diseño escenográfico fantástico de Cecilia Monti, simulando el hall de un departamento, con la puerta de entrada, escaleras y un ascensor que será gran protagonista de la noche. También destacar, el muy buen diseño de luces de Eli Sirlin.









El autor logra que espectador se enganche en todo momento con la historia, que le resulta cercana y creíbl3, ya que todos alguna vez participamos de una reunión de consorcio y nos encontramos con personajes, como los que caracteriza el autor, algunos nos resultarán simpáticos y otros detestables.

Con la minuciosidad de siempre y de la mano de un humor transgresor y políticamente incorrecto, Campanella valiéndose de un guión sencillo, pero efectivo y con magníficas actuaciones de un elenco de probada valía, consigue lo que toda comedia que se precie quiere, hacer reír a los espectadores.

Por el suceso que está tendiendo la obra, que desde su estreno, siempre estuvo entre las más taquilleras, no quedan dudas que los espectadores están ávidos de ver comedias y por eso, asisten todas las semanas a esta reunión de consorcios tan especial que se celebra en el Multiteatro, para reírse y conocer cuál será el destino de Walter.



Pensador Teatral.





domingo, 1 de julio de 2018

Personas Rotas

Dramaturgia y Dirección de Alejo Beccar.







Domingo 18 hs en La Tertulia ( Gallo 826 )

Una nueva obra. llega de la mano de Alejo Beccar, dramaturgo, teatrero y docente, que con Personas Rotas, nos acerca un guión sensible y muy actual, que tiene como enorme mérito poner la lupa sobre temas, que la sociedad debate en estos mismos momentos.

La puesta es atractiva, ya que se presentan distintas historias de vida, gente común, con problemas que nos resultan cercanos, generando una inmediata empatia con el espectador, que siente una plena identificación, con las situaciones expuestas, algo que no siempre se consigue y en nuestra opinión, enriquece enormemente el hecho teatral.

La dramaturgia está habilmente construída por Alejo y las historias que parecen individuales, en algún momento se cruzarán, en parte por el azar y en parte dando vigencia, a la frase que indica que el mundo es un pañuelo.








Tendremos un banco de plaza, que será punto de reunión de algunos personajes de la obra, pero también, un consultorio médico y la mesa de un bar, lugares comunes, donde la vida transcurre y seres comunes, tratan de sobrevivir de la menor manera, en una sociedad que muchas veces les  resulta hostil y no les facilita las cosas.

No vamos a contar mucho de las historias, para conservar el suspenso, solo decir que aparecerá el tema del aborto, tan debatido hoy en la sociedad, problemas de parejas que no se comunican bien, gente con problemas psicológicos, que decide salirse del sistemas. Aparece la delincuencia, los problemas de empleo, etc. El abanico de temas es variado y el autor, tiene el enorme mérito, de exponer las situaciones, sin tomar posición, dejando que el espectador sea quien reflexione y juzgue en todo caso, algo muy valorable y que no se siempre ocurre.

Destacamos el libro y como se transmite el mensaje al espectador, siendo fundamental, para lograrlo, las muy buenas interpretaciones que presenta la obra.
Son seis los actores que presenta la pieza y hay muy buena elección del director para interpretar cada personaje, conformando el elenco, en su mayoría, con actores, que ya trabajaron con él, en anteriores obras, lo que asegura, una buena química en el grupo, algo que redunda positivamente en el producto final.








Arranquemos por Tania Marioni, como Romina, podría decirse que es una de las protagonistas principales. Quedó embarazada, pero no quiero seguir adelante con la gestación,  el problema es que su novio, está muy entusiasmado con la idea de ser padre, por lo que se dará un choque de posiciones muy rico.
Hay una excelente interpretación de Tania, dando a su personaje el tono de pesar y realismo que la situación requiere.

El novio de Romina, es Luciano ( Guillermo Orcellet ), de familia calabresa y valores tradicionales, no compartirá la decisión de su novia. Con mucha energía, compone un personaje muy sensible, que sabe transmitir sus emociones.
El contrapunto entre la joven, en el bar, es una de las escenas más logradas, por la riqueza del diálogo, en el que se exponen los puntos de vista y argumentos de cada uno.








Gabriel Devoto, hace una gran composición de Raul, un hombre en situación de calle, se hartó del sistema y su forma de liberación, es dejar su hogar y vivir en una plaza, donde deberá arrancar de cero. A Gabriel, lo vimos el año pasado, brillando como protagonista de Quimera de un Artista, entrañable obra del off, siendo nada menos que como Carlitos Chaplin. Aquí construye un personaje muy querible, que llega el corazón del espectador, mostrando su versatilidad.

Lourdes Isola, es Lucia, era la esposa de Raúl, vivían juntos y ahora debe digerir, ver a su ex durmiendo en una plaza, mientras ella está intentando rehacer su vida amorosa. Lourdes a quien vimos lucirse, también en La Quimera de un Artista, es una actriz que nos gusta mucho, por su frescura y una gestualidad que resaltamos. Muy buena su interpretación.








