martes, 3 de marzo de 2020

Solo llamé para decirte que te amo.

Martes 20 30 hs Picadero Teatro ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )







Dramaturgia y Dirección de Nelson Valente.

Hay obras que arrancan de manera tímida, casi experimental y con el correr del tiempo, empiezan a crecer.  Este sin dudas es el caso de Solo llamé para decirte que te amo, comedia dramática escrita por Nelson Valente, el autor de El Loco y la Camisa, fenomenal obra del off, que lleva más de diez años en cartel y que haciendo memoria, tuvo un nacimiento bastante similar a la pieza que estamos reseñando ahora.

Contemos entonces que Solo llamé para decirte ... , nació en el 2016 , en ocasión del " Ciclo el 25 Va a tu casa ", representándose en casa de vecinos del barrio de Villa Urquiza. Adaptándose a la arquitectura de cada uno de ellas, usando el baño, living, cocina y demás ambientes reales. Por un día la casa, se convertía en sala teatral. La original propuesta, tuvo una muy buena respuesta del público y a la otra temporada, ya llegó al Timbre 4 abierta a espectadores en general, perdiendo los vecinos de Urquiza, la exclusividad que habían tenido.









La obra siguió en cartel, acompañando el crecimiento del autor, que empezó a ser convocado por productores del teatro comercial y en esta temporada Solo Llamé para ... , dá el salto grande y se presenta en el Picadero, un teatro con mucha historia y uno de los que mejores espectáculos presenta en la actualidad.

Y de que trata la obra, con un título tan largo, como prometedor ??  La pieza nos contará la historia de una familia bastante particular / disfuncional , en la que Patricia ( Mayra Homar ) está a cargo de la casa, en la que vive con sus dos hijos mellizos ya adolescentes, la novia de uno de ellos, su hermana menor y su madre. Ella es la única de los integrantes de la casa que trabaja y por lo tanto es el único sostén del hogar, solo gracias a ella, la heladera puede llenarse.












Pero contra toda lógica, Patricia además tiene que ocuparse de las tareas hogareñas, ya que sus hijos prefieran pasarse el día holgazaneando, comiendo y durmiendo. Todo menos ayudar. La hermana, que tiene una respuesta para todo y es la primera en levantar el dedo acusador, también parece alérgica al trabajo. Y su madre, está más ocupada en salir de fiesta y emborracharse, que de asumir su edad y tener un rol diferente en la casa.

La existencia de Patricia por momentos es un verdadero infierno, abundan los gritos y las peleas en la casa. Se pelean por usar el baño, por la comida, por los ruidos, cualquier excusa es válida para iniciar una pelea. Nuestra protagonista, no logra imponer su carácter y los demás se aprovechan de esa debilidad, queda claro que todos le han tomado el tiempo ya y saben como aprovecharse de la única trabajadora en la casa. Son especialistas en victimizarse y con mucha astucia, logran envolver a Patricia, para que tenga claro, que es ella, la obligada a resolver las necesidades de esa casa en absoluta soledad.

Pero esta asfixiante rutina que tiene la casa y en consecuencia la vida de nuestra heroína, tambaleará fuerte, cuando un domingo a la mañana, recibirá un llamado tan inesperado, como prometedor. Quien llama es Quico, un antiguo novio de la adolescencia, que hace años se fue a vivir a México y que la sorprende contándole que está en Buenos Aires y que le gustaría visitarla en casa.











Y no vamos a contar más, el resto quedará para que el espectador lo descubra al ver la obra. Solo dejaremos algunos interrogantes. Será buena idea que su ex amor la visite, sabiendo el caos que es esa casa  ?? Será bien recibido por quienes la habitan ?? Y como van a reaccionar cuando se enteren de las verdaderas intenciones de Quico, que puede poner en riesgo su cómoda vida  ??

La obra tiene actuaciones realmente destacadas. Para nosotros quien se come literalmente la obra es Mayra Homar, la gran protagonista de esta historia. Su composición es fantástica, consiguiendo darle a su personaje una sensibilidad notable, logrando una empatía absoluta con los espectadores, que sufren con ella, en la mayor parte de la obra. Es una actriz de gran trayectoria Mayra y no hay dudas que se siente, realmente a gusto con esta obra.  Sus miradas, sus silencios, los sentimientos encontrados que muestra, el manejo de las emociones, todo lo ejecuta con una precisión admirable, para redondear una actuación soberbia, de esas que se disfrutan mucho.









Pero Mayra no está sola en escena, ni mucho menos. Otra actuación magnífica, es la de Agustina Sanguinetti, como Maricel, su hermana menor, que siempre tiene la palabra justa para juzgar a los demás y es especialista en encontrar la paja en el ojo ajeno. Cuando imaginamos a una persona tóxica, Maricel encajaría justo en ese casillero. Buenísima la composición de Agustina, dándole un grado de acidez elevado a su personaje, que lo hace muy divertido a la vez.

