Dramaturgia de Gastón Quiroga. Dirección de Marcelo Velázquez.
Lunes 20 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )
En un país tan politizado como Argentina, una obra que hable de Eva Perón, una de las mujeres más trascendentes de nuestra historia de ninguna manera puede pasar desapercibida y mucho menos que si la historia, se cuenta a partir de una dramaturgia brillante de Gastón Quiroga, que elige hablar de Evita, desde una mirada distinta, ya que tendremos la visión de personas olvidadas por la historia pese a tener el mismo apellido, ya que ellos son los Otros Duarte.
Antes de ingresar en la obra, señalemos que Evita es una figura que divide aguas en nuestro país, para algunos ella fue Santa Evita, la abanderada de los humildes, aquella que luchó por los derechos de los pobres y Jefa Espirutal de la Nación En resúmen Amada por el pueblo. Esa es una cara de la moneda, en la otra vereda, muchos la odiaron, decían que era una trepadora que uso sus dotes de actriz para engañar el pueblo y encaramarse al poder, luciendo sus joyas, pieles y sus exclusivos vestidos de Chistian Dior, algo que no era congruente con su supuesta devoción por los más humildes-
La muerte la sorprendió cuando solo había cumplido 33 años, parece mentira que siendo tan joven y viviendo tan pocos años, se haya convertido en uno de las mujeres más trascendentes de nuestra historia. Sus funerales se extendieron por 16 días y dos millones de personas despidieron su cuerpo, llorando su muerte. Pero como dijimos antes, la sociedad estuvo dividida y hubo muchos argentinos que festejaron su muerte, recordando las manos anónimas que escribían " Viva el Cáncer " en las paredes, haciendo alusión a la cruel enfermedad que se la llevó siendo tan joven.
Hecha esa breve introducción, que creiamos oportuna, vayamos a la obra que nos convoca, donde la figura de Evita aparece constantemente en el relato, pero solo desde lo verbal. No aparecerá en escena, ni un cuadro, ni una foto de ella. Su presencia será omnipresente, gracias a los tres hermanos Duarte, Chichilo ( Guillermo Flores ) , Cholo ( José Manuel Espeche ) y Chacha ( Cecilia Sgariglia ), los legítimos, que debieron soportar como una Duarte bastarda, con el correr de los años, se convertiría en la mujer más poderosa del país.
Las acciones arrancarán en casa de los Duarte. Era un día muy triste, ya que los hermanos celebraban la muerte de su padre Juan Duarte. Chacha, se escandaliza al enterarse que hasta allí se había atrevido a llegar Juana Ibarguren, la otra, aquella humilde costurera de Los Toldos, con la que su padre mantenía una relación paralela y secreta, que tuvo como resultado nada menos 5 hijos. Como es posible que haya ido hasta alli y encima trayendo de la mano de esos cinco chiquitos mal vestidos, 4 varones y una hembrita llamada Eva ?? Eso se preguntaba Chacha, desconsolada por afrenta que le estaban haciendo a su madre.
Luego de una acalorada discusión, los hermanos logran convencer a Chacha, que los dejara pasar unos minutos al menos para que puedan despedirse también. Acepta a regañadientes, con la condición que entren solos, sin mezclarse con el resto. Que lloren solos y se vuelvan a su pueblo. Ellos no tienen nada que hacer allí, no tienen nada que ver con ellos los Duarte legítimos. El consuelo de los hermanos, era que luego de esa noche, nunca más tendrían noticias de esa mujer y esos niños mal vestidos. Serían solo un mal recuerdo para ellos y para la memoria de su madre, pero lamentablemente para ellos eso no iba a pasar y pronto tendrían noticias de esos niños, especialmente de la menor, de la hembrita como despectivamente la llamaron.
Varios años después reunidos en esa misma casa, será Chacha quien leyendo una revista de espectáculos, tendrá las primeras noticias de Eva Duarte, que ya en Buenos Aires, daba sus primeros pasos como actriz, trabajando en Radio Belgrano y actuando en varias películas. Al principio los hermanos, ríeron con la idea de tener una hermanita no reconocida actriz, pero la sonrisa se les borró en al poco tiempo, cuando se enteraron que esa actriz se convertía en la pareja de Juan Domingo Perón y luego sería primera dama.
El relato es apasionante y atrapa el espectador, gracias a aquellos hermanos con quienes iremos recorriendo varias décadas de nuestra historia, siguiendo el surgimiento de Evita, su ascenso, su momento cumbre y su temprana muerte. Sin dudas Evita es el centro de la trama y en los tres hermanos, veremos sentimientos de afecto, odio e indiferencia para su hermana famosa. Pero en la obra también se hablará de Juan Duarte, su hermano, que fue secretario privado de Perón y tuvo una muerte dudosa. También se hablará de la caída de Perón, de la llegada de los militares Como mencionamos antes, la dramaturgia nos hará recorrer, de manera muy amena, diferentes hechos de nuestra historia. Pero hasta allí vamos a contar, para dejar que se sorprendan cuando vean la obra.
