viernes, 20 de agosto de 2021

Laberinto

Dramaturgia y Dirección de Julieta Timossi.

 

 



 

Viernes 21 30 hs en Moscú Teatro ( Ramírez de Velasco 555 ) 

En tiempo de pandemia, donde las salas teatrales permanecieron cerradas varios meses, surgieron nuevos lenguajes adaptados a los tiempos de virtualidad, teatro por streaming, funciones por Whatsapp, teatro filmado y también aparecieron los podcasts. Para quienes no conocen bien en que consisten, podemos decirles que los podcasts son una serie de capítulos grabados en audio, que se transmiten online. 

Las propuestas en audio muchas veces no son tenidas en cuenta, por el simple hecho de carecer de imagen, pero sin dudas ofrece muchas opciones, para contar todo tipo de historias. Para cerrar el concepto, podríamos pensar a los podcasts, como una versión moderna de los radioteatros, que tanto éxito tuvieron en Argentina en la década del 30.

 

 



 

Casi un siglo después del apogeo de los radioteatros y en plena pandemia, Julieta Timossi, joven actriz y dramaturga, escribió Laberinto, texto que fue pensado como podcast, grabado y editado a principios de este año, circulando en esa versión con muy buena reperecusión, pero sin nunca perder de vista, la idea de lograr representarlo en el futuro en una sala teatral. El desafío para Julieta era grande, ya que nunca había hecho un podcast y contó con la ayuda de Federico Marino, que se encargó del diseño sonoro y la edición. Y por otro lado, había que ver luego como llevar está creación sonoro, al ámbito teatral.

Podemos decir que el desafío fue resuelto de la mejor forma, ya que Laberinto, la obra que se presenta en Moscú Teatro, resulta muy atractiva por la originalidad de su puesta y por una trama que atrapa al espectador desde el inicio, ya que aborda el tema de los vínculos amorosos, desde un ángulo muy interesante.





 

El dispositivo escénico presenta los pensamientos de los personajes, tal monólogos, por un lado y las escenas entre los actores por el otro, pero siempre apuntando al púbico como interlocutor, buscando que el mismo testigo y partícipe de lo que está sucediendo en el escenario y de un relato que va creciendo en intensidad a medida que la trama avanza.

Del argumento podemos decir que Laberinto, es la historia de un triángulo amoroso. Alfonso está de novio hace cinco años con Sofía, pero un Sábado a la noche conoce a Lucrecia en un boliche y comienzan a salir. Ella no sabe que el tiene novia y se engancha, le pone fichas a la relación. Pero aparecerá en acción Sofía, la engañada, que decide no quedarse con la brazos cruzados y tomar la rienda de la situación.

Y hasta allí vamos a contar, para mantener el suspenso, el resto lo descubrirá el espectador cuando vea la obra. Solo agregaremos que Laberinto, además de ser el nombre del boliche, donde se conocen Alfonso y Lucrecia, hace referencia a los laberintos mentales, que tienen los protagonistas de esta historia de amor, donde aparecerá la adrenalina de toda nueva relación, la mentira, la culpa y lo que sucede cuando los engañados se chocan con la triste realidad.

 

 



 

 Es momento de hablar de los protagonistas de este triángulo amoroso. Nos gustaron mucho las actuaciones que presenta la obra, en especial las actuaciones de las protagonistas femeninas. Belén Carluccio, es Lucrecia, la ilusionada con ese nuevo amor. Vive sola y además de ir los sábados a bailar, integra un equipo de futbol femenino que se reúne a jugar todos los Domingos en La Boca el barrio en el que vive. Muy buena la composición de Belén, como una chica más bien guarra y con modales poco femeninos, que se ilusiona y mucho con ese chico al que conoció en Laberinto.

Pablo Pandolfi, es el villano de la historia, el que juega a dos puntas, disfrutando en principio de su infidelidad, pero no queriendo perder la relación formal de años con su novia, con un carácter posesivo, difícil de justificar. Muy buen trabajo de Pablo. Para el final dejamos a Marina Pacheco, que da vida a Sofia, que es la contracara de Belén. De familia bien constituida, muy femenina y de modales refinados, no dudará en meterse en el barro, para luchar conservar su amor. Nos gustó mucho la composición de Marina, que redondea una actuación muy destacada.

 

 



No era sencillo para los protagonistas de la historia, llevar adelante esta obra de características particulares, al provenir de una creación que tiene un lenguaje diferente al habitual para el teatro, pero sin dudas entendieron la dinámica y se adaptaron muy bien a la propuesta de Julieta.

La obra conserva de su formato original la estructuración en capítulos y tiene una puesta original, donde tendrá gran protagonismo, una pantalla donde se proyectarán imágenes grabadas de los protagonistas que jugarán con las escenas en vivo, para ir completando algunas piezas de este rompecabezas amoroso.

 

 

 


 

 La puesta presenta música de los 80´, luces de neón y tiene una ambientación que recuerda los boliches de aquellos años. Otro recurso interesante, es que los actores siempre permanecerán en todo momento en escena y harán los cambios de vestuario a la vista de los espectadores. El diseño lumínico, la musicalización y un vestuario ochentoso, son puntos altos de una puesta efectiva.