Y que decir de Puchi Laboronnie, la abuela Toti, que lejos de aceptar su edad, se la pasa de fiesta casi todas las noches, llegando a la madrugada, con varias copas de más. Desopilante y muy gracioso el personaje compuesto por Puchi. Completa el elenco femenino, Julia Eva Saggini, como Camila, la novia de uno de los mellizos. No es muy bien tratada en la casa, ya que Maricel, literalmente la odia, ya que no soporta la juventud y belleza de la adolescente. Su novio tampoco la comprende, ni le tiene paciencia. Con la única que tiene onda es con Patricia, la dueña de casa. Nos gusto mucho el trabajo de Julia, aportando frescura a la obra.










Llega el turno delos mellizos adolescentes Juan Cruz y Hernán, representados por Guido Botto Fioro, un joven actor, al que regularmente elogiamos en nuestras reseñas y Ramiro Delgado respectivamente. Dos verdaderos atorrantes, que aprovechando algún Edipo que sobrevuela en la casa, logran vivir sin trabajar y no se ponen colorados de pedirle plata a la madre, para sus gastos. Personajes muy divertidos y festejados por el público, los de Guido y Ramiro. Completa el elenco, Juan Pablo Kexel, como Quico, entrará en escena promediando la trama y su aparición, con un personaje bonachón, será decisiva, para el destino de esa casa.

La puesta es dinámica y resulta muy cercana al espectador, que reconoce las situaciones y a los personajes de la casa, por tener algún caso en la propia familia o en alguna conocida. Valente se caracteriza por tener una mirada inteligente y realista de los vínculos que se establecen en las familias, logrando que el público se identifique con la mayor parte de las cosas que suceden en la trama, siendo este tal vez, la clave del suceso de sus creaciones.

En definitiva, al ver la obra entendimos las razones de su recorrido y como pasó de ser una pieza, que en sus comienzos se representaba en casas de vecinos, pasando luego a uno de los teatros símbolos del off como el Timbre 4, llegando esta temporada al teatro comercial, con el presagio de seguir el derrotero triunfal de su hermana mayor, El Loco y La Camisa, que este año festejas, sus once años en cartel.









Solo llamé para decirte que te Amo, es una entrañable propuesta que recomendamos ampliamente, ya que además de hacernos reír mucho, nos hará reflexionar y nos mantendrá en vilo durante toda la trama, queriendo saber si finalmente Patricia podrá romper las cadenas que la atan a la casa, en búsqueda de su felicidad o si los demandantes integrantes de su familia, lograrán seguir teniéndola como una verdadera prisionera, para seguir con su modo de vida parasitario.

La prolongada ovación, con que el público que colmó El Picadero, despide a los protagonistas al final de la función, es un justo reconocimiento a la entrañable velada teatral vivida y una prueba más, que el hecho teatral es único y hay obras que saliendo del off más profundo, tienen las herramientas para llegar a las salas de mayor convocatoria, convirtiéndose en verdaderos sucesos de público.




Pensador Teatral.


domingo, 1 de marzo de 2020

Un Destino Absurdamente Pequeño

Dramaturgia de Héctor Oliboni y Dirección de Ana Alvarado.








Domingos 18 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )

Una interesante propuesta llega de la mano de Un Destino Absurdamente Pequeño, obra escrita por Héctor Oliboni, autor y director con muchos años de recorrido en el teatro independiente, que presenta un texto cercano al espectador, que invita a reflexionar, acerca de los valores en una época actual, donde el culto al dinero y a lo material, parecen ser lo único importante.

La obra nos presentará la historia de Lucrecia ( Anahi Gadda ) y Ezequiel ( Diego Freigedo ), una joven pareja de clase media, que tiene una vida normal y con pocos lujos. Casados hace poco tiempo, pasan sus días entre la rutina laboral ( ambos trabajan muchas horas ), el vínculo siempre complicado con las familias y una vida sexual bastante activa, que le pone pimienta a la relación.










Todo normal hasta allí y nada diferente a lo que sucede con cualquier matrimonio de clase media que podemos conocer, el tema es que mientras disfrutaban de su luna de miel en Bariloche, ocurrirá un hecho que cambiará para siempre la monotonía de sus días. Y no exageramos en nada, porque de manera fortuita, encontrarán en el baño de un bar, un maletín lleno de dólares. Una cantidad de billetes que nunca habían visto juntos en toda su vida y que difícilmente podrían ver, salvo que ganasen la lotería.

El maletín volvió con ellos a Buenos Aires y con ellos parecen llegar también los problemas y las discusiones. Será sencillo ponerse de acuerdo en una circunstancia como esta ??? Qué es lo aconsejable ?? No hacer ningún gasto por un tiempo para no levantar sospechas ??? Hay que seguir trabajando o es posible dedicarse a viajar, aunque esto levante las sospechas de familiares y amigos ?? Y dando un paso más allá. No sería correcto devolver ese dinero ??? Sería posible buscar a los dueños ??  Podría el dinero en vez de solucionar todos los problemas, convertirse en la mayor de las preocupaciones.

No vamos a contar mucho más, porque la pieza tiene un componente de suspenso muy importante y un giro importante en medio de la trama. Solo diremos que la pareja en primer término, soñará y debatirá en soledad, que hacer con la fortuna que encontraron, hasta que de manera inesperada, recibirán la visita de una pareja, que parece no llegar con las mejores intenciones. Y hasta allí vamos a contar, el resto lo dejamos para que el espectador lo descubra cuando vea la obra.









Es momento de hablar de las actuaciones, que es uno de los puntos altos que tiene la obra, ya que se reunió un elenco muy interesante. A nuestro entender, la mejor interpretación de la noche, la logra Anahí Gadda, que aporta frescura y belleza a la trama, componiendo a una Lucrecia sensual, alegre y con los pies sobre la tierra, ya que parece tener la lucidez suficiente, para no encandilarse con el brillo del dinero. Muy logrado su monólogo inicial y destacamos su gestualidad a lo largo de toda la obra, para redondear una magnífica interpretación, estando a la altura del protagónico.

Es muy buen el contrapunto con Ezequiel, papel a cargo de Diego Fregeido, cansado de sus agotadoras jornadas trabajando como médico en una clínica, no tiene dudas que ese dinero llegó para cambiarles la vida. Con algunos berretines sexuales algo extraños y con un tinte violento, le costará aceptar la postura de su esposa. Es muy bueno su trabajo y a nuestros ojos, su personaje reproduce el comportamiento de la mayoría del argentino medio.








Pero la pareja protagónica no estará sola en el escenario, ya que como dijimos recibirán la visita de otra pareja, bastante particular, formada por Jorgelina Vera y Guillermo Aragonés, de los que no vamos a revelar demasiado, para mantener el suspenso que pregonamos líneas más arriba. Solo vamos a contar, que además de vestir de manera algo extravagante, tendrán un estilo y un glamour muy particular, para cumplir su trabajo. Muy buena dupla la de Jorgelina y Guillermo.

Nos gustó la puesta, moderna y minimalista, con unos pocos muebles como escenografía y un espacio escénico delimitado por una luz fluorescente azul. Mérito en ambos ítems de Malena Miramontes Boim. La música original de Juan Cristobal Sleigh acompaña muy bien varios momentos de la trama. Todos estos recursos bajo, la eficaz dirección de Ana Alvarado.








En definitiva, Un Destino Absurdamente Pequeño, resulta una atractiva propuesta del teatro independiente, que de manera sencilla, plantea como muchas veces un acontecimiento inesperado y en apariencia positivo, en el caso de la obra la aparición de un maletín con dinero, puede traer discordia y sacar a luz aspectos desconocidos de las personas, que por poner el foco en lo material, pueden olvidarse del amor verdadero y dejar de lado algunos valores esenciales, pensando en un futuro que no nos pertenece y para el que tal vez no estamos preparados. En ese sentido la dramaturgia, de manera inteligente no baja línea, sino que plantea los elementos justos, que llevan al espectador a reflexionar sobre el tema.

Un verdadero placer, haber estado por primera vez en el nuevo y renovado Teatro del Pueblo, que conserva la esencia de la vieja sede de Diagonal Roque Saenz Peña, asegurando como siempre el espacio, para que los autores argentinos, puedan dar a conocer sus obras. Un Destino Absurdamente Pequeño, plantea una temática cercana y atractiva, con una puesta moderna y muy buenas actuaciones. El combo mencionado, seguramente es una de las razones, por las que el público viene agotando las localidades desde el estreno.




Pensador Teatral.

jueves, 27 de febrero de 2020

Voraz y Melancólico

Dramaturgia y Dirección de Toto Castiñeiras.








Jueves 21 hs en Nun Teatro ( Ramírez de Velazco 1416 )

El teatro en muchas oportunidades, nos cuenta historias que nos invitan a volar con la imaginación y viajar hacia un mundo onírico, donde lo real se fundirá con lo fantástico, apareciendo personajes que parecen sacados de algún cuento, que leímos en nuestra infancia.

Voraz y Melancólico, además tiene el plus de ser escrita por el talentoso Toto Castiñeiras, actor y clown marplatense, integrante por varias temporadas de la troupe del Cirque du Soleil, que en los últimos años, se dió el gusto de explorar su veta de autor y escribió un par de textos que llegaron a la cartelera porteña, con muy buena respuesta del público. En todas sus obras, queda al descubierto su alta creatividad y el manejo de un lenguaje propio, en donde lo corporal y la destreza física de los actores, es igual de importante el texto, generándose entonces, puestas muy dinámicas, en las que el teatro físico tiene un espacio fundamental.









En este propuesta, el relato nos acercará una historia de amor fallida, entre un tímido joven ( Ignacio Torres ) , que es el séptimo hijo varón, apadrinado por el presidente y la Rubia, la hija de un comisario, que rebelde y con un cuerpo, que le trae algunos disgustos. Ambos personajes no conocen el amor verdadero aún, por eso la atracción mutua que sienten, tiene una intensidad que se manifiesta.

Uno de los ejes que ronda la obra, es la leyenda del lobizón, que con algunas variantes, menciona que el séptimo hijo varón de una pareja, los Viernes de Luna Llena se convierte en lobo, retornando al día siguiente a su morfología normal. El problema es que cuando se produce la metamorfosis, el lobizón suele cometer tropelias que luego no recuerda. Un detalle importante, la única manera de matarlo, es con una bala de plata, por lo que deberá estar muy atento, para que no ser cazado.









Dejando la leyenda a un costado y volviendo a la obra que nos convoca, contamos que las acciones se desarrollarán en un pueblito del Norte argentino, no especificado, más precisamente en la tarima de una kermese, con muchas referencias folklóricas. En el marco de la Fiesta del Mate, se desarrollará esta particular historia de amor. El autor introduce de manera muy inteligente en el texto, la liturgia de las fiestas patronales y de los festejos en los pueblos chicos, que es la excusa justa, para que todos los habitantes del pueblo, salgan a la calle, para sumarse a los festejos.

El relato tendrá un ritmo vertiginoso y no se detendrá nunca. En una pantalla de fondo se anunciará el título de los cuadros que se irán desarrollando, con una dinámica muy lograda y esto es mérito del elenco reunido que realiza un excelente trabajo, ya que la obra es muy exigente, por el desgaste físico y también por el texto, que tiene muchos vaivenes y requiere mucha concentración de parte de los actores.









Vamos a mencionarlos ya, porque realmente lo merecen. Ignacio Torres como el Lobo, realiza una magnífica composición de un personaje, humano y feroz a la vez. Destacamos su gestualidad y carisma, estando a la altura en un protagónico nada sencillo y muy demandante. A Ignacio lo habíamos visto, ya en otras obras, el año pasado en Las Cosas de Mabel y aquí vuelve a destacarse, mostrando su versatilidad.

La gran revelación de la noche, en nuestra opinión es Micaela Rey, como La Rubia. Indignada por no haber sido seleccionada para participar en el concurso de la Reina del Mate, buscará encontrar al amor, para ahogar sus penas. Es excelente el trabajo de Micaela, con mucha presencia escénica y con varias facetas Por momentos arrolladora y erótica y en otros dulce y virginal.  Otro papel muy complicado y resuelto en gran forma.

Pero no seamos injustos con Santiago García Ibañez, el Niño, la tercera pata de esta historia, compartiendo el escenario en todo momento y siendo una especie de banda de sonido en vivo, tocando la guitarra, la flauta, el bombo y otros instrumentos, siendo muy importante para apuntalar el relato, teniendo espacio también para mostrar su histrionismo.









Las tres actuaciones son realmente muy buenas, tres actores jóvenes, que encuentran la sintonia que pide Toto Castiñeiras, que tiene un estilo muy particular como autor y director, ya como dijimos le dá una gran importancia, al teatro físico, sin dudas influenciado por su faceta de clown, por lo que a lo largo de la obra, veremos a los protagonistas, revolcarse en muchas oportunidades por el piso.

La puesta presenta una escenografía desprovista, son los actores el centro de atención y los que tienen como misión, despertar la imaginación de los espectadores. Nos gustó mucho el particular diseño de vestuario de Daniela Taiana, acorde con la historia y debemos destacar el componente musical que tiene la obra, mérito aquí de Juan Ignacio Blanco.









No queda mucho para agregar, Voraz y Melancólico arranca su segunda temporada, que seguramente,  repetirá la buena recepción que tuvo en su primer año. Es una propuesta original, muy bella desde lo estético y altamente creativa. Además, consideramos muy valioso, el toque autóctono que tiene el texto, repasando historias y leyendas que hacen a nuestra acervo cultural.

Por todo ello, recomendamos la obra, disfrutarán de un verdadero cuento teatral, con personajes entrañables y actuaciones superlativas. Emprendan este bello viaje, al que el teatro independiente nos invita, eso si, cuando salgan del teatro, miren al cielo y si hay una llena, aceleren el paso, por si alguna criatura amiga, viene bajando del monte.




Pensador Teatral.



lunes, 24 de febrero de 2020

Turba

Dramaturgia de Laura Sbdar y Dirección de Alejandra Flechner.









Lunes 21 30 hs en El Portón de Sánchez ( Sánchez de Bustamante  1034 )

Turba es una estupenda propuesta que el teatro independiente nos ofrece. El proyecto nació por una idea de la propia Iride Mockert, talentosa y potente actriz santafesina, que tenía en la mente, montar alguna historia en la que pudiera dar visibilidad al tema de la trata y la violencia de género, muy presente en la sociedad, pero poco tratado en el teatro. Lectora del Martín Fierro, Iride quería que en su historia, hubiera boleadoras, arma gauchesca por excelencia y además estuvieran presentes la poesía y la música, para dejar claro que hasta en la tragedia profunda, la belleza pueda coexistir.












Con la idea en la cabeza, se reunió con Laura Sbdar, una joven ( sub-30 ) y talentosa dramaturga, interesada en los tema de género, cercana a la verdad y alejada de lo políticamente correcto. Nosotros el año pasado, tuvimos oportunidad, de ver Vigilante, obra escrita por Laura, que contaba las peripecias de una vigiladora, que debía pasar horas y horas encerrada en una garita, teniendo que dejar a su hijita en el barrio, al cuidado de algún familiar. Bastó un encuentro entre Mockert y Sbdar, para que de manera oficial haya nacido Turba.

Faltaba una pata al proyecto, la dirección del mismo, que le fue confiada a Alejandra Flechner, una de las creadoras de Gambas al Ajillo, actriz de gran trayectoria, que se enganchó apenas le hicieron llegar el material, ya que enseguida se dio cuenta, del potencial que tenía la obra en ciernes, intuyendo que el resultado iba a ser una obra potente, que daría mucho que hablar y no se equivocó en nada Alejandra.

Esta breve introducción, de como nació Turba, creemos puede servir, para que el espectador se haga una idea, que la unión de estas tres mujeres, sin dudas dejaría su huella, en una obra que no cabían dudas iba a movilizar al espectador. El texto es crudo y trata con mucha inteligencia, un tema que no es sencillo de abordar, recurriendo a la parodia, a la música y  al humor, para que la temática llegue en toda su dimensión, a un público que sigue la trama, con una silencio absoluto.










Ahora, como muchas veces decimos, las ideas pueden ser excelentes, pero en teatro, hay que encontrar quien pueda transmitirlas y en este caso tenemos la certeza que Iride Mockert, es la intérprete ideal para el papel. Impactando desde el arranque, con una presencia escénica imponente, con mucho carisma y un manejo admirable de los tiempos.

La protagonista, desdoblará dos personajes, por un lado será una mujer obligada a ejercer la prostitución, en algún pueblito perdido del interior, del que no puede escapar. Quedando en evidencia, las humillaciones a la que será sometida todas las noches, con tal de satisfacer a los hombres, que concurren al prostíbulo donde trabaja, para satisfacer sus demandas sexuales. Es importante el punto, ya que queda claro, que si estos establecimientos existen, es porque hay clientes que concurren a ellos, de manera periódica.

El otro personaje, que representará Iride, es el de Plomito, su hija, ahora adolescente, que le fue arrnacada cuando era chiquita de su lugar de trabajo/cautiverio, para que no interfiera con sus labores  y que ahora es explotada en boliches de mala muerte, donde se ha convertido en una popular cantante de cumbia, con su peluca rosa y el keitar ( un teclado bien típico que utilizan los cantantes de cumbia)










La interpretación de Iride Mockert, es fantástica y conmueve por su entrega, con un desgaste físico descomunal. Hay mucho de teatro físico en la puesta y la protagonista le pone el cuerpo a la obra, dejando la piel en el escenario. ( cuando vean la obra comprobarán que no exageramos en nada. Con esta interpretación, Iride confirma nuevamente que es una actriz excelente, es este caso además sorprende por otros factores, en primer lugar lo bien que canta y lo cómoda que se siente en el rol, por otro lado, no podemos dejar de mencionar la destreza que demuestra manejando las boleadoras, con coreografías jugadas y muy peligrosas para su físico. Evidentemente hubo mucho trabajo y entrenamiento, para llegar a esta Turba que vemos en escena y resulta una verdadera topadora.

La puesta que presenta la obra es logradísima, con un diseño escenográfico de Laura Copertino de excelente resolución, con dos espacios diferenciados, que simulan la habitación de Turba por un lado y el lugar donde canta Plomito por el otro. Ambos resaltados por un impecable diseño lumínico de David Seldes, con luces rojas y de neón, que crean una atmósfera nocturna muy lograda. Es creativo el vestuario de Magda Banach, plagado de bombachas y con mucho rosa, el color característico de la obra.










Párrafo especial, para la música original de Turba, creada por Javier Estrin y la propia Iride Mockert, con letras y melodías que tranquilamente podrían ser verdaderos hits que se escuchan hoy en las bailantas. Con su inclusión, se logra descomprimir, la tensión que se desprende de una historia de vida cruda y muy real. Como dijimos, la puesta es rica en creatividad, bella desde lo estético y plena de poesía, mérito dado en gran medida por la efectiva dirección de Alejandra Flechner.

Turba está arrancando su segunda temporada, que auguramos será de gran suceso, ya que el boca a boca del público y los comentarios de la crítica especializada, no paran de recomendar esta obra, que el año pasado obtuvo el Primer Puesto del Premio Germán Rozenmacher a la Nueva Dramaturgia y la soberbia interpretación  Iride Mockert, que por este trabajo, ganó el Premio Luisa Vehil como Mejor Actriz 2019, apostando a que este año, la obra seguirá sumando premios y reconocimientos.









Por todo lo dicho, recomendamos fervorosamente la obra, un creación con impronta femenina, que consigue dar visibilidad al tema de la trata y la violencia de género, con una valentía y un compromiso, que además de movilizar al espectador, con estas situaciones, lo invitan a una reflexión profunda.

No se pierdan este verdadera joyita del teatro independiente, se encontrarán con un texto inteligente, una puesta muy atractiva y en especial con Iride Mockert, que conmueve por su fantástica composición, recibiendo una emocionante ovación, al final de la función, de parte del público que llena la sala del Portón de Sánchez.



Pensador Teatral.

domingo, 23 de febrero de 2020

Las Ratas

Dramaturgia de Vinicius Soares y Dirección de Guillermo Vega Fischer.









Domingos 19 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )

Original y potente propuesta es la que presenta Las Ratas, escrita por el dramaturgo brasileño Vinicius Soares, que hay que decirlo de entrada en un espectáculo experimental que toma riesgos en grande y rompe con las todas las estructuras habituales del teatro independiente.

Definida como tragedia sonora para seis actores y operación de sonido en tiempo real o también como una ópera contemporánea muy particular, ya no hay instrumentos musicales en el escenario, ni cantantes tradicionales, pero será el sonido en diferentes formatos, el factor central de la obra. Sonidos provenientes de objetos, algunos aparatos electrónicos, artesanales otros y de las voces de los actores, musicalizando la trama de diferentes maneras.










