lunes, 20 de mayo de 2019

El Vestido de Oro

Idea de Muriel Mahdjoubian Rébori. Dramaturgia de Ana María Boerr . Dirección de Marcelo Zitelli.








Lunes 21 hs en El Método Kairos ( El Salvador 4530 )

Basada en hechos reales, llega El Vestido de Oro, una pieza que a través un de una bella historia de amor, resalta la identidad y las tradiciones del pueblo armenio y de muchos inmigrantes de esa comunidad que llegaron a Argentina, huyendo del genocidio turco.









La obra nace de la idea de Muriel Mahdjoubian, jóven actriz y bailarina de orígen armenio, que a partir del recuerdo de su abuela Margarita Sarchejian, que escapó de Estambul, huyendo del genocidio, al que eran sometidos los armenios, llegó a la Argentina, para iniciar una nueva vida, como hicieron muchos inmigrantes, dejando atrás el horror y la muerte, para intentar empezar de nuevo.

Remitiendo al título de la obra, contemos que Margarita bajó del barco Antonio Delfino en el Puerto de Buenos Aires, con su vestido forrado de monedas de oro, que seguramente algún familiar le había cosido, imaginando una situación de emergencia y el exilio obligado.









Siempre que podemos y tenemos el dato, nos gusta contar los orígenes de las obras y en este caso, creemos, suma mucho valor hacerlo, ya que a partir de esta historia familiar y real, Ana María Boerr logró plasmar este entrañable texto, que ahora podemos ver en El Método Kairos.

La obra se desarrolla en la cocina de un restaurante armenio, que tiene la familia de Mariam, una joven y atractiva mujer, que trabajando allí, se enamora de Ale, el cocinero Ale, inmigrante del Levante mediterráneo como sus antepasados y con un acento que revela su origen. Entre sabores y olores de la gastronomía armenia, nacerá el romance y se consumará el amor entre estos jóvenes.










Esta historia, que podría ser similar a la de cualquier otra pareja, sufrirá un vuelco de 180 grados, cuando la joven descubrirá con pavor, que Ale en realidad se llama Alí y su origen es turco y no armenio como todos pensaban. La noticia causa un verdadero terremoto en el restaurante y en la familia de Mariam, ya que para quien lo desconoce comentamos que la comunidad armenia, no tiene ninguna simpatía por nada turco.

El motivo de esta enemistad histórica, tiene su origen en el genocidio armenio a manos del Imperio Otomano. Un plan sistemático que tuvo como objetivo el exterminio del pueblo armenio y que se cobró más de 1.500.000 vidas. Del exterminio se cumplieron ya 100 años, pero las heridas aún están lejos de cicatrizar, ya que desde esa época hasta la actualidad, ningún gobierno de Turquia, reconoció el genocidio y prefirieron sostener la teoría, que se trató de una guerra civil, originada por los lazos existentes entre los armenios y los rusos, tratando de justifica de esta manera, lo injustificable, como fueron los crímenes de lesa humanidad cometidos.

Volviendo a la obra, el descubrimiento de que hay un cocinero turco en un restaurante armenio, es algo inaceptable para todos. Es unánime que esa incipiente relación, no puede continuar de ninguna manera. Para complicar la situación, llegarán al país procedentes de Turquia, los padres de Alí, que están huyendo de la persecución que sufren del actual régimen turco.









Se dará entonces un debate interesante y acalorado, entre viejos y nuevos inmigrantes, cada uno con sus creencias y sus posturas, llevando sobre sus espaldas diferencias que parecen irreconciliables y se mantienen a lo largo de los años . Hasta allí contaremos, cuando vean la obra, descubrirán si el amor finalmente prevalecerá o serán más fuertes los mandatos históricos y de sangre, que piden poner fin a una relación, que parece ser inviable y por momentos recuerda las disputas entre Montescos y Capuletos.

El texto es rico y preciso en las referencias históricas, pero además sostiene además en las muy buenas actuaciones que presenta la obra. La interpretación más destacada es la de Muriel Mahdjoubian, que además de ser la mentora de este proyecto, es la gran protagonista de la historia. Aportado su belleza y frescura, con indudable presencia escénica, nos ofrece una actuación plena de sensibilidad y muy fuerte desde lo emocional, con algunos momentos casi mágicos, como cuando nos regala unos bellisimos pasos de danza armenia. Magnífico trabajo de Muriel, a quien el año pasado habíamos elogiado por su actuación en Amanda y Eduardo, una entrañable obra del off y en esta oportunidad, ya en un rol protagónico, la vemos lucirse y disfrutar actuando, en una pieza, tan cara a sus sentimientos.








Hay también un gran trabajo de Fernando Arsenian, como Alí. Es quién tendrá la difícil misión de luchar contra los rencores y las heridas del pasado, que aún perduran. Mostrará siempre un ánimo conciliador y mostrar que nada tiene que ver con aquel enfrentamiento.

