domingo, 20 de mayo de 2018

La Ponedora, el último milagro

Jueves 20 30 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )







Dramaturgia y Dirección de Ana Lucía Rodríguez.

Una atractiva y original propuesta del off, es La Ponedora, el último milagro, obra escrita por Ana Lucía Rodríguez, joven actriz y dramaturga docente del Sportivo Teatral, sitio donde se alumbró esta pieza, luego de dos años de investigación y ensayos, con actores de ese teatro.

La obra que tuvo desde su arranque muy buena respuesta del público, transita su tercera temporada en cartel, algo que no es habitual, en piezas del teatro independiente  y llegando este año a un teatro como El Camarín de las Musas, que es sin dudas, referente dentro del circuito off, por la calidad de sus espectáculos y la concurrencia de público.

Con mucha expectativa entonces, llegamos para ver la obra y tratar de descubrir cuales son las razones, para que La Ponedora, tenga esta vigencia y realmente nos fuimos muy satisfechos, disfrutando una hermosa noche de teatro y creyendo haber desentrañado algunas de las claves, que explican el suceso de la obra.






Por empezar, debemos destacar un libro muy atractivo, con personajes fuertes y excelentemente construidos. La historia, entre muchas virtudes, tiene la de desarrollarse, en una localidad del interior como Ayacucho, que podría ser cualquier otra y que representa muy bien, aquellas ciudades pequeñas de Argentina, donde casi todos se conocen y casi nada puede hacerse, sin que los otros se enteren.

Por un lado, esa radiografía del interior y por el otro, una caricatura, con rasgos exagerados adrede, pero con numerosos ribetes reales, de una institución como la Iglesia, que con el correr de los años viene perdiendo su poder y sus fieles en manos de otras religiones más flexibles, las ilgesias new age,  que presentan más incentivos a quienes concurren a sus ceremonias, siendo más alegres y menos rígidas, que la Iglesia tradicional, a la que le cuesta aggiornarse a los tiempos actuales.

Aunque la introducción puede hacer pensar lo contrario, aclaremos que la obra es una comedia, que satiriza situaciones reales y divierte mucho al espectador, que se engancha en todo momento con la trama algo disparatada.






Sin develar mucho, contemos que La Ponedora, nos cuenta como la Parroquia Nuestra Señora de la Purificación de Ayacucho, se encuentra en una situación límite, por la pérdida de fieles. Cada vez son menos, los concurrentes a sus misas y además el avance de las iglesias evangélicas y brasileras, que con métodos cuestionables, pero efectivos, amenazan su continuidad. Es más en los pueblos cercanos a Ayacucho, ya varias parroquias, fueron tomadas por estas iglesias alternativas, que los desplazó de ese centro, que ostentaron por muchos años..

La situación es desesperante, Cristian ( Santiago Fraccarolli ), el párroco local y Monseñor Betancourt ( Martin Tecchi ) mientras juegan al ajedrez, reflexionan y saben que tienen que jugar una carta salvadora, que les permita revertir un futuro negro que parece inexorable-

Parece no haber salida, solo un milagro puede salvarlos y es en Ayacucho, justo donde se comenta, sucede algo milagroso. En un prostíbulo cercano, dirigido por Mónica, una madame excomulgada, que vive allí, con su hija Iris, que por haberse criado en un gallinero, tiene el don de poner huevos, tal si fuera una gallina más. A raíz de este fenómeno, muchos habitantes del pueblo, se reúnen a diario en la puerta del prostíbulo, hoy convertido en santuario, para pedir un milagro.

La solución se cae de madura, deben llevar a Iris, la Ponedora, a la Iglesia, que debe ser la que albergue aquel milagro y la que reciba la visita de los cientos de fieles. Pero para ellos deberán convencer a Mónica y a la chica milagrosa.







Si el plan que tienen ideado, Monseñor y el cura local, puede ser llevada a la práctica, es algo que el espectador descubrirá cuando vea la obra, solo contar, que en pos de ese objetivo, se darán momentos desopilantes y muy divertidos.

Como dijimos el libro atractivo, que nos presenta Ana, encuentra en eco, en un elenco muy parejo, apareciendo personajes muy fuertes y actuaciones magníficas, donde todos se destacan, algo que no siempre ocurre, pudiendo afirmar que las actuaciones, constituyen un fortaleza muy grande, en esta pieza.

Arranquemos por los eclesiásticos protagonistas, Santiago Fraccarolli es el Padre Cristian, magnífica su composición, su postura, su manera de hablar, sus gestos, que nos hacen ver a un cura de pueblo, que siempre quiere guardas las apariencias, aunque la realidad sea otra Nos encantó el trabajo de Santiago.

En la misma sintonia, Martin Tecchi, es Monseñor Bentacourt, una autoridad eclesiástica, que con una visión global, está decidido a mantener el poder de la Iglesia. Otra excelente composición de personaje, más temperamental y sanguíneo que el Padre Cristian, muestra su histrionismo y genera muchos momentos divertidos.





Gran dupla del Padre y el Monseñor, una muestra divertida, pero a la vez realista, de muchos representantes de la Iglesia, que se preocupan más, por conservar los privilegios que les brinda su investidura, que de servir a Dios.

