lunes, 20 de mayo de 2024

Bela Vamp

Dramaturgia y Dirección de Alfredo Arias.





Lunes 20 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378)

Llega a El Extranjero este texto de autoría de Alfredo Arias, que forma parte de una trilogía de monólogos referido a diferentes estrellas del cine, vistas en el ocaso de su carrera y en este caso el elegido es Bela Lugosi, el actor húngaro que llegó a lo más alto de Hollywood, por su  icónica interpretación del Conde Drácula. 

Su gran actuación, definió la imagen popular del vampiro, con su marcado acento húngaro, mirada hipnótica y la capa negra, que todos tenemos en nuestra mente. El problema para Lugosi, fue que su carrera quedó profundamente asociada con el personaje de Drácula, lo que provocó que las ofertas de trabajo que recibió luego de ese gran éxito, siempre se limitaron al género de terror y a menudo en roles similares al del Conde. Este encasillamiento llevo al actor a enfrentar dificultes financieras y personales, incluyendo una lucha contra las adicciones que lo golpearon fuerte,





La obra que aclaramos no es una biografía de Lugosi, precisamente parte de aquellos momentos en que el actor lucía desanimado, ya que luego del éxito de Drácula, no recibía ofertas para ser un actor normal, nunca estuvo en una película donde su personaje tenía una familia o paseaba un perro por el parque. Su carrera entró en declive y fue allí cuando recurrió al alcohol en primer término para esconder ese dolor interno y cuando no fue suficiente eso, se hizo adicto a la heroína.

Hasta ese momento la historia se ajustaba a la realidad, pero Arias deja claro que se trata de una ficción al introducir en la historia a un personaje inventado, nos referimos a la psicóloga Dorothy Couch, famosa en el ambiente de Hollywood, por sus fracasos como profesional, incluyendo cuatro suicidios de estrellas del medio que llegaban a su consultorio por estar en el declive de sus carreras, Con semejantes antecedentes, que motivación tendría Bela para tomar tratamiento con Dorothy ?? Precisamente esos funestos antecedentes, fueron claves para la elección, ya que Lugosi ya no tenía ganas de vivir, entonces nada mejor que tomar terapia con una profesional que sabía como conducir a sus pacientes a la muerte.





A partir de allí, la historia virará en tragicomedia por los absurdos proyectos de Dorothy, que quiere devolverle al actor las ganas de vivir, pensando más en revertir su nefasta reputación que en el bien del actor. Primero buscará levantar su ánimo, despertando su apetito sexual y luego proponiendo un guión realmente delirante, apareciendo en escena el nombre de Ed Wood el peor director de Hollywood que se interesaría en aquel guión, pero para una película cómica. Realidad y ficción, se mezclan en buena forma, en esta original propuesta, que tiene a Lugosi y al Conde Drácula como eje central. 

Hemos escrito unos cuantos párrafos y aún no nombramos al gran protagonista de la noche, nos referimos a Marcos Montes, que nos regala una composición fabulosa, con una presencia escénica que impacta, por el peso de su actuación y por la excelente caracterización del Conde Drácula que realiza, completa por donde se la mire. Desde el impecable vestuario,  negro coronado por la típica capa, el maquillaje, el peinado y un acento extranjero bien marcado, que el protagonista sostiene durante toda la obra, algo que no resulta nada sencillo.






Pero Marcos no solo será Drácula en escena, también será Dorothy, llegando a ella, simplemente cambiando el tono de voz y su gestualidad. El simplemente es irónico, porque resulta muy rico ese juego actoral, donde el actor hace dialogar a ambos personajes, mostrando gran repentización. A Marcos lo habíamos elogiado mucho en este sitio, por su gran labor en El Hombre de Acero, unipersonal que tuvimos la suerte de ver en Espacio Callejón.  Aquí Montes vuelve a mostrar sus condiciones en el género de los unipersonales, con una gran composición del actor húngaro y de su personaje icónico.

La puesta de Arias tiene muchos toques cinematográficos, uno de ellos, es el impecable diseño lumínico de Matías Sendon, con varios reflectores repartidos en el escenario, tal set de filmación. Menciones especiales para Matías López y Soraya Ceccherelli en diseño y realización de maquillaje y Julio Suárez en el vestuario, ítems fundamentales para la gran caracterización del personaje. También la puesta tendrá momentos musicales logrados, mostrando un carácter general minimalista pero muy efectiva.





Bela Vamp, como mencionamos al comienzo, forma parte de una trilogía de monólogos de Alfredo Arias que rescata a diferentes estrellas del cine mostrándolas en el ocaso de sus carreras. presentando el dilema de lo que sucede cuando algún artista toca el cielo con las manos y luego debe volver a la normalidad. Es posible esto o no ?? Viendo la caída estrepitosa que tuvo la caída de Lugosi, la respuesta sería un no rotundo, pero la idea de Arias es plantar la duda y que el espectador sea el que busque las respuestas.