Mirtha Oliveri y Roberto Franco, serán los padres armenios de Mariam y también los padres turcos de Alí, en un juego escénico, muy bien ideado por el director y excelentemente ejecutado por Mirtha y Roberto, que resuelven en gran forma el desafío actoral que tienen y los obligará a cambiar de personajes varias veces, siendo necesaria mucha repentización para lograrlo.

Por último mencionamos a Teresa Suárez, como Yeva, no vamos a adelantar mucho de su personaje, que lleva el dolor en la mirada.. Solo diremos que es un testimonio vivo,  del horror del pasado. Gran composición de Teresa.









Entendemos que hubo  una muy buena elección del elenco y un compromiso muy grande de todos con la historia, algo que contribuye para dotar de credibilidad y sentimiento a un texto muy sentido.

La puesta es realmente atractiva, la escenografía de Sabrina Hovhannessian se destaca muchísimo, replicando un restaurante armenio, lleno de detalles, la misma Sabrina tiene a su cargo el vestuario, que tiene mucha importancia para  la construcción de los distintos personajes. También resaltamos el potente diseño sonoro y musical que tiene la pieza, acompañando muy bien la trama.

En definitiva, estamos en presencia de una obra cargada de sentimiento y emociones, que además de enseñarnos mucho sobre cultura armenia, sus tradiciones y gastronomía, por sobre todas las cosas, nos dará una excelente semblanza de su identidad como pueblo y del dolor sufrido, que se incrementa al no ser reconocido por el victimario.








Además es interesante la mirada, que se hace desde el lado de la inmigración y como muchas veces el argentino, que es tan generoso para recibir al inmigrante, tiene confusiones o simplificaciones, por las que llama chino a todo aquel que viene del Lejano Oriente o turco al que llegó del Levante, sin tener en cuenta cuestiones históricas y culturales, que diferencian claramente a esos pueblos.

Celebramos entonces, la presencia de El Vestido de Oro en nuestro teatro independiente, que se presenta a sala llena en el Kairos. Aprenderemos muchas cosas, de una comunidad tan querida para los argentinos, como la armenia y además nos invitará a reflexionar, sobre las nefastas consecuencias que pueden causar,  no querer reconocer una verdad histórica, ya que lo único que se consigue con esto, es agravar las heridas del pasado y obstaculizar una reconciliación, que desde lo humano y en épocas, que el mundo reclama paz, entendemos es muy necesaria.




Pensador Teatral.


sábado, 18 de mayo de 2019

La Reina de la Belleza.

Dramaturgia de Martín Mc Donagh y Dirección de Oscar Barney Finn.








Viernes y Sábados 20 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Opera prima del dramaturgo angloirolandés Martin Mc Donagh, reconocido en estos tiempos, por sus piezas teatrales y también por su exitosa carrera cinematográfica, obteniendo numerosos reconocimientos, entre ellos, nominaciones al Oscar, Globos de Oro y Premios Tony, por mencionar solo algunos de los galardones recibidos..

Con un estilo particular, por el cual le imprime un estilo cinematográfico a muchas de sus piezas teatrales, se caracteriza por presentar textos violentos y brutales. Sus piezas recorrieron el mundo, por ejemplo,  La Reina de la Belleza, escrita en 1996,  fue traducida a 29 idiomas y se ha representado en 39 países.








El prestigioso director Oscar Barney Finn, de raíces irlandesas, se interesó por esta obra de Mc Donagh y la trajo al país en 1999, en una recordada versión que contó con un notable elenco conformado por Leonor Manso, Aída Luz, Alejandra Awada y un novel Pablo Rago, en una producción encabezada por Carlos Rotemberg.

Casi veinte años después, Oscar decide retomar el texto, tomando distancia y con una madurez que le permite tener una perspectiva diferente, descubriendo aristas diferentes a un guión tan duro, como rico en matices.

Luego de esta introducción, que seguramente sirve para dimensionar la importancia que tiene esta nueva versión de la obra, digamos ya que la historia nos traslada al condado irlandés de Galway, más precisamente al pequeño pueblo de Leenane, allí en un casa en una colina y alejado de todos, viven una madre anciana ( Madge ) y su hija adulta ( Maureen ).








La historia que nos convocará, se centrará en la turbulenta relación entre madre e hija. Maureen ha dedicado veinte años de su vida al cuidado de su madre. El vínculo entre ellas es perverso, en el ambiente de esa casa, reina la crueldad y el desamor, Por un lado tenemos una madre egoísta y manipuladora, que lo único que quiere, es tener esclavizada a su hija, para que la sirva. Y la hija , no para de acumular rencores y odios contra su madre. No tiene duda, que es la gran responsable, de que ella no haya podido tener una vida normal, como cualquier mujer.

El ambiente que se respira en aquel hogar recóndito, es de violencia extrema, verbal y también física, en un vínculo virulento y absolutamente tóxico. La tragedia se intuye puede golpear la puerta en cualquier momento, ya que la intolerancia entre las dos mujeres, por momentos se hace insostenible.