Completan el elenco eclesiástico, Homero González, el capellan Gerardo, logicamente al ser el de menor jerarquía, recibirá numerosos pedidos de sus superiores y los cumplirá con obediencia casi ciega.

Vayamos ahora al elenco femenino, arranando por Josefina Barrionuevo, la joven y bella sobrina del monseñor, ayudante en la iglesia local, gracias a ese vínculo. Divide su tiempo, estudiando italiano y cumpliendo las tareas domésticas de la parroquia. Aporta frescura a la obra y nos regalará un momento emocionante de la noche, gracias a su hermosa voz. ( no contaremos cual es, dejamos que lo descubran al ver la obra )  Se luce muchísimo Josefina, desde un papel secundario, lo que habla por si solo, de su buena actuación.

Y vayamos a las dueñas del milagro, Rocio Saldeña, es Mónica Tiraboschi, con antiguos y clandestinos vínculos con el padre Gerardo y con la iglesia, que terminaron en forma abrupta, cuando fue excomulgada, por ejercer la prostitución. Un personaje divertido y alocado el que compone Rocio, que genera muchas risas.






Y para el final, dejamos a Verónica González, como Iris, la hija de Rocio, ignoramos quien es su padre, aunque podemos intuirlo.  Es un personaje clave en la historia, la que obra el milagro, se luce mucho, con su aspecto virginal y unos ojos celestes que encandilan. Verónica es otra que con poca participación, se destaca.

Se hizo algo larga la descripción, pero creemos que era merecido mencionar a los seis protagonistas y dejar unas líneas de cada uno, ya que componen sus personajes de manera superlativa y se nota que disfrutan actuando.

Mérito aquí de la autora y directora, que tuvo la habilidad de escribir un guión que permite que cada uno de los personajes, sea pieza importante en el engranaje de la historia que se cuenta, además de darle, el espacio a cada uno de ellos, para el lucimiento individual.






La puesta tiene varios ítems para destacar, destacamos el diseño escenográfico de Esteban Siderakis, que divide el largo escenario en tres espacios diferentes, muy buen diseño de vestuario de Danisa Samurio y un diseño de luces de Jose Binetti, que crea muy buenos climas.

En definitiva, La Ponedora, es una historia, simple pero efectiva, que sabe como conjugar fantasía y realidad de manera efectiva, para conseguir una trama ágil y muy divertida, con excelentes actuaciones.

Nos gusto mucho la obra y por eso la recomendamos, vale la pena este viajecito que nos propone la autora, para ver si es verdad, como se comenta, que en Ayacucho, hay milagros y huevos para todos.



Pensador Teatral.


sábado, 19 de mayo de 2018

El Vestidor

Miércoles a Domingo en Paseo La Plaza ( Avenida Corrientes 1660 )







Dramaturgia de Ronald Harwood y Dirección de Corina Fiorillo.

Obra escrita por el dramaturgo y guionista sudafricano Ronald Harwood, que siendo muy joven, viajó a Londres, para estudiar en la Real Academia de Arte Dramático. Estando allí, fue vestidor personal de Sir Donald Wolfit, uno de los grandes directores actorales británicos.

Sin dudas, esta experiencia de vida, lo inspiró para escribir The Dresser ( El Vestidor ), una de sus obras más reconocidas, que llega a Buenos Aires, con la adaptación de Fernando Masllorens y Federico González del Pino.






Harwood mostró siempre mucho interés por dos temas, que fueron recurrentes en muchas de sus obras, la fascinación por el mundo del teatro y sus artistas, es uno de esos tópicos y el otro, la Segunda Guerra Mundial.
Precisamente en El Vestidor, se cruzarán estas dos cuestiones, que tanto lo obsesionaban y que sin dudas lo marcaron.

En esta comedia dramática, el autor pone la lupa en un elenco teatral que representa obras de Shakespeare, que está de gira por diferentes ciudades de Inglaterra, que justo en esos momentos, está siendo bombardeada por los nazis.
Veremos como la compañía, sigue con su trabajo, pese a la guerra, cumpliendo al pie de la letra, el slogan, del show siempre debe continuar siendo además esto, una forma de resistencia. El guión además, pondrá especial énfasis, en la relación estrecha, existente entre un consagrado actor inglés ( Jorge Marrale ) jefe de aquella compañía y su fiel vestidor Norman ( Arturo Puig )

En esa particular relación, aparecerán luchas de egos, celos y miedos, que pueden ser característicos en el mundo actoral, pero que en verdad, podemos reconocer en cualquier trabajo y siendo más amplios, en las relaciones humanas en general, donde muchas veces, se generan relaciones tóxicas, que solos por acostumbramiento o por que nadie se atreve a cortarlas, se extienden en el tiempo.

La pieza tiene momentos muy graciosos, donde la ironía se hace presente en diálogos muy ricos y tiene otros momentos de hondo dramatismo, donde quedan al desnudo, los seres humanos al natural, con sus virtudes y sus miserias.







Esta adaptación, presenta dos intérpretes de lujo, como Arturo Puig y Jorge Marrale, dos actores de enormes, que se encuentran aquí, en El Vestidor, con personajes con características, muy diferenciadas.