La obra se sitúa en un mundo apocalíptico, en el que la peste arrasó con todo. Una familia vive encerrada en un sótano. Ya no es posible salir al exterior, la manera de sobrevivir es vivir encerrados y sin contacto con el afuera, ya que allí domina la violencia, la muerte y el caos. La falta de alimentos es un problema sin solución, por eso las condiciones de vida allí abajo son infrahumanas y la única fuente de alimentación, que pueden conseguir allí, es alguna rata que logran cazar, para aprovechar su carne y luego sus huesos que chupan hasta que no quede nada. Eso sí deberán,  tener mucho cuidado y a la noche dormir arriba de la mesa o en alguna superficie elevada, porque el tamaño de las ratas es considerable y pueden ser devorados por ellas.

La tensión reina en los integrantes de aquella familia y ninguno parece estar totalmente en sus cabales. Allí abajo domina la violencia, el individualismo y la desconfianza. Hay que ser fuerte para sobrevivir y para eso no hay que tener miramientos con el otro, que se percibe como un enemigo. En ese ambiente caótico, una mujer joven, en medio de la noche, les golpeará la puerta del sótano, pidiendo ayuda y poder quedarse una noche allí. El rechazo de todos los integrantes de la casa, es inmediato, ya son muchos allí, para alojar a una persona más, que encima llega del amenazante exterior. Pero la joven dice, tener  en su mochila, pan y agua para pagarles esa estadía, un tesoro que en las condiciones actuales, no pueden rechazar.










Atraídos por la promesa, dejarán entrar a la joven y allí las divisiones de la casa se realzarán más aún, ya que surgirán los peores sentimientos y la muerte parece rondar a cada instante la existencia de quienes habitan ese sótano. Pero bueno ya contamos demasiado, el resto dejamos que lo descubra el espectador cuando vea la obra, para mantener el suspenso, que es una de las mayores virtudes que tiene la historia.

La pieza busca reflexionar sobre el individualismo, el miedo y la violencia, que producen algunas políticas neoliberales, que fomentan la avaricia y la ambición desmesurada del hombre, en búsqueda del lucro, sin pensar en el bienestar general de la humanidad. La dramaturgia recorre esos conceptos, jugando muy bien con las metáforas, aunque en algunas oportunidades, la trama para el espectador poco atento puede volverse algo compleja, ya que no debemos olvidar el carácter experimental que tiene la propuesta, que recurre en gran parte, a formas de comunicaciones, no habituales, para transmitir su mensaje.

Es hora de hablar ya del elenco que presenta Las Ratas. conformado por artistas latinoamericanos, con formación multidisciplinaria y con amplios conocimientos musicales, que se entregan por completo, con un compromiso y una pasión, que debemos resaltar, porque la obra es muy exigente y requiere una prestación máxima de los actores.










Vamos a dar algunas lineas de cada uno de ellos, creemos que una de las actuaciones más destacadas es la de Sergio Ferreiro, como un abuelo bastante desalmado y con un pasado militar que rememora varias veces, tratando de influir en la casa, aún consciente de su edad. Gran trabajo de Sergio. Martín Scarfi, es otro que resalta, por su gran presencia escénica, es quien trata de hacer cumplir las reglas en la casa y mantener el orden en la casa, asumiendo el papel de un líder bastante autoritario. Muy bueno lo de Martín. Ignacio Monná muestra su veta histriónica, componiendo a un hijo, que parece el menos cuerdo de la casa y a la vez, parece ser el más humano de todos.

Del lado femenino, resaltamos el estupendo trabajo de la uruguaya Sofía Drever, la extraña que llega a la casa, prometiendo alimentos a cambio. Es el personaje, que rompe el equilibrio de la trama. Excelente lo de Sofia, componiendo a un personaje sensible y pudiendo lucir además su estupenda voz lírica. Karina Scheps es otra que luce mucho, como la madre, que descontenta con su hijo díscolo verá en la intrusa, una oportunidad inmejorable, para revertir esa maternidad fallida. Impresiona la entrega de Karina. Por último, mencionar a la catalana Teresa Floriach, que dá vida a una abuela misteriosa e inquietante, bien en sintonía con el texto, siendo el personaje más enigmático de todos.










Realmente los seis actores, cumplen un trabajo estupendo, como dijimos la obra no es para nada sencilla y si la dramaturgia puede presentar algún bache o dificultad en el entendimiento para el espectador, esto queda en un segundo plano, gracias a la prestación de un elenco, que no se guarda nada.

Vayamos a la puesta de Las Ratas, que entendemos es junto con las interpretaciones, el aspecto más destacado, ya que se nota un gran trabajo de realización, para lograr una atmósfera tan sórdida, que por momentos incomoda al espectador por su crudeza. Vamos a mencionar al menos a parte del equipo, ya que lo merecen. Pablo Archetti, a cargo del vestuario, escenografía e iluminación, merece un excelente, ya son tres rubros que están en sintonia perfecta con la puesta apocalíptica que presenta la historia.

