domingo, 14 de septiembre de 2025

La Niña Jamón

Dramaturgia de Laura Eva Avelluto. Dirección de Carla Gorban.






Domingo 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )

Una muy grata sorpresa nos llevamos con La Niña Jamón, esta divertida propuesta que desde al arranque nos convoca, desde su enigmático nombre, escondiendo una comedia dramática que tiene de todo. Pasajes realmente delirantes, otros de alto contenido emocional, momentos musicales, pasos de baile y un giro inesperado que le pondrá suspenso a una historia, que tiene a la risa como principal invitada, pero que tiene mucho más para ofrecer.





El relato se inicia en un living familiar. Allí se encuentran Dora ( Flavia Bagdadi ) y su hijo Eugenio ( Lucas Butti ) . La relación entre ambos es muy particular, ya que la manipulación que ejerce Dora es tremenda. Es una madre castradora, controladora, quejosa y full tóxica. Enseguida los espectadores se apiadan de aquel hijo adolescente, que debe soportar al torbellino que es su madre, algo que resulta casi imposible. La relación es asimétrica por donde se la mire, siendo Dora la que maneja todo lo que pasa en aquel hogar. En esos diálogos iniciales, se nota una incipiente extravagancia de ambos integrantes de aquella casa, algo que muy pronto confirmaremos.

Pronto nos enteraremos que aquel particular hogar recibirá una visita, ya que Eugenio ha invitado a cenar a su novia Eugenia ( Pilar Aguero ), que por primera vez irá a su casa y por el mismo precio conocerá a su madre. En ese momento, todos los espectadores intuyen que la invitada no la tendrá sencilla, pero se quedarán absolutamente cortos con aquel pensamiento, ya que lo que vivirá la chica será una verdadera pesadilla, desde el momento en que atravesará la puerta de entrada y conocerá a una Dora implacable, que no dejará cosa por hacerle.





No queremos contar demasiado, para que se sorprendan como nosotros, por una velada que incluirá algunas discusiones por el menú, ya que Eugenia es vegetariana y parece que no han tomado nota de ello. Dora no parará de hacer preguntas incómodas a la invitada, y hasta tendrá tiempo para contarle algún drama familiar, para expresar sus miedos de quedar sola, mostrará junto a su hijo sus dotes para el canto y la actuación, entre otras cosas. De a poco Eugenia, irá notando que su novio, tiene varios códigos en común con su madre, algo que la descoloca por completo. Las risas, el delirio y los momentos incómodas se adueñarán de la cena familiar, Pero les recomendamos a los espectadores, que estén muy atentos, porque en el momento que menos imaginan, el relato tomará un rumbo inesperado y perturbador, que dejará terreno fértil para un final a todo orquesta.de novela.

Tiempo de hablar, del joven elenco que representa la obra y tenemos que arrancar si o sí, con Flavia Bagdadi, que realiza una fabulosa composición de Dora. Una madre controladora y manipuladora, que maneja una impunidad a toda prueba. El personaje de Flavia es el corazón de la historia, ya que Dora es la que lleva la batuta en esa casa tan extravagante y es quien decide que se puede hacer o decir. A Flavia ya la elogiamos en otras oportunidades por sus trabajos, pero acá directamente la rompe. El público no sabe si horrorizarse o festejar sus diferente salidas, pero lo queda claro, es que se ríe muchísimo con el gran personaje que compone, que además le permite dar rienda suelta a todo su histrionismo.






Pero no seamos injustos con el resto del elenco, ya que si bien Flavia se lleva las mayores miradas, tenemos que destacar los trabajos de Lucas Butti y Pilar Aguero, que se lucen mucho también. Lucas es Eugenio, el sufrido hijo de Dora, que debe soportar todos los desaires y las barbaridades que le dice su madre y lo hace con un estoicismo admirable. Está muy bueno el trabajo de Lucas, porque en los momentos que el relato lo pide, sabe entrar en la misma sintonía de locura que establece su madre, dándose un tándem muy divertido.

Y nos queda hablar de Pilar Aguero, como Eugenia, la gran víctima de la velada, que debe aguantar el torbellino que será Dora, que buscará todas las maneras posibles para incomodarla, sin que su novio se atreva a salir a defenderla de la manera debida. Su personaje genera una gran corriente de empatía en el público, que tiene ganas de ir a rescatarla. Nos gustó mucho la composición de Pilar y para destacar su gran expresividad. Son tremendas sus caras de que hago aquí y que mal la estoy pasando. Gran elección para este personaje.

Son muy buenas las actuaciones de los tres protagonistas, con gran química entre ellos y esto favorece mucho a un relato desopilante y con mucha dinámica. Acá tiene mérito la dirección de Carla Gorban, que ofrece una puesta con ritmo, que atrapa al espectador desde el arranque, hilvanando una historia que tal vez sea la cubierta de otra oculta.. Nos gustó el vestuario, que colabora con la muy buena caracterización de los personajes y los momentos musicales que tiