Dramaturgia de Máximo Duem. Dirección de Leonardo Gavriloff.
Viernes 20 30 hs en Bar de Fondo ( Julián Alvarez 1200 )
Una propuesta fuerte, actual y muy valiente, llega de la mano de Redención, ya que se atreve a tratar un tema complejo y poco explorado en nuestro teatro, como es el accionar de alguna religiones, que tienen como herramienta, recurrir a la culpa y a la angustia de sus fieles, como método para que sigan el camino que ellos predican, que sin lugar a las discusiones, es el único posible. Un camino construído por la palabra de Dios, que no admite ningún tipo de desvíos.
Pero, que sucede cuando los deseos de las personas, chocan contra el pensamiento de la Iglesia ?? Hay un escucha comprensiva para tratar de entender a la persona o se la juzga con dureza, cuando intenta cuestionar dogmas que son inquebrantables. Hay flexibilidad o esa rigidez por momentos se transforma en absurda y asfixiante para es ser humano ?? Por otro lado, las creencias de la Iglesia, se aggiornan a los cambios que se viven en la sociedad ?? Tiene en cuenta los nuevos paradigmas o los ignoran ??
La dramaturgia gira sobre esas ideas, la fe, la culpa, los dogmas y la creencia, como única tabla de salvación, para aquellas personas con problemas y adicciones, que rechazadas por la sociedad y la propia familia, ven la mano de algunas religiones que están creciendo mucho en los últimos años, como la única se extiende para darles cobijo, en momentos oscuros de la vida, donde encontrar alguien que les brinde un refugio, es fundamental, para no seguir cayendo.
No vamos a contar mucho del argumento de Redención, solo diremos que la historia sucede en dos planos temporales, en el comienzo tendremos dos jóvenes amigos, con vicios y adicciones, que no encuentran su rumbo en la vida. Luego de cinco años, la situación de ambos cambió radicalmente. Uno de ellos está por casarse y formar una familia y el otro se convirtió en un novel pastor de la Iglesia Evangélica. Pero lo que vivieron el el pasado fue demasiado fuerte, dejó consecuencias y hay heridas que aún siguen abiertas, por eso surgirán momentos de crisis y cuestionamientos, donde la fe y las creencias personales entrarán en conflicto, con sus propios sentimientos.
Y no vamos a contar más, la trama es realmente fuerte, por momentos puede incomodar al espectador por la crudeza del relato, ya que las acciones que vemos nos resultan cercanas y reconocibles y allí precisamente es donde surge esa incomodidad. Muchas veces preferimos esconder la basura bajo la alfombra, porque verla, puede significar tener que involucrarse y hacerse cargo del tema.
Una propuesta intensa y arriesgada como la de Redención, requiere un elenco que esté a la altura y aquí Leonardo Gavriloff, ha encontrado un joven elenco, que se nota comprometido al máximo con el proyecto y que se entrega por completo al mismo. En virtud de las actuaciones muy destacadas que tiene la obra, vamos a mencionar a los integrantes del elenco, ya que sus trabajos así lo ameritan.
Nos gustó mucho el trabajo de Kevin Vainer, como Alex, es quien a está punto de casarse, pero tiene fuertes dudas, entre seguir el camino que le marca la religión o sus deseos íntimos. Muy buena composición la de Kevin. Carla Di Amore, es María, su futura esposa, ella sigue al pie de la letra lo que la Iglesia predica y sufriendo mucho la situación pedirá la ayuda divina. Una interpretación muy destacada la de Carla, dándole a su personaje la sensibilidad, que el mismo pide.
La pareja está en peligro y acuden por ayuda a Yamil ( Emmanuel Maximiliano ), antiguo amigo de Alex, hoy ya consagrado como pastor, que hará lo posible, para ayudar a su amigo, luchando por un pasado que no deja de atormentarlo. Un trabajo muy convincente de Emmanuel, muy creíble en su papel y además es autor de la obra, por lo tanto debemos darle mucho crédito.
Y si hablamos de credibilidad en su personaje, debemos destacar especialmente a Diego Armel, como el Pastor Enrique, con una presencia escénica muy marcada, será la voz de la Iglesia, que intentará encaminar a los fieles, aunque surgirán algunas contradicciones, que pondrán en serio riesgo su tarea. Impresionan sus encendidos discursos, por su realismo y potencia. Una composición excelente la de Diego, que parece un verdadero pastor.
Nicole Trasenders, como Estefanía, protagoniza la primera parte de la historia y luego seguirá presente en los recuerdos de los protagonistas. Aporta una buena cuota de sensualidad a la obra y es una buena muestra de lo duro que pueden pegar las adicciones. Muy buena prestación de Nicole, en un papel que requiere mucha entrega física.
Para el final mencionar a Agustina Rivarola como Soledad y Pablo Ventre como Ricky, ambos desde papeles menores, hacen su aporte de manera más que acertada, cuando están en escena y también desde el afuera. Uno de los aspectos originales que tiene la puesta de Leonardo Gavriloff, es que los actores que no están en escena, no salen de la vista del espectador, permanecen fuera del cuadro escénico, observando a quienes protagonizan las acciones, con interacciones entre ellos y siendo también espectadores, que parecen juzgar los actos de los otros. Realmente un recurso muy ingenioso del director, que agrega valor a la puesta.
La puesta es realmente creativa, además de lo mencionado en el párrafo anterior, presenta un diseño escenográfico minimalista e innovador, donde cuatro tablones de madera ( pallets ) serán los que darán las diferentes locaciones, que requiere la trama, convirtiéndose en una cama de dos plazas, en mesas y sillas, puertas o un palco, para que el pastor, realice su plegaria. En cada nueva escena la escenografía cambia y son los mismos actores los que realizan ese cambio. Muy ingenioso el recurso y una muestra de que no siempre es necesario contar con recursos económicos, para diseñar una escenografía. En muchas ocasiones alcanza con tener buenas ideas, para obtener grandes resultados.
En definitiva, nos llevamos una muy grata sorpresa con Redención, La Religión en el Cuerpo, ya que trata una temática muy actual en nuestra sociedad, de la que pocas veces se habla y lo hace con profundidad y gran seriedad. Esto se logra a partir de una efectiva dirección de Leonardo Gavriloff y de la excelente prestación de este joven elenco, integrantes de la compañía La Araña, a quien vemos por primera vez en escena y nos dejaron una muy buena impresión, con puntos muy altos y no tenemos dudas que pronto veremos a muchos de sus integrantes, en nuevas obras.
En definitiva, Redención es una original propuesta, que escapa de los argumentos tradicionales y sencillos, eligiendo un tema que puede incomodar a algunos, pero que indudablemente invita a la reflexión. abriendo nuestra mente y movilizando al espectador. Obras de este tipo no abundan en nuestro teatro independiente y son realmente valiosas, por ello les recomendamos descubran como hicimos nosotros, lo que este grupo de jóvenes actores, tiene para contar.
Pensador Teatral.