sábado, 14 de septiembre de 2024

La Carrera

Dramaturgia de Jowy Sztryc. Dirección de Federico Nanyo.






Sábados 21 hs en Muy Teatro ( Humahuaca 4310 )

Llega en renovada versión, La Carrera, No es lo mismo respirar que vivir, texto escrito por Jowy Sztryc que resulta muy actual, ya que refleja el vértigo con el que se vive en la sociedad actual, especialmente en las grandes ciudades, donde siempre debemos mostrarnos apurados y corriendo para lograr objetivos que muchas veces son imaginarios o impuestos por otras personas, dándose la paradoja que muchas vivimos corriendo para lograr objetivos que no son nuestros.







La obra con una puesta muy original y super atractiva, marca el peso que tienen los mandatos sociales en nuestras vividas y como la necesidad de agradar a quienes nos rodean, es la que marca nuestro norte. La pregunta clave sería. Corremos en búsqueda de satisfacer nuestros propios deseos ??? O lo hacemos para alcanzar una zanahoria que alguien nos puso adelante ???  Alguna vez hicimos una pausa y nos sentamos a pensar, cuáles son nuestros verdaderos objetivos en la vida y analizamos si estamos siguiendo el camino correcto para llegar a ellos ??? Los interrogantes comienzan a aparecer.

La puesta de manera inteligente deja al descubierto, como muchas veces estamos en medio de una vorágine imparable. Hay que correr para adelante, sin perder tiempo, porque tenemos competidores atrás que buscan lo mismo que nosotros y si paramos nos van a superar. Elegimos correr, seguir la corriente y no pensar demasiado en lo que estamos haciendo. Hacer una pausa y parar a pensar, puede resultar peligroso, ya que no es lo que hace mayoría. Y si frenamos corremos el riesgo, de que sea otro el que alcance la zanahoria y además desde nuestro entorno, nos pueden mirar con preocupación por no seguir a la manada, por eso lo políticamente correcto es entrar en la pista y correr, aunque muchas veces no sabemos los motivos de nuestro apuro.






En el escenario, tendremos un cartel luminoso con una cuenta regresiva que arrancará en el momento que se inicia la obra. Se respira adrenalina en el escenario y la misma se traslada al público. Los actores, como si fueran autómatas, correrán para poder contar sus historias, chocarán entre ellos y deberán luchar entre ellos para poder seguir en competencia. La trama además mostrará como los celulares y las redes sociales, están siempre presentes en estos tiempos y son un factor más de presión. Hay que estar siempre conectados, no hacerlo puede tener graves consecuencias. Y hasta allí vamos a contar, para saber si finalmente los personajes cruzarán la meta deberán ver la obra.

Momento de hablar del elenco, que resulta fundamental para ponerle el sello a un texto potente, con una puesta muy creativa. Es un elenco joven y los cuatro protagonistas, muestran en todos los casos, actuaciones sólidas, que debemos destacar. Y vamos a arrancar con Jowy Sztryc, que además de formar parte del elenco, es la autora de la obra. En actuaciones muy parejas por lo destacadas, Jowy es la más destacada de la noche, super expresiva y con un histrionismo a flor de piel, compone a una Valeria, que se muestra contenta con su trabajo de secretaria, muy activa en redes sociales, está ansiosa por conocer a su media naranja y poder cumplir su sueño de entrar de blanco a la Iglesia. Es el corazón del proyecto y se la nota feliz en escena, con una energía bien arriba.






Continuamos con Eugenia Fernández como Clara. Todo su entorno le pregunta cuando será madre, pero ella no quiere saber nada con esa idea. El entorno no admite que vaya contra ese mandato social y la miran como un bicho raro. Con mucha presencia escénica, redondea una muy buena actuación. A Eugenia la habíamos elogiado hace unos meses, por su trabajo en El Funeral de los Objetos  y aquí vuelve a destacarse. Continuamos con Ezequiel Martínez, como Leo. Todas su fichas están puestas en lograr un ascenso en el estudio de abogacía en el que trabaja. Lo necesita para hacer llevaderos todos los años de sacrificio que vivió allí y para mostrar a su padre, que realmente el esfuerzo valió la pena. Muy bueno lo de Leo. Y cerramos el repaso con Bruno Rondini como Manuel, el más joven del elenco y una verdadera revelación. No quiere trabajar en un lugar donde lo exploten, se muestra rebelde con el sistema y eso la familia no se lo perdona. Nos gustó el personaje y el estilo de Bruno.

Siempre es una satisfacción encontrarnos con elencos jóvenes y talentos, siendo La Carrera un ejemplo de ellos. La puesta de Federico Nanyo es muy atrayente. El espacio escénico, delimitado con unas luces rojas de led, es puro movimiento. Es fundamental mencionar el aporte de Eliana Rosales, a cargo de la música y los efectos sonoros que tiene el relato, tocando el violoncello y ubicada de manera estratégicamente en el fondo del escenario. Otros ítems a mencionar es el diseño de vestuario de Vanesa Abramovich, caracterizando a los personajes, con vestimenta oscura, dando uniformidad al conjunto y el diseño lumínico de Paula Fraga, que embellece la puesta.






Resulta muy atractiva la propuesta de La Carrera, un texto profundo que se nutre de una puesta dinámica y muy divertida para disimular su espesor. Muchas veces se sostiene que el humor, es la mejor receta para tocar temas profundos y aquí tenemos una muy buena pruebo de ello. El peso de los mandatos sociales, las importancia de las apariencias, el vértigo permanente y todo el mecanismo que muchas veces nos creamos nosotros mismos, para estar en permanente movimiento, siempre ocupados y apurados. Sabiendo que parar la pelota y sentarse a pensar si realmente somos felices con la vida que estamos llevando, puede ser algo realmente peligroso, porque respuesta puede ser negativa.

