Dramaturgia y Dirección de Nelson Valente.
Hay obras que arrancan de manera tímida, casi experimental y con el correr del tiempo, empiezan a crecer. Este sin dudas es el caso de Solo llamé para decirte que te amo, comedia dramática escrita por Nelson Valente, el autor de El Loco y la Camisa, fenomenal obra del off, que lleva más de diez años en cartel y que haciendo memoria, tuvo un nacimiento bastante similar a la pieza que estamos reseñando ahora.
Contemos entonces que Solo llamé para decirte ... , nació en el 2016 , en ocasión del " Ciclo el 25 Va a tu casa ", representándose en casa de vecinos del barrio de Villa Urquiza. Adaptándose a la arquitectura de cada uno de ellas, usando el baño, living, cocina y demás ambientes reales. Por un día la casa, se convertía en sala teatral. La original propuesta, tuvo una muy buena respuesta del público y a la otra temporada, ya llegó al Timbre 4 abierta a espectadores en general, perdiendo los vecinos de Urquiza, la exclusividad que habían tenido.
La obra siguió en cartel, acompañando el crecimiento del autor, que empezó a ser convocado por productores del teatro comercial y en esta temporada Solo Llamé para ... , dá el salto grande y se presenta en el Picadero, un teatro con mucha historia y uno de los que mejores espectáculos presenta en la actualidad.
Y de que trata la obra, con un título tan largo, como prometedor ?? La pieza nos contará la historia de una familia bastante particular / disfuncional , en la que Patricia ( Mayra Homar ) está a cargo de la casa, en la que vive con sus dos hijos mellizos ya adolescentes, la novia de uno de ellos, su hermana menor y su madre. Ella es la única de los integrantes de la casa que trabaja y por lo tanto es el único sostén del hogar, solo gracias a ella, la heladera puede llenarse.
Pero contra toda lógica, Patricia además tiene que ocuparse de las tareas hogareñas, ya que sus hijos prefieran pasarse el día holgazaneando, comiendo y durmiendo. Todo menos ayudar. La hermana, que tiene una respuesta para todo y es la primera en levantar el dedo acusador, también parece alérgica al trabajo. Y su madre, está más ocupada en salir de fiesta y emborracharse, que de asumir su edad y tener un rol diferente en la casa.
La existencia de Patricia por momentos es un verdadero infierno, abundan los gritos y las peleas en la casa. Se pelean por usar el baño, por la comida, por los ruidos, cualquier excusa es válida para iniciar una pelea. Nuestra protagonista, no logra imponer su carácter y los demás se aprovechan de esa debilidad, queda claro que todos le han tomado el tiempo ya y saben como aprovecharse de la única trabajadora en la casa. Son especialistas en victimizarse y con mucha astucia, logran envolver a Patricia, para que tenga claro, que es ella, la obligada a resolver las necesidades de esa casa en absoluta soledad.
Pero esta asfixiante rutina que tiene la casa y en consecuencia la vida de nuestra heroína, tambaleará fuerte, cuando un domingo a la mañana, recibirá un llamado tan inesperado, como prometedor. Quien llama es Quico, un antiguo novio de la adolescencia, que hace años se fue a vivir a México y que la sorprende contándole que está en Buenos Aires y que le gustaría visitarla en casa.
Y no vamos a contar más, el resto quedará para que el espectador lo descubra al ver la obra. Solo dejaremos algunos interrogantes. Será buena idea que su ex amor la visite, sabiendo el caos que es esa casa ?? Será bien recibido por quienes la habitan ?? Y como van a reaccionar cuando se enteren de las verdaderas intenciones de Quico, que puede poner en riesgo su cómoda vida ??