Párrafo especial para Manuel Pérez Vizán, a cargo de la operación de sonido, aspecto fundamental de esta pieza. Hay sonidos ambientales permanentes, instrumentos no convencionales que suenan en todo momento y las voces de los protagonistas, que por momentos hablan, en otros susurran y en algunos cantan el texto. Amalgamando todos estos recursos, aparece la figura de Guillermo Vega Fischer, el director de Las Ratas y uno de los responsables de la explosividad de una puesta, que sorprende por su potencia y crudeza.










En definitiva, estamos en presencia de una obra experimental, que juega permanentemente con el absurdo y el grotesco, para transmitir un mensaje de advertencia sobre este mundo actual, que cada vez está más deshumanizado. La obra tiene un realismo y una sordidez, que por momentos puede resultar perturbadora y difícil de digerir, para un espectador que en su inconsciente, quiere pensar que el ser humano no es así, pero luego reflexionando se dará cuenta, que si la humanidad atraviesa tantos problemas en la actualidad, esto en parte puede explicarse por la irracionalidad y la falta de ética existente en la sociedad actual.

Las Ratas es una obra diferente, que sin dudas moviliza al público. Como dijimos el texto no es sencillo y tal vez algún espectador de teatro tradicional, queda afuera de una propuesta, que juega de manera constante con el teatro del absurdo, para desarrollar una trama muy rica. Pero para aquellos espectadores ávidos, de manifestaciones disruptivas, que desafían lo convencional, sin dudas se verán seducidos, con esta obra que conjuga teatro, opera, música, sonidos y mucho más, con un elenco que se entrega por completo, para gritar con fuerza el mensaje, advirtiendo que si no se produce un cambio en la sociedad, el futuro de la humanidad es oscuro y en el mundo, observaremos como las ratas y los hombres estarán en un mismo plano, luchando por sobrevivir.



Pensador Teatral.

jueves, 20 de febrero de 2020

De Ascensores

Dramaturgia de Patricia Suárez. Dirección de Patricio Azor.










Jueves 21 hs en Espacio Tromvarte ( Santa Rosa 5164 )

Llega esta divertida y original propuesta, compuesta por dos obras cortas, escrita por la prolífica pluma de la dramaturga rosarina Patricia Suárez. Son historias independientes que tienen como hilo conductor, que se desarrollan en el interior de un ascensor, siendo un desafío grande para el director montar las puestas, dentro de un espacio con dimensiones tan reducidas.

La primera de las obras, Banco de Londres, se sitúa en la década del cuarenta, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial y nos presenta a una madre de raíces judías ( Mirta Mato ), que junto a su hijo ( David Paez ) van al banco, para depositar una buena suma de dinero, fruto del trabajo en la zapatería de la familia. El viaje en el ascensor, será accidentado y las circunstancias los obligará a estar un buen tiempo, compartiendo un pequeño recinto.









Los diálogos entre una madre conservadora y manipuladora, con su hijo, serán muy divertidos. Y parece que el encierro, los llevará a sacar algunos trapitos al sol. Hay muy buenas caracterizaciones de ambos personajes, con un lenguaje y expresiones del hijo, que nos remite a una época del pasado, que nos recuerdan a Pepe Biondi y en la mamele, que representan muy bien a la típica madre judía. Muy buenos los trabajos y el contrapunto de Mirta Mato y David Paez

La otra obra, titulada El Infierno de los Lujuriosos, nos remite al Infierno de Dante, con personajes salidos de la Divina Comedia, como Paolo ( Sebastián Dartayete ) y Francesca ( Débora Longobardi ) dos amantes, que se suben a un ascensor muy particular, con sentido descendente, ya que desde el purgatorio, parece están yendo al averno.











Los diálogos aquí también serán muy divertidos y desopilantes, ya que en especial Francesca quiere dejar en claro que ella no debe ir al infierno, ya que en su vida realizo actos solidarios, según ella de gran importancia. Aquí los diálogos son más picantes y se percibe una cierta tensión sexual entre la parejita. En este caso, ambos actores nos resultan conocidos, en el caso de Sebastián, destacamos mucho el año pasado por su actuación en La Reina de la Belleza, una de las mejores obras que el teatro independiente nos dejó el año pasado y aquí se luce con un personaje muy divertido.

En el caso de Débora Longobardi, es una actriz a la que elogiamos en varias ocasiones en este sitio, por sus muy buenas interpretaciones. En esta oportunidad, nos sorprende, por sus recursos para la comicidad, componiendo a una Francesca sensual y desfachatada. La mayoría de las veces, habíamos visto a Débora, en papeles dramáticos y verla aquí, en un rol tan diferente, nos confirma su enorme versatilidad y su adaptación a todo tipo de personajes, siempre con su tono de voz característico y la gestualidad que siempre le destacamos.










Hubo una muy buena elección del elenco, ambas duplas muestran mucho entendimiento y se nota que los actores se sienten a gusto y se divierten en en escena, algo que en una comedia, siempre agrega valor. En esto tiene influencia Patricio Azor, que con una dirección dinámica y fresca, les otorga espacio y libertad para el lucimiento.

La puesta es minimalista y como dijimos antes, las acciones se desarrollan, en el espacio reducido de un ascensor, algo que no es habitual. Para destacar el diseño lumínico de Lucas Orchesi, importante para el clima que pide la obra y muy buena la vuelta de tuerca, que el director encuentra en el final, para encadenar y conectar ambas historias.