Por un lado tenemos a un Jorge Marrale, al que llaman Su Excelencia, egocéntrico, caprichoso y con una fuerte personalidad, que justo esa día  de función, sufre una crisis existencial, donde no sabe bien que hacer con su carrera y su vida, dudando hasta de si podrá actuar en la obra de teatro, que tantas veces representó.

Y por otro lado, Arturo Puig, como Norman, su fiel vestidor, sumiso y servicial hasta límites impensados. Puig realiza una brillante composición, siendo un personaje meticuloso, obsesivo, que tiene su vida consagrada a cumplir el trabajo encomendado y busca agradar siempre. Su forma de hablar, de caminar, su gestualidad, todo es en perfecta consonancia con el personaje complejo, que debe representar. Un actuación fantástica de Arturo.








Una gran dupla protagónica la formada, que se disfruta mucho en lo individual y muestran mucha química juntos.-

En papeles secundarios, pero importantes para la trama y acompañando muy bien, aparecen tres mujeres, arranquemos por Gaby Ferrero, Su Señoría, compañera de vida de su Excelencia y también cansada de llevar tantos años de gira con la compañía teatral .Ana Padilla, una actriz que nos gusta mucha, es Margarita, la fiel asistente de dirección, eficiente y es quien hace más tiempo está con su excelencia, por el que tiene un especial afecto. Por último, Belén Brito, como Irene, una joven actriz, que aporta juventud y belleza a la puesta, tratando de seducir al actor principal, que parece sucumbir a sus encantos, pese a la marca férrea, que le impone Norman y el entorno.

La multipremiada y talentosa Corina Fiorillo, una de las directoras del momento, que siempre se especializa por abordar el tema de los vínculos personales, encuentra en esta obra, mucho espacio para ello y Corina, contando con estos actores de fuste, los aprovecha muy bien, para explotar este vínculo, que resulta la columna central de la historia.







En la puesta, debemos destacar la música original de Angel Mahler, que siempre crea buenos climas, un diseño de vestuario de Silvina Falcón que aporta distinción y un magnífico diseño escenográfico de Gonzalo Córdoba Estévez, de muy buen gusto y con muchos detalles, acorde a la importancia de la producción.

En definitiva, una muy buena propuesta llega con El Vestidor, historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial, que centrándose en la interna de esta compañía teatral shakesperiana, analiza los vínculos humanos que allí conviven y las relaciones que se establecen a lo largo de los años.

Poco para agregar, El Vestidor, escrita por Ronald Harwood, tiene humor, emociones, una estupenda dirección y dos actores de excelencia, que se unen, para regalarnos una noche de muy buen teatro, en uno de los estrenos más esperados del año.




Pensador Teatral.




"El Vestidor", la magistral obra de Ronald Harwood, indaga de un modo profundamente humano en el pequeño universo de un elenco teatral que está en gira en la Inglaterra en medio de la segunda guerra mundial. Y como toda gran obra de arte, se convierte en una lúcida indagación sobre todos nosotros. 
La historia sucede en medio de un bombardeo, en la Inglaterra de la Segunda Guerra, y retrata las relaciones entre los miembros de un compañía shakespeariana, y en particular, la que mantienen el protagonista, un consagrado actor inglés con su fiel vestidor, Norman. En medio de bombardeos, de crisis de salud, de decisiones de continuar o no continuar con las funciones nos habla sobre los distintos tipos de amor y de miedos que tenemos todos

miércoles, 16 de mayo de 2018

Venecia

Domingo 20 15 hs en El Laberinto del Cíclope ( Combate de los Pozos 550 )






Dramaturgia de Jorge Accame y Dirección de Irene Bazzano.

Se cumplen veinte años, desde que Jorge Accame escribió Venecia allá por 1998 y a esta altura ya se convirtió en una de las obras de autor argentino, más representadas en el mundo.

La pieza se presentó en Londres, Estados Unidos, Canadá, España y en toda Latinoamérica, es evidente que la obra tiene cierta magia, que la hace atractiva, para diferentes públicos de todo el mundo, tal vez una de las razones, sea la ternura de los personajes y la determinación para cumplir un sueño, aunque no se tengan recursos económicos y las únicas armas con la que cuentan, son la imaginación y un profundo amor.





Contemos que la obra se desarrolla en una barriada pobre de la provincia de Jujuy, el autor es porteño pero vivió muchas años en la provincia norteña, trabajando como profesor de humanidades en la Universidad de Jujuy, algo que sin dudas le sirvió de inspiración para escribir la pieza y para crear los personajes.

La historia, nos situará en un prostíbulo jujeño, en el que La Gringa, la madame, ya de edad avanzada y medio ciega, les cuenta a las chicas que trabajaban allí, que recibió una carta de Don Giácomo, un amor de su juventud, con quien tuvo un desencuentro amoroso hace años y que hora vive en Venecia , que le pide que viaje hacía la ciudad italiana, para reencontrarse con ella.

Las chicas, mucho no le creen a La Gringa, que no les quiere mostrar la carta, pero la ven decidida y varias veces, la tuvieron que detener cuando quería salir del prostíbulo, llevando con una antigua valija consigo.
El viaje a esa ciudad lejana, que no saben bien donde está y que tiene calles son de agua, es una verdadera quimera, porque no tienen los medios económicos para realizarlo, ni tampoco el conocimiento necesario para ir a Europa, pero el amor por La Gringa es muy grande, ellas las rescató de la calle y las ayudó y ahora quieren encontrar la  forma de cumplir su sueño, que se parece mucho a un último deseo.