La rutina diaria de maltratos y tedio, se sacudirá con la vuelta al pueblo de Pato Dooley, un antiguo pretendiente de Maureen. Pato de adolescente consideraba a Maureen, como la más bella del pueblo de Leenane. Han pasado muchos años, pero la atracción entre ambos se mantiene y esto pone en alerta a Madge, que de ninguna manera puede aceptar que su hija, siquiera imagine una vida lejos de ella.

Hasta allí contaremos, cuando vean la obra, descubrirán hasta donde estarán dispuestas a llegar estas despiadadas mujeres, con tal de lograr su cometido, ya que los intereses son contrapuestos y la crueldad entra estas mujeres parece no tener límites.

Este drama profundo, requiere muy buenos intérpretes y creemos que este es uno de los puntos fuertes de la pieza, ya que se ha reunido un elenco importante, que además, se muestra absolutamente comprometido con la historia.









El director eligió para el papel de la madre, a una actriz extraordinaria, con la que ya trabajo anteriormente, nos referimos a Marta Lubos, ganadora del Premio ACE y Maria Guerrero, por la obra El Diccionario, dirigida por el propio Barney Finn, que vimos el año pasado en El TInglado.

La composición de Lubos es fantástica, se adueña de manera admirable de la escena, con una presencia impactante. Un lujo poder verla en acción y disfrutar de una interpretación, que sin dudas está llamada,  una vez más, a llevarse varios premios.

Con una labor tan destacada como la de Marta, cuesta imaginar que alguien pueda equipararla, pero es allí donde aparece, Cecilia Chiarandini, que con una entrega absoluta y una actuación superlativa, logra sacarse chispas con su madre, en un duelo actoral que merece verse. La rompe literalmente Cecilia. Cuando vean la obra, les aseguramos van a coincidir con nuestras palabras y comprobarán que los elogios para su composición, son más que justos.








Los papeles masculinos, con menos tiempo en escena, realizan un aporte importante. Pablo Mariuzzi, es un Pato sensible, que será testigo de la guerra que se libraba en aquella casa y quedará algo conmovido. Destacamos un monólogo, donde se luce mucho.
Sebastián Dartayete, el hermano menor de Pato, es un Ray rebelde, que no encaja en ese pueblo anticuado y perdido en el mapa, aportando frescura y momentos de humor, que sirven,  para descomprimir, una obra muy dura.

La puesta de Oscar Barney Finn, es muy lograda, generando un atmósfera asfixiante y cargada de tensión, que consigue perturbar al espectador. Destacamos el diseño escenográfico de Eduardo Spindola recreando la fría casa familiar, la música de Sergio Klafner y un diseño de luces de Claudio del Bianco, que crea climas acordes con la trama.








No hay mucho más para agregar, estamos en presencia de un texto premiado y representado en todo el mundo, que en esta adaptación, hace referencia a las rivalidades entre los ingleses, irlandeses, mencionando el tema de la inmigración, sin perder de vista, que el conflicto central de esta historia es la conflictiva y violenta relación que mantienen una madre y una hija, donde el amor hace muchos años, está ausente.

Recomendamos La Reina de la Belleza, un texto sórdido y descarnado, que además de hacernos reflexionar sobre temas como la vejez y el vínculo filial, nos permitirá disfrutar de un notable duelo actoral, con interpretaciones soberbias.

El aplauso emocionado y sostenido, con que los espectadores despiden a los protagonistas al final de la función, dejan claro, que hemos sido partícipes de una noche donde el teatro independiente, una vez más, se ha vestido con sus mejores ropas.




Pensador Teatral.


jueves, 16 de mayo de 2019

La Alimaña.

Jueves 20 hs en Multiescena CPM ( Av.Corrientes 1764 )








Dramaturgia de Patricia Suárez y Dirección de Ulises Puiggrós.

Medea la tragedia griega escrita por Eurípides, regresa al teatro independiente, en esta renovada versión de Patricia Suarez, que pone la lupa sobre la mirada de tres mujeres, que darán cuenta de su relación con el poder, el amor y acerca de lo implacable y devastador, que puede resultar el simple paso del tiempo.







La obra se estructura en los monólogos de tres mujeres, Medea, la esposa degradada de Jasón, la joven y bella princesa Creuza, hija del Rey Creón y la nodriza de Medea. Tres mujeres, de distintas generaciones, que si bien no interactúan en forma directa en la trama, en verdad, si lo hacen con sus textos, ya que sus monólogos, que inteligentemente se irán intercalando, se relacionan y siguiendo el hilo de los mismos, se irá configurando esta historia dramática y desgarradora.

No vamos a contar demasiado, solo diremos que Medea, la vieja hechicera, no soportará perder a su esposo en manos de esa joven insulsa e ingenua, que desde su punta de vista tan poca cosa resulta comparada con ella. Ciega de odio y con una inmensa sed de venganza, tendrá serias dificultades para controlar sus impulsos. Quien recuerda la tragedia griega de Eurípides, sabe que no exageramos cuando decimos que Medea, está enferma de saña y quien no lo recuerda, al ver la obra, entenderá cabalmente, porque la llaman la Alimaña,








El texto de Patricia, si bien toma como base los lineamientos de la leyenda griega, le imprime una impronta propia y femenina, que realza la historia, permitiendo hasta algún momento de humor, lo que la hace sumamente atractiva, creciendo mucho además, debido a las estupendasactuaciones que presenta la pieza, por parte de las tres mujeres que la protagonizan.