La obra se viene presentando a sala llena desde su estreno y esto habla de la convocatoria que tiene una figura popular como el Conde Drácula, pero también habla de la calidad del espectáculo que se ofrece, ya que esta tragicomedia en formato de unipersonal, presenta un texto de Arias, que navega hábilmente  entre el drama y el humor, una puesta muy vistosa y una composición superlativa de Marcos Montes, todos elementos que confluyen, para que podamos disfrutar de una excelente propuesta del teatro independiente y magia mediante poder ver al Príncipe de las Tinieblas, deambulando con su capa negra por las calles del Abasto.


Pensador Teatral.


sábado, 18 de mayo de 2024

Palabras Encadenadas

Dramatatugia de Jordi Galceran. Dirección de Guillermo Ghío.







Sábados 21 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Llega a la cartelera de Itaca, un implacable thriller psicológico del aclamado dramaturgo catalán Jordi Galceran, conocido por ser el autor del Método Gronholm,. Bajo la notable dirección de Guillermo Ghio, esta potente puesta en escena sumerge al espectador en una trama fascinante que explora la complejidad de la mente humano, navegando entra la verdad, la mentira y la locura, dejando sin aliento a los espectadores, que seguirán el relato con un silencio absoluto.





La obra arranca con la emisión de un video en una pantalla que se proyecta sobre el telón. En un relato estremecedor, un hombre confiesa con frialdad y en tono de normalidad, la brutal manera en que asesinó a una anciana a la que no conocía. Seguidamente el telón se abrirá y veremos a ese mismo hombre en un sótano donde tiene secuestrada a una mujer, que está sentada en un silla, esposada de pies y manos. La escena es inquietante y en la sala se respira un aire de tensión por este impactante y brutal arranque.

Seguidamente sabremos que ese hombre se llama Ramón ( Ernesto Falcke ) y la mujer en cautiverio, es Laura ( Natalia Pascale ), su ex esposa, con la que hace más de un año transitó un traumático divorcio. El texto de Galceran es minucioso e irá entregando información de a poco, para que los espectadores vayan teniendo en cuotas, un panorama completo de lo que ocurre en aquel sótano. Pronto descubriremos que el asesinato de la vieja, como Ramón despectivamente lo menciona , no fue un hecho aislado, ya que el mismo anuncia que aquella fue su víctima número dieciocho y en esa macabra cuenta, se incluyen mujeres y niños, todos elegidos al azar, ya que no conocía a ninguna de sus víctimas.





La cara de Laura es de terror, no puede entender, como aquel hombre que fue su esposo se transformó en un psicópata,  capaz de convertirse en un asesino serial sin remordimientos. No queremos contar demasiado más, porque el suspenso es una de las claves de este atrapante thriller. Ramón le anuncia que ella, es la primera víctima a la que conoce previamente y tendrá una única chance de poder eludir ese final. Deberá ayudarlo a entender, que razones lo llevaron a cometer tantos crímenes. Laura es psicóloga de profesión y el piensa que podría ayudarlo a ver en su interior. Pero ese no será el único interrogante que aquel hombre querrá resolver en aquella habitación.

Como dijimos antes la trama, irá revelando pistas de a poco y el espectador deberá estar muy atento para mirar de manera aguda lo que allí sucede, ya que el conflicto entre la verdad y la mentira estará presente a lo largo de toda la trama. Víctima y victimario lucharán entre sí, para ver quien gana la batalla mental. El presente se está jugando en aquella habitación, pero los secretos y las mentiras del pasado tendrán un papel clave en la resolución de esta historia, en el que nada parece tal como se cuenta y ahora sí cumplimos con nuestra palabra y dejamos de contar, para que ustedes descubran lo que sucederá en aquella habitación.

Momento de mencionar las excelentes actuaciones que presenta la obra, ya que la dupla protagónica conformada por Ernesto Falcke y Natalia Pascale, es la responsable de darle sustancia y emocionalidad a un texto complejo, algo que ambos lograr con creces, consiguiendo mantener al público en vilo durante toda la trama. Notable presencia escénica de Ernesto, componiendo a un Pablo intimidante, un psicópata con todas las letras, que transita con fluidez los diferentes estados emocionales que tiene su personaje, que se nuestra cínico por momentos, violento en varios pasajes y mostrando su vulnerabilidad en otros. Superlativo el trabajo de Ernesto,





Y tiene un acompañante de lujo en Natalia Pascale, como Laura su ex, que se muestra con una mujer inteligente, que en todo momento busca encontrar el hueco para escapar de la situación en la que se encuentra. A Natalia la elogiamos en varias oportunidades en nuestro sitio y aquí vuelve a mostrar su versatilidad, confirmando que es una actriz con una sensibilidad particular. Estupenda composición de Natalia , que logra junto a Ernesto, constituir una gran dupla protagónica.

Dediquemos un párrafo a Guillermo Ghio, que no la tiene sencilla aquí, porque el texto de Garcelan tiene muchos recovecos y es complejo, pero Guillermo logra traernos una versión virtuosa, que atrapa al espectador desde al arranque. El diseño escenográfico es muy logrado, consiguiendo darle al espacio escénico, el ambiente asfixiante que la historia pide. El diseño lumínico es otro ítem, que debe destacarse, al igual que la realización de video, que tiene mucha importancia en momentos fundamentales de la obra.