No vamos a contar mucho mucho más, para conservar la sorpresa, para aquellos que no conocen en argumento, solo decir, que la imaginación y la voluntad, sumada a que La Gringa, es medio ciega ya, les permitirá cumplir ese sueño y viajar a Venencia en avión y comer la humita que sirven las azafatas.

La pieza tiene muchos momentos desopilantes y grotescos, abundan los momentos divertidos y las risas en la sala, pero también hay otros momentos de mucha emoción, siendo este un contrapunto interesante, que se convierte, en uno de los puntos fuertes del guión.

Quien escribe estas líneas recuerda haber visto una versión muy recordada de Venecia en el Teatro Payro, con Adriana Aizemberg como protagonista y luego de muchos años volvemos a ver una adaptación de la pieza muy fresca y más artesanal en El Laberinto del Cíclope.






La puesta de Irene Bazzano, tiene algunas particularidades, que la hacen bastante original, ya que la obra se desarrolla en dos sitios distintos, ya que la primer parte se representa en el patio del teatro, que se aprovecha muy bien, ya que se usan las escaleras, las ventanas y hasta la puerta de calle. Mientras que para la segunda parte de la obra, que es cuando se concretará el anhelado viaje, los espectadores serán invitados a trasladarse al espacio tradicional, con escenario y butacas, es decir al teatro propiamente dicho.

Una apuesta arriesgada de la directora, de la que logra salir airosa, ya que dota de mucha frescura a la puesta, logra un clima de camaradería y cercanía máxima, entre los actores y el público, para que vean que no exageramos, las chicas hasta convidan con mate a los espectadores en plena función, algo que pocas veces vemos y que solo el off puede permitirse..

Muy buenas las actuaciones, destacamos a Mirta Calza Citin, con la Gringa, testaruda y soñadora, las chicas son Anahí Alvarado como La Rita, Romina Venegas  es La Marta y Lucía Vega Otamendi como La Graciela. Las tres componen personajes muy divertidos, que se pelean entre ellas por los clientes y que pese a la competencia y a algunas peleas, se unirán por completo, para tratar de cumplir el sueño de quien fue su protectora.

Federico Da Luz, es el Chato, cliente asiduo de la casa y amigo de las chicas, muy carismático y vestido con la camiseta del Lobo Jujeño, será el integrante masculino del plan ideado por las chicas.






Pancho Virasoro, será el distinguido Don Giacomo, de traje impecable, con mucha presencia escénica y una voz que se luce mucho en las canciones en italiano que presenta. Pancho es quien logra, los momentos más emocionantes de la noche,

Resta mencionar a Analía de Nubila Salerno, como Yamila, que juega como nexo entre los 90 y la actualidad, será la anfitriona de la noche, quién  recibirá a los espectadores, oficiando como maestra de ceremonias y organizadora de la velada. Un personaje interesante que se introduce en la historia y que Analía, aprovecha muy bien, interactuando mucho con los espectadores y luciendo a pleno su histrionismo y su desenfado.

En definitiva, nos divertimos mucho con la obra, donde se nota que hay mucho de artesanal y como ocurre en off,todo está hecho a pulmón, con la entrega total de los protagonistas y además, nos alegro, haber conocido El Laberinto del Cíclope, un espacio relativamente nuevo, que de a poco, se está ganando un lugar en el barrio, para los vecinos que quieren ver teatro, cerca de casa.

Por todo lo dicho, invitamos a los espectadores, a que se sumen a este viaje soñado, que organizan las chicas y lleven el pasaje que les permite subir a este avión que despega de Congreso y tendrá como destino final, la ciudad de Venecia, para cumplir el último gran deseo de La Gringa.



Pensador Teatral.


lunes, 14 de mayo de 2018

Chocolate Amargo

Sábados 20 hs en El Sábato Espacio Cultural. ( J.E.Uriburu 763 )

Desde Junio, Domingos 15 hs en Korinthio Teatro ( Mario Bravo 437 )






Libro de Teresa Deubaldo y Dirección Laura Cecilia Alvarez.

Obra escrita por la dramaturga uruguaya Teresa Deubaldo, con muy buena repercusión en su país, que se estrena en Argentina, con la dirección de Laura Alvarez.

La propuesta es muy valiosa, ya que pieza aborda el tema del abuso sexual infantil, sin golpe bajos y buscando dar visibilidad a un tema, del que en la sociedad, se habla mucho menos de lo debido, pese a sus altas cifras.






Es la opera prima de Laura como directora, con anterioridad, produjo y participó en espectáculos autogestionados y siempre estuvo ligada al mundo del teatro, pero es la primera vez, que asume el desafío de dirigir, una obra de texto y debuta nada menos con una temática dura, pero consciente de la necesidad, de poner en el centro este flagelo, consiguiendo con creces su objetivo.

Contemos que Chocolate Amargo, relata la historia de Clarita, una niña encerrada en un cuerpo adolescente, que en cámara gesell, una habitación especialmente acondicionada para que se sienta cómoda, responderá las preguntas de una psicóloga, a la que nunca veremos en escena.