Eliana Migliarini, como Medea, es la protagonista central de la historia y nos regala una actuacíón soberbia, con una entrega física y actoral, que supera lo habitual. Logra transmitir en gran forma, el dolor y el odio que su personaje,  lleva en las entrañas. La atormentan, los recuerdos de esa  mujer irresistible que fue, sin aceptar el paso de del tiempo y mucho menos conformarse, con un presente gris, que la muestra postergada y olvidada, lejos de sus años de esplendor.. Excelente labor la de Eliana, con una presencia escénica imponente, que abruma por su realismo.









Silvia Petri, es la nodriza, también añora mejores momentos, aquellos en los que  vivía su ama original, esa que le regalaba tantos pares de zapatos, que le quedaban tan bien. Con la señora actual, las cosas no son como eran entonces, en la casa no se respira un aire pacífico, por el contrario son tempestades las que recorren esos pasillos y ella con su valija repleta de zapatos a cuestas, tratará de aliviar el sufrimiento que se vive. Entrañable interpretación de Silvia.

Para el final, dejamos a Débora Longobardi, que encarna la joven y bella Creuza. No es sencilla su tarea, ya que debe actuar como contrapeso, de una Medea arrolladora, que se lleva todo por delante. Y realmente supera el desafío, siendo una princesa dulce y tierna, que pese a saber que fue llevada con Jason, para contraer un matrimonio por conveniencia, se permite ilusionarse, con la posibilidad de encontrar el amor verdadero y derrotar la envidia que genera. Nos encantó la composición de Débora, una de nuestras actrices preferidas del off, por su frescura, gestualidad y ese tono de voz particular, que la distingue. Nos alegra comprobar una vez más, su superación y ese crecimiento continuo, que la proyecta como una actriz, con un enorme futuro.









Sin dudas se reunió un trío de actrices muy talentosas y comprometidas con la historia, que gracias al respaldo de un director joven y sensible como Ulises Puiggrós, encuentran espacio fértil para el lucimiento individual, en monólogos muy bien estructurados y acertadamente intercalados.

La puesta que se propone es íntima y minimalista, con una escenografía despojada, siendo las mujeres y sus palabras, las que ocuparán el centro de las escena. Destacamos el diseño lumínico de Gonzalo Calcagno,  colaborando a crear el clima intimista que pide el texto.








La Alimaña, se encuentra transitando su segunda temporada, algo muy meritorio y que debemos resaltar, ya que luego de una primera temporada de suceso en La Comedia, llega ahora a la Calle Corrientes, al renovado Multiescena, algo que demuestra, el crecimiento y recorrido de la obra, en gran medida, gracias al boca a boca, .

No hay mucho más para agregar, solo nos queda recomendar La Alimaña, una versión potente y rejuvenecida de Medea, donde la tragedia, se recrea desde los ojos y el sentir femenino. Confluyendo un texto intenso, una dirección sensible y en especial tres actuaciones magníficas, para redondear, esta notable y movilizadora propuesta, que el teatro independiente, tiene para ofrecernos.





Pensador Teatral.


lunes, 13 de mayo de 2019

Rezar de Noche

Dramaturgia de Dario Bonheur y Dirección de Adriana Garibladi.








Lunes 21 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )

La pluma sensible de Dario Bonheur, nuevamente nos ofrece un texto de su autoría, que se compromete con problemáticas que muchas veces la sociedad prefiere esconder bajo la alfombra y no exponer, como al abuso infantil y la violencia física / psicológica que se ejerce sobre los niños, entre otros temas, que merecen tener visibilidad.








En esta oportunidad, Rezar de Noche, se centrará en un pueblo no precisado del interior, donde un grupo de tres amigos ya adultos, se reúnen para rememorar algunas situaciones de la infancia, cuando eran chicos e iban juntos a la escuela. Aparece el recuerdo del Gordo Lelé, que era el blanco de las burlas de todo el curso, se ríen recordando aquellas travesuras y como se divertían a costa de el, pero también recuerdan, aunque desearían no hacerlo, aquel fatídico día, en que un juego de niños, terminó en una tragedia, que modificó por siempre la vida del Gordo.

Aunque quieren quitarle dramatismo al tema, la culpa parece invadirlos, ya que ninguno de los tres pueden quitarse de la cabeza, las imágenes de ese desgraciado día. El pasado ya es historia, pero este  presente que los tiene ya adultos, parece no lucir muy diferente, en cuanto a sus mentalidades.










Aparece en escena Margarita, ella también iba a la escuela con ellos y recuerdan se sentaba con el Gordo Lelé. No habrá sido ella la culpable de lo que pasó ?? La crueldad de la infancia, se transporta a la adultez y ahora es Margarita, el blanco de las burlas, del destrato y del bullyng.

Hasta allí contaremos, cuando vean la obra, descubrirán, hasta donde podrá llegar la maldad de estos adultos, que sin perder de vista, lo mal que se portaron cuando eran niños, no muestran intenciones de modificar su macabro comportamiento.

La puesta de Ana Garibaldi, es cruda y realista, ya que sin rodeos deja al descubierto una forma de actuar, que no debe naturalizarse. En este realismo que mencionamos, mucho tienen que ver las buenas actuaciones, que presenta la obra, de parte de un elenco joven y entusiasta.










El trío conformado por Víctor Salvatore, José Arrué y Alejandro Hener, encarna a los malos de la película, son los que ejercen el acoso y la violencia, siempre uniendo fuerzas, contra el más débil. Muy bueno el trabajo de los tres, mostrando gran compromiso actoral y físico, ya que la pieza, tiene mucho contacto corporal. En especial destacamos el trabajo de Victor Salvatore, el galán del grupo. Con gran presencia escénica, recordamos haber elogiado su trabajo hace poco tiempo en El Casamiento, una entrañable obra del off y aquí volvemos a verlo en una muy buena composición.

La víctima es Margarita, interpretada por Victoria Paez,  con muy baja autoestima, y culposa, parece acostumbrada al maltrato que recibe. Una composición muy destacada la de Victoria, que se muestra  frágil y vulnerable tal como pide su rol.
Elena Acuña, también se luce en su composición,simulando una amistad con Margarita, pero siendo en verdad egoísta y despiadada, con su supuesta amiga.

La puesta por momentos es asfixiante y perturbadora, la violencia que se ejerce sobra el más débil, resulta inquietante para el espectador, que reconoce como cercanas las situaciones que se recrean en escena.








La obra expone con mucho realismo, situaciones como el acoso escolar, la crueldad que pueden llegar a tener los niños, graficando como muchas veces, travesuras de la infancia pueden tener consecuencias graves y generar traumas que se mantienen fuertemente en la adultez.

Rezar de Noche nos ayuda a reflexionar, sobre situaciones de nuestra propia infancia y seguramente recordaremos algún hecho cercano de crueldad infantil, que tal vez en su momento elegimos minimizar. Como siempre ocurre en estos casos, celebramos cuando que el teatro,  permite dar visibilidad a una prácticas lamentablemente extendidas, logrando crear conciencia e invitando a luchar por una sociedad mejor.




Pensador Teatral.


sábado, 11 de mayo de 2019

Entrañables.

Dramaturgia y Dirección de Gabriel Devoto.









Sábados 21 hs en La Tertulia ( Gallo 826 )

Stanley Oliver y Laurel Hardy, más conocidos como El Gordo y El Flaco, conformaron un famoso dúo cómico, que quedó grabado en la historia del cine primero y la televisión después , haciendo reír a chicos y grandes de distintas generaciones, que disfrutaron de sus torpezas y su payasesco humor.









Rodaron juntos entre 1921 y 1951, más de un centenar de filmes cómicos, entre cortos mudos, sonoros y largometrajes. Eran amigos en la ficción y también en la vida real, conformando una fuerza creativa, que vivían para hacer reír a los demás.
Stan y Olie, trascendieron su época, formando una pareja que cuenta con millones de admiradores en todo el planeta y ya forman parte de la historia del cine.

Celebramos entonces, la decisión de Gabriel Devoto, en traer a esta célebre dupla a nuestro querido teatro independiente. Este no es casualidad, ya que el año pasado, gentileza del mismo disfrutamos de Quimera de un Artista, que retrataba la vida de Charles Chaplin, un trabajo que recomendamos sobradamente.

Y el nuevo proyecto, le resultó muy bien, ya que creó un espectáculo para toda la familia, donde los adultos recordarán las andanzas de esta inefable pareja y los niños los descubrirán y se reirán de las torpezas de estos personajes, que divirtieron a sus padres.









La composición de personajes que hacen tanto Daniel Di Rubba como Oli y el mismo Gabriel Devoto como Stan, es fantástica. Sus gestos, los movimientos, sus voces y el magnífico vestuario, nos transportan con la imaginación a las épocas del blanco y negro, para que no tengamos dudas que esos que vemos en el escenario, son nada menos que El Gordo y El Flaco.

Debemos destacar la presencia escénica de ambos protagonistas, compenetrados en sus personajes y dando a los mismos, una gracia y una ternura, que además de recordarnos al famoso dúo cómico, reconfortan, ya que saben como llegar al corazón de los espectadores. Estupenda interpretación de ambos.

Sus actuaciones son muy bien apoyadas, por Leila Forte y Basia Fiedorowicz, que aportan elegancia y frescura en sus diferentes apariciones, al igual que Oscar Trussi, que pone su experiencia al servicio de la obra. Los tres son generosos, para contribuir al lucimiento de los grandes protagonistas de la noche y hacen un aporte importante, para enriquecer la puesta.