Disfrutamos de una estupenda noche de teatro independiente, con este thriller potente y nos invita a reflexionar sobre la complejidad de los vínculos humanos, dejando al descubierto como una relación fallida, provocar un click mental en ciertas personas, que sacan a relucir aspectos de su personalidad y comportamientos que nunca hubiéramos imaginado. Reflexionando además cuan lejos puede llegar una persona con una obsesión, pudiendo cruzar todos los límites imaginables, sin reparar en las consecuencias.

Recomendamos Palabras Encadenadas, se encontrarán con un texto muy bien elaborado por Jordi Galceran, una puesta de Guillermo Ghio que tiene mucho de cinematográfica y actuaciones sobresalientes de una dupla protagónica, que se saca chispas en escena. Como dijimos la obra atrapa desde su comienzo y a medida que la historia avanza, la tensión irá en aumento. Nuestro consejo es que no se pierdan ningún detalle de lo sucede en escena, que sigan atentos las acciones y se preparen para un final a toda orquesta que no defrauda y dejará a más de un espectador con la boca abierta y agradeciendo la noche de teatro vivida en ltaca.


Pensador Teatral.



viernes, 17 de mayo de 2024

Suavecita

Dramaturgia y Dirección de Martín Bontempo.




Viernes y Sábados 20 hs en Caras y Caretas ( Sarmientos 2037 )

Una tragicomedia con ribetes fantásticos, erotismo y una altísima cuota de creatividad, nos presenta este original y estupendo texto escrito por Martín Bontempo, con Suavecita, obra que se estrenó el año pasado en el Nun Teatro y se convirtió en uno de los fenómenos del teatro independiente en el 2023. Esta temporada, deciden dar el salto a una sala de una capacidad mucho mayor como Caras y Caretas, logrando llenar en todas las funciones, dando muestras claras de lo acertado del salto y que es una obra con una proyección enorme.





Pero en el primer párrafo, nos faltó mencionar a nuestro entender, la razón principal por la que la obra se está convirtiendo en un fenómeno del off y esa razón, es la genial composición que realiza Camila Peralta, que compone con maestría a Suavecita, un personaje que impacta por su ternura y su candidez, pese a su poder sanador, que podría darle un perfil soberbio o arrogante. Pero Suavecita es todo lo contrario, ella se muestra como una mujer inocente y simple, con una sensualidad aniñada que resulta inquietante.

Suavecita es una madre soltera, de escasos recursos, que debe ganarse el pan para criar a su hija. Su situación económica es precaria y por eso no sorprende que un inescrupuloso médico que trabaja en un humilde hospital del Conurbano, se aproveche de ella para pagarle muy poco para que cumpla un trabajo desagradable y clandestino. La contratan para que ingrese a las habitaciones de enfermos terminales y pueda darles placer sexual. Si así como leen, esa es la misión de Suavecita, que siente verguenza por la tarea, pero que necesita la plata y eso le dá un coraje extra para hacerlo.





La cuestión es que Suavecita porta un don, tiene una mano sanadora, que se rumorea provoca mejoras en  pacientes que lucen desahuciados. El rumor comienza a extenderse entre el personal del hospital que comienza a mirarla de reojo, ya no solo por su cuestionable trabajo, sino por la fama que vá cobrando. Ascensoristas, camilleros, enfermeras y demás integrantes del entorno hospitalario, parlotean cuando la ven caminando apurada por los pasillos y se preguntan si será verdad que esa mujer tiene poderes o será una leyenda urbana, de las tantas que hay.

La trama tiene un realismo trágico que resulta muy atractivo, ya que resulta muy reconocible la situación de una trabajadora explotada dispuesta a lo que le piden por dinero, un hospital en el que todo puede suceder con pacientes depositados a la buena de Dios y a todo esto hay que sumarle todo lo onírico y los artificios que aparecen en la obra, cuando Suavecita entra en acción y lo fantástico comienza a suceder, pero hasta allí vamos a contar para no quitar sorpresa, en una obra que sorprende en cada escena y dejaremos que ustedes descubran si hay milagros o es una leyenda urbana, como tantas otras.

Todo fluye en el escenario gracias a la fenomenal composición de Camila Peralta, que maneja con maestría los tiempos del relato, sabiendo como transitar los diferentes momentos del personaje, para pasar de ser esa mujer modosita y cándida que ingresa con verguenza a las habitaciones de los pacientes a transformarse en una bomba sensual, que entra en trance para cumplir su labor y se predispone a ser la mujer deseada para cumplir todas las fantasías de sus clientes, generando escenas de una creatividad y un vuelo creativo, que resultan un deleite para el espectador.






Camila está a cargo de este unipersonal, pero a pesar de estar solita frente al público, no será el único personaje de la obra, ya que gracias a su talento estará acompañada de diferentes personajes que participan de la historia y ella misma representa, ya que será el baboso camillero del hospital, la áspera profesora de patín de su hija y hasta la Virgen que en la capilla del hospital dialoga con San Francisco de Asís, para que vean que no exageramos cuando decimos que el vuelo creativo de la obra es supremo y todo este andamiaje se sostiene gracias a una interpretación genial de Camila Peralta, que la rompe toda en escena.