Por todo lo mencionado, les recomendamos se pongan en la meta y se alisten para arrancar la carrera. No queda muy claro el porque, pero hay que avanzar para adelante y hacerlo bien rápido, para que los otros, no nos puedan alcanzar y para dejar contento al entorno que siempre está pendiente de nuestros actos. La obra con mucho humor, nos invita a reflexionar acerca de nuestro propósito en la vida y repasar la manera en que ocupamos nuestro tiempo a diario. El mensaje llega de la mano de un texto actual, una puesta dinámica y actuaciones superlativas de un elenco joven y talentoso, que está en movimiento constante.


Pensador Teatral.




viernes, 13 de septiembre de 2024

El Mundo en mis Zapatos 2

Dramaturgia de  Eloísa Tarruella y Brenda Fabregat. Dirección de Eloísa Tarruella.






Viernes 21 hs en Centro Cultural de la Cooperación ( Av. Corrientes 1543 )

La dupla conformada por Eloísa Tarruella y Brenda Fabregat, vuelve al ruedo con El Mundo en mis Zapatos 2, que aclaramos no es una secuela y funciona de manera independiente, es decir no hace falta haber visto la primera parte, para engancharse con esta entrañable historia, que nos hablará del personaje de Brenda en la vida real, con una buena dosis de ficción, evolucionando en el tiempo. En lo personal recordamos, haber disfrutado mucho de la primera parte, en el Pan y Arte de Boedo, que se inspiraba en la vida de la propia actriz y por ello estábamos muy motivados para esta nueva presentación.







En esta ocasión, el disparador será el cumpleaños cuarenta de pico de la protagonista, que dramaturgia mediante acaba de ocurrir y luego del festejo del mismo, Brenda llegará para la función. Ella misma se presentará ante el público, como actriz y madre, abriendo su corazón para contarnos algunas de sus experiencias recientes y otras de la juventud que la marcaron. Al momento del festejo, es tradicional soplar las y en ese momento, pedir los tres deseos. Alguna vez nos pusimos a pensar los deseos que pedimos en anteriores festejos ?? Se cumplieron en su mayoría o alguno de ellos lo venimos repitiendo,  esperando que finalmente esta sea la oportunidad en que el universo accederá a nuestros anhelos ??

Pensando en algunos de esos pedidos, es que la protagonista evocará como actuó el paso del tiempo en su vida. Recordará sus primeros pasos como actriz y aquellos castings a los que todos aquellos que dan sus primeros pasos en la actuación deben concurrir, con anécdotas muy divertidas, que con mucho humor se encargará de compartir. Pero la columna vertebral de la historia, es el amor y como la aparición de las redes sociales cambió todo, siendo necesario hacer cursos acelerados para no quedarse afuera de la movida actual. En el relato reiremos con Brenda y su amor platónico por Miguel Ángel Buonarotti, su compañerito de la escuela, que siguió a lo largo de los años. Y llegaremos a los tiempos actuales de Tinder, matchs y ghosteos, la cara moderna del levante, que aquellos que continúan en las lides amorosas, deben jugar.







Pero no queremos spoilear más, hasta allí vamos a contar, para que los espectadores se sorprendan cuando vean la obra. Si vamos a destacar la gran composición de Brenda Fabregat, que lleva a la perfección las riendas de este unipersonal. Desde el comienzo, la protagonista, mostrará su histrionismo, rompiendo la cuarta pared, generando una corriente de complicidad con un público, que se siente muy identificado con las historias que escucha.

Brenda maneja muy bien los tiempos del relato, con momentos muy divertidos y otros de profunda emoción. La entrega de la protagonista es total y su composición tiene un gran componente físico. Además de ser super expresiva, tiene un pasado como bailarina clásica, mostrando su plasticidad corporal en varias escenas. En otras desdoblará personajes desopilantes, como el de su tía Hermenegilda, con su inconfundible acento paraguayo ( gran personaje ) . Nos encantó el trabajo de Brenda, apasionada y talentosa en escena, que nos regala una hermosa composición.





Siempre marcamos el desafió que representan los unipersonales y lo complicado que es estar solito en escena frente al público. En este caso, la protagonista, que tiene gran presencia escénica por si sola, tiene una muy buena ayuda, nos referimos a la magnífica puesta que presenta la obra. Eloísa Tarruella, la directora de la obra, además de ser una estupenda autora, es directora cinematográfica y esto sin lugar a dudas se nota en la puesta, que tiene una estética muy bella y muchos guiños cinéfilos.

Hay varios ítems de la puesta que merecen destacarse, arranquemos por el  lucido vestuario a cargo de Gabriella Gerdellics, fundamental en la trama,  ya que la actriz se cambia sus vestidos varias veces en escena, al igual que sus zapatos. El diseño escenográfico también a cargo de Gabriella, reproduce el hogar de la protagonista, con calidez y gran cantidad de detalles que colaboran con la belleza estética que mencionamos antes. Otro ítem a destacar es el diseño lumínico de Ricardo Sica, que crea los diferentes climas del relato y por último mencionar la música original de Federico Pascarella, presente en varios pasajes. Todos estos ítems entrelazados, que configuran una puesta encantadora.






Y hasta allí vamos a contar, disfrutamos mucho la propuesta de El Mundo en mis Zapatos 2, que resulta muy atractiva, tanto para para hombre. como mujeres, ya que sin bien la protagonista abre la puerta del universo femenino, el mismo se conecta con el mundo masculino mediante los vínculos que se establecen entre ellos, identificándose el espectador con las situaciones siendo hombre o mujer. La pieza nos hablará del paso del tiempo, los desengaños amorosos y esos fantasmas que nos hacen marca personal y aparecen en los momentos más inoportunos, aunque busquemos todo tipo de tácticas para ahuyentarlos.

Solo queda a invitarlos a la Sala Osvaldo Pugliese del Centro Cultural la Cooperación, para disfrutar de este unipersonal, que los hará reír y también emocionar, con un relato que les resultará muy cercano, ya que nos habla de amor, deseos, el inexorable paso del tiempo y de como siempre hay que ponerle el pecho  a las dificultades y seguir para adelante, adaptándonos a la vida que nos toca en suerte y siempre que podamos, abriendo aquellas puertas que nos brindan momentos de felicidad. El camino lo recorremos, de la mano de un texto entrañable, una puesta exquisita y una interpretación magnífica de una actriz que con pasión, humor y sensibilidad se adueña del escenario.


Pensador Teatral.-


Federico Pascarella



Brenda FabregatEloísa Tarruella



martes, 10 de septiembre de 2024

Juegos de Fábrica

Dramaturgia y Dirección de Nicolás Manasseri.





Martes 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Una propuesta potente y perturbadora llega de la mano de Juegos de Fábrica, creación de Nicolás Manasseri, uno de los autores de la exitosa El Funeral de los Objetos, presenta esta obra que ya se había estrenado hace una década, con muy buena respuesta de público, pero en formato de musical. Ahora se reestrena en Itaca, sin música ya, solo texto, con una dramaturgia cruda e inquietante, ya que cuando uno imagina niños jugando, los asocia con una imagen feliz y una etapa de la vida, donde la inocencia y lo lúdico es la regla, algo que en este texto de Manasseri, no se aplica.






La historia se desarrolla a principios del siglo XX, momentos en que Argentina experimentaba profundas transformaciones políticas y sociales, con alternancia entre gobiernos democráticos e intervenciones militares, en un marco donde la masiva migración europea que llegaba a estas tierras, iba a tener gran influencia en los pensamientos políticos de aquellos años. Esta introducción.  no es ajena a la trama, ya que el autor tiene en cuenta todos los hechos de contexto que mencionamos, para introducirlos en el desarrollo de la historia que nos contará.

Las acciones se desarrollarán en el interior de una fábrica abandonada. Allí todos los días llega un grupo de niños, que en ese lugar encontraron el escondite ideal, sin adultos que los controlen, para crear su mundo y sus juegos, con reglas creadas por ellos mismos, estableciendo relaciones que se basan en estructuras jerárquicas por ellos mismos establecidas. Una mañana ingresará en esa fábrica, Fausto un niño con acento italiano bien marcado, dejando claro que provenía de un hogar inmigrante, de los tantos que había aquellos años. Pero Fausto, no tendrá tiempo de jugar, enseguida será descubierto por los chicos que juegan en el lugar, que lo consideran un intruso y no le dan un buen recibimiento.






La primera reacción del espectador es pensar, que veremos chicos inocentes que inventan juegos y este es tomar como prisionero al  intruso. Y al rato confirman que efectivamente todo es un juego, pero con inquietud notarán que es un poco más violento y real de lo que podían imaginar. Con agresiones físicas y mucho maltrato verbal, propiciados principalmente de parte de Uno, nombre que recibe el líder del grupo, que no por casualidad es el más alto y el más grande edad de todos. Su presencia inspira respeto y miedo en el resto.

Pronto notaremos que es su palabra es casi sagrada y su opinión no admite cuestionamientos. Para poder estar allí hay que obedecerle. Con inquietud notaremos que sus arengas incluyen muchas frases xenófobas y de menoscabo para con las mujeres. En el grupo, son todos varones, menos Juana, su hermana, que debe soportar las ofensas de un líder, que no tiene empacho en dejar en claro, que las mujeres, son seres inferiores, que claramente no deben tener los mismos derechos que los hombres ( como dato interesante, recordar que hasta casi la mitad del siglo XX, las mujeres no votaban en nuestro país )





No queremos dar muchos detalles de lo que sucederá en el interior de aquella fábrica, para mantener la sorpresa, solo vamos a decir que esa inocencia que relacionamos muchas veces con el mundo de los niños, aquí quedará de lado y quedaron al descubierto las crueldades y los abusos que muchas veces ocurren en esta etapa de la vida y se guardan bajo la alfombra. Es una triste realidad, que a menudo, los chicos toman lo peor del mundo de los adultos y tratan de llevarlo a su lógica, con resultados muy negativos y consecuencias nefastas que desembocan en traumas que se arrastran toda la vida. Y hasta allí vamos a contar, el resto lo descubrirán ustedes al ver la obra.

Momento de hablar de las magníficas actuaciones que presenta la obra, con un dato que resulta bien llamativo. La obra tiene seis personajes, de los cuales cuatro son masculinos, pero en el elenco hay mayoría de mujeres, esto se traduce en que hay varios personajes masculinos doblados por actrices. Indudablemente hay una búsqueda de Nicolás Manasseri, que además del autor de la obra, es el director. Los motivos podemos intuirlos pero luego de haber visto la pieza, podemos afirmar que los resultados son muy positivos, ya que las actuaciones de esas actrices son sobresalientes.





Y hablando de trabajos sobresalientes, arrancamos destacando la gran composición de Martina Zapico, como Segundo, provenientemente de una familia humilde, con su boina y una dialéctica que defiende la importancia del trabajo. Es la contracara de Uno y aunque le teme un poco, es el único que puede hacerle frente y finalmente se animará a desafiarlo. Martina, por este personaje, cuando la obra tenía formato musical, fue nominada a los Premios Hugo con el Premio de Revelación Femenina. Y años después, vuelve a lucirse en gran forma con un personaje que le sienta muy bien. La rompe Martina como Segundo.

Pilar Dantín es Raúl, siempre está cerca de su primo Segundo. Es de los benjamines del grupo y aunque quiere imitar a los adultos, queda claro que es un niño. Muy tierno su personaje, con su vocecita aflautada. Pedro Maurizi es Fausto, el chico con acento italiano, que sufre las burlas y la discriminación del grupo, que obedece a su líder. Muy bueno lo de Pedro. Victoria Casserly es Juana, el único personaje femenino de la historia, que con valentía buscará hacerse respetar en un grupo donde las mujeres son consideradas inferiores e introduce el tema del despertar sexual en la adolescencia. Nos gustó el trabajo de Victoria.