Clarita ( Camila Sebio ) está inmersa en su universo infantil, donde los juguetes son su compañía y su mundo, con la inocencia de las niñas de su edad, nos enteraremos de su predilección por las milanesas y los chocolates, que odian que le tiren el pelo en el jardín, las peleas con Juancito su compañero más revoltoso, el recuerdo latente de su madre y todo lo que una niña con su ingenuidad y ternura, nos puede relatar.






La labor de la psicóloga de a poco irá reconstruyendo la vida de Clarita, que sin comprender y sin atravesar nunca el dolor, comenzará a dar indicios del drama que le tocó padecer, con una crudeza que impresiona, pero hasta aquí contaremos, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra algunas revelaciones, que lo dejarán con un nudo en el corazón.

Ya es hora, de que hablemos de la gran protagonista de la noche, nos referimos a la joven Camila Sebio, que en el primer monólogo de su carrera, cumple una labor fantástica, que conmueve al espectador.
En nuestra opinión, realiza una caracterización del personaje brillante, su gestualidad, la expresividad de sus ojos, sus desplazamientos, su forma de hablar, con algunas muletillas muy graciosas, todo el conjunto hace que tengamos frente nosotros, a una frágil niña de cinco años de edad madurativa.






Realmente es un papel complejo y no es sencillo estar sola en escena con este texto, que representa un enorme desafío para la protagonista, que logra resolverlo con solvencia logrando darle una fluidez al relato y un manejo de los tiempos, que debemos destacar.

Una revelación absoluta la actuación de Camila, que demuestra sus condiciones y un futuro muy promisorio como actriz, si se lo propone. Mencionemos también el acierto de Laura, que supo que era la correcta, para este personaje y con muchos ensayos, logró darle el tono justo al personaje, de acuerdo a lo que pedía el texto.

Nos gustó la puesta, intima y con los elementos justos en escena, lo que prevalece e importa en esta pieza, es la palabra de Clarita. Corresponde destacar el diseño lumínico de Norberto Portal, marcando a la perfección, los distintos climas que vá requiriendo la obra.

Para resaltar, el silencio absoluto que reina en la sala, durante toda la función.  Los espectadores siguen con absoluta atención  el relato, que pese a lo crudo y duro que resulta, tiene momentos donde se aflojan las tensiones, ya que la candidez y ternura de Camila, generará sonrisas. Es muy bueno el contrapunto, ya que siendo una temática dura, la forma en que está planteada la trama, permite que tenga momentos de respiro.







Chocolate Amargo es una propuesta valiente y esclarecedora, que como dijimos dá visibilidad a problemas actuales de la niñez,  como el bullyng, la violencia y el abuso sexual infantil. Es la voz de los niños, que no tienen voz, ya que muchas veces los entornos familiares, esconden situaciones de abusos y los mismos nunca logran salir a la luz, por ocultamientos de la propia familia..

Celebramos que una directora joven, como Laura Alvarez, tome el guante y se anime a exponer esta temática, valiéndose para ello de un libro inteligente, con una puesta cuidada y sin golpes bajos, que se corona, con una intérprete de lujo, como Camila Sebio, que con sus veinte años, pone el cuerpo y sus emociones, para transmitir el mensaje.

Recomendamos mucho Chocolate Amargo, les diríamos que es casi de visión obligatoria. El aplauso emocionado del público que colmó la sala, al final de la función, no deja dudas que la obra los movilizó y no los dejará indiferentes.



Pensador Teatral.


domingo, 13 de mayo de 2018

Bodas de Sangre, Radioteatro Folclórico

Jueves 20 30 hs en Teatro La Carpintería ( Jean Jaures 858 )






Dramaturgia de Fernando Rodil y Dirección de Jimena del Pozo Peñalva.

Fantástica idea de Fernando Rodil, pergeñar Bodas de Sangre, el clásico de Federico García Lorca, en el particular formato de radioteatro y con folklore de fondo, ya que serán las zambas y las chacareras, las que musicalizarán, la célebre tragedia lorquiana.

Realmente un proyecto original y ambicioso, ya que busca un doble homenaje a pasiones vernáculas, en primer lugar al radioteatro argentino, que marcó todo una época, en aquellos años dorados, donde la televisión aún era una quimera y donde imaginar Netflix, hubiera sido una locura, El radioteatro fue muy popular es nuestro país, con actores estrellas, con voces cotizadas que batían records de audiencia y paralizaban los hogares con sus transmisiones. En segundo lugar se rinde tributo al folklore, un género musical muy arraigado en nuestra tierra, algo olvidado actualmente en Buenos Aires, pero que sigue teniendo relevancia en nuestro Norte, con peñas que siguen promoviendo nuevos conjuntos,






Y la idea se corona, uniendo estas dos antiguas pasiones nacionales, a uno de los clásicos de la literatura hispana, nos referimos a Bodas de Sangre, escrita en 1931, por Federico García Lorca, el poeta y dramaturgo granadino, que con este trabajo, plasma una de sus obras más conocidas y una de las que más representaciones tuvo en todo el mundo, pero podemos asegurar que representarla en formato de radioteatro, es una genialidad, que no creemos tenga otros antecedentes en el mundo.

La idea como vemos es estupenda, ahora poder llevarla a escena, mediante una puesta efectiva que incluya, todos estos elementos y hacerlo en forma efectiva, es una tarea, que requiere mucha imaginación y enorme talento, dos condiciones, que demuestra tener, Jimena del Pozo Peñalva, joven directora mendocina, a la que ya conocíamos de otros trabajos ( el año pasado elogiamos su puesta de A Puertas Cerradas ) y aquí confirma sus virtudes, al montar esta excelente puesta y elegir el elenco adecuado,  para poder desarrollar la historia.

Contemos que la obra, nos traslada a Pergamino, allá por 1950, donde en el Auditorio principal de LT35 Radio Nacional, se presentará nada menos que a Alfonso Mateos, un actor reconocido, nacido en Pergamino, que se fue a triunfar a Buenos Aires y que regresa nada menos que para ser la estrella de Bodas de Sangre, radioteatro a representar junto a actores y músicos locales.







La expectativa en la ciudad y en el auditorio de la radio, es inmensa, sin dudas es el acontecimiento del año, un verdadero suceso para la ciudad. Pero lo que parecía sería una fiesta, se complicará en forma impensada, cuando ficción y realidad, parecerán confundirse.

La frase pueblo chico, infierno grande parece aplicarse justo aquí, ya que la trágica historia de amor imaginada Lorca, parece encontrar varios puntos de coincidencia en ese estudio de radio, donde los protagonistas, recordarán amoríos del pasado y cuentas pendientes, que evidentemente dejaron sus huellas y no fueron totalmente cerradas.

No vamos a contar más del argumento, para mantener el suspenso, solo decir que dentro de ese estudio de radio, se vivirán momentos muy divertidos y algunos otros de tensión, en los dos casos muy bien logrados y que harán que el público en todo momento esté prendido con lo que sucede.






Destacamos antes la puesta, que logra montar la directora, consiguiendo que los espectadores, se sientan en el estudio de radio, participando de la intimidad de esa histórica transmisión, siendo testigos de la misma y  pudiendo ver cosas, que los oyentes radiales, lógicamente no puede ver, tanto en medio de la transmisión, como también ser testigos de los jugosos entretelones, que suceden en los cortes comerciales.

Un gran acierto de Jimena es la elección del elenco, ya que no es una obra sencilla y para la representación de la historia, se requería que los protagonistas,  además de buenas condiciones actorales, tuvieran un buen registro vocal

El gran protagonista de la noche es Alfonso Mateos ( Ariel Mele ), que vuelve a Pergamino gracias al esfuerzo de los auspiciantes, para recibir el cariño y la admiración de todos. Eso ocurrirá en su llegada a la radio, ya que a medida, que el radioteatro, se vá desarrollando su situación se irá complicando y para sus adentros pensará, para que aceptó la convocatoria.
Con gran presencia escénica y una excelente voz, para representar a dos personajes de Bodas, redondea unos de los trabajos más destacados de la noche.






Nos gustó mucho Silvia Daurat, como Jacinta, la organizadora del evento y madre en el radioteatro, que aprovecha su rol, para hacer participar de la transmisión a Cuqui Silvani ( Fernando Rodil ), su hijo músico y a Camila ( Romina Sak ) , su nuera, que en Bodas de Sangre será la novia.
Muy buena la interpretación de Silvia, al igual que Fernando y Romina, que serán claves, en los momentos de tensión que se vivirán en el estudio.

Nela Fortunato, es Mariángeles y la mujer de Leonardo, nos gustó mucho su caracterización y más que destacada su interpretación. En su caso, un plus, su hermosa voz, que se luce en varios fragmentos cantados que protagoniza, que se disfrutan mucho.

Y hablando de momentos musicales, debemos mencionar a Felicitas Colina, la Luna, que aparecerá como un ángel en escena, para deleitarnos con su dulce voz, en uno de los momentos más emocionantes de la noche.







Completa el elenco, Sara Estefanía Cordoba, como Fátima, la productora del programa, que con su avanzado embarazo y todo su histrionismo, será otra que se destacará.

Se hizo larga la descripción del elenco, pero entendemos que era un acto de justicia mencionarlos a todos, ya que cumplen una gran performance, en una puesta que les permite a todos tener su momento de lucimiento individual y sobre todo, brillar en el conjunto.

Pero aquí no termina, el despliegue de recursos, el escenario, tiene más presencia, nos referimos a los músicos en vivo, que le dan el toque de folklore, que caracteriza a la pieza y lo hacen en gran forma, con guitarras, piano, violoncelo y bombo, componiendo particulares zambas y chacareras, con melodías folklóricas y letras lorquianas, una combinación impensada que hay que ver.
La música original de la pieza es de Los Tabaleros, aquí destacamos a Gonzalo Gamallo, que con su voz principal, nos recuerda a algunos de los integrantes de los Chalchaleros o de Los Fronterizos, elija usted.







Es lograda la escenografía de Coca González, que tiene hasta el cartelito de Al Aire, suspendido en lo alto, para sentirnos en un verdadero estudio de radio, así como el diseño de Luces de Lucia Feijoo, que creará los diferentes climas que pide la pieza.

