Dramaturgia de Florencia Aroldi. Dirección de Mariano Dossena.
Sábados 20 hs es Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )
Un potente thriller piscológico llega de la mano de Jarra de Porcelana, texto de Florencia Aroldi, que se inspira en la novela Rotxs de Pelcha Bayer, extrayendo de ella solo un personaje, el de José, un escritor que se encuentra en su monoambiente, junto a un cadáver, sin recordar que sucedió. Por lo tanto, la novela escrita con muchos personajes, será convertida por Florencia en un unipersonal y este cambio será uno de los conflictos fundamentales de la historia que veremos.
Al entrar en la sala, los espectadores se sorprenderán con el dispositivo escénico que tiene la obra. Hay una cubo transparente, que funciona como una especie de prisión para quien dentro se encuentra, un hombre vestido totalmente de blanco, como todo lo que hay en el interior, un pequeño banco, un grabador, un libro y hasta piezas de un maniquí desparramadas por el piso, todo ello un color blanco prístino El hombre parece dormido y en el comienzo del relato, veremos su despertar con sonidos gututales, que parecen más propios de un animal que de un ser humano-
El misterio está instalado desde el arranque y el espectador deberá resolver los múltiples acertijos que presenta la historia. El hombre encerrado entre esas paredes transparentes se muestra confundido y contrariado. Recuerda haber escrito una obra, pero lo que sucede no concuerda con ella. Donde están el resto de los personajes ?? El se encuentra solo y tiene que llevar adelante un unipersonal, cuando esa no era la idea original. Se lo nota agobiado, quiere salir de allí, pero no hay una puerta. Está solo allí y su mente no para de maquinar.
Le habla a una mujer que no sabemos si es real o solo producto de su imaginación. Dialogan acerca de la obra, pero se enoja cuando ella le pregunta si tomó la medicación y sostiene que no la necesita. Será una actriz del elenco o su acompañante terapeútica ?? El es realmente un escritor, acaso un escultor o es un paciente psiquiátrico ?? Y en el suelo, hay un maniquí o es el cadáver de un hombre al que el mismo mató esa noche ?? . Las dudas lo empiezan a acorralarlo. Él se calma a si mismo, diciendo que es ficción todo lo que está pasando, que es un actor y que no hay nada de que preocuparse. Pero las señales que los espectadores avezados, observan desde su butaca, parecen contradecir ese pensamiento.
A medida que los minutos pasan, la inquietud de aquel hombre aumenta y ya no quiere estar allí. Le gustaría salir, pero para ellos deberá encontrar la puerta por donde salir . Pero existirá esa puerta ?? O es su propia mente la que lo mantiene encerrado. Los límites entre ficción y realidad se cruzan de manera permanente. El grabador cuenta una historia que no sabemos si es real. Suena un portero eléctrico imaginario, se menciona a un repartidor de Mercado Libre, la confusión y el agobio van en aumento. Pese a los esfuerzos por recordar que sucedió aquel día, no logra hacerlo. Aparecen recuerdos de la infancia, pero la confusión en su mente es grande y la desesperación empieza a ganar terreno. Tal vez quitarse la vida, sería la única manera de terminar con la presión que lo está oprimiendo.
Y hasta allí vamos a contar, para no develar más, la obra irá dando pistas y dejando al descubierto capas de una historia, que navega hábilmente entro lo real y la ficción, entre la imaginación y la locura. La trama atrapa y el espectador deberá tratar de armar el rompecabezas, de una historia rota, como la jarra de porcelana. Hay fragmentos desparramados, que el protagonista con nuestra ayudar tratará de pegar, para así encontrar la llave que le permita salir del laberinto que lo aprisiona.
Momento de hablar de Cristian Thorsen, el gran protagonistas de la noche, que nos regala una composición fantástica, con una corporalidad y una entrega física que impacta. Tuvimos la suerte el año pasado de ver a Cristian en Diario de un Loco, también un unipersonal, en Poncho Club Cultural y nos deslumbró con su interpretación. Pensamos que esa actuación, sería imposible de superar, pero hoy podemos decir que nos equivocamos, ya que su trabajo aquí es excelso.
Encerrado en esa habitación, por momentos se convertirá en un ser salvaje, en otros será un actor, un niño y también un hombre enamorado. Los cambios en los tonos de voz y en las posturas corporales son notables. Su trabajo es minucioso y por momentos resulta hipnótico. Su interpretación es una montaña rusa de emociones, con momentos dramáticos y otros hilarantes. Nos llevamos escenas que quedarán en nuestro recuerdo, como aquella genial, en que romperá la cuarta pared y saldrá del cubículo para dialogar con el público, buscando su complicidad . Una composición fantástica de Cristian, que sin dudas estará en las mejores que veremos este año, La suerte quiso que estemos en la primera fila y les podemos asegurar que el disfrute fue mayor aún.
La gran performance de Thorsen, tiene como apoyo una puesta sobresaliente, con dos rubros que hay que destacar mucho, uno de ellos es el diseño escenográfico minimalista de Nicolás Nanni con un original espacio escénico, con el color blanco dominando el ambiente y un diseño lumínico impecable de Claudio del Bianco que aprovecha en gran forma la modernidad que tiene esta hermosa sala de Itaca. Y no debemos olvidarnos de Mariano Dossena, un eslabón muy importante del proyecto, ya que encamina el disruptivo texto de Aroldi y ofrece una atmósfera opresiva, ideal para lo que pide el relato y para potencias el gran lucimiento del protagonista.
Ya no queda mucho para agregar, como habrán podido apreciar la propuesta nos gustó mucho. La obra atrapa desde el arranque, su dramaturgia por momentos es compleja y obliga a que el espectador esté atento en todo momento a todo lo que sucede, ya que la obra es abierta y permite diferentes interpretaciones, de acuerdo al enfoque que cada uno quiera darle y esto sin dudas para nosotros es un plus, ya que deja mucho espacio para reflexionar.
Recomendamos especialmente Jarra de Porcelana, una pieza que indaga por los laberintos de la mente humana, hurgando entre los recuerdos, la imaginación y la locura. Un texto potente, una puesta estupenda y en especial una actuación fenomenal se combinan, para que disfruten de este unipersonal, que gracias a la fuerza del boca a boca, está llenando la sala de Itaca en cada función.
Pensador Teatral.-