Brian Sichel como Uno, es el personaje disruptivo de la historia. El líder del grupo, que aprovechando ser el más grande de edad y de contextura física, no duda en imponer sus ideas. Con aires de dictador y un discurso violento, con referencias militares, es quien establece las reglas en aquella fábrica, siendo el villano de la obra. Está muy bien Brian en el papel. Y para el final dejamos a Fernanda Provenzano, una actriz muy talentosa a la que elogiamos mucho en El Funeral de los Objetos. obra exitosa del off, que además la tiene como una de sus autoras. Aquí lleva adelante el personaje de André, otro de los más pequeños de la historia, hermano de uno, componiendo un personaje entrañable. y muy querible. Y la caracterización es tan lograda, que recién descubrimos que era Fernanda la que llevaba adelante el papel de André, cuando la escuchamos hablar con su voz real en el saludo final. 

Dedicamos algunas líneas a los trabajos actorales, como estricto acto de justicia, porque las composiciones son realmente destacadas. La puesta de la obra como señalamos es perturbadora, hay un aire de tensión permanente en escena y gracias a la utilización de variados recursos, se consigue la atmósfera tenebrosa,  a tono con el clima de la historia. Ítems a destacar, el notable diseño escenográfico de Phepandu, que reproduce una fábrica abandonada, con muchos detalles Y otro rubro muy destacado, es el vestuario de La Costurera, con ropa de época que contribuye en gran forma,  a las caracterizaciones de los personajes.






Y hasta allí vamos a contar, nos sedujo mucho la propuesta de Juegos de Fábrica, ya que ofrece una mirada diferente al mundo de los niños, alejada de los estereotipos y siendo consecuente con muchas de la problemáticas actuales, donde abundan las situaciones de violencia y bullyng entre los chicos. La obra muestra como las relaciones de poder habituales entre los adultos, puede trasladarse al mundo infantil, imitando los peores ejemplos que los chicos tienen en sus casas y poniendo en peligro la inocencia y los juegos recreativos, que deberían prevalecer a esa edad.

Recomendamos Juegos de Fábrica, ya que nos ofrece una mirada diferente y políticamente incorrecta sobre el mundo infantil, pero a la vez los espectadores notan que es un enfoque que luce actual y realista a la luz de los comportamientos violentos y los discursos intolerantes que predominan en nuestra sociedad, no quedando exentos los niños de aquella influencia. Un texto potente, una puesta muy atractiva y estupendas composiciones, se unen para que disfrutemos de una propuesta que saca al espectador de la zona de confort y lo sumerge una historia más oscura de lo que imaginamos.


Pensador Teatral.




domingo, 8 de septiembre de 2024

Un Domingo

Dirección de Florent Bergal.





Domingos 19 hs en Caras y Caretas 2037 ( Sarmiento 2037 ) 

Una original propuesta que combina las artes circenses con el teatro se presenta en Caras y Caretas, luego de más de seis temporadas a sala llena en el Galpón de Guevara. La obra fue estrenada en 2018 en el marco del 6to Festival Internacional de Circo Independiente, con un elenco seleccionado de Proyecto Mirga. que a estas alturas ya se ha convertido en un referente en el circo contemporáneo en Argentina y América Latina.







La obra es realmente desopilante por donde se la mire y el argumento es escueto, casi una excusa. En una tarde de Domingo, un joven va de visita a la casa de su novia para conocer a su familia. Pero desde el arranque notaremos que nada en aquella casa es normal. Ni los muebles, ni la vajilla, ni las luces y mucho menos las personas que viven en aquel hogar de aspecto aristocrático venido a menos, que seguramente tuvo mejores épocas y ahora se nota en decadencia.

La oralidad será poca y el ritmo de la trama estará dada por las destrezas circenses del elenco reunido, en un obra donde el teatro físico es el que marca el norte. Seremos testigos de situaciones desopilantes, que se apoyan en el humor, el grotesco y las competencias de un elenco que no le tiene miedo al ridículo, por lo que disfrutaremos de actos de acrobacia, malabares, clown{lanzamiento de objetos y otra s acciones que se presentarán en el desarrollo de una trama feroz y exagerada.





De más está decir que la extravagancia de todos los personajes en escena, serán el sello distintivo de la propuesta. Tendremos un padre sencillamente chiflado e impune, que tratará de imponer su ley en un hogar donde reina el caos y donde nadie parece soportarlo y el deseo de su muerte está latente en el aire. El recién llegado buscará soportar estoicamente las locuras de los integrantes de aquella casa, pero tampoco lo notamos demasiado cuerdo, por lo que parece encajar bastante bien en aquella familia tan disfuncional

Las actuaciones que presenta la obra son realmente destacadas. Quien sobresale de manera clara es Gabriel Tato Villanueva, como Franco, un padre de familia inclasificable e incorregible, que da gala de un histrionismo sin límites, que disfruta del absurdo. Gabriel es quien se lleva las mayores ovaciones de la noche, gracias a un personaje delirante como pocas veces hemos visto y que disfruta rompiendo todas las convenciones.






El elenco lo completan Sofía Galliano, Gabi Parigi, Juan Carlos Fernández, Tomás Soko y Florencia Valeri. Todos ellos tendrán tiempo de demostrar sus destrezas circenses, insertas en medio de una dramaturgia muy loca. El argumento queda en segundo plano para disfrutar los pasos que el elenco tiene para mostrar. Acrobacias, malabares, clown y un humor absurdo, llegarán de la mano de un elenco talentoso, que disfruta del verdadero grotesco en que se transforma la escena.

La puesta es muy dinámica y la acción es continua. El espectador por momentos se desconcierta ante la exageración de algunas acciones, pero con el correr de los minutos, sabrá que lo mejor es relajarse y sorprenderse. Ítems a destacar, el vestuario de Celina Santana, que colabora en gran forma con la caracterización de los personajes y el diseño lumínico de un experto como Ricardo Sica, que juega muy bien los momentos de luz y penumbra.