La puesta que presenta la obra es otro punto muy alto. Nosotros no vimos la pieza en el Nun, pero podemos afirmar que el pasaje a un escenario de dimensiones muy superiores, no afectó en nada la espectacularidad que tiene una puesta que sorprende. Con unos efectos lumínicos y sonoros logrados, que nos invitan al viaje onírico que propone la trama, así también como un diseño escenográfico efectivo, que en algunos pasajes utiliza una tela, que permiten jugar con las sombras de la actriz en varias escenas. Superlativa la puesta, llena de detalles que merecen descubrirse.






Y hasta acá vamos a contar, nuestra recomendación es que se dejen de sorprender por lo que irán viendo a medida que la trama avanza, porque una de las virtudes de Suavecita es su capacidad de sorprender al espectador, que nunca vé lo que se viene. Es una obra muy divertida, irreverente y políticamente incorrecta, esto puede hacer que algún espectador pacato se ruborice por lo que vea, pero ese precisamente es uno de los encantos de esta propuesta, el acelerar a fondo, no detenerse y volar con la imaginación junto al espectador.

Al momento de escribir esta reseña, Suavecita está promediando su segunda temporada en cartel y luego de haberla visto, nos atrevemos a vaticinar que esta obra alumbrada en lo profundo del teatro independiente, está destinada a superar esa frontera imaginaria y ganarse un lugar en el público fuera del circuito off. Sus armas son un texto atrapante, una puesta muy vistosa y en letras de molde, una actuación superlativa de la talentosa Camila Peralta. Por todo lo dicho, queda claro que de ninguna manera deben perderse esta propuesta, que los hará vivir un momento teatral mágico y místico. Y el último consejo, al salir de la sala, no se olviden de pedir una estampita de la santa que sus fieles estarán repartiendo.



Pensador Teatral.



miércoles, 15 de mayo de 2024

Santa Teresita, un lugar en construcción.

Dramaturgia y Dirección de Emiliano Chiarelli.






Miércoles 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Una obra divertida y profunda, llega de la mano de este texto de Emiliano Chiarelli, que nos hablará de vínculos rotosy presentan historias de vida, que denotan desamor, angustia y el miedo a la soledad. Que sucede cuando dejamos atrás la adolescencia y ya entrados en la edad madura, las cosas no salen como planeamos y la infelicidad es la que se hace presente, obligándonos a replantearnos donde estamos parados.






En la trama que nos presenta la pieza, tendremos a tres parejas que están en diferentes etapas de crisis, pero con horizonte de fin de ciclo en común. El presente no es feliz y las discusiones son las que mandan, teniendo diferentes aristas, como las diferencias de criterios en la crianza de los hijos, lo tedioso que pueda resultar encarar una división de bienes cuando la relación llega al final, el desgaste de la rutina, los fantasmas de las infidelidades y otras cuestiones negativas que confirman que el amor ya no existe y la desazón reina.

Ante ese panorama oscuro, lo que queda es buscar una vía de escape y la más importante es refugiarse en los amigos, que siempre estarán allí, los recuerdos de aquellos felices momentos que vivieron juntos en la adolescencia, las anécdotas de viajes y más atrás en el tiempo, las remembranzas de los sabores y olores de la infancia, una época donde las preocupaciones no existían, recordando que los días estaban llenos de alegría, los desayunos que preparaba la abuela, las tardes de aventuras imaginarias y las noches que llegaban con cuentos fantásticos antes de entregarnos al sueño. Pero todo eso ahora suena muy lejano.





No queremos contar demasiado para mantener la sorpresa que tiene la trama, la obra tiene entre sus mayores virtudes, la humanidad que presenta el texto, que nos habla con crudeza de lo que sucede cuando los vínculos se desgastan y el sendero de rosas que imaginamos alguna vez, la realidad lo convierte en una ruta de espinas. Y como siempre tenemos que adaptarnos a los cambios, para poder seguir adelante. Cuando vean la obra, verán la manera en que cada uno de los protagonistas, se las ingenia para sobrevivir y mantenerse a flote.

Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, que nos gustaron mucho realmente. Son seis los actores en escena y vamos a hacer una mención de cada uno de ellos, porque realmente los trabajos lo merecen. Corriendo el riesgo de ser injustos, vamos a destacar especialmente los trabajos de Damián Suárez como Fernando y de Micaela Cortina, como Alma. Ambos muestran una fuerte presencia escénica, para sus personajes,  que en la obra casualmente son una pareja que ya no se lleva y que solo se sostienen por un hijo en común. Son profesionales exitosos, pero hace tiempo no congenia entre ellos. Muy bueno lo de Damián y Fernando.






Pero estamos siendo injustos con los demás, que también están muy bien. Pablo ( Darío Cassini ) y Sofía ( Zaida Mazzitelli ) quieren transitar una separación civilizada, pero les está costando, mostrando sus diferentes personalidades. Y por su parte Andrés ( Jonathan Esquivel ) y Ada ( María Gabriela Peña ) están en plena crisis, por haber hablado de más y haber revelado alguna infidelidad, aunque dudan si la separación es la mejor salida. Destacado el trabajo de los cuatro, logrando darle recorrido a cada uno de sus personajes y mostrando todo el elenco muy buena química entre ellos, algo que agrega mucho valor al relato.

Chiarelli, además de ser al autor de la obra, tiene a su cargo la dirección y consigue una puesta atractiva, que resulta muy entretenida. Rubros que merecen destacarse de la puesta son el diseño escenográfico y lumínico de Héctor Calmet, que se lucen mucho en esta hermosa sala de Itaca, donde se presenta la obra. Y también queremos mencionar al vestuario de Paula Vázquez, que caracteriza muy bien a los personajes.





Y hasta acá vamos a contar, Santa Teresita, un lugar en construcción, está transitando su segunda temporada con muy buen suceso de público y esto como dijimos se debe a que presenta una obra que divierte y también invita a reflexionar, sobre el paso del tiempo y como muchas veces las relaciones de pareja se van desgastando. Lo que alguna vez fue un vibrante arco iris, ahora es solo una sombra descolorida, de la que queremos escapar.

La obra presenta momentos graciosos y otros de profunda emoción, con un elenco comprometido con la propuesta, que nos muestra lo importante que son las amistades en nuestra vida y nunca abandonar a los amigos, que en los momentos complicados siempre estarán al pie del cañón, para tendernos una mano y ayudarnos a salir de las arenas movedizas del desamor, que amenazan con hundirnos en la tristeza más profunda. 


Pensador Teatral.


domingo, 12 de mayo de 2024

Pundonor

Autoría: Andrea Garrote. Dirección de Andrea Garrote y Rafael Spregelburd.






Domingo 18 30 hs en Teatro Picadero ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )

Una excelente noticia, resulta la llegada de Pundonor, la multipremiada obra escrita por la talentosa Andrea Garrote, que tiene una carta de presentación que abruma, ya que recibió el Premio Konex 2021, al mejor unipersonal de la década, galardón que se suma a otros muchos reconocimientos que tuvo la obra y la protagonista por esta pieza que se presentó con mucho éxito en nuestro circuito teatral y que se convirtió en un fenómeno en España, donde tuvo un enorme suceso.





Con semejante introducción, la vara se ubicaba muy alta y estábamos intrigados por conocer las razones del suceso de Pundonor. La bella sala del Picadero resultaba un valor agregado, ya que siempre es un placer ver teatro allí y más en este caso, porque la disposición de las butacas en relación con el espacio escénico es ideal, transformando la sala en un aula de universidad, donde la profesora Claudia Pérez Espinosa, se presentará para dar una clase de Sociología muy particular.

Y de un momentos a otro,  los espectadores mágicamente nos convertimos en alumnos, que estábamos reunidos para nuestra primer clase de Sociología del curso, con la profesora ( Andrea Garrote ) en el frente. A la profesora se la nota nerviosa e inquieta, amaga arrancar de manera normal con el dictado de su materia, en la que las ideas de Michel Foulcault, serán protagonistas y donde su misión es explicar los diversos mecanismos que utiliza el poder para controlar al individuo, valiéndose de las instituciones políticas y sociales, pero también valiéndose de lo discursivo para logar su cometido.

El texto es inteligente y profundo. En ese arranque algunos espectadores piensan que será una noche teatral con mucha teoría, pero rápidamente les contamos que no ocurrirá ello, porque la profesora se muestra inquieta y nerviosa. Siente que dedicó en vano su carrera al dictado de clases y es hora tiene otra prioridad, ya que decidirá romper la cuarta pared para dar explicaciones. Esta es su primer clase, luego de una prolongada y forzosa licencia,  Todos los alumnos saben lo que sucedió al año pasado, pero no conocen su versión de los hechos y en su interior siente la obligación de contar su verdad.





La trama tiene una importante cuota de suspenso y no queremos adelantar mucho más. Solo vamos a decir que Claudia Pérez Espinosa, la adorable criatura creada por Andrea Garrote, repasará los hechos previos a la debacle, contando como pudo comprobar de manera fáctica, que la sociedad tolera los comportamientos arbitrarios o los delitos leves, pero le resulta intolerable, cuando alguien escapa al comportamiento normal, eso si es grave y además de ser fuente de gran preocupación, merece un correctivo. Y hasta allí vamos a contar, deberán ver la obra, para poder conocer la falta grave cometida por la profesora y como cambió todo para ella, a partir de ese fatídico día.

Como dijimos antes el texto es inteligente y atrapante, lo escribió la propia Andrea Garrote, que se adueña con maestría del relato, manejando de manera magistral los tiempos y la emocionalidad del mismo, logrando un personaje que genera gran empatía con el público y resulta muy reconocible para todos. Agregamos que inquietamente reconocible para el espectador, que se imagina ante la posibilidad de que le ocurra algo parecido a la profesora.