En definitiva, disfrutamos mucho de la obra, por su originalidad y por una trama que engancha al espectador desde el inicio, primero porque tiene que adaptarse al lenguaje que la pieza presenta y luego de hacerlo, disfrutará de una historia que engancha , porque resulta cercano y porque aborda la temática de los vínculos amorosos, sus límites y todo lo negativo que conlleva la infidelidad, todos estos temas convocantes.

Celebramos la aparición de propuestas como Laberinto, que se atreven a salir de los formatos habituales, trayendo al teatro, nuevos lenguajes que sin dudas lo enriquecen y además en este caso lo hace de la mano de un relato que atrapa en todo momento a los espectadores que quieren conocer, cuál será el desenlace de esta historia amorosa.


Pensador Teatral.


domingo, 15 de agosto de 2021

I-CHING

 Dramaturgia y Dirección de Catalina Piotti.

 

 


 


 Domingos 20 30 hs en Teatro Border ( Godoy Cruz 1838 )

 Una propuesta muy original, que fusiona el cine con el teatro, llega al Teatro Border de la mano de la joven dramaturga y actriz Catalina Piotti, obra que según ella misma reconoce es algo autobiográfica, ya que en tiempos de pandemia y estando en Los Ángeles, a través de una guionista, que luego se transformó en su amiga, conoció el I-Ching o también llamado oráculo chino, el más famoso y antiguo de los libros de adivinación.

La obra nos hablará del proceso creativo, de lo difícil que resulta llegar al éxito. Y más profundo, tratar de determinar cuando alguien puede considerarse como exitoso. Un guionista solo es exitoso, cuando su película llega a triunfar en Hollywood ?? O resulta suficiente con escribir una historia que llegue al espectador ??  Quien determina que el único que triunfa es el que gana el Oscar ?? Todos los que no ganan la estatuilla fracasan ??  Y que ocurre, si para alcanzar ese supuesto éxito, se deben traicionar la propias ideas y aceptar la reglas / convenciones de lo políticamente correcto ?? 

 




Esos son algunos de los interrogantes que se le presentan a Leticia ( Catalina Cofono Polack ), la joven guionista protagonista de esta historia. Duerme de día, crea de noche y trata de escapar de las obligaciones mundanas, que la sociedad le impone, como pagar una cuenta bancaria o tener que ir a hacer una compra al super. La norma dicta, que el creador no puede distraerse con tareas menores, tiene que esperar la llegada de esa inspiración, que le permita llenar las páginas en blanco. Leticia tiene ese grado de locura y excentricidad, que parece formar parte del ADN que todo creativo que se precie de tal debe tener.

Pero los días pasan, las hojas siguen en blanco y allí es donde de manera fortuita aparece Amelia ( Luciana Caisutti ) una joven romántica, virginal y supersticiosa. Ella tiene claro su objetivo, que Matías le pida matrimonio, para cumplir su sueño de casarse de blanco y formar una familia. En oposición a Leticia, Amelia quiere socializar todo el tiempo y luego de varios desaires, entablará una relación de amistad con la guionista, gracias a que ambas comparten a su manera la pasión por el cine y por el I-Ching.


 

 


 

Esa nueva relación, parece a inspirar a Leticia, el oráculo parece tener las respuestas que ella estaba buscando y hasta allí vamos a contar, el espectador descubrirá cuando vea la obra, que a medida que la trama avanza,  estas dos mujeres encontrarán más puntos en común de lo que pensábamos y los límites entre ficción y realidad, comenzarán a ser difusos.

Nos gustaron mucho las actuaciones que presenta la obra, Catalina Cofono Polack es la gran protagonista de la historia, con una excelente composición de una Leticia anti-social, que pone todos sus esfuerzos al servicio de una creatividad que se niega en llegar. Destacamos la energía bien arriba de Catalina, en sintonía con lo que pide su personaje.

 

 


 

 

Resulta muy bueno el contrapunto, con el personaje de Amelia a cargo de Luciana Caisutti, como una mujer naif y soñadora. Recordamos haber elogiado a Luciana, por su trabajo en Ella Puede Sola y aquí vuelve a mostrar su sensibilidad, para redondear una muy buena actuación. Muy buenos los trabajos individuales de ambas actrices, que se potencian en el conjunto.

Dijimos al principio, que esta propuesta fusiona cine y teatro, pero todavía no hablamos de ello. Las participaciones de las actrices, se intercalarán con fragmentos de películas que se proyectarán en pantalla gigante, con una sala que parece transformarse en cine. La selección es magnifica y estarìamos mucho tiempo para mencionar todos los filmes y personajes que aparecerán ante nuestros ojos, a modo de ejemplo, podemos anticipar que veremos imágenes de El Padrino, Kill Bill, El Secreto de sus Ojos, El Cisne Negro, La Vida es Bella, Perdidos en Tokio, Una Mente Brillante y un largo etcètera. 

 

 


 


 

Hay un gran trabajo de edición, para dar continuidad a los diferentes imágenes y les podemos asegurar que además de disfrutar del momento teatral, poder recordar en tan pocos minutos, fragmentos seleccionados de las películas más reconocidas de los últimos años, nos van a disparan muchos recuerdos, ya que son películas que marcaron tendencia, con escenas memorables, que aún siguen dando que hablar.

Por todo lo mencionado, valoramos mucho la propuesta de Catalina Piotti, por animarse a escapar de lo convencional y apostar por la innovación, jugando con la fusión de géneros, que nos propone I-Ching y logrando muy buenos resultados, ya que nos permitirá reflexionar acerca de cuestiones existenciales como la búsqueda del éxito, los sacrificios que se hacen en ese intento, la frustración y repasar todo lo que se pierde en un camino, donde las dificultades y las contradicciones serán moneda corriente, siendo importante no perder la brújula de la vida, tratando de priorizar nuestros verdaderos deseos, sin traicionar nuestras convicciones y creencias.


Pensador Teatral.


sábado, 14 de agosto de 2021

La Noche Oscura

Dramaturgia y Dirección de Eugenio Soto.

 

 



 

Sábados 19 hs en Teatro del Pueblo ( Lavalle 3636 )

Teníamos muchas ganas de ver La Noche Oscura, Tragedia Santiagueña y debido al parate por la pandemia, se alargó la espera, pero luego de ver la obra, podemos afirmar que aquí se aplica a la perfección, la frase " valió la pena la espera " , ya que disfrutamos de una fantástica historia, que presenta elementos de la tragedia clásica y de la gauchesca, muy bien regados con humor y parodia, que serán los hilos conductores del relato.

 

 



 

La dramaturgia nos propondrá un viaje teatral sin escalas, hacia una paraje rural y hunilde de Santiago del Estero, tierra árida y yerma, donde los ritos y las tradiciones se siguen a rajatabla, tanto como las empanadas, las chacareras y las siestas santiagueñas, que son una verdadera institución.

 El relato arrancará con el velatorio de Doña Rosa Quiroga, que cumpliendo las leyes ancestrales, debe ir al hoyo, lugar donde van todos los mortales que dejan este mundo. Su propio hijo Santiago, es quien cava la tumba para su madre y como corresponde convoca a los hermanos Carón, enviados de la mismísima Parca, que tendrán la misión de llevarse el alma de la difunta. Solo queda esperar las vísperas para cumplir el ritual del entierro y cumplir con la ley natural.





Pero el trámite no será tan sencillo, ya que Doña Rosa, se niega enfáticamente a ser sepultada. Si así como escuchan, la propia muerta acusa a su hijo de haberla asesinado en confusas circunstancias ( que no vamos a revelar )  y por este motivo no quiere ir a su última morada, sin antes clamar y tramar venganza contra su propio hijo.

Y hasta allí vamos a contar de esta historia, que tiene mucho de suspenso y no queremos revelar demasiado, solo diremos el relaro atrapa desde el arranque al espectador, que seguirá sin perder detalle todo lo que sucederá en aquel paraje perdido de Santiago del Estero, en el que los muertos se despiden comiendo empanadas, tomando vino y cantando chacareras.

El relato es muy rico y tiene de todo como en botica, tragedia clásica, toques shakesperianos, personajes que abrevan en la mitología griega, leyendas del campo, tradiciones gauchescas y hasta un toque de western. Si leyeron bien, hasta pueden aparecer cobwoys en pleno monte santiagueño. Así que a prepararse, y concurrir con la mente abierta, porque esta historia, tiene todos los ingredientes, para que el espectador se haga una panzada de teatro bien nuestro. 

 

 



 

Y como si esto fuera poco, gran parte de la obra está escrita en verso, por lo que entonces disfrutaremos de actores que nos hablarán en rima, realzando lo lúdico que tiene esta pieza, que se permite dialogar sobre la muerte, con un tono bufonesco e irreverente.

Es momento de hablar de las excelentes actuaciones que presenta a obra y de los deliciosos personajes que presenta la misma. Corriendo el riesgo de ser injustos, creemos que las mayores ovaciones se las llevan los hermanos Carón ( cualquier coincidencia en el nombre con Caronte, el barquero de la mitología griega que conducía a los muertos al Hades, reclamarle al dramaturgo ), nos referimos a Sarita ( Paula Baigorrí ) y Juan ( Pedro León Alonso ), ambos realizando interpretaciones superlativas.

Paula Baigorri, es una joven y talentosa actriz, a la recordábamos haber elogiado mucho en La Vida Urgente, una obra del off profundo, con un elenco muy numeroso, donde su figura se destacó claramente. Aquí como Sarita, la cieguita, está genial, rompiendo la cuarta pared con los espectadores, desde antes de iniciar la función ( no vamos a ahondar más aquí ) . Con un histrionismo a flor de piel y mucho carisma, logra momentos muy divertidos y genera muchas risas, pese a lo trágico de su personaje. Nos encantó el trabajo de Paula y vamos a seguir atentos sus pasos, porque es una actriz que promete mucho.






Igualmente de buena es la interpretación de Pedro León Alonso, hermano de Sarita y enviado también por La Muerte para cumplir su misión. Con la guitarra a cuestas, entonará chacareras muy festejadas por el público al que alentará también para que las cante, porque como dijimos ya, en La Noche Oscura, los velorios son cantados. Estupenda composición la de Pedro, muy divertido su personaje, que se luce mucho en esta desopilante historia, que incluye también una ronda de chistes santiagueños ( cuando le dijimos que la obra tiene de todo, no exageremos ni un ápice )

Pero no seamos injustos, con Bianca Vilouta Rando, como Doña Rosa Quiroga, la protagonista central de la historia, enojada por tener que abandonar este mundo, hará lo imposible para alargar su estancia en la tierra. El púbico celebra su terquedad y algún insulto muy gracioso que le dedica a los enviados de la muerte. Buenísimo lo de Bianca. En el mismo registro, se encuentra Dario Pianelli, como Santiago, gaucho bruto e impetuoso, bastante falto de amor, que debe soportar la acusación y maldiciones varias, que le lanza su difunta madre. Gran presencia escénica de Darío, que también realiza una muy buena composición. Completa el elenco Lucas Delgado, quien aparece sobre el final de la trama, en un personaje que no vamos a revelar, para no quitar sorpresa, ya que es absolutamente desopilante.

 

 



 

Como muchas veces decimos, puede haber muy buenos guiones, ideas interesantes, pero si luego no aparecen los intérpretes adecuados, para llevarlas adelante, todo puede quedar a mitad de camino. Bueno, eso no sucede en La Noche Oscura, Eugenio Soto quien pergeñó la obra,  pudo encontrar un elenco joven y talentoso, que se identificó con la historia y la abrazó con mucho compromiso, logrando darle mucho recorrido a los personajes y redondeando magníficas actuaciones.

La puesta resulta muy atractiva, con varios ítems para destacar, arrancando por el diseño escenográfico de Nicolás Botte, con ese rancho dominando el espacio escénico, el vestuario gauchesco de Silvia Luzuriaga, importante para la caracterización de los personajes y el diseño lumínico de Aquiles Gotelli, dando esa atmósfera lúgubre y a media luz, que el relato pide.

 

 



 

Una ola de creatividad resulta La Noche Oscura, una propuesta arriesgada, que nos gustó mucho y por eso la recomendamos, con una dramaturgia bien autóctona, que mira hacia el interior de nuestro país, teniendo en cuenta, ritos y tradiciones ancestrales, que siguen vigentes, pese a que desde las grandes ciudades, les restamos importancia. Además el texto tiene entre sus numerosas virtudes, poder hablar de un tema tan fuerte con la muerte, con una mirada humorística y numerosos guiños, que le quitan dramatismo.

La obra desde su estreno viene agotando localidades y eso muestra la buena recepción que está teniendo en el público, empezando a operar el boca a boca, que es una herramienta fundamental en el teatro independiente. Por eso no se pierdan esta historia desopilante, que les propondrá viajar a Santiago del Estero, para disfrutar de un relato cautivante y de personajes deliciosos. Y vayan preparados, para comerse una empanadita, tomarse un vinito, mientras suenan las chacareras, porque en Santiago, a los muertos se los despide con alegría.


Pensador Teatral.



viernes, 13 de agosto de 2021

A la Izquierda del Roble

 Dramaturgia de Pacho O´Donnell . Dirección de Daniel Marcove.

 

 


 

Viernes 19 hs en Centro Cultural de la Cooperación ( Av. Corrientes 1543 )

Celebramos la idea de Pacho O´Donnell, reconocido dramaturgo e historiador, que un día como cualquiera, caminando por Buenos Aires, pensó que justo sería idear una obra que recuerde al gran Mario Benedetti, reconocido escritor y poeta uruguayo, que sin dudas ha marcado ha varias generaciones a través de sus obras literarias.

 

 



 

Benedetti, le escribió al amor y a la cotidianeidad, son famosos sus poemas, sus textos y canciones, que trascendieron las fronteras rioplatenses. Siempre relacionado con lo popular, fue un ferviente militante de la resistencia, que lucho contra los poderosos y principalmente contra las feroces dictaduras latinoamericanas, lo que le valió tener que exiliarse desde su querida Montevideo hacia Argentina.

Acá en Buenos Aires, fue donde Pacho conoció a Benedetti y compartieron en la redacción de Crítica apasionantes charlas, en las que también participaba Eduardo Galeano, vaya riqueza que tendrían aquellas tertulias. Esta breve introducción, entendemos puede servir para dar testimonio del nacimiento de la idea en la cabeza del autor y siempre nos resulta interesante comentar como nacen estos proyectos.

 

 


 

Pacho se lanzó con la idea y confió en Daniel Marcove, que ya había dirigido tres obras escritas por él, para que fuera el director que amalgamara sus intenciones y la rueda de la creatividad comenzó a rodar. Y vaya si fue exitoso el proyecto, ya que A la Izquierda del Roble, que toma su nombre de un recordado poema de Benedetti, inicia luego de este parate obligado por la pandemia, su cuarta temporada en cartel, permanencia muy poco habitual, que cuando ocurre suele marcar que la obra tiene algo especial.

Y sin dudas, que este hermoso espectáculo lo tiene, con una puesta minimalista y una estética bellísima, podremos disfrutar de las mejores poesías de Benedetti, anécdotas de su infancia y su vida adulta, repasar las novelas suyas que se convirtieron en películas recordadas como La Tregua o rememorar temas musicales como Te quiero o Porqué cantamos, que se harán presentes con fuerza en esta exquisita noche teatral, de la que seremos testigos.

 

 




Además otro gran acierto es esa pantalla gigante situada de fondo, donde podremos disfrutar del vivo recuerdo del escritor, al ver su rostro y escuchar sus palabras, en un imaginario reportaje que Pacho le realiza. Como dato de color, indicar que a los 76 años, Pacho debuta como actor y lo hace con un aplomo que abruma. Es el maestro de ceremonias de este homenaje y lo lleva adelante en gran forma, con una cadencia justa en el relato y esa bonhomía que lo caracteriza. Un lujo verlo en el escenario a cargo de la trama.

