Dramaturgia y Dirección de Ernesto Falcke
Una propuesta muy valiosa la que nos trae Carrousel, que pone foco, sobre el tema de la violencia de género de manera profunda, con un texto sutil y sin golpes bajos, pero logrando transmitir el mensaje en forma contundente.
La historia nos muestra los comienzos de una pareja, conformada por Matías Bertiche y Natalia Pascale, se los nota enamorados e ilusionados en ese arranque, como ocurre en todos los noviazgos que se inician. Se prometen fidelidad eterna, son muy felices de haber encontrado al amor de su vida.
Pero con el desarrollo del noviazgo, aparecen las primeras tensiones, el personaje de Matías, es muy absorbente, como el mismo lo dice, quiere mirar a través de los ojos de su enamorada, quiere saber todo lo que hace y hasta lo que piensa. Esa sensación de cuidar al otro y amarlo por siempre, vá dejando paso a una sensación de asfixia, en Natalia que siente que hay algo que no anda bien, en esa pareja que tanto prometía.
Y entonces, se desatará la tormenta que se venía anunciando, no vamos a comentar más, para conservar el suspenso, pero la relación en esa pareja, se quebrará y la violencia que se insinuaba, correrá el velo y aparecerá con toda crudeza.
Las actuaciones que presenta la obra, son magníficas, tenemos a Natalia Pascale, una actriz carismática y muy talentosa, a quien vimos el año pasado lucirse mucho en Los Sueños de Matrioshka, otra entrañable pieza del off,
Aquí logra transmitir toda la sensibilidad que requiere su personaje y se disfruta mucho ver como su rostro y sus emociones, se ván transformando a medida que avanza la relación con su enamorado. Un gran trabajo el de Natalia, con una entrega muy grande, desde lo actoral y desde lo físico, en un papel muy exigente.
Su compañero Matías Bertiche, no se queda en zaga, ya que construye su personaje de manera admirable, pasando de ese ser ese compañero seductor y encantador del comienzo, a un ser manipulador y psicópata, que acorrala a su pareja.
Natalia y Matías se lucen mucho en lo individual, pero creo que el mayor mérito de ambos, es lograr una gran conexión entre ellos, sus cuerpos, sus miradas y sus movimientos, están en una misma sintonia, algo que pide la obra y saben resolver muy bien.
Además de los actoral, los protagonistas se lucen mucho en las coreografías que ejecutan, donde hablan a través de sus cuerpos, dando mucho poesía y belleza visual a la puesta.
Hablando de la puesta, la misma es cálida e íntima, cercana al espectador, que se siente identificado con la historia que se desarrolla, gran acierto aquí del director.
La obra, trata la problemática de la violencia de género y deja en claro que muchas ocasiones, esta violencia, no solo puede ser física, muchas veces la violencia psicológica que se ejerce sobre la mujer, es igualmente devastadora y consigue de a poco alejar a la mujer, de su familia, sus amigas y su círculo más íntimo, quedando en un estado de soledad vulnerabilidad, que facilita las cosas para el victimario, algo que en la pieza queda en evidencia.
Es importante destacar, el original formato que presenta Carrousel, ya que la finalizar la obra, arranca un debate muy enriquecedor, en que además del público, participan el director, los actores y algunos invitados especiales, conocedores del tema, por lo que se produce un intercambio muy enriquecedor de opiniones , que aprovechando el disparador de la obra vista, permite darle una mayor profundidad a las discusiones y reflexionar sobre la cuestión con más elementos.
Celebramos que nuestro teatro independiente, abarque este tipo de temáticas, tan actuales y tan candentes, ayudando a crear conciencia en los espectadores, que muchas veces piensan que la violencia de género solo se produce cuando ocurre una agresión física, sin reparar que las formas de agresión son muchas más amplias y en muchos casos están naturalizadas por el contexto.
Por eso es tan importante y esclarecedora Corrousel, una obra que recomendamos mucho y esperemos tenga mucho recorrido, no solo en Buenos Aires, sino también en el interior, donde la violencia de género, es más común más de lo que pensamos, debido a valores patriarcales muy arraigados en la sociedad.
En definitiva, una obra que se disfruta, por su texto profundo, por las magníficas actuaciones y por el debate posterior que ofrece. Teatro independiente de calidad, que crea conciencia.
Pensador Teatral.