La figura de Andrea resulta hipnótica y su composición es tan precisa, que los espectadores se sienten realmente alumnos de la universidad, que están cursando una materia, donde la docente decidió dejar de lado, la aburrida clase de sociología, para abrir su corazón y mostrar lo difícil que le resultó llegar hasta allí, para hacerse fuerte y estar al frente del curso, sin saber si podrá finalizar la clase. Fenomenal trabajo de Andrea, con una presencia escénica admirable.

La puesta que consigue Rafael Spregelburd resulta muy atractiva y deja el terreno fértil para el lucimiento de la protagonista. Nos gustó mucho el diseño escenográfico que nos conduce al aula y el diseño lumínico que acompaña el relato, se torna muy potente en el final. En ambos rubros el responsable es Santiago Badillo. Sin grandilocuencias, se logra una puesta efectiva y funcional al relato.





Y no queremos contar mucho más, Pundonor, que buscando en el diccionario de la Real Academia Española, se define como el sentimiento que impulsa a una persona a mantener su buena fama y a superarse, es una estupenda propuesta del teatro independiente, que además de divertir al espectador, lo invitará a reflexionar acerca de los largos tentáculos que tiene el poder, para normalizar al individuo y para obligarlo a que siga el camino fijado. Salir de ese camino es grave y requiere castigo ejemplar, esta pena es fundamental, para que nadie dude de las consecuencias que deben afrontar los que se apartan de lo normal, sin importar las razones de aquel desvío, ni si fue algo intencional o casual.

La obra además pondrá el foco en la enrome influencia que tienen las redes sociales en el mundo actual y ayudarnos a pensar como una foto o un video viral ´pueden acabar literalmente con  la reputación de una persona. Pero cumplimos y no contamos más. Solo nos queda recomendar Pundonor, quienes la vean se encontrarán con un texto profundo e inteligente, que divierte y también nos interpela. Además de ello se encontrarán con una clase magistral de teatro dictad por Andrea Garrote, coronada al final de la función por la ovación del público que llenó la sala del Picadero.


Pensador Teatral.



lunes, 6 de mayo de 2024

El Bululú, Antología Endiablada.

Dramaturgia de Leticia Gonzalez De Lellis y Osqui Guzmán.





Que buena noticia la vuelta a escena de El Bululú, Antología Endiablada, una obra emblemática para nuestro teatro, estrenada en el 2010 en el Cervantes, con un éxito rotundo en aquellos años y agotando localidades en escenarios de nuestro país y del exterior, recibiendo además numerosos premios y reconocimientos para la obra y para su gran intérprete Osqui Guzmán, que realiza una composición fenomenal.

La pieza tiene una historia muy particular que merece ser contada. Osqui Guzmán es reconocido actualmente por ser un actor, dueño de un talento enorme y una trayectoria más que destacada, pero sus orígenes fueron bien de abajo. Hijo de costureros bolivianos, a los catorce años ya cosía guardapolvos y servilletas para ayudar con el trabajo a sus padres. Con mucho esfuerzo, ya que en su casa nunca sobraba dinero, sino todo lo contrario, estaba terminando el secundario. En aquellos años soñaba secretamente con ser profesor de Kung Fu y  casi por error se anotó en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático. Le dijeron que era un especie de facultad de actores, donde se estudiaba acrobacia, violencia en escena y esgrima.






Entonces Osqui asoció, su pasión por las artes marciales, con la posibilidad de darle un título a sus padres, ya que esa facultad de actores sin dudas iba a dar alguno. Pero cuando sus viejos se enteraron se enojaron mucho y su padre dejó de hablarle por tres largo años, contrariado por su decisión. Y fue un profesor del Conservatorio, que le dio un cassette con una grabación de El Bululú de José María Vilches, un actor español radicado en Argentina. Y es regalo lo marcó para siempre. Osqui pasaba horas encerrado, trabajando con la máquina de coser y no se cansaba de escuchar aquella cinta, tanto que tardó poco tiempo en memorizarla. Y luego dió un paso más, ya que mientras viajaba en colectivo y caminaba cuando no había plata para el boleto, se entretenía repitiendo aquellos textos variopintos, que tenía momentos divertidos y mucha poesía.

Y con la voz de Vilches, como punto de partida, comenzó a investigar sobre el Siglo de Oro español y en sociedad con Leticia González de Lellis, comenzó a escribir este fantástico texto, que conjuga obras de autores como Lope de Vega o el gran Federico García Lorca, con sus orígenes como actor, la cultura boliviana de sus antepasados, las enseñanzas de sus padres y el sonido constante de esa máquina de coser, que acompasaba la voz de José María Vilches,

Ver a Osqui Guzman en el escenario del Metropolitan Sura resulta un deleite para los sentidos, ya que es un unipersonal que ama e interpreta desde lo profundo de su corazón, con una entrega absoluta, Osqui mostrará todo su talento, con un manejo brillante de su cuerpo, la precisión con la que ejecuta las diferentes coreografías, una expresividad admirable, plasticidad en cada uno de sus movimientos y una técnica actoral fenomenal, para poder desdoblar una la gran cantidad de personajes que aparecerán durante la trama. Porque la obra es un unipersonal, pero Osqui no está solo en escena, ya que crea personajes a cada rato, habla con ellos, se tira el piso, baila  con ellos, canta y mucho más que no queremos adelantar.