Para ir concluyendo, digamos que Bodas de Sangre, Radioteatro Folclórico, es uno de esas joyitas escondidas que tiene reservado nuestro prolífico teatro independiente. Confluyen en esta oportunidad, un guión original y muy creativo de Fernando Rodil, una excelente puesta de Jimena del Pozo Peñalva con múltiples recursos dispuestos al servicio del espectáculo y las magníficas actuaciones del numeroso elenco reunido.

Por si el lector aún no lo notó, nos encantó la obra, por eso la recomendamos fervorosamente, Estamos en presencia, de una de esas obras que no deberíamos dejar pasar, ya que salen de lo convencional.

El prolongados aplauso que reciben los protagonistas al final de la función, es un claro indicador, que Bodas de Sangre, formato radioteatro, gustó mucho y que los espectadores disfrutaron, tanto como nosotros de esta hermosa y cálida velada teatral.



Pensador Teatral.



miércoles, 9 de mayo de 2018

Lo Lindo de Calzarse es Pisar en Cualquier Lado

Martes 21 hs en El Portón de Sánchez ( Sánchez de Bustamante 1034 )







Dramaturgia y Dirección de Julián Rodríguez Rona

Una propuesta onírica y poética nos trae Lo Lindo de Calzarse es Pisar en Cualquier Lado, con personajes que parecen flotar en una isla donde los recuerdos y los fantasmas se adueñan del ambiente.

La historia nos traslada a una isla del Tigre, a la que van a pasar el día, una parejita de novios, que entre mimos y charlas, fantasean con entrar en una casa abandonada y luego discutirlo un rato,  se animan a hacerlo.

El río sube y quedan atrapados por la inundación. Ya es de noche y aparecerá en escena El Bocha, un lugareño misterioso, que se ofrece a ayudarlos, ya que la pareja de novios, perdió su piragua, al atarla mal.






Ficción y realidad se confundirán, en esa isla que parece esconder muchos secretos en su interior y donde quienes se adentran en ella, parecen quedarse suspendidos en el tiempo y por el aire melancólico que se respira en el ambiente.

Nos gustaron mucho, las actuaciones que presenta la obra, Andrés Caminos, es un novio que no creer en Dios, ni en casa nada. Al menos creera en el amor ? Es muy buena su composición, creando un personaje introvertido y cauteloso. Además con su guitarra le dará buenos toques musicales a la trama.

Eugenia Blanc, su novia, construye para nosotros la mejor actuación de la noche, componiendo a una joven sensual e ingenua, con una mirada profunda que expresa mucho. Ella si apuesta por el amor, buscando contagiar a un novio que parece esquivo, Le aporta una cuota de belleza y frescura a la obra, con una interpretación que luce mucho.






La historia se completa, con Mauricio Minetti, El Bocha, habitante de la isla, personaje misterioso, malancólico y que por momentos dá miedo. Lo atormenta el fantasma de su esposa Hilda, una pérdida de la que no puede recuperarse y una soledad que parece jugarla una mala pasada respecto de su cordura.  Muy buen trabajo de Mauricio, que se incorporó este año al elenco.

La trama permite que cada protagonista, tenga su momento de lucimiento individual, aunque lo más destacado, es como funcionan en el conjunto, muy identificados con la historia que cuentan.

La puesta de Julián Rodriguez es lograda, lo más destacado es el original diseño escenográfico de Cecilia Zuvialde, con el cartón corrugado que constituye la geografía de la isla, siendo curioso como los protagonistas, deberán caminar entre ellos, como una buena metáfora de tener que superar los obstáculos que van apareciendo.






La obra como dijimos, tiene mucho vuelo poético, es sutil, tocando temas trascendentales, como la soledad, la muerte y el amor, Es abierta y deja mucho espacio para que el espectador haga volar su imaginación, junto a los protagonistas, que habitan una isla,  donde el tiempo parece detenerse y los sentimientos brotan a flor de piel.

La obra transita su segunda temporada en cartel y  obtuvo en su primera temporada, la Mención Honorífica del Premio ARTEI a la Producción de Teatro Independiente, siendo además una de las piezas seleccionadas para participar en la Fiesta de Teatro de la Ciudad de Buenos Aires 2018.

Invitamos a los espectadores, a que se calcen sus botas preferidas, para pisar el suelo húmedo de la isla y puedan disfrutar como nosotros, de este viaje onírico que nos propone  Lo Lindo de Calzarse es Pisar en Cualquier Lado.




Pensador Teatral.

martes, 8 de mayo de 2018

Ejercicios Fantásticos del Yo.

Jueves a Domingos en Teatro Coliseo ( Marcelo Torcuato de Alvear 1125)







Dramaturgia de Sabina Berman y Dirección de Nelson Valente.

El tradicional e histórico Teatro Coliseo, es el elegido, para recibir por diez únicas semanas a Ejercicios Fantásticos del Yo, original propuesta teatral que hermana a la Argentina, con nuestros hermanos mexicanos.

Tenemos autora mexicana, Sabina Berman, la dramaturga más importante de su país, en los últimos años, con numerosos éxitos no solo en tierra azteca, sino en todo el mundo. Director argentino, nos referimos a Nelson Valente, el fundador de Teatro Ensamble de Banfield, autor de éxitos como El Loco y la Camisa o El Declive, por mencionar solo sus últimas creaciones.