Sin dudas, estamos en presencia de una obra no convencional, en la que el teatro es intervenido por el lenguaje circense, llevando las riendas de un espectáculo donde el humor y el grotesco se imponen, gracias a un elenco talentoso, que dejará al descubierto la inestabilidad de los vínculos de una familia que en lo personal nos hace acordar un poco a los Locos Adams, por la locura de los personajes y por ese color negro, que está muy presente en los vestuarios de los protagonistas y en parte de la escenografía

Un Domingo, es una obra creada por el bailarín y artista circense francés Florent Bergal, que se nutre de talentos argentinos para salir a escena, dando lugar a una disciplina como la del circo, muchas veces postergada en nuestras artes. Es por ello que celebramos que este tipo de propuestas tengan su espacio y más si llega de la mano de un grupo virtuoso de artistas, que decide romper la rutina de los domingos, para ofrecernos una propuesta delirante, donde los códigos del circo y del teatro se funden, para que disfrutemos de una función despampanante, en la que todo puede suceder.


Pensador Teatral.





sábado, 7 de septiembre de 2024

Lo que el Río Hace.

Dramaturgia y Dirección de María Marull y Paula Marull.





Miércoles a Sábados en Teatro Astros ( Av. Corrientes 746 )

La talentosa y sensible dramaturgia de las mellizas Marull, aparece con una fuerza arrolladora en Lo que el Río Hace, está mágica obra que nació en 2020, por encargo del teatro San Martín que les pidió escribieran una pieza de autoría conjunta. El estreno llegó en modo audiovisual al año siguiente y en el 2022 explotó en la Sala Cunil Cabanellas del San Martín, convirtiéndose pocos meses, en un verdadero suceso teatral, algo que se acentuó al año siguiente, con presentaciones donde las localidades se agotaban a los pocos minutos, de puestas en venta.





La obra además de ser un suceso de público, recibió todos los premios nacionales posibles de la actividad teatral, siendo galardonada como la Mejor Obra por los Premios ACE, donde tuvo nada menos que 11 nominaciones, ganando el Trinidad Guevara y el María Guerrero por nombrar solo los más importantes de la escena local. Pero la pieza además obtuvo reconocimientos en el exterior, como por ejemplo el que otorga la Academia de las Artes Escénicas de España que la galardonó con el premio al Mejor Espectáculo Latinoamericano de Artes Escénicas.

Este año la obra, pegó el gran salto dejando el circuito oficial y llegando al circuito comercial de la Calle Corrientes, siendo el Teatro Astros el hogar que lo alberga y donde está agotando las 500 localidades que tiene la sala, en cada una de sus funciones, algo que ni las obras comerciales más importantes consiguen en estos tiempos. Sin dudas, las hermanas Marull que ya tienen una dilatada trayectoria como fieles y sensibles exponentes del teatro independiente, consiguieron con Lo que el Río Hace, un fenómeno teatral, donde el boca a boca es clave, que aún hoy resulta difícil de dimensionar.

Por motivos diversos y fortuitos, en lo personal habíamos postergado el ver la obra y sentíamos que ya era hora. Era como esos vinos de enorme calidad que uno tiene reservado en la cava y que por algún motivo no queremos abrir. Pero el momento había llegado y con semejante carta de presentación y antecedentes, la vara estaba altísima. Nos daba algo de temor, ver la obra y que las expectativas tan altas que teníamos no se cumplieran. Bueno, vamos a quitarle suspenso al tema. La obra es una joya, una piedra preciosa bella y delicada, que nos enamoró desde la primera siendo escena y sabiendo ahora que será muy difícil que en lo que resta del año, podamos ver una obra que la supere en calidad.





Y más nos enamoramos de Lo que el Rïo Hace, cuando nos enteramos que la pieza que es la primera que escriben juntas las talentosas Marull, se desarrolla en Esquina, Corrientes y tienen mucho de autobiográfica, ya que basa en hechos reales, teniendo en cuenta que el padre de las mellizas, cuando se separó de su madre, se fue a vivir a aquella localidad correntina, por lo que las hermanas visitaron y aún visitan Esquina, que sin dudas tiene un lugar importante reservado en sus corazones y sus recuerdos. Obviamente la obra, tiene un componente importante de ficción, pero el anclaje que tiene con la vida real de las autoras es movilizante y en nuestra opinión le agrega aún mucho más valor a todo el fenómeno que mencionamos.

No vamos a contar demasiado del argumento, ya que la obra hay que verla o verla. Solo vamos a decir que la obra nos contará la historia de Amelia, personaje que interpretan María y Paula de manera simultánea, sacándole el máximo provecho a su increíble parecido físico, logrando una dinámica en el relato y una magia, que solo puede darse al ser gemelas. Volviendo a Amelia, digamos que es una escritora que vive en la ciudad a mil por hora,  desbordada y tapada de obligaciones, no pudiendo resolver la multiplicidad de demandas que tiene como madre, esposa y profesional.







La muerte de su padre, la obligará a viajar a su Corrientes natal, para resolver un tema de papeles con un terrero que recibió de herencia. El viaje debe ser relámpago, al otro día a más tardar debe estar de vuelta en la ciudad. El deber y las obligaciones la llaman. Pero las cosas muchas veces no salen como uno piensa en un principio, a veces surgen complicaciones, demoras y el diablo mete la cola. Para colmo, el fin de semana en que viajo Amelia, se está celebrando en Esquina, la Fiesta Nacional del Pacú, que paraliza a la provincia. Pasado y presente se van a unir, para que se encadenen una serie de sucesos y el viaje relámpago, se terminará transformando en una tormenta de emociones, que cambiará todo. Pero vamos a cumplir con nuestra promesa y hasta allí contaremos, el resto lo descubrirán cuando vean la obra. 

Si,  vamos a decir que la obra tiene el ADN de las Marull, que describe con maestría el transcurrir de la vida en los pueblitos de nuestro interior, donde todos se conocen y nada pasa desapercibido a la mirada ajena. Aparecerán esos personajes entrañables que todos los pueblos tienen, la cultura del lugar, las leyendas,  las fiestas populares, la poesía y en este caso el río como figura aglutinante y todopoderosa de la grandeza de la naturaleza, con su belleza, fuerza y enorme magnetismo, que nos invita a sumergirnos en sus aguas cargadas de sabiduría y recuerdos.





Momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, donde si quedamos gratamente sorprendidos, ya que esperábamos que las gemelas serían dueños de todos los elogios, sin embargo son los personajes del elenco, los que le otorgan un particular encanto a la historia, ya que le otorgan el aire pueblerino que es el secreto de su éxito. María y Paula, son las que llevan adelante el personaje de Amelia, la gran protagonista de la historia, intercambiando entre ellas el personaje en varias oportunidades, siendo absolutamente imposible, al menos para quien escribe estas líneas, poder distinguirlas. Lo que si distinguimos, es ese hermosa cadencia que tienen ambas y el placer de verlas en escena, disfrutando mucho sus trabajos individuales y potenciando cuando ambas están juntas en la historia, algo que ocurre en momentos puntuales y cruciales de la historia, que se disfrutan mucho.

Es magnífica la actuación de Mariano Saborido como Juano, trabajador multitareas del hotel,  componiendo un personaje querible y muy divertido que será clave en la historia, ya que será quien insistirá a Amelia para que se quede a participar de la noche en la desfilan las Reinas del Pacú y será además quien la acompañará luego en la aventura de pesca al río. Muy festejado por el público su personaje. es a nuestro entender la gran revelación de la obra. Y si tenemos que hablar de trabajos destacados, enseguida mencionar a Willy Prociuck, como Antonio, el único escribano de la ciudad, que tendrá a cargo estudiar los papeles que le trajo Amelia, que movilizará muchos recuerdos, ya que cuando eran jóvenes tuvieron algún amorío. A Willy lo vimos ya en anteriores obras de las Marull y es un actor muy versátil, aquí muestra sus enormes condiciones para la comedia, para dar vida a un personaje muy divertido. Gran trabajo.







Y en el mismo nivel de destaque, tenemos que nombrar a Mónica Raiola como Dora, la propietaria del hotel, que alojará a Amelia en la habitación 1, con todos los recuerdos a cuestas y a Débora Zanolli como Nancy, la esposa de Antonio, que divide su tiempo, recibiendo a los clientes de la escribanía y cuidando a sus hijos pequeños. Ambas protagonizan momentos muy graciosos y festejados por el público. Salvo en el caso de de Amelia, que tiene un tono aporteñado, el resto de los personajes tiene un hermoso acento litoraleño muy logrado, que se disfruta y suma mucho a la caracterización de los personajes.

Y más allá de las estupendas actuaciones que presenta la historia, hay detrás un puesta muy bella que también aporta lo suyo. La música original de la obra es nada menos que de Antonio Tarragó Ros. Destacan el diseño escenográfico de Gonzalo Córdoba Estévez, que con paneles móviles resuelve la cuestión, con funcionalidad y dinámica. Otro ítem a resaltar es el diseño de vestuario de Jam Monti y el lumínico de Adrián Grimozzi. Cada ítem de la puesta, aporta lo suyo, para un conjunto bello y armónico ,a tono con el relato.





Y hasta allí vamos a contar, Lo que el Río Hace, transita su tercera temporada de suceso en cartel y a este ritmo, tenemos la certeza que tiene mucho hilo en el carretel y se seguirá ganando espacio, como una de esas obra que dejan huella en nuestro teatro, acumulando temporadas en cartel, con público nuevo que la descubre. Lo valioso es que en este caso, las Marull lo consiguen con una historia bien autóctona, que abreva en nuestro profundo y rico interior. Una historia, que nos hará reír, emocionar y también nos hará reflexionar, acerca del paso del tiempo y como aprovechamos el mismo. Pudiendo darnos cuenta, como muchas veces estamos desbordados y ocupados en obligaciones que nos requieren dedicación exclusiva, dejando de lado las cuestiones que realmente importan en la vida y que hacen a nuestra esencia,

La obra es una belleza absoluta, poesía en estado puro, que nos conecta con nuestro interior y con la inagotable riqueza de la naturaleza. Esta conexión se consigue gracias a una dramaturgia conjunta y brillante de las mellizas Marull, una puesta de ellas mismas que desborda de imágenes y poesía, sumados a entrañables personajes que nacen de la mano de un elenco exquisito, Todo ello se une, para que podamos disfrutar de una obra que resulta un caricia al alma y un oasis para que miremos a nuestro interior, dejemos de lado nuestras obligaciones y permitiendo que nuestro corazón ponga al descubierto las cosas valiosas que la vida nos regala a diario y que muchas veces no queremos ver,


Pensador Teatral.



martes, 3 de septiembre de 2024

Para Partir

Dramaturgia y Dirección de Ignacio Sánchez Mestre.





Martes 20 hs en Teatro Astros ( Av. Corrientes 946 ) 

Regresa a la cartelera porteña, el exitoso texto del joven dramaturgo sanjuanino Ignacio Sánchez Mestre, conocido por muchos teatreros, por ser autor de La Salvia, obra interpretada por la gran Mirta Busnelli, que fue un gran suceso de público y crítica. En el 2019, Ignacio estrenó Para Partir en el circuito oficial y ahora cinco años después la pieza vuelve a la calle Corrientes y a un teatro como el Teatro Astros.






No es sencillo catalogar a esta obra que tiene a la muerte en primer plano, pero que resulta una comedia muy divertida y por momentos desopilante. La obra nos habla de una despedida, de un gran velorio en el que confluyen los familiares de Roberto ( Luciano Suardi ), que para agregar volumen a la  dramaturgia, no murió de causa natural o por alguna enfermedad, sino que se suicidó. Y lo más significativo de esta original y lucida ficción, resulta que el propio muerto, es quien organiza esta despedida. Magia de teatro mediante, nosotros podremos verlo en escena, caminando, gesticulando y siendo un verdadero maestro de ceremonias de su despedida. Obviamente sus familiares, no contarán con ese extraño privilegio de verlo.

La reunión sucede en una casa de playa, que era donde Roberto pasaba solo sus últimos años, viviendo una vida relajada y lejos de las preocupaciones mundanas, algo que de inmediato suena contradictorio con su trágico final. Hasta aquel pueblito costero llegarán  con sus cenizas, para arrojarlas en la playa y para cumplir su último deseo, su ex esposa Elena ( Mara Bestelli ), acompañada de Renata ( Daniela Korovsky ) y Romina ( María Pilar Mestre), hijas de un matrimonio que se diluyó ya hace varios años. Pronto las tres descubrirán que aquella playa donde vívía Roberto era nudista y se van a entretener un rato mirando a quienes transitan por arena.

Pero esa no será la única sorpresa que el fallecido les había preparado. Pronto llegará Ramiro ( Andy Pruss ), el hijo de Roberto de un nuevo matrimonio, que será muy bien recibido por sus hermanastras, pero no así por Elena, que no está muy contenta de conocerlo y menos en las circunstancias de aquel encuentro. Mucho menos será cordial su recibimiento para con Adriana ( Mónica Raiola ) la hermana de Roberto, con la que nunca tuvo una buena relación y es otra de las que llegarán a esa casa en la playa, visiblemente afectada por la noticia.






Pero cuando parecían estar todos los integrantes del círculo familiar de Roberto, llegará Lisa ( Sofía Saborido ) una joven adolescente que había conocido al occiso la semana pasada y que volvía para reencontrase con él, sin imaginar para nada su final. Ni hablar de la mirada inquisidora y acusadora de Elena, con esa chica que parece caída de una palmera. Por suerte para ella, el resto la recibiría de mejor manera, dándole contención y tratando de integrarla a la ceremonia programada.

La trama es muy divertida y recreando lo que sucede en los velorios tradicionales, luego de un arranque muy serio, bebida mediante, las lenguas se irán aflojando, aflorando anécdotas vívidas con el fallecido, confesiones disputas que no se resolvieron en vida y mucho menos podrán resolverse ahora, momentos de distensión, otros dramáticos y así irá transcurriendo la jornada.

La gran diferencia con un velorio tradicional, es que aquí los deudos no asisten a una casa funeraria, a contemplar un féretro. Aquí la convocatoria es a una playa nudista, no hay cajón y lo más fantástico de todo, como anunciamos en un principio, es que el muerte deambulará por escena entre sus familiares, para no perder detalle de todo lo que dicen de él. Y hasta allí vamos a contar, porque no queremos seguir spoileando, solo vamos a recomendar a los espectadores que permanezcan muy atentos, porque en la parte final de la obra, el muerto tomará un protagonismo aún mayor llegando la trama a su clímax, pero hasta ahí contamos.






Momento de hablar de las muy buenas interpretaciones que tiene la obra. Son siete los actores en escena y gracias a la dinámica de la dramaturgia, todos encuentran terreno para desarrollar sus respectivos personajes y lograr momentos de gran lucimiento. Y como siempre decimos cada espectador, va a elegir sus personaje favorito. En nuestro caso, vamos a mencionar en primer lugar a Mara Bestelli, que la rompe como Elena. Implacable su personaje, manipuladora y explosiva, no tendrá empacho en ser sincera, no teniendo el mejor recuerdo de su ex, sacando a relucir su relación posesiva con sus hijas y su enemistad con Adriana. Fenomenal la composición de Mara, mostrando su histrionismo y sus recursos actorales, para deleitar al público y redondear una gran actuación.

En un nivel muy similar está Mónica Raiola como Adriana, verborrágica a más no poder, parece ser la más dolida por la partida de Roberto. Deberá soportar los permanentes embates de Elena, pero tendrá tiempo de demostrar que sabe como defenderse y lanzará filosos contragolpes.. Desopilante composición la de Mónica, el personaje que más risas saca a la platea. Son muy buenos también, los trabajos de Daniela Korovsky y María Pilar Mestre, la primera Renata, la hija consentida y bella, en contra cara con Marina, que siempre se sintió más rara y tomada en un segundo plano, prueba de ello, es que en aquella casa, no hay un retrato suyo y si él de su hermana. Nos gustaron mucho ambos trabajos.







Para el final, nos queda mencionar a Sofía Saborido como Lisa, que con menos minutos en escena, logra destacarse, aportando mucha frescura a la puesta. Y está faltando mencionar, nada menos que al principal protagonista de la noche, nos referimos a Luciano Suardi como Roberto, omnipresente en la reunión convocada, donde poco a poco irá ganando en presencia, para cerrar con un final a todo orquesta. Magnífico lo de Luciano. 

Se hizo algo larga la descripción del elenco, pero entendemos que la calidad de los trabajos y la muy buena química que muestran los actores en escena, merecían las menciones. La dirección de la obra, está a cargo del propio Ignacio Sánchez Mestre, que consigue darle mucha dinámica a la puesta y darle una mirada descontracturada a un tema tan pesado como el de la muerte y más con un suicidio de por medio. Queremos destacar especialmente el estupendo diseño escenográfico de Santiago Badillo con esa casa cargada de objetos y simbolismos y ese muelle que nos dá una sensación de libertad, tan importante en las circunstancias de la trama. Otro ítem a destacar es el vestuario de Lara Sol Gaudini, que caracteriza en gran forma a los siete personajes, resaltando en especial el vestuario de Elena.






Y hasta aquí vamos a contar, celebramos el regreso de una propuesta muy rica como la de Para Partir, que partiendo de un hecho dramático, logra una comedia divertida y por momentos disparatada que hará reír mucho a la platea. Pero el autor detrás de esa pantalla graciosa, introduce temas espinosos, como lo complicado que resulta afrontar la muerte de un ser querido y mucho más cuando ocurre luego de un suicidio, un tema bastante tabú, que el autor se anima a plantear, tratando de quitarle algo de la mala prensa que tiene y acercando la idea de verlo como una decisión que toma una persona, que no siempre debería demonizarse.