Y lo acompaña un equipo de lujo, con nada menos que Alejandra Darín, una enorme actriz, aquí recitando poemas, con una pasión y una intensidad que llegan al corazón del espectador. Marcelo Balsells, que fuera primera voz de Opus 4, es quien entonará bellísimas melodías que tiene la pieza y el talentoso Sergio Vainikoff, desde los teclados, tendrá a su cargo el acompañamiento musical y los efectos especiales presentes a lo largo de toda la trama.

Este póker de virtuosos reunidos para el proyecto, dan muestra de su talento en el vasto escenario de la sala principal de la Cooperación, que además presenta un sonido perfecto, una cálida escenografía de Paula Molina y un diseño lumínico de Miguel Morales, que le otorga el ambiente íntimo y familiar, que el texto pide.

 

 


 

No vamos a contar más, para dejar que se sorprendan cuando vean la obra, si diremos que A la izquierda del Roble, es un sentido y merecido homenaje a Mario Benedetti, que de acuerdo a la edad del espectador, lo llevará a recordar bellos momentos de su vida y en otros casos, cuando se trate de  público más joven, le permitirá conocer a este fascinante personaje y sumergirse en su obra, para darse cuenta, cuando haga el repaso, cuantas cosas de Benedetti conocía y no sabía que había sido su autor.

 Recomendamos especialmente este bello y emocionante espectáculo, que resulta un verdadero lujo para nuestro teatro independiente, por la calidad de sus intérpretes y por la envergadura del homenajeado, que no tenemos dudas, desde el cielo disfrutará de esos aplausos y bravos, que llenan el aire de la sala, al final del la función.-



Pensador Teatral.

 

sábado, 7 de agosto de 2021

El Placer

Dirección de Jorge Eiro. Creación Colectiva de Jorge Eiro, Sol Fernández López, Zoilo Garcés, Cristian Jensen, Juana Rozas y Manuela Sánchez Almeyra.

 

 


 

Sábados 18 hs en Espacio Callejón ( Humahuaca 3759 )

El Placer nace de un experimento de creación colectiva, organizado por el Centro Cultural San Martín, en el cual Jorge Eiro, presentó al elenco algunas cartas que llegaron a su madre durante la última dictadura y a partir de las mismas comenzaron los ensayos, improvisaciones, recuerdos personales, para que de a poco, los actores se vayan apropiando de los personajes, trascendiendo la idea original del autor y surgiendo entonces la autoría colectiva.

 Una vez explicado la génesis de la obra, que en este caso en particular consideramos resulta nuy interesante, surge como conclusión que el proceso fue exitoso, ya que logró trascender las fronteras experimentales del Cultural San Martín, tomando la pieza vuelo propio y llegando dos años después al Espacio Callejón, uno de los teatros más reconocidos del circuito off.

 

 


 

 

Si tuviéramos que señalar, cuales son a nuestro entender las razones, de este paso exitoso de la obra, rápidamente podemos decir, que El Placer es una historia mínima, que tiene un encanto particular, ya que con un texto sensible y reconocible para el espectador, nos hablará sobre la complejidad que pueden tener los vínculos familiares y las dificultades para atravesar el duelo por la pérdida de un ser querido y más amplio aún, lo difícil que puede resultar hablar de ciertos temas, quedando al descubierto todos los mecanismos a los que recurre el ser humanos, para eludir referirse a cuestiones que pueden resultar incómodas o de difícil abordaje.

El argumento de la obra, trata del reencuentro de tres hermanos en una casa de una pequeña localidad costera, trás la muerte de su madre. Esa casa donde ella decidió pasar sus últimos años, alejada de sus hijos y acompañada de una señora que la cuidaba y la ayudaba en los quehaceres diarios. Dos de los hermanos, los mayores, comparten padre, pero la hermana menor, es fruto de una relación que tuvo la madre, con otra pareja muchos años después.

La situación no es cómoda, ya que los hermanos se ven poco en la actualidad y entonces las conversaciones versan sobre temas generales y trivialidades, ya que poco comparten en el presente. Solo los une, un puñado de recuerdos familiares, algún verano juntos en aquella casa a la que vuelven luego de mucho tiempo y poco más. Hay también una barrera generacional con la hermana menor, que cuesta romper y a medida que la charla entre ellos avanza, descubrirán que los diálogos que tenían con su madre, no era del mismo tenor, apareciendo secretos y hechos no revelados.





Y hasta allí contaremos, el resto lo descubrirán cuando vean la obra, que tiene una atmósfera de nostalgia muy bien creada, por la ausencia de la madre, por esa casa vacía, por los objetos que aparecen trayendo recuerdos y por esa localidad perdida, al que la madre eligió ir, para estar lejos de todos, incluso de sus afectos, algo que ahora ya no puede revertirse.

Nos gustaron mucho las actuaciones. A nuestro entender, la actuación más destacada, tal vez por la potencia del personaje en la historia,  es la de Sol Fernández López, como Eugenia, la hermana mayor. La que se preocupa por los hijos que la esperan en Buenos Aires y la que mira con algo de recelo a la menor de la familia. Un personaje muy querible el que compone Sol, divertido y de una simpleza muy lograda. Gran trabajo el de Sol, con un histrionismo a flor de piel, que le otorga una gracia particular.

 

 




Igualmente valiosa es la interpretación de Cristian Jensen, como Luciano. Comparte muchos recuerdos con su hermana mayor, pero eso fue en el pasado, ahora cada uno tiene su vida. Melancólico, bonachón y saliendo de una ruptura amorosa, tratará de poner su mejor onda, en aquel encuentro incómodo para todos. Es muy buena la construcción de personaje que realiza Luciano.

La hermana menor es Rocío ( Juana Rozas ). Callada e introvertida, es la que mas incómoda se siente allí. Parece no congeniar con esas personas que pese a ser sus hermanos, parecen dos absolutos desconocidos, con los que solo tenía en común la misma madre y algun encuentro esporádico cuando era chica, que por su edad tampoco recuerda demasiado. 





Completa el elenco, Zoilo Garcés, que nada tiene que ver con aquel grupo familiar. El vive en aquella localidad balnearia y aparecerá allí casi de casualidad, tratando de aportar algo de aire fresco, que rompa esa atmósfera melancólica y algo amarga que se respira en aquella casa. Son muy buenos los trabajos individuales de los cuatro actores y se destacan aún más en lo grupal.

Dejando de lado las actuaciones, debemos destacar el ingenioso y novedoso diseño escenográfico, que presenta la pieza, rubro a cargo de Ariel Vaccaro,  por el cual la escenografía en diferentes momentos del relato, girará gracias a la acción de los propios actores, para mostrar la casa desde dos perspectivas, una cara el interior de la misma y la cara opuesta, un ventanal que nos permite ver el frente del hogar, espiando el interior. Una de esas genialidades del teatro independiente, que merece verse, porque cuesta explicar con palabras.

La casa está cargada de elementos, de objetos y de recuerdos de un pasado que ahora se presenta de manera vertiginosa, pero el aspecto de aquel hogar en general es descuidado, olvidado, tal vez como estuvo la madre, durante esos últimos años. Párrafo especial para el logrado vestuario algo ochentoso de los personajes a cargo de Manuela Sánchez Almeyra. 

 

 


 

Otra de las fortalezas de la obra, es que logra tratar una temática profunda y densa, jugando mucho con el humor y algunas situaciones ridículas, que los personajes parecen buscar adrede, para evitar hablar del dolor que sin dudas los atraviesa.

En definitiva, vivimos un momento teatral entrañable con El Placer, sentimiento ausente en esta historia cercana y reconocible, donde los espectadores se ven reflejados en estos hermanos a los que les cuesta hablar de lo que sucede y prefieran eludir hablar del dolor, como si de esa forma el dolor no existiera.

Recomendamos la obra, que además de movilizarnos e invitarnos a la reflexión, nos permitirá disfrutar de estos personajes queribles, que viajaron a despedir a su madre, cuando ya era demasiado tarde para hacerlo.


Pensador Teatral.


viernes, 6 de agosto de 2021

Redención, La Religión en el Cuerpo.

Dramaturgia de Máximo Duem. Dirección de Leonardo Gavriloff.

 

 



 

Viernes 20 30 hs en Bar de Fondo ( Julián Alvarez 1200 )

Una propuesta fuerte, actual y muy valiente, llega de la mano de Redención, ya que se atreve a tratar un tema complejo y poco explorado en nuestro teatro, como es el accionar de alguna religiones, que tienen como herramienta, recurrir a la culpa y a la angustia de sus fieles, como método para que sigan el camino que ellos predican, que sin lugar a las discusiones, es el único posible. Un camino construído por la palabra de Dios, que no admite ningún tipo de desvíos.

 

 

 



 

 Pero, que sucede cuando los deseos de las personas, chocan contra el pensamiento de la Iglesia ?? Hay un escucha comprensiva para tratar de entender a la persona o se la juzga con dureza, cuando intenta cuestionar dogmas que son inquebrantables. Hay flexibilidad o esa rigidez por momentos se transforma en absurda y asfixiante para es ser humano ?? Por otro lado, las creencias de la Iglesia, se aggiornan a los cambios que se viven en la sociedad ?? Tiene en cuenta los nuevos paradigmas o los ignoran ??

 La dramaturgia gira sobre esas ideas, la fe, la culpa, los dogmas y la creencia, como única tabla de salvación, para aquellas personas con problemas y adicciones, que rechazadas por la sociedad y la propia familia, ven la mano de algunas religiones que están creciendo mucho en los últimos años, como la única se extiende para darles cobijo, en momentos oscuros de la vida, donde encontrar alguien que les brinde un refugio, es fundamental, para no seguir cayendo.

 No vamos a contar mucho del argumento de Redención, solo diremos que la historia sucede en dos planos temporales, en el comienzo tendremos dos jóvenes amigos, con vicios y adicciones, que no encuentran su rumbo en la vida. Luego de cinco años, la situación de ambos cambió radicalmente. Uno de ellos está por casarse y formar una familia y el otro se convirtió en un novel pastor de la Iglesia Evangélica. Pero lo que vivieron el el pasado fue demasiado fuerte, dejó consecuencias y hay heridas que aún siguen abiertas, por eso surgirán momentos de crisis y cuestionamientos, donde la fe y las creencias personales entrarán en conflicto, con sus propios sentimientos.





