Dramaturgia de Gabriel Fernández Chapo y Dirección de Greta Risa.
Migrantes es un espectáculo con sello latinoamericano, co-producción entre ocho países e interpretada por seis actores de diferentes países, que abrirán su corazón y pondrán el cuerpo para relatar la manera en que dejaron su patria, familias y costumbres, para irse a Europa en búsqueda de un futuro y oportunidades, que la tierra que los vió nacer, no les brinda.
La dramaturgia de Gabriel Fernández Chapo, indaga en el tema de la identidad y deja varias preguntas. La identidad dependerá de la cultura del país en el que nos criamos ? Las costumbres, el idioma, la religión, las comidas, etc, del lugar en que nacimos, seguramente moldearán nuestra idiosincrasia. Pero que ocurriría, si decidiéramos ir a vivir a otro país ?? Nuestra identidad se mantendría o por el contrario, se transformaría ?? El disparador para el autor fue ese, pero a partir del mismo, surgen varios caminos.
Cuáles son las motivaciones, para que una persona deje su familia, amigos y costumbres, para probar suerte en otro país ?? Muchas son las personas, que no la pasan bien en su tierra, pero solo unos pocos, tienen la decisión y la valentía, para irse a vivir a otro país. Hay un único motivo o dependiendo de la historia de cada persona, diferentes serán las razones que pueden tomar semejante decisión ??
El autor para escribir esta obra realizó numerosas entrevistas a inmigrantes latinoamericanos en España, para tener historias en primera persona, apareciendo claramente temas como el dolor de la partida, lo difícil que es adaptarse a un sitio que no se siente como propio y la nostalgia, que en mayor o menor grado siempre aparece. Otro aspecto que surgió en muchos casos, es el tema de la discriminación y como muchas veces, las sociedades más desarrolladas, sienten al inmigrante como un invasor, que llega para quitarle sus trabajos, apareciendo además los prejuicios con el distinto.
El texto entonces estaba escrito y en este momento es que llega Greta Risa, la directora, con su compañia Mirando al Sur, para generar este espectáculo potente y creativo, que reúne a seis actores de nacionalidades diferentes, verdaderos migrantes en Argentina hoy, elegidos para representar los personajes modelados por el autor. Este crisol de nacionalidades, le otorga a la pieza, una riqueza y la hace diferente a otras, que antes indagaron en el tema.
Es de utilidad, saber que cuando Greta, se encontró con el texto, se enamoró del mismo de inmediato y lo abrazó con enorme pasión, ya que se sintió atraída y totalmente identificada con la temática, ya que ella misma a los 18 años, abandonó Argentina, su tierra natal, para irse a Francia, país en el cual, vivió todo tipo de experiencias, estuvo sin papeles varios años, con miedo, trabajos temporales y hasta pasando hambre, pero siempre decidida e intentando hacer pie en un lugar que le resultaba diferente y fascinante a la vez. Lo bueno es que su historia personal fue exitosa y años después, pudo capitalizar, todo lo vivido, hallando en este bello texto, el lugar justo, para manifestar sus experiencias, dando color a una puesta, que habla por ella. Creemos que en este dato, encontramos una de las razones, que explican el excelente resultado final del proyecto y la pasión que se respira en el equipo de Migrantes.
No vamos a contar mucho de las historias que surgirán en la trama, para conservar el suspenso, solo diremos, que se combina de manera muy inteligente, un tema complejo y en cierto punto triste, como el de la migración, con el humor, el grotesco y el clown, quitando dramatismo a una cuestión, que envuelve tantas emociones y sensaciones encontradas.
Vayamos ya a hablar de los protagonistas de la obra. que son quienes le dan verdadero sentido al texto. Realmente las actuaciones son parejas por lo buenas y todos encuentran espacio para su lucimiento, además por la estructura dinámica que tiene la puesta, cada uno además de llevar adelante su personaje, desdobla otros, ya que todos participan en las diferentes historias que se irán contando.
Corriendo el riesgo de ser injustos, ya que todas las interpretaciones son realmente buenas, nos gustó en especial el trabajo de Mariana Maciel, la actriz argentina, con un tono tanguero / arrabalero muy logrado y con un histrionismo a flor de piel, nos hará recordar las crisis que desde hace tantos años sobrevuelan a nuestro país, la corrupción de los políticos, entre otros temas. Magnífica trabajo de una carismática Mariana, aportando belleza y encanto a la noche.
La otra presencia femenina y también muy destacada, es la de Olivia Torrez, la actriz boliviana, a quien recordábamos haber elogiado el año pasado, por su participación en Los Deseos, Muerte y Redención Cumbiera ( flor de título ), donde desde un personaje bien diferente, también se hacía referencia a la discriminación. En este caso, su personaje tendrá una paradoja para resolver. Ya que en La Paz, dejó a su hijita chiquita y llegó a España, para cuidar a la hija de una madre española, algo que suena contradictorio en su interior. Una actuación muy sentida la de Olivia.
Por el lado masculino, nos encantó la tonada y el estilo del colombiano Juan Prada, por su lado el chileno Cesar Riveros, muestra su carisma y presencia escénica en cada intervención. Muy buenos trabajos de ambos. Resta mencionar, al ecuatoriano Paul Criollo, con su sufrida historia, que lo obligó dejar Quito y a su rebelde hijo, cerrando con el juvenil Vladimir Chrony, que representa muy bien a su México querido.
Todos los protagonistas, encuentran el espacio adecuado para el lucimiento individual y al mismo tiempo siempre aportan para el conjunto, siendo una obra que les exige estar siempre atentos y en movimiento, ya que en todo momento están en escena, al mismo tiempo.
La puesta que nos propone Greta, es vertiginosa, loca por momentos, con una buena dosis de teatro físico y coqueteando a cada momento con el grotesco y siempre invitando a volar con la imaginación. La escenografía es despojada, apareciendo algunos objetos, para acompañar el relato, como esas valijas de todo tipo y tamaño, que desfilan por el escenario y tanto nos remontan a viajeros, que tienen la imposible misión de tener que condensar en solo 23 kilos, gran parte de su vida, para llevarlos consigo. Rubros a destacar, son el vestuario de Magda Banach, fundamental para las muy buenas caracterizaciones, al igual que el maquillaje de Gabriela Palazzo, que también luce mucho, en los rostros de los protagonistas.
Párrafo especial para la música en vivo de Laura dos Santos, una verdadera banda de sonido, tocando gran cantidad de instrumentos y musicalizando la puesta, con una entrega absoluta, ya que no para desde que arranca la obra. Como puede apreciar el lector, si bien la puesta, tiene un vértigo y un ritmo loco, que por momentos abruma, detrás de ese supuesto caos, podemos observar como se cuidan todos los detalles.
Es una experiencia muy gratificante la que nos regala Migrantes, ya que nos permitirá reflexionar sobre un tema del que poco se habla en teatro, pero siempre apostando al humor y a lo lúdico, que no hay dudas, es una excelente manera de entrar a los temas profundos que toca la obra. La dualidad del tema, es evidente, de un lado podemos colocar al desarraigo, la nostalgia, la discriminación y lo difícil que resulta muchas veces adaptarse a un cambio tan radical. Pero del otro lado, tenemos la noble búsqueda de nuevos horizontes, la chance de conocer nuevos mundos y culturas, vivir las experiencias que solo nos producen los viajes y experimentar esa sensación de libertad y trascendencia, que provoca abrirse nuevos caminos, dejando atrás al fijado de antemano.
Migrantes, es una obra que por su composición, recorre los escenarios de diferentes países, habiendo recibido ya varios premios y reconocimientos. El año pasado tuvo un breve paso por el Teatro del Pueblo y ahora retorna con fuerza renovada a Buenos Aires, a una sala como Espacio Callejón, que es vanguardia en el teatro independiente. Por eso no sorprende, que desde su estreno, viene agotando las localidades con varios días de anticipación, lo que le augura una temporada muy exitosa.
Ya dijimos mucho, solo nos queda recomendar Migrantes, sin dudas se van a sorprender con esta creativa propuesta con acento latinoamericano, que toca un tema de gran actualidad en nuestra sociedad y también nos invita a repensar nuestra postura ante el inmigrante, alentándonos a tener la mente abierta y dejar de lado nuestros prejuicios.
Pensador Teatral.