Enrique Cragnolino, es Alejandro, médico obstetra, la nueva pareja de Lucia y que se relacionará en algún momento con Romina, la chica que no quería seguir adelante con su embarazo, no contaremos más, pero el lector ya irá atando  cabos. Enrique, es un actor de gran experiencia y valía, con una voz imponente. El año pasado lo vimos, en Hasta el Fin de los Tiempos, la anterior obra de Beccar, en la que hacía de villano y aquí vuelve a componer a un personaje oscuro, siendo el malo de la obra. Excelente el trabajo de Enrique, con una presencia escénica perturbadora.

Resta mencionar a Carolina Avigliano, es la mejor amiga de Romina, la escuchará y no dudará en ayudarla, exponiendo una faceta solidaria y enarbolando los valores de la amistad. Carolina, aporta frescura y sensibilidad, en diferentes momentos de la obra.

Como puede apreciar el lector, hay actuaciones muy parejas, de un elenco heterógeneo en cuando a edades, pero que funciona muy bien en el conjunto, encontrando todos, su momento de lucimiento en el transcurso de la puesta, con actuaciones tan espontáneas, que parece estamos viendo escenas de la vida diaria.








La escenografía es austera, pero efectiva, ya que con pocos elementos, se pueden representar las distintas locaciones que tiene la obra, aprovechando al máximo la amplitud y profundidad del espacio escénico, estando los actores siempre a la vista del espectador, aún en los momentos que no participan, esperando su turno, sentados en un segundo plano. Destacamos el vestuario de Agustina Valdés y el buen diseño de luces, que acompañan los diferentes momentos de la historia, jugando con la oscuridad, para marcar el fin de cada acto..

En definitiva, un guión actual y profundo el que escribió Alejo Beccar, quien además de ser un destacado autor, es el Director de La Tertulia, volviendo a mostrar, su desarrollado sentido de la oportunidad y teniendo la sensibilidad, para escribir obras que reflejen problemáticas actuales de la sociedad,  en los momentos que la misma, los está debatiendo, sabiendo exponer las situaciones con realismo y dando el espacio para que el espectador, puede ver las distintas posturas existentes sobre un tema.

Por todo lo mencionado, solo queda recomendar Personas Rotas, disfrutarán de historias de vida cercanas y de excelentes actuaciones. Sin dudas, una magnífica forma de cerrar el fin de semana, con el mejor teatro independiente.



Pensador Teatral.

sábado, 30 de junio de 2018

Chicas de New York

Viernes a Domingos en Teatro Ludé ( Montevideo 842 )








Libro de Hernán Bonsergent, Dirección Musical de Federico Demichelli y Dirección General de Ariel Ciocco y Hernán Bonsergent.

Comedia musical que se presenta en el renovado y bello Ludé, trayendo la historia de las famosas Mary, Betty, Peggy y Julie, las famosas rubias de New York, que quedaron inmortalizadas en la recordada canción del gran Carlos Gardel.

Aquí con un atractivo libro de Bonsergent, las rubias, se transformarán en chicas para el título y llegarán en 1930  a Buenos Aires, viajando en barco desde una New York, que en esos momentos estaba soportando una crisis financiera de proporciones.








Además de la crisis, el motivo, más importante para afrontar este viaje, es que Julie recibe la noticia que su padre, al que no conoce, aún está vivo. Averiguando se entera que está en Buenos Aires, al mando de un negocio, que es su única posesión valiosa en esta vida.

Sus inseparables amigas, no la quieren dejar sola en la travesía y aprovechando que la situación en Estados Unidos no es nada buena, deciden que probar suerte con este viaje, que tal vez les abra algunas puertas,

Cuando llegan a Buenos Aires, descubrirán que el negocio que maneja Rubén, el padre de Julie, es un cabaret de mala muerte, localizado en La Boca, llamado El Envión.
Sin conocer a nadie en la ciudad, deciden aceptar la propuesta de Emanuel, el viejo mozo del cabaret, que les propone trabajar como camareras, solo por el alojamiento y la comida, plata les aclara no hay.








De esa manera Julie, podrá acercarse a su padre y las chicas newyorkinas, entusiasmadas con la oportunidad, de hacerse conocidas, pensarán en montar algún show, como los que hacían en NY, para impresionar a los clientes y comenzar a hacerse un nombre, en la noche porteña.

Hasta aquí contaremos, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra el resto. Habrá situaciones graciosas, románticas y muchos malentendidos, como buena comedia de enredos. La historia es simple, pero sabe transmitr muy bien las emociones y permite que los momentos musicales sean los grandes protagonistas de la noche.

El género musical, es siempre muy exigente, en cuanto a recursos necesarios para poder ser montado y en este caso, el proyecto de Chicas de New York, se lleva adelante en forma de cooperativa, mediante la autogestión, lo que significa un enorme desafío.