La obra tiene actuaciones realmente destacadas. Para nosotros quien se come literalmente la obra es Mayra Homar, la gran protagonista de esta historia. Su composición es fantástica, consiguiendo darle a su personaje una sensibilidad notable, logrando una empatía absoluta con los espectadores, que sufren con ella, en la mayor parte de la obra. Es una actriz de gran trayectoria Mayra y no hay dudas que se siente, realmente a gusto con esta obra. Sus miradas, sus silencios, los sentimientos encontrados que muestra, el manejo de las emociones, todo lo ejecuta con una precisión admirable, para redondear una actuación soberbia, de esas que se disfrutan mucho.
Pero Mayra no está sola en escena, ni mucho menos. Otra actuación magnífica, es la de Agustina Sanguinetti, como Maricel, su hermana menor, que siempre tiene la palabra justa para juzgar a los demás y es especialista en encontrar la paja en el ojo ajeno. Cuando imaginamos a una persona tóxica, Maricel encajaría justo en ese casillero. Buenísima la composición de Agustina, dándole un grado de acidez elevado a su personaje, que lo hace muy divertido a la vez.
Y que decir de Puchi Laboronnie, la abuela Toti, que lejos de aceptar su edad, se la pasa de fiesta casi todas las noches, llegando a la madrugada, con varias copas de más. Desopilante y muy gracioso el personaje compuesto por Puchi. Completa el elenco femenino, Julia Eva Saggini, como Camila, la novia de uno de los mellizos. No es muy bien tratada en la casa, ya que Maricel, literalmente la odia, ya que no soporta la juventud y belleza de la adolescente. Su novio tampoco la comprende, ni le tiene paciencia. Con la única que tiene onda es con Patricia, la dueña de casa. Nos gusto mucho el trabajo de Julia, aportando frescura a la obra.
Llega el turno delos mellizos adolescentes Juan Cruz y Hernán, representados por Guido Botto Fioro, un joven actor, al que regularmente elogiamos en nuestras reseñas y Ramiro Delgado respectivamente. Dos verdaderos atorrantes, que aprovechando algún Edipo que sobrevuela en la casa, logran vivir sin trabajar y no se ponen colorados de pedirle plata a la madre, para sus gastos. Personajes muy divertidos y festejados por el público, los de Guido y Ramiro. Completa el elenco, Juan Pablo Kexel, como Quico, entrará en escena promediando la trama y su aparición, con un personaje bonachón, será decisiva, para el destino de esa casa.
La puesta es dinámica y resulta muy cercana al espectador, que reconoce las situaciones y a los personajes de la casa, por tener algún caso en la propia familia o en alguna conocida. Valente se caracteriza por tener una mirada inteligente y realista de los vínculos que se establecen en las familias, logrando que el público se identifique con la mayor parte de las cosas que suceden en la trama, siendo este tal vez, la clave del suceso de sus creaciones.
En definitiva, al ver la obra entendimos las razones de su recorrido y como pasó de ser una pieza, que en sus comienzos se representaba en casas de vecinos, pasando luego a uno de los teatros símbolos del off como el Timbre 4, llegando esta temporada al teatro comercial, con el presagio de seguir el derrotero triunfal de su hermana mayor, El Loco y La Camisa, que este año festejas, sus once años en cartel.
Solo llamé para decirte que te Amo, es una entrañable propuesta que recomendamos ampliamente, ya que además de hacernos reír mucho, nos hará reflexionar y nos mantendrá en vilo durante toda la trama, queriendo saber si finalmente Patricia podrá romper las cadenas que la atan a la casa, en búsqueda de su felicidad o si los demandantes integrantes de su familia, lograrán seguir teniéndola como una verdadera prisionera, para seguir con su modo de vida parasitario.
La prolongada ovación, con que el público que colmó El Picadero, despide a los protagonistas al final de la función, es un justo reconocimiento a la entrañable velada teatral vivida y una prueba más, que el hecho teatral es único y hay obras que saliendo del off más profundo, tienen las herramientas para llegar a las salas de mayor convocatoria, convirtiéndose en verdaderos sucesos de público.
Pensador Teatral.