Guzmán maneja los tiempos del relato con maestría, el texto no es sencillo, pero el actor lo transita con una naturalidad y una cadencia que genera admiración en la platea que por momentos lo sigue hipnotizado. Hay momentos realmente muy divertidos, cada uno elegirá su favorito. Nosotros ternemos dos, " Pantomima de la Cucaracha " y " Los Habladores " , donde las risas se multiplican, Como dijimos antes, la composición de Osqui es fenomenal y se disfruta muchísimo.

La puesta tiene varios aspectos para destacar. En primer lugar mencionar que el espacio escénico está despojado, para dejar bien en claro que lo importante es la actuación, si la misma invita a viajar, la escenografía se imagina. Para destacar el vestuario de Gabriela Fernández, que servirá para caracterizar a los diferentes personajes, siendo el propio protagonista el que saque la ropa de una valija, emulando posiblemente la época en que Osqui era actor callejero. Otro punto a destacar la música de Javier López del Carril, que acompaña diferentes momentos del relato.






Ya hemos contado lo suficiente, El Bululú, Antología Endiablada es una excelente propuesta que nos ofrece el teatro independiente, con una interpretación superlativa de Osqui Guzmán, que por este trabajo obtuvo galardones al por mayor, como el Premio ACE, el Premio Estrella de Mar, el Premio Trinidad Guevara y el Premio María Guerrero, entre otros, además de recibir el Premio Konex diploma de Merito como mejor actor de teatro de la década en el 2011. Es decir no le faltó premio de la crítica especializada por ganar con esta representación.  Habiendo visto la obra, queda claro lo merecido que fueron esos reconocimientos y la excelencia de su trabajo.

Con todo lo mencionado, solo nos queda recomendar la obra para aquellos que aún no la vieron y también para que aquellos que la quieren volver a ver. Se encontrarán con una dramaturgia muy rica y aprenderán una lección de vida, viendo como, con pasión, dedicación y talento, se puede llegar al peldaño más alto en la profesión que uno elige, este es el caso de Osqui Guzman, que orgulloso homenajea a sus orígenes y para celebrarlo, nos regala una composición fenomenal, que de ninguna manera debemos dejar pasar.


Pensador Teatral.


sábado, 4 de mayo de 2024

Café Central

Dramaturgia de Mario Diament. Dirección de Daniel Marcove.




Sábados 20 hs y Domingos  18 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Una distinguida cita con la historia nos propone Mario Diament, sin dudas uno de los autores más reconocidos de nuestro teatro, que tiene la sana costumbre de presentar propuestas que recrean hechos históricos,. Rápidamente se nos vienen al recuerdo Franz y Albert y Guayaquil, por mencionar solo dos obras del género, que se han presentado como muy buen suceso. Aquí Mario, tiene una idea muy ambiciosa, ya que nos invitará a viajar hasta principios del Siglo XX, a una ciudad de Viena que era el centro del mundo intelectual y político. Y para emprender la travesía, sube al barco nuevamente a Daniel Marcove en la dirección, para reeditar la dupla que se viene dando en sus últimas obras, siempre con buenos resultados.






La trama nos lleva a 1913, en los momentos previos a la Primera Guerra Mundial, en escena veremos mesas y sillas vacías, con un mozo que se confiesa fantasma e indicará al público que ante nuestro ojos tenemos el Café Central, una cafetería de Viena, por la que desfilaban las personalidades más importantes del momento, que entre café y café, charlaban sobre el convulsionado momento que estaba viviendo el mundo. Es importante aclarar que la historia se basa en hechos reales, ya que la cafetería existió y las crónicas de la época confirman que allí se reunían los personajes que Diament que reúne en su dramaturgia.

Por eso, la magia del teatro nos permitirán ser testigos de las partidas de ajedrez que jugaba un joven León Trotski, alguna charla ocasional del mismo con Stalin o con un joven llamado Josip Broz, que luego se convertiría en el Mariscal Tito. También estarán Sigmund Freud y Alfred Adler, figuras del psicoanálisis que evitaban concurrir al mismo tiempo ya que estaban enemistados. Los escritores Karl Kraus y Stefan Zweig, el filósofo Ludwing Wittgenstein, el pintor Oskar Kokoschka y su amante Mahler, son solo a alguno de los ilustres personajes que concurrían al Café Central y veremos en escena.

Pero no mencionamos aún al personaje más tenebroso de la historia, un joven arrogante llamado Adolf Hitler que se llegaba hasta la cafetería para intentar vender sus acuarelas de dudosa calidad. Ficción y realidad se mezclan en la dramaturgia y eso sin dudas hace aún más interesante el relato, pero para quienes no conocían este dato, les contamos que en año 2015, una casa de subastas alemanas recaudó 400.000 euros por catorce acuarelas realizadas por Adolf Hitler entre 1904 y 1922, momentos en nadie imaginaba que años más tardes, se convertiría en uno de los personajes más siniestros que tuvo la historia mundial.