Un elenco argentino, con actores de reconocida trayectoria, como Fernán Mirás, Martín Slipak, Vanesa González y la gran Rita Cortese, por nombrar solo a algunos de los que componen el elenco.

Y para el final, dejamos a la gran figura de este proyecto, nada menos que Gael García Bernal, célebre actor mexicano que saltó a la fama en el año 2000 , como protagonista de Amores Perros, con su recordado personaje de Octavio y luego en 2004 en Diarios de Motocicleta, en su recordada interpretación del Che Guevara. A partir de allí, su carrera no tuvo techo, protagonizando numerosos filmes, trabajando con los directores de mayor renombre y siendo sin dudas una verdadera estrella de Hollywood.

Con semejantes antecedentes, queda claro que poder tener a Gael, haciendo teatro en Buenos Aires es un privilegio, que no se dá todos los días. Un proyecto de gran envergadura, con el sello de Sebastián Blutracht, en la producción, logrando que el estreno mundial de la obra sea en nuestro país,






Hecha la presentación, contemos Gael García Bernal encarnará a Fernando Pessoa, poeta y escritor portugués, considerado unos de los más figuras más relevantes de la literatura en lengua portuguesa. Influido por filósofos como Nietzche y Shopenhauer, introdujo en su país, las corrientes literarias de vanguardia de la época, como el modernismo y el futurismo.

En la obra, se narrarán 24 horas cruciales y decisivas de la vida de Fernando Pessoa en su Lisboa natal, aquel 29 de Junio de 1914, que será recordado por ser el inicio de la Primera Guerra Mundial y día en que al poeta portugués, todo parecía salirle mal, ya que perdió su trabajo en la agencia de publicidad donde trabajaba, perdió el amor su amada Ofelia con la que quería casarse, perdió la oportunidad de presentarse en el Concurso de Poesía Reina Victoria y cuando ya entregado a la bebida en aquel día aciago, pudo componer dos poemas que son los más citados y recitados en la historia de su país.







En la pieza, se indaga en la mente del poeta, que tiene una personalidad múltiple, que se disocia en diferentes yo de Pessoa, por momentos esas múltiples personalidades, bien diferenciadas entre ellas,  lo ayudan para ser creativo, pero en diferentes momentos esas voces distintas, lo abruman y no dejan que cumpla con sus verdaderos deseos.

En la obra, veremos como si fuese un juego de espejos, como los diferentes Pessoas, sus heterónimos, le dan un toque de locura y también de humor a la pieza, que por momentos no es fácil de seguir, ya que adrede, deja muchas puertas abiertas, para que el espectador juegue con ellas.

Las actuaciones que tiene la obra, son realmente el punto fuerte de la misma, arrancando obviamente con un Gael García Bernal, que de manera hipnótica, parece atraer todas las miradas, se disfruta mucho de su actuación, su característico acento y una entrega que no deja de sorprender, en un actor de sus kilates.







El resto del elenco, lo acompaña muy bien, algo que no sorprende, ya que son todos actores de gran trayectoria y esto es algo fundamental ya que la obra tiene su complejidad.

Nos gustó mucho el trabajo de Fernán Mirás, como Ricado Reis, que le gusta hablar con palabras esdrújulas componiendo un personaje muy gracioso.
Martín Slipak como Alvaro Campos, se destaca muchísimo y luego de Gael, es quien más luce, dando vida a un personaje despiadado y con pocos escrúpulos.
Javier Lorenzo como Bernardo Soares y Lucas Crespi como Alberto Caeiro, completan los otros yo de Pessoa, con muy buenas interpretaciones.

En el elenco femenino, hay que mencionar a Rita Cortese, como la tía de Pessoa y con Gertrude, en ambos papeles Rita muestra su talento y versatilidad.
Vanesa González es Ofelia, la angelical prometida de Pessoa, aportando la cuota de belleza y frescura a la pieza.







La puesta que presenta Nelson Valente, tiene muchos puntos altos, el principal el moderno diseño escenográfico y lumínico de Philippe Amand, con paneles móviles, que se deslizan, ocultando y creando los diferentes espacios. Además, se proyectan imágenes que permiten recrear bellos paisajes de Lisboa y crear momentos de mucho realismo, como aquel en que Pessoa sube por ascensor y llega a las alturas de la capital portuguesa. Realmente una muy buena utilización de la modernidad, al servicio de una puesta.

Otro item, que no podemos dejar de mencionar, es el diseño de vestuario de Genevieve Petitpierre, con ropa de época y mucho sombrero para los distintos Pessoa y elegantes vestidos para Ofelia.

En definitiva, un espectáculo original y donde se explora en la vida de este notable escritor portugués, que con mucho talento y una pizca de locura, dejó su huella en la literatura. Además la gran oportunidad, de poder disfrutar en la cartelera teatral porteña a una celebridad como Gael García Bernal, algo que no ocurre todos los días  si además se lo acompaña con un elenco local, pleno de talento, la mesa está servida, para que el espectador de dé una panzada de teatro y disfrute del estreno mundial de Ejercicios Fantásticos del Yo.



Pensador Teatral.