Hablando de la puesta, realmente es muy ingeniosa, ya que el director juega con la proyección de imágenes de viejas películas de los cómicos, en una pantalla gigante en el fondo, creando diferentes ambientes  y sirviendo de introducción a escenas, que luego los protagonistas jugarán en el escenario, destacando un par de actos, como uno en que andan en auto y otro en que aparece una criatura que no vamos a relevar.

Es para resaltar, como con ingenio, se optimizan los limitados recursos con lo que cuenta el teatro independiente y se puede lograr una puesta tan atractiva como esta. Destacamos el sobresaliente vestuario de Nélida Bellomo, la buena iluminación Florencia Carbone y el destacado diseño multimedia de María Eugenia González Choque, con mucha importancia en esta obra.










Disfrutamos mucho de Entrañables, en un refugio como La Tertulia, que acostumbra siempre a ofrecer espectáculos de mucha calidad. Viajamos en el tiempo hacia nuestra infancia y nos reímos mucho, con el humor sano e ingenuo de esta célebre pareja cómica. El combo incluye, magníficas actuaciones y emociones al por mayor, en una noche entrañable de teatro, en sintonia con el título de la obra.

El aplauso emocionado y la alegría con la que los espectadores despiden a los protagonistas al término de la función, premian la magia del teatro, mediante, que nos permite darnos el gran lujo de disfrutar nada menos que de El Gordo y el Flaco, en pleno corazón del Abasto.




Pensador Teatral.

viernes, 10 de mayo de 2019

Maldita Nada de Nada

Dramaturgia y Dirección de Claudio Gotbeter.








Viernes 20 30 hs en Teatro Payro ( San Martín 766 )

Teníamos muchas expectativas, por ver la nueva obra de la Compañia Teatral Comedias Negras, cuyo director es el reconocido dramaturgo Claudio Gotbeter, cuyas obras fueron representadas en más de veinte países, de distintos continentes,algo que muy pocos autores consiguen.

Sus textos fueron traducidos al inglés, francés, portugués, italiano, alemán y hasta el árabe, siendo su material, objeto de estudios, en universidades y escuelas de artes dramáticos de todo el mundo, ya que sus obras, tienen una estética extremadamente  cuidada y un sello que las distingue.








Por lo general, Gotbeter no acostumbra a estrenar sus piezas, antes de cumplir dos años de ensayo, algo que queda demostrado en la calidad y precisión de sus espectáculos, que por lo general recurren al humor, para abordar temas complejos, como la conciencia humana, los miedos y las dudas existenciales, que todos tenemos.

Hecha ya la introducción respecto del autor, que entendemos puede ser útil, para lo que contaremos a continuación, digamos ya de entrada y sin prolongar el suspenso, que con Maldita Nada de Nada, nuestras expectativas previas, fueron ampliamente superadas, al término de la obra, ya que disfrutamos de una hermosa noche de teatro, de la mano de un texto disparatado y actuaciones superlativas, del numero elenco reunido. Y nos quedamos con ganas que la obra siguiera, siendo este un claro indicador, de lo bien que lo pasamos.

Es bueno mencionar para el espectador desprevenido, que Maldita ... es una pieza absolutamente original, diferente a las obras que acostumbran a verse en la cartelera porteña, con una personalidad y una estética propia, que debemos valorar, notando el trabajo previo que hay atrás.








Solo comentaremos el comienzo de la obra, para que vean que no exageramos, cuando decimos que veremos algo distinto. En ese inicio, tendremos frente a nosotros, a mujeres vestidas integrantes de negro, que nos observarán fijamente, sin decir palabra y sosteniendo un silencio que se prolongará por algunos largos segundos, inquietando a un espectador, que tratará de descubrir que sucederá a partir de allí.

Ese será solo el inicio, a partir de ahí la trama arrancar'a y ya no se detendrá, creciendo de manera rítmica, sincronizada y con coreografías que se ejecutarán,  con una precisión y una coordinación que asombra. No vamos a contar mucho del argumento, para que lo descubran cuando vean la obra, solo diremos que esta particular orquesta, que se dedica a tocar en funerales, recibirá de parte de su directora, una noticia tan sorprendente, como demoledora, ya que les comunica que sus instrumentos olvidados en el cementerio, fueron robados algunos de ellos y destruidos otros.

La novedad causa un efecto devastador sobre el grupo, que de a poco y en forma catártica comenzarán a relatar sus penas, miedos, dudas y desgracias, ante la atención del resto, generándose infinidad de escenas disparatadas y absurdas,  provocando muchas risas en la platea y hasta allí contaremos. Cuando vean la obra, verán que acciones toman los integrantes del coro y si finalmente pueden recuperar sus instrumentos.









Este texto tan loco y disparatado, tiene muy buena repercusión, debido a la gran respuesta del elenco reunido para la ocasión, que se muestra absolutamente comprometido con la estética y la filosofía que caracteriza al autor. El desafío no es sencillo, la exigencia es grande, pero el elenco demuestra estar a la altura del reto.

El despliegue escénico es muy importante, ya que hay trece actores en escena, en realidad son doce actrices y un actor los que estarán en el escenario, interactuando la mayoría del tiempo de manera simultánea, algo que requiere mucha coordinación y una perfecta sincronización de las acciones, dos cuestiones que se cumplen a la perfección.

Lo que destaca aquí es el conjunto el bloque de actores, pero el director tiene la habilidad, de dejar espacio además para el lucimiento individual, de la mayoría de las protagonistas, que aprovechan muy bien la oportunidad, para dejar su impronta.

Corriendo el riesgo de ser injustos, vamos a mencionar a algunas de las protagonistas, ya que la buena factura de sus interpretaciones, merecen el destaque. Arranquemos por Haydee Arevalo, como Agripa, la directora del coro, que deberán luchar contra viento y marea, parta tratar de ordenar a un grupo, bastante disperso. En un elenco muy joven, Haydee es la excepción y queremos destacar especialmente su labor.











Yendo ya al coro, nos encantaron las composiciones de Anamar Wright, como Paloma y sus dudas existenciales que la acompañan desde siempre, las preguntas.. El histriónismo de María Otilia Plastine como Arsenia, la ternura y el sentimentalismo de Lourdes Isola ( Olimpia ), a la que conociamos ya de trabajos anteriores y aquí volvemos a verla en una gran nivel, el vozarrón y la personalidad de Erica Spósito ( Orlanda ), las preguntas y esos pelos al viento de Patricia Vasile ( Odina ), las interrupciones y opiniones no aceptadas de Julia Fiks ( Ailuj ).

Mencionemos en párrafo aparte, al único hombre del elenco, Ariel Osiris, un actor de mucha experiencia, otro viejo conocido nuestro, por haber visto trabajos anteriores, que se destaca mucho componiendo a un Petronino, quejoso, con voz chillona y con gran presencia escénica, que tiene muchos pasajes de lucimiento.

Mencionemos también a Ivanna Centanni ( Arcilla ), Ana Belén Capistrano (  Praga ),  Micaela Veltani ( Praga ), Esmeralda Lerena ( Omega )  y Anabel Vartanian ( Atila ), todas ellas hacen un aporte fundamental, para el conjunto, que es el que resalta en la obra.










Este elenco comprometido, es el corazón de la obra, sus gestos, sus miradas, la expresividad a flor de piel y un compromiso constante, para mantener bien alto la dinámica de una obra que no decae en ningún momento y siempre está bien arriba, algo que más allá del texto, es mérito del elenco, que le pone mucha pasión y alegría a sus trabajos.

La puesta tiene una musicalidad y un ritmo que distinguen la trama. La escenografía es despojada y casi sin artilugios escénicos, serán las protagonistas con sus voces y su corporalidad la que llevarán adelante la historia. Un ítem a destacar es el diseño lumínico de Julio Clara Rodríguez, jugando mucho con la oscuridad y un color negro que marca tendencia aquí,

Bien, no queda mucho más para agregar, nos sorprendimos muy gratamente con Maldita Nada de Nata, una comedia negra, que mediante el absurdo y el humor, se anima a explorar en temas existenciales, como los miedos, la fragilidad, las dudas y principalmente de como nos sentimos antes los hechos que nos suceden y muchos veces nos desbordan.












Recomendamos especialmente la obra, se encontrarán con un texto muy rico de Claudio Gotbeter, con una puesta muy musical, rítimica y bellisima desde lo estético, disfrutando además de actuaciones muy destacadas y excelentes composiciones de los distintos personajes.

Como frutilla del postres, hacía mucho tiempo, que no veiamos al Payró repleto, con un público entusiasta, que se enganchó desde el arranque con la historia y que al final de la función despidió con una hermosa ovación a las protagonistas. Desde nuestro humilde sitio, siempre celebramos las propuestas originales, que arriesgan con algo diferente. Maldita Nada de Nada, además de ser original, es un espectáculo que merece verse, teatro independiente de calidad que recomendamos.




Pensador Teatral.



martes, 7 de mayo de 2019

Cuando Llueve

Martes 20 30 hs en Multiescena Teatro ( Av.Corrientes 1764 )









Dramaturgia y Dirección de Anthony Black. Traducción de Rafael Spregelburd.

Segunda temporada de Cuando Llueve, en nuestro país.Versión adaptada de " When It Rains ", éxito de la compañia teatral canadiense 2b Theatre, muy reconocida en su país, que presentó esta obra en New York, Edimburgo y hasta en la India. Llega a Buenos Aires, de la mano de su autor y director Anthony Black, que se instaló en Argentina, para montarla por primera vez en español, con un elenco argentino.








El responsable de que esta obra llegue a Argentina, es Rafael Spregleburd, que además de ser un excelente dramaturgo, director y actor, es traductor. Precisamente cuando le ofrecieron traducir esta obra escrita en francés ( como dato de color, señalamos que Rafael es un verdadero políglota, que habla más de ocho idiomas ), intuyó que la obra podía interesar en Buenos Aires, pese a que nuestro público preferentemente prefiera autores locales, pero había un componente innovador en la pieza, que la tornaba irresistible.