Y no vamos a contar más, la trama es realmente fuerte, por momentos puede incomodar al espectador por la crudeza del relato, ya que las acciones que vemos nos resultan cercanas y reconocibles y allí precisamente es donde surge esa incomodidad. Muchas veces preferimos esconder la basura bajo la alfombra, porque verla, puede significar tener que involucrarse y hacerse cargo del tema. 

Una propuesta intensa y arriesgada como la de Redención, requiere un elenco que esté a la altura y aquí Leonardo Gavriloff, ha encontrado un joven elenco, que se nota comprometido al máximo con el proyecto y que se entrega por completo al mismo. En virtud de las actuaciones muy destacadas que tiene la obra, vamos a mencionar a los integrantes del elenco, ya que sus trabajos así lo ameritan.

 Nos gustó mucho el trabajo de Kevin Vainer, como Alex, es quien a está punto de casarse, pero tiene fuertes dudas, entre seguir el camino que le marca la religión o sus deseos íntimos. Muy buena composición la de Kevin. Carla Di Amore, es María, su futura esposa, ella sigue al pie de la letra lo que la Iglesia predica y sufriendo mucho la situación pedirá la ayuda divina. Una interpretación muy destacada la de Carla, dándole a su personaje la sensibilidad, que el mismo pide.

 

 


 

La pareja está en peligro y acuden por ayuda a Yamil ( Emmanuel Maximiliano ), antiguo amigo de Alex, hoy ya consagrado como pastor, que hará lo posible, para ayudar a su amigo, luchando por un pasado que no deja de atormentarlo. Un trabajo muy convincente de Emmanuel, muy creíble en su papel y además es autor de la obra, por lo tanto debemos darle mucho crédito.

 Y si hablamos de credibilidad en su personaje, debemos destacar especialmente a Diego Armel, como el Pastor Enrique, con una presencia escénica muy marcada, será la voz de la Iglesia, que intentará encaminar a los fieles, aunque surgirán algunas contradicciones, que pondrán en serio riesgo su tarea. Impresionan sus encendidos discursos, por su realismo y potencia. Una composición excelente la de Diego, que parece un verdadero pastor.

 Nicole Trasenders, como Estefanía, protagoniza la primera parte de la historia y luego seguirá presente en los recuerdos de los protagonistas. Aporta una buena cuota de sensualidad a la obra y es una buena muestra de lo duro que pueden pegar las adicciones. Muy buena prestación de Nicole, en un papel que requiere mucha entrega física.

 

 



Para el final mencionar a Agustina Rivarola como Soledad y Pablo Ventre como Ricky, ambos desde papeles menores, hacen su aporte de manera más que acertada, cuando están en escena y también desde el afuera. Uno de los aspectos originales que tiene la puesta de Leonardo Gavriloff, es que los actores que no están en escena, no salen de la vista del espectador, permanecen fuera del cuadro escénico, observando a quienes protagonizan las acciones, con interacciones entre ellos y siendo también espectadores, que parecen juzgar los actos de los otros. Realmente un recurso muy ingenioso del director, que agrega valor a la puesta.

 La puesta es realmente creativa, además de lo mencionado en el párrafo anterior, presenta un diseño escenográfico minimalista e innovador, donde cuatro tablones de madera ( pallets ) serán los que darán las diferentes locaciones, que requiere la trama, convirtiéndose en una cama de dos plazas, en mesas y sillas, puertas o un palco, para que el pastor, realice su plegaria. En cada nueva escena la escenografía cambia y son los mismos actores los que realizan ese cambio. Muy ingenioso el recurso y una muestra de que no siempre es necesario contar con recursos económicos, para diseñar una escenografía. En muchas ocasiones alcanza con tener buenas ideas, para obtener grandes resultados.

 

 

 


 

En definitiva, nos llevamos una muy grata sorpresa con Redención, La Religión en el Cuerpo, ya que trata una temática muy actual en nuestra sociedad, de la que pocas veces se habla y lo hace con profundidad y gran seriedad. Esto se logra a partir de una efectiva dirección de Leonardo Gavriloff y de la excelente prestación de este joven elenco, integrantes de la compañía La Araña, a quien vemos por primera vez en escena y nos dejaron una muy buena impresión, con puntos muy altos y no tenemos dudas que pronto veremos a muchos de sus integrantes, en nuevas obras.

En definitiva, Redención es una original propuesta, que escapa de los argumentos tradicionales y sencillos, eligiendo un tema que puede incomodar a algunos, pero que indudablemente invita a la reflexión. abriendo nuestra mente y movilizando al espectador. Obras de este tipo no abundan en nuestro teatro independiente y son realmente valiosas, por ello les recomendamos descubran como hicimos nosotros, lo que este grupo de jóvenes actores, tiene para contar.


Pensador Teatral.

 

jueves, 5 de agosto de 2021

La Chica del Sombrero Rosa

Libro de Federico Gimenez . Dirección de Roberto Antier. Producción de Aldo Funes.

 

 


 

Jueves a Domingos 20 hs en Teatro La Casona ( Av. Corrientes 1975 )

Una alegría grande volver la calle Corrientes, luego del nuevo paréntesis marcado por la pandemia y hacerlo con La Chica del Sombrero Rosa, una comedia blanca, que con un argumento sencillo, pero efectivo, consigue divertir al espectador y también emocionarlo. Aunque su mayor logro, es que la obra, nos permitirá disfrutar en un mismo escenario de un elenco realmente de lujo, dando la oportunidad a figuras muy reconocidas y al mismo tiempo un poco olvidadas  de nuestro espectáculo, dándoles el espacio, para que puedan mostrar su valía y vigencia.