Habrá un salto en el tiempo y las acciones en la cafetería retornarán recién en 1933,  cuando la situación en Viena era muy diferente. La guerra se había cobrado muchas vidas y pocos de los concurrentes originales, seguían siendo clientes del Central. Se vivía una atmósfera de temor en el ambiente. En Alemania,  Hitler había sido nombrado canciller y rápidamente ganaba poder. El futuro era sombrío y aunque algunos preferían engañarse pensando que el pueblo alemán frenaría aquella locura, otros ya planeaban la huida, antes que fuera demasiado tarde. Y hasta allí vamos a contar, para saber que sucedió con el Café Central y sus clientes, deberán ver la obra.

Un punto muy destacado que tiene la pieza, es su despliegue actoral. son nada menos que trece los actores en escena, algo que queremos destacar y resaltar, en épocas donde los unipersonales son moneda corriente en el teatro independiente, poder disfrutar de una obra con un elenco tan numeroso y talentoso, resulta un verdadero placer, ya que le brinda mayor riqueza a la historia y permite disfrutar de gran cantidad de personajes, con sus diferentes historias atrás.





Con el riesgo de ser injustos, vamos a destacar las actuaciones que a nuestro entender más se destacaron. Arranquemos por Marcos Woinski, el veterano mozo del Café Central, que servirá con elegancia las mesas y oficiará las veces de maestro de ceremonias y presentador de la historia. Superlativo su trabajo. Gabriel Nicola se luce mucho como Karl Kraus, escritor y periodista, protagonista de muchos escándalos de la época desde su período La Antorcha, siendo uno de los personajes más fuertes de la obra. Alejo Mango, tiene un doble lucimiento representando al escritor Peter Altenberg en la primer parte y nada a menos que a Sigmund Freud en la segunda, dando gala de sus recursos en ambos personajes. Mariano Engel como el Dr. Adler y Stephan Sweig es otro valor destacado.

Dentro del elenco, hay varias figuras a las que ya hemos destacado en este sitio por sus trabajos, uno de ellos Junior Pisanu, a quien recordamos por una gran actuación en Monte Chingolo, que sorprende aquí por su composición de Trotski y de otro personaje del que no vamos a dar más detalles para mantener la sorpresa, pero que será muy importante en la parte final de la trama. Sebastián Dartayete otro joven actor al que elogiamos mucho aquí, se destaca en el papel del pintor Kokoschka, que sufrirá en carne propia los flagelos de la guerra. Queremos dejar una mención especial a Lucas Matey, que tiene el gran desafío de representar a un Hitler joven y lo hace muy bien. Y para el final, queremos destacar la estupenda composición de Amanda Bond, como Alma Mahler, para muchos la dame más bella de Viena, una mujer con una vida y una sensibilidad muy distinta para su época. En una puesta, con gran mayoría de personajes masculinos, Amanda se luce mucho.





Pero no queremos ser injustos con Beni Gentilini, Rocco Gioa, Toto Salinas, Nacho Stamati y Camila Truyol,  ya que todos cumplen en muy buena forma, desde personajes con menos minutos en escena. Son nada menos que trece los actores en escena y se nota que hay mucho trabajo, y ensayos, para lograr una puesta dinámica y precisa como la que disfrutamos.

Y si hablamos de la puesta, hay que hablar de Daniel Marcove, ladero incondicional de Diament, que sin dudas sabe como darle brillo a sus textos. Aquí realiza un gran trabajo, para que tantos actores puedan despegar sus personajes y encuentren espacio para el lucimiento. Nos gustó mucho el diseño escenográfico de Héctor Calmet, para representar una cafetería en el espacio escénico de El Tinglado y fenomenal diseño de vestuario de Daniela Tatiana, para vestir de época a tantos personajes, tan bien caracterizados. Una puesta muy atractiva y bella desde lo estético consigue Daniel.






La obra que tiene un anclaje histórico fascinante, logra presentar una temática muy interesante, donde el fantasma de la guerra y los fanatismos tienen un lugar central, adicionando una buena dosis de delicado humor, que hacen más digerible la trama. De igual manera que la incorporación en la historia de figuras  relevantes del arte y la política en aquellos tiempos, que le dan magnetismo a la trama y la intriga al espectador para tratar de dilucidar los límites entre ficción y realidad.

Celebramos la aparición de obras históricas como Café Central, que nos muestran como un siglo después, la temática mantiene una vigencia inquietante y angustiante, ya que aunque cambian los rostros y los nombres, el hilo conductor es el mismo y la humanidad siempre corre el riesgo de repetir errores y recrear sus peores tragedias. Por eso, resulta una gran idea reflexionar con este inteligente texto de Diament y disfrutar las estupendas actuaciones del elenco reunido, que nos ayudan a tener memoria, para que la historia no se repita. La ovación que el público que llenó la sala de El Tinglado le brinda a los protagonistas al final de la función, es una clara muestra que el mensaje ha llegado.


Pensador Teatral.