Y así fue como nació este proyecto teatral, coproducción entre Canadá y Argentina, con su autor viajando a nuestro país, para conocer como trabaja aquí el teatro independiente, siempre guiado por Spregelburd, que a pedido de Anthony, sería uno de los integrantes del elenco, algo inusual para Rafael, que poca veces actuó, en obras que no fueron escritas por él.









Luego de esta extensa, pero entendemos colorida presentación, digamos que argumentalmente Cuando Llueve, nos acercará la historia de dos parejas vinculadas entre sí, que atraviesan presentes opuestos. Una de ellas, pasa un momento delicado y por iniciativa de la mujer, decidirán cortar la relación, la otra en cambio vive un presente feliz, con buen presente laboral y esperando con muchas ansias, el nacimiento del primer hijo luego de cuatro años de buscarlo.

No vamos a contar más, pero el azar que tuvo mucho que ver, para que los integrantes de esta pareja se conocieron, parece que empezará a jugarles en contra y las desgracias comenzarán a cruzarse en el camino. Hasta allí contaremos, dejaremos que el espectador cuando vea la obra descubra el resto y reflexione acerca de cuestiones siempre trascendentes, como la existencia del destino, tratar de explicar porque nos suceden las cosas e intentar comprender si es posible que el universo en algunas ocasiones, se ensaña con algunas personas en particular. Hay un Dios Todopoderoso que decidió un camino para cada persona o la fortuna es la que manda ??








El texto es profundo y muy interesante, pero lo que distingue claramente  a esta obra es su puesta, absolutamente innovadora, donde la tecnología tiene fundamental participación. Ya que la obra surge de una software y una aplicación de video, que proyecta sobre los actores imágenes planas en 2D. La pieza no utiliza luces, la única fuente de luz es un proyector, que hace aparecer en el escenario, de manera ficticia claro, muebles, objetos y fenómenos meteorológicos, con una precisión y un realismo que nos impresionó, ya que es algo muy novedoso, por eso hay que verlo.

Además, la puesta se plantea en forma de historieta, con escenas contadas como viñetas, apareciendo por momentos textos en la pared, que nos señalarán algunos hechos fundamentales de la historia que estamos viendo y en otros una voz en off que nos acercará datos relevantes.

El diseño sonoro, es otro aspecto fundamental en esta puesta, ya que además la voz del relator, oíremos el cantar de los pájaros, el ruido de la calle y por supuesto el sonido de la lluvia, con el estruendo de los truenos, cuando la tormenta arrecia.








La riqueza visual y sonora que tiene la obra impacta a un espectador que se vé sorprendido, por semejante despliegue original e irreal, que cerrará por completo con la incorporación del muy buen elenco reunido, que tiene un desafío muy grande, para representar esta obra y lo supera con creces.

Las actuaciones son muy destacadas, algo que no sorprende, por la calidad de los nombres sumados al proyecto. La actuación más destacada de la noche, para nosotros fue precisamente la de Rafael Spregelburd, interpretando a un Alan racional, que intenta aplicar todo lo que sucede, apoyándose en la lógica de las estadísticas y las probabilidades, con un histrionismo y una destreza actoral, que se disfruta a lo largo de toda la trama.








Su esposa en la obra es Moro Anghilieri, como Ines, una actriz que siempre aporta frescura y glamour en sus presentaciones, logrando empatía con el público. Lucido trabajo el de Moro, que tiene a su cargo un personaje que atraviesa diferentes estados de ánimo y los recorre con solvencia . Gloria Carrá, otra actriz de gran recorrido en televisión y teatro, resuelve como solvencia el papel de una Ana, medio perdida en la vida, que intentará recomponerla, yendo por el lado espiritual.

Para el final dejamos a Matthieu Perpoint, que es el actor indicado para representar a Loius un profesor que llego de Francia por amor.  Deliciosa su interpretación, con el plus de que el francés es su lengua nativa y con algunos momentos para el recuerdo, como cuando canta bajo la lluvia, en un fragmento muy bello y emotivo.

Sin dudas, esta no es una obra sencilla para los actores, ya que al desafío habitual que requiere el texto, agrega la dificultad, de insertarse de manera muy precisa una pieza, donde las proyecciones y la tecnología, tienen gran relevancia.









En definitiva, una propuesta original e innovadora, que llega desde Canadá, en esta atractiva adaptación con algunos guiños locales, para dar forma a una historia profunda que nos hará reflexionar, acerca del azar y como su incidencia, puede ser decisiva, para nuestras vidas y para un destino, que muchas veces, parece estar escrito de antemano, sin que sepamos, si fue benevolente con nosotros.

Recomendamos sin dudar, Cuando Llueve, una obra que seduce por su temática trascendental, con actuaciones muy destacadas y nos permitirá disfrutar su tecnológica puesta, que nos sorprenderá, por su increíble riqueza audiovisual, siendo una propuesta que llegando desde el Canadá, que sin dudas, le aporta un toque de distinción a nuestra prolífica cartelera porteña.




Pensador Teatral.