Dramaturgia y Dirección de Guido Inaui Vega.
Domingos 18 hs en Teatro El Grito ( Costa Rica 5459 )
Una original propuesta escrita y dirigida por Guido Inaui Vega, llega de la mano de La Farsa de los Artistas, obra que bucea en la intimidad del mundo del teatro independiente, dejando al descubierto el artificio teatral y los hilos que lo manejan, pero no quedando solo en eso, ya que dá un paso adicional para reflexionar acerca de cuestiones internas y humanas que hacen a la diaria del teatro, poniendo el foco en la importancia que tienen los vínculos humanos en el hecho teatral.
La obra desde un comienzo siembra varios interrogantes. Son claros los límites entra la ficción y la realidad ?? El público tiene claro el rol que debe cumplir y el mismo siempre debe ser pasivo ?? Es correcto que los actores rompan la cuarta pared, saliendo de sus personajes, para dialogar con los espectadores o este acto rompe la magia teatral que se respira en la sala ?? La propuesta es disruptiva y no tiene miedo en cuestionar varias verdades establecidas. El objetivo del autor, es que el público reflexione y la pieza consigue esto desde el arranque.
El formato de la obra es muy interesante, ya que la dramaturgia nos presenta a dos compañías teatrales diferentes, cada una de ellas trabajando de manera distinta, preparando un espectáculo para estrenar. sin tener claras las fechas, mostrando lo complejo que puede resultar el proceso creativo, por todas las decisiones que deben tomarse, las diferentes maneras para encarar los ensayos y los estilos de cada director. Los actores deben disfrutar de este proceso o hay que sacrificarse y hasta pasarla mal, para llegar afilado a un estreno ?
Y como influyen las relaciones personales en los elencos ?? Los actores que obtienen los roles protagónicos, siempre lo consiguen por méritos propios o en algunos casos esto se determina por favoritismo del director. Cuantas parejas se formaron entre integrantes de los elencos ?? Cuantos mejores amigos ?? Y cuantas internas / peleas que el espectador ignora generaron momentos de rispideces ??? Lo que queda claro es que los grupos humanos y su dinámica, muchas veces tienen una preponderancia fundamental en todas las actividades y el teatro no es la excepción.
Pero no queremos adelantar más nada, para que se sorprendan, como lo hicimos nosotros al ver la obra, que atrapa desde el comienzo y en esto tiene mucho que ver el joven y entusiasta elenco reunido para la ocasión. Son siete los actores en escena y todos encuentran su momento de lucimiento. Muy bueno el trabajo de Mauro Khol, que es el único de los actores, que actúa en los 2 proyectos de obra, siendo en una un director permisivo y en la otra un actor relajado.
Natalia Morelli es una directora villana, que parece disfrutar, haciendo sufrir a sus alumnos actores. Quienes la padecen, son Julia Simón como Vane y Mora Straffa, como Luli, nos gustó mucho el trabajo de ambas, aportando frescura y espontaneidad a la puesta. En el otro grupo. destacar el histrionismo de Pilar Reitú, como Luján y de Tobías Wainer, como Naín, que se toma muy seriamente su vocación.
Un detalle muy importante, que aún no mencionamos es que la trama tiene un personaje, que funciona como presentador de la obra y también como finalizador de la misma, dialogando en varios pasajes con el público, planteando interrogantes e invitando a la reflexión. En cada función, hay un actor invitado diferente que cumple este papel y en la función que presenciamos nosotros, el rol fue para Antonella Lence, que además es la asistente de dirección. Y fue una verdadera revelación Antonella, por su desparpajo e histrionismo. Nos encantó su interpretación, estando más que a la altura para un personaje muy exigente.
La puesta que presenta Guido es muy dinámica, con un diseño escenográfico despojado, dejando todo el protagonismo a los actores. Rubros a destacar el diseño lumínico que tiene la obra, ítem a cargo del propio Guido. Y otro rubro para resaltar, es el vestuario de Antonella Van Ysseldyk, que agrega valor a las caracterizaciones de los personajes.
Valoramos mucho las intenciones de La Farsa de los Artistas, una propuesta joven y descontracturada, que se anima de manera introspectiva al interior de las obras teatrales, develando algunos secretos, explorando las internas que se producen puertas adentros, las relaciones de poder que se verifican en todos los elencos y mostrando además todos los obstáculos que deben sortearse para poder llegar a ese estreno tan soñado y buscado que es el norte de todo.
En resumen resulta una muy buena idea la de Guido Inaui Vega, que presenta esta obra que resulta imprescindible para aquellos que están dando sus primeros pasos en el mundo de la actuación y también para los espectadores asiduos que aman el teatro independiente, un mundo donde lo económico queda siempre en un segundo plano y donde la vocación es todo. De la mano del joven y talentoso elenco reunido, disfrutaremos de un logrado momento teatral y nos animaremos a correr el difuso límite entre lo real y la ficción.
Pensador Teatral.