En resumen, De Ascensores, es una propuesta muy divertida, que con un humor sano y en un espacio muy particular, como el de un ascensor, genera muchas risas en los espectadores que se divierten mucho con el texto y en especial con las muy buenas actuaciones que presentan ambas piezas.

La obra está cumpliendo su segunda temporada y lo está haciendo siempre a sala llena, con un público que se engancha y se divierte con la propuesta. Por eso, le pedimos que cierre bien la puerta, marque el piso elegido y se prepare para este viaje en ascensor que el teatro independiente nos propone.




Pensador Teatral.



miércoles, 19 de febrero de 2020

Las Horas Fuera de los Márgenes

Dramaturgia y Dirección de Javier Margulis.









Miércoles 20 30 hs en Mil 80 Teatro ( Muñecas 1080 )

Entrañable y sensible propuesta, nos acerca Las Horas Fuera de los Márgenes, lúcida adaptación de Javier Margulis, del cuento El Jublilado de Bruno Schulz, escritor polaco de origen judío, reconocido como uno de los mayores estilistas de la prosa polaca del Siglo XX, que murió en 1942 asesinado por los nazis.

La obra trata una temática interesante y humana, ya que nos hablará de la vejez y de la soledad, pero lo hará con una mirada esperanzadora, mostrando como siempre la mente de las personas, lucha por adaptarse a las circunstancias y tratar de seguir adelante, buscando encontrarle un sentido a la vida, que en la mayoría de los casos, puede ser absolutamente diferente, a lo que imaginábamos.










En escena, veremos a un anciano, interpretado de manera estupenda por Alejandro Mazza, que con movimientos lentos y calculados, nos mostrará como en su hogar y con las dificultades típicas de la edad, seguirá su rutina diaria, tal vez monótona y carente de emociones en el presente, pero que se nutre muchos en los recuerdos del pasado, cuando tenía una vida activa. Con añoranza y nostalgia, el viejo recordará los tiempos en los que trabajaba en una oficina, disfrutando de la compañia de sus colegas de trabajo y de las labores de la oficina.

Es más relata, con alegria como muchas veces, luego de jubilarse, le permitieron volver a su antiguo trabajo, y teniendo la chance en ocasiones, de reemplazar a compañeros ausentes. Volver a sentirse útil y activo a su edad, era algo que lo hacía feliz. Pero ante el cambio del encargado de su ex trabajo, ya no le permitieron volver a entrar en la oficina y eso lo llenó de tristeza.

Pero el anciano, no se iba a dar por vencido y entonces entre las actividades diarias que se generaba, tenía la de caminar hasta una plaza cercana a su casa, para sentarse en un banco y contemplar como el mundo transcurría antes sus ojos. Algo que le llamaba la atención, era ver como al mediodía, desde la escuela que estaba enfrente de la plaza, salían corriendo a toda prisa, los alumnos, al término de su horario escolar, para ir a jugar o vaya a saber que. Imaginaba que lindo sería volver el tiempo atrás y ser un niño nuevamente. La idea que todos tenemos, cuando los años avanzan, en este cuento de Schulz, tiene una vuelta particular, que no vamos a contar acá y dejaremos que el espectador la descubra y se sorprenda, cuando vean la obra.










Uno de los pilares de la obra, es magnífica la composición que realiza Alejandro Mazza, con los movimientos, la gestualidad y el tono de voz de un verdadero anciano, resultado el intérprete perfecto para llevar adelante este protagónico. Evidentemente encontrar el personaje, no debe haber sido un proceso sencillo, pero lo que podemos asegurar, es que fue realmente exitoso. Gran trabajo el de Alejandro, que logra darle el tono sensible y frágil, que el personaje pide.

Además de la interpretación, el otro pilar, es la puesta que presenta la obra, verdaderamente artesanal y muy bella. Un sistema de cuerdas y dispositivos escénicos muy bien ideados, con objetos y mobiliario, que suben y bajan, le inyectan magia al hecho teatral. Una puesta que destacamos, por un dispositivo escénico, que muy pocas veces vemos en el teatro independiente, son el marco justo para esta puesta. Esto es posible, debido a las posibilidades que brinda el espacio teatral ( una sala muy acogedora ) y al amor  por el teatro independiente de Javier Margulis, director de la obra y quien lleva las riendas del Mil80, dando espacio a propuestas cuidadas y artesanales.










Disfrutamos entonces de una noche a puro teatro independiente, con una muy valiosa adaptación de un autor poco representado aquí como Schulz, ya que nos ofrece una obra simple, sensible y humana, que indaga en el tema de la vejez y la soledad, sin caer nunca en golpes bajos, recordando que los años pasan para todos y debemos ser comprensivos con nuestros viejos.

Recomendamos Las Horas Fuera de los Márgenes, quienes la vean, se encontrarán con un texto lleno de humanidad, una interpretación soberbia y una puesta con mucha magia, además será para muchos  la chance de conocer un nuevo espacio teatral como el Mil80, que está empezando a ganarse un lugar entre los vecinos de Villa Crespo, algo que debe llenar de alegría a los que amamos al teatro independiente.




Pensador Teatral.