Dramaturgia y Dirección de Rubén Mosquera.
Jueves 20 30 en Teatro Multiescena CPM ( Av. Corrientes 1764 )
Una propuesta fuerte y perturbadora llega de la mano de Del Color de los Cerros, una obra que con crudeza nos invita a reflexionar acerca de los vínculos y las elaciones de pareja donde las apariencias y los engaños son moneda corriente, quedando abierta la puerta para las tentaciones y los peligros están al acecho.
La historia arrancará en el living de la pareja formada por Sofía ( Sabrina Prieto ) y Diego ( Mario Campodónico ). Ella es una actriz, que se encuentra en el mejor momento de su carrera, con un exposición creciente y comenzando las mieles de la fama. Su esposo, es un productor del mundo del espectáculo, que la descubrió en un casting varios años antes, cuando se inició la carrera de Sofía y al mismo tiempo, comenzó la relación entre ellos.
La pareja atraviesa un buen momento económico, ya no viven en el departamentito de los primeros años, ahora está en una casa grande y necesitan una empleada doméstica que se encargue de las tareas de limpieza. Luego de algunas dudas, ambos coinciden en la necesidad de traer a la casa, a alguien que los ayude y así es como llegará a la casa, Estefanía ( Derling Delboy ), una chica joven, originaria de Yacuiba y dueña de una belleza exótica.
Sin saberlo aquella decisión de traer a Estefania a la casa, cambiará de manera dramática la realidad de aquella pareja. Al poco tiempo, la actitud de Estefanía será otra y poco quedará de aquella chica tímida y sumisa que se presentó a la pareja y añoraba a los duendes del cerro de su Bolivia natal, comenzando un doble juego de seducción y encanto, con Diego y también con Sofía. El peligro se huele en el ambiente, las pasiones y los amores prohibidos, se presentarán pronto en aquella casa.
La obra tiene un componente de suspenso muy alto, por lo que no queremos contar demasiado, solo vamos a anticipar que se conformará un triángulo amoroso inquietante, donde los juegos sexuales y las traiciones, estarán a la orden del día. Y no diremos mucho más, solo decir que a medida que la trama avanza, aquello que se inició como un juego de pasiones, se irá tornando en algo más violento y perturbador, por lo que los espectadores deberán estar muy atentos, ya que el relato tiene reservados secretos que no tardarán salir a la luz.
La historia además de resultar muy atractiva, consigue atrapar al público desde el comienzo, esto se logra en parte por mérito de una dramaturgia muy bien elaborada por Rubén Mosquera y en parte por las estupendas interpretaciones que presenta la obra, de parte del trío protagónico reunido, que muestra destacados desempeños individuales y una buena química entre ellos, que resulta fundamental para el texto.
Arranquemos con Sabrina Prieto, que representa en gran forma a Sofía, esa actriz que arrancó bien de abajo, a la sombra de su marido y que hoy ya tiene vuelo propio, superando incluso la altura de quién la descubrió. Destacamos la presencia escénica de Sabrina, su belleza y una voz imponente, que encaja perfecto con la importancia de su personaje. Es la primera vez que vemos a Sabrina en escena y nos encantó su composición.
Mario Campodónico, es el hombre de la historia, que deberá debatirse en una lucha interna, contra su ego por ver que la figura de su esposa se agiganta cada vez más, tratando al mismo tiempo de no sucumbir ante los encantos de la joven recién llegada a la casa, que le resulta perturbadoramente atractiva. Su personaje además analiza de manera inteligente el rol actual del hombre en la pareja . Mario, es un actor de trayectoria en el teatro independiente, a quien ya elogiamos en este sitio, por sus actuaciones en obras del off y aquí volvemos a hacerlo, ya que aporta su experiencia al servicio de la obra, con una estupenda interpretación.
Para el final dejamos a Darling Delboy, otra joven actriz, que tiene a su cargo dos personajes, el primero como maestra de ceremonias de la historia ( no vamos a ahondar en este punto para mantener el suspenso ) y como Estefania, esa chica que en el arranque, luce inocente, extrañando a los cerros y tratando de agradar a los dueños de casa. Pero a medida que pasan los minutos, los espectadores descubrirán que esa fragilidad resulta aparente y detrás de la misma, se esconde una mujer hábil y manipuladora, que está dispuesta a ir por todo. Cumplimos con nuestra palabra y no contamos más. Gran interpretación la de Darling, una verdadera revelación, con una belleza inquietante, un acento de voz hermoso y seductor, dando vida al personaje disruptivo de esta historia de amor, sexo, traición y venganza.
Además de las actuaciones tan destacadas, queremos mencionar las virtudes de una puesta minimalista, que logra crear un clima íntimo y algo sórdido, gracias al diseño lumínico de Daniel Zappietro acorde con esa atmósfera oscura que pide el texto. Destacamos también el vestuario de Vanesa Abramovich caracterizando muy bien a los personajes, todo esto bajo la efectiva dirección de Rubén Mosquera.
Nos llevamos una muy grata sorpresa con Del Color de los Cerros, un thriller psicológico que seduce e incomoda al espectador desde al arranque. El silencio absoluto con el que el público acompaña las acciones, deja en claro el aire de tensión que se respira en la trama y habrá que estar muy atento, porque la historia a medida que los minutos avanzan, irá subiendo en voltaje y pasiones.
Recomendamos la obra, una historia fuerte y cercana que moviliza al espectador, poniendo el foco en aquellas relaciones, donde bajo una apariencia de felicidad y armonía, se esconden engaños y tempestades, que tarde o temprano saldrán a la luz, dejando al descubierto las peores miserias del ser humano.
Pensador Teatral.