Por todo lo que mencionamos, los invitamos a que sean parte de esta particular ceremonia en La Mojadita, donde el finado será el maestro de ceremonias de una despedida con conflictos familiares y toques bizarros, donde quedarán al descubierto las conflictos y los desencuentros que existen en todas las familias, que no pueden dejarse de lado, ni aún en momentos tan especiales como la muerte de un ser querido. Un texto divertido y sensible, con muy buenas actuaciones, se unirán para que disfrutemos una noche donde la risa y la reflexión, serán de la partida.



Pensador Teatral.




sábado, 17 de agosto de 2024

Master Araoz

Libro y Dirección General de Pedro Aráoz y Daniel Aráoz.






Viernes y Sábados 20 hs en Caras y Caretas ( Sarmiento 2037 )

Una noche de risas y emociones nos propone Master Araoz, obra que recorre parte de la vida del actor y comediante cordobés, tomando alguna anécdotas familiares, sus orígenes en la actuación, su llegada a Buenos Aires para ingresar al under porteño que florecía con la llegada de la democracia y como fue su relación con la fama y el poder, una vez que el éxito llegó de manera arrolladora a su carrera. Todo este relato, se apoya en el enorme carisma de Daniel y en una puesta potente donde lo musical tiene su peso específico.






Araoz, desde sus inicios fue un actor que autogestionó sus proyectos, creando siempre sus personajes y siendo un especialista en el género de los unipersonales. Por eso en que en esta etapa de su vida, puede parar la pelota, mirar atrás y ofrecer una mirada sincera y con mucha autocrítica de una trayectoria, que arrancó bien de abajo y llegó a la cima, atravesando muchos vaivenes y viviendo también algunos tiempos de excesos, que como ocurre habitualmente, llegan cuando las puertas se van abriendo y parece no haber límite que no se pueda superar.

La dramaturgia es creación del propio Daniel y su hijo Pedro, algo que tiene sintonía con el momento de la vida de Daniel, donde se lo nota en su eje y con la familia como estandarte y sostén. A lo largo del relato, seremos testigos de historias familiares en tierras cordobesas, al igual que sus inicios en la profesión en su tierra natal. La llegada a Buenos Aires, lo conectará con la noche porteña, el Parakultural, apareciendo nombres como Batato Berea, Charly García, Fito Paez y otros personajes, que formaban parte de un movimiento cultural que nacía con la democracia, luego de tantos años de una dictadura feroz.






Nos cuenta que el oficio de actor que nace de la mano del gran Norman Briski, que le enseñó la importancia de la autogestión. La llegada al viejo Canal 7, gracias a la mano que le dió Georgina Barbarossa, sus bolos en Mesa de Noticias y su primera gran aparición en la pantalla grande en la Noticia Rebelde, apoyado por Raúl Becerra. El salto a la fama, de la mano de Gasalla, con Inolfo,  personaje icónico y desaforado, con el que llegó a la máxima popularidad. Eran tiempos donde los mozos en los bares , los taxistas y el público en general le recordaban el personaje apenas lo reconocían en la calle.

Hasta ese momento el curso de la obra, era marcado por el humor y las risas, terreno donde Daniel se mueve como pez en el agua, regalando al público todo lo que espera de él. Pero en la parte final de la obra, el actor hablara de como fue su relación con la fama, el éxito y el poder. Allí las risas quedarán de lado, Daniel abrirá su corazón y con mucha autocrítica dará testimonio de una época complicada de su vida, donde habérsela creído fue un error que pronto iba a pagar muy caro. Se hablarán de listas negras y de como en poco tiempo, se puede pasar de estar en la cima a caer en un pozo profundo.  Nos encantó y nos emocionó este acto de introspección. Y hasta allí vamos a contar.





Araoz conduce con maestría el relato, generando risas y mucha empatía con el público. Jugará con sus silbidos, su voz cavernosa tan características y esas onomatopeyas que le son bien propias y su público festeja. Será maestro de ceremonias de la noche, generador de recuerdos familiares, cantante, bailarín, humorista y también un simple mortal, que a calzón quitado, mostrará su lado oscuro, su compleja relación con el dinero y como cuando todas las puertas se habían cerrado, encontró refugio en su familia, que le tendió una mano salvadora.

La puesta como mencionamos es potente y muy atractiva. La música es un componente muy activo de Master Araoz, sirviendo para dividir los diferentes actos y descomprimir la oralidad. Aquí debemos destacar a Franco Fontanarrosa, el hijo del gran Negro, amigo de Daniel, que tiene a cargo la música original, mostrando el talento artístico que viene de familia. El diseño lumínico de Pablo Gómez y el propio Daniel Aráoz, que además es el director de la obra, otorga esa atmósfera íntima que va de la mano con el relato.






Además de todo lo que contamos, en la presentación de la obra y luego en el final de la misma Aráoz mostrará su costado social y nos hablará de Pancitas Llenas, un proyecto que busca combatir el hambre en nuestro país, acercando comida diariamente a miles de comedores. Este agregado, además de humanizar al actor y mostrar su lado más sensible, es una demostración del carácter sanador que tiene la pieza para Daniel, que transmite un mensaje hermoso en el escenario, llegando al corazón del espectador.

Pasamos una hermosa noche con Master Araoz y también nos sorprendimos. Conociendo la chispa y el carisma de Daniel, sabíamos que nos íbamos a reír mucho a lo largo de la noche, algo que sucedió. Pero la obra tenía un plus, un mensaje muy importante, que nos recuerda la importancia que siempre debemos darle a la familia, porque cuando las cosas salen bien y todo es color de rosa, muchas veces podemos perder de vista el horizonte y podemos terminar naufragando. Es allí en esos momentos, donde vamos a mirar para todos lados y vamos a recordar que tenemos una familia incondicional que nos abrazará. Master Araoz es una obra sanadora, que divierte y emociona, mereciendo verse.


Pensador Teatral.