Una vez dicho esto, digamos que los resultados son muy satisfactorios, hay un despliegue escénico admirable, con 25 actores en escena y cuadros musicales de precisa ejecución, bellos en lo artístico y en lo estético, mostrando como muchas veces, ante la falta de recursos económicos, la creatividad y el talento, son la mejor alternativa.

La obra se sostiene en gran parte, en el elenco que presenta, numeroso y muy comprometido con la historia. Son muchos los nombres, pero entendemos que mencionarlos es un acto de justicia.-

Probablemente, la gran revelación de la noche, es Julieta Gelmini, como Julie, Protagonista de la historia, con su dulzura y belleza, logra encandilar a la platea. Además tiene una voz muy bella, que se luce en las partes cantadas y siempre con mucho magnetismo en el escenario. Excelente lo de Julieta, que sin dudas, tendrá muchas miradas por este trabajo y seguro la veremos pronto en nuevos musicales, ya que aprovecha la oportunidad al máximo y muestra sus condiciones para el género.








Renglón seguido, mencionar a Lorena Paola, la figura convocante de la obra, en su regreso a la comedia musical, donde también sorprende por su prestación, con mucho destaque en las partes actuadas, donde muestra su histrionismo, con muy buenos momentos de humor y logrando complicidad con la platea. Se la nota muy segura en el escenario y contenta con su rol protagónico, que asume en los momentos que corresponden, transmitiendo su alegría al público.

Las chicas, se completan con Noli Rodriguez ( Mary ) y Denise Depauli ( Peggy ), aportando belleza y frescura ambas, con la ingenuidad que piden sus personajes y mucho lucimiento en las coreografias,con muy logrados pasos de tap. Muy buena la presentación de Noli y Denise, completando el poker virtuoso de las chicas.







Vayamos a las actuaciones masculinas, destacamos el trabajo de Emi Fegger, como Rubén, el padre de Julie, aunque no lo sepa, no puede rearmar su vida amorosa, por el recuerdo de Ninette, la madre de Julie, a quien conoció en un viaje a New York. Muy buen trabajo y una voz privilegiada. Para nosotros, la que más se luce en las partes cantadas.

Marcelo Durán, como Emanuel, compone un personaje clave en este historia, entrador y muy querible. Al igual que Lorena Paola, es quien mayor complicidad logra con los espectadores, regalando momentos muy divertidos y siendo el corazón de la obra, con mucho oficio y carisma.

Nos queda mencionar a Facundo Avila, como Cristián, el joven enamorado de Julie, que sorprende por su registro vocal, Clara Bergamo como Roxy, la temperamental pareja de Rubén, Lucas Dominguez como Diego, Pachi Pancani como presentador y Balbín. Leandro Martínez como Ricardo. El elenco es numeroso, pero todos se notan comprometidos con el proyecto y aprovechan su momento en la obra, que si logra tanto vuelo, es por el conjunto de las actuaciones.









A este elenco se le suma el aporte del ensamble, muy particular por cierto, inclusivo y alejado de los cánones habituales, con cuerpos normales, mostrando que lo debe prevalecer siempre es el talento. Felicitamos a todas/os los integrantes del ensamble, por su fundamental aporte a esta puesta, mostrando una actitud y un entusiasmo, siempre con una sonrisa en sus rostros, que contagian a la platea.

Y si hablamos de aporte importante, hay que mencionar a las coreografías de Rodrigo Villani, tal vez el punto más alto de la puesta. Compuestas con mucha creatividad y ejecutadas con precisión, sin ser expertos, les damos una nota de sobresaliente.

Hay un  diseño de luces a la altura de las grandes producciones, un sonido potente y claro ( algo fundamental en los musicales, que no siempre vemos ), un diseño de vestuario de época de María Andadón y Marta Dieguez  impecable, al igual que los rubros de maquillaje ( Jennifer Blanco ) y peinados  ( Fabián Sigona ), puntos que se destacan ampliamente. Francamente, quedamos gratamente impresionados, con el nivel de la puesta, importante y muy bella desde lo visual.








En conclusión, una satisfacción ver como con esfuerzo y talento puede ofrecerse un espectáculo como Chicas de New York, que siendo un proyecto autogestionado, logra estar a la altura de grandes producciones, pese a no tener el apoyo económico de las mismas.

El secreto para lograr un producto de tanta calidad, se explica en un libro atractivo, que con simpleza acerca una historia interesante, un elenco numeroso que se compromete a full con el proyecto ( se nota que hay mucho ensayo y trabajo previo )  y muestra sus condiciones, una buena dirección, para coordinar todos los esfuerzos y ofrecer una puesta con glamour, que por su nivel y su importancia, es un lujo para el teatro independiente.

Son las últimas funciones de Chicas de New York en Buenos Aires, por eso recomendamos a los amantes del género musical, que no demoren su presencia en el bello Lude, podrán valorar el trabajo de un gran equipo y disfrutar con un dejo nostálgico, de una hermosa noche de teatro.




Pensador Teatral.