Llega el momento de hablar de las actuaciones que tiene la obra, que realmente son estupendas y tienen un plus, que nosotros valoramos mucho, ya que se eligieron actores maduros y con experiencia, siendo este un gran acierto de Marcelo Velazquez, el director, ya que tal vez hubiera sido más sencillo elegir actores jóvenes y a medida que pasaban los años en la trama, ir envejeciéndolos, con maquillaje y demas . Pero no, Marcelo optó por elegir actores maduros ya, dejando en evidencia los artificios que tiene el teatro y sus convenciones, recordando que la ceremonia del teatro, siempre es un acto de fé, que el espectador acepta y en este caso lo hace con gusto y los tres hermanos lucirán casi igual, pase al paso de las décadas.
Si bien las tres interpretaciones son excelentes, creemos que Cecilia Sgariglia como Chacha, es quien más se destaca. Con gran presencia escénica, es quien lleva la riendas familiares y es la más enojada con la situación, mostrando su furia ante el ascenso de los otros Duarte. En Chacha seguramente se verán reflejados aquellos espectadores que no tengan una buena imagen de Evita y que hoy en día seguramente sabrán de que lado de la grieta ubicarse. Gran trabajo el de Cecilia, enorme su composición, con una carga emocional muy alta.
Pero no seamos injustos con los Duarte varones, José Manuel Espeche es Cholo, el mayor y el más politico de los tres. A escondidas de su hermana, tenderá puentes con los otros Duarte, llegando a trabajar para Juancito y conociendo a la mismísima Evita, teniendo que mantener esto en secreto por mucho tiempo. Guillermo Flores es Chichilo, el bohemio de la familia, le gusta juntarse con amigos en los bares y tiene fama de mujeriego. Un punto muy alto es su monólogo cuando cuenta su experiencia en la Fundación. Es el equilibrio entre la iracundia de Chacha y la apertura del Cholo. Nos gustaron mucho los trabajos de José Manuel y de Gullermo, mostrando ambos su experiencia y la pasión que le ponen a la obra.
Siendo justos nos encantaron las interpretaciones del trío protagónico, que se lucen en el conjunto, pero también tienen momentos individuales de destaque. Otro aspecto positivo que tiene la dramaturgia, es que más allá del tema de Evita y el recorrido histórico de la política del pais, nos permite ver como se maneja un tema conflictivo en el seno de una familia, cuando hay posiciones encontradas y cuestiones en la que piensan muy diferente.
Y más allá de los méritos del texto, es muy importante la puesta de Marcelo Velázquez, ya que le otorga mucha dinámica al relato, logrando que el espectador se enganche desde el arranque y el interés no decaiga nunca. La puesta es austera, con un diseño escenográfico que solo incluye una mesa y un par de sillas, para dar forma al hogar de los Duarte. Nos gustó la ambientación de época, con el el vestuario adecuado y varias referencias de esos años, como diarios o avisos comerciales de la radio.
No queremos contar más, para que ustedes descubran el resto cuando vean la obra, solo decir que nos gustó mucho y recomendamos, ya que es una excelente oportunidad para el público joven de vivir algunos hechos de nuestra historia reciente y que solo conocen por lo que les contaron en la familia o leyeron. Algo muy importante para destacar y que pocas veces se logra, cuando hay un texto político, es que no se baja línea, se exponen diferentes pensamientos y puntos de vista. Luego de ver la obra, el espectador sacará sus conclusiones o seguramente buscará leer más sobre el tema, algo que nos ocurrió a nosotros.-
Los Otros Duarte, es una obra que ya recibió varios premios y seguramente los seguirá recibiendo, ya que habla de Evita, cuando se cumplen 70 años de su fallecimiento, sin fanatismos y desde un punta de vista diferente, desde la mirada de los Duarte, personas que no aparecen en los libros de historia, pero que fueron testigos privilegiados de lo sucedido. Además la obra muestra como pese a que han pasado tantos años, la grieta de pensamiento se mantiene, aunque con diferentes nombres propios, la sociedad sigue profundamente divida y tal vez esa es una de las razones, por las que Argentina nunca puede despegar.
Para terminar, concluyen en este caso una dramaturgia muy rica que atrapa, una puesta que otorga dinámica al relato y actuaciones magníficas del elenco de experiencia reunido. El aplauso emocionado al final de la función, del público que colmó la sala, se viene repitiendo en cada función, gracias al poder del boca a boca, que hace que el cartel de localidades agotadas sea una contante para esta excelente propuesta, que el teatro independiente nos ofrece.
Pensador Teatral.