De la historia, diremos que tenemos a una famosa escritora, que no está pasando el mejor momento en cuanto a inspiración literaria y tampoco en la relación con su marido, que deberá superar una dificultad tan grande como inesperada, reemplazar a Gloria, su asistente, mucama, cocinera y confidente, que debido a su avanzada edad, pasó a mejor vida, hace pocas semanas.

 

 



 

 

Conseguir una reemplazante, no es tarea sencilla y la búsqueda traerá consigo una serie de enredos y situaciones divertidas, que irán aconteciendo a medida que la trama avanza. Y lo haráde manera fluida, gracias al enorme oficio de un elenco, que encuentra terreno fértil para volcar toda su experiencia al escenario y tener momentos de lucimiento personal y colectivos, que son los que el púbico, que paga su entrada quiere ver.

Y no vamos a contar más, dejaremos que el espectador se sorprenda como nosotros, ya que el camino de la comedia de enredos, que parece inalterable, dará un giro inesperado cerca del final, dando un vuelco al texto y trayendo emociones en un final a todo orquesta.

Sin lugar a dudas, el punto fuerte de la obra como ya dijimos antes, es el gran elenco reunido, arrancando con María Rosa Fugazot, la gran protagonista de la noche. Una satisfacción grande verla en acción, ya que realiza una composición fantástica de una escritora malhumorada, ácida y con pocas pulgas, que finalmente mostrará que tras esa apariencia rígida, se esconde a una mujer de enorme corazón. Emociona la presencia escénica de Fugazot, mostrando su vigencia y registro artístico, para llevar adelante este protagónico de semejante forma. Una alegría que María Rosa, haya podido superar momentos complicados, como tantos actores durante la pandemia y pueda lucirse tanto aquí. 


 


 

 

Otro punto alto fuerte de la noche, es Alberto Martín, actor de mil batallas, que se encarga de poner los momentos más divertidos de la noche, siendo por un marido infiel y bastante chanta y por otros un verdadero santo. Sin dudas que Martín, se siente muy cómodo en la veta humorística, siendo muy festejadas sus intervenciones por la platea.

Párrafo especial, para Zulma Faiad, una verdadera leyenda de nuestro espectáculo, que desde un papel no tan protagónico, de ninguna manera pasa desapercibida. Siempre con chispa y ese ángel que la acompaño durante toda su carrera, regando el escenario con una alegría que transmite en cada uno de sus parlamentos. Un lujo poder ver a Zulma en acción y con tanta energía positiva, algo que el espectador percibe y agradece.


 

 


 

Adriana Salgueiro, eternamente bella y con glamour, también desde un papel con menor participación, aprovecha a la perfección sus minutos en el escenario, para dar vida a una amiga de la escritora, que incentivada por el vino que riega la noche, dejará en libertad a su lengua filosa. Siempre versátil y rendidora Adriana, hace un muy buen aporte a la obra.

La sangre joven del elenco, la aportan Matías Santoiani y Kitty Locane. Matías es el mayordomo de la casa y también aporta los momentos más divertidos de la obra, componiendo un personaje muy querible. Impecable lo de Matías, encajando muy bien en la historia y siendo muy generoso con sus compañeros de elenco

Dejamos para el final Kitty Locane, sin dudas es la revelación de la obra. Llega a la casa, como la candidata a reemplazar a Gloria y para hacerlo deberá soportar una serie de dificultades y desafíos, que la casa y sus integrantes le impondrán. Aportando mucha frescura y desenfado, queremos destacar la actuación de Kitty, que logra lucirse en un elenco poblado de figuras, algo que no resulta sencillo.

 

 


 

Indudablemente en momentos tan complejos para la actividad teatral, montar una obra de estas características, es casi un acto de fe y de amor por la profesión, ya que se hace imposible poder recuperar la inversión, por eso queremos destacar el esfuerzo de Alfo Funes, en la producción general por seguir apostando al teatro en este contexto y hacerlo con un elenco notable, siendo mayor el mérito, porque se acuerda de figuras que por temas generacionales y modas caprichosas, son injustamente postergadas y no tienen el lugar que merecen.

Creo que ya dijimos lo suficiente, La Chica del Sombrero Rosa es una comedia que divierte, sin caer en golpes bajos, ni groserías, algo que también debe mencionarse, ya que tampoco es habitual y son pocas las obras de este tipo que pueden verse en familia. Y si bien el argumento es simple y puede tener alguna carencia dramatúrgica, tiene la efectividad necesaria, para que la gente se ría durante toda la pieza, siendo este, cumpliendo el objetivo central de toda comedia que se precie.

La Chica del Sombrero Rosa, es una invitación, para divertirse y emocionarse, pero sobre todo, para disfrutar en el escenario del elenco reunido, que sorprende por la calidad de sus actuaciones y una vigencia que nos llena de alegría. Por ello, no extraña, el aplauso emocionado y merecido que los espectadores que respetando los protocolos, colmaron la bella sala de La Casona, les regalan a los actores al final de la función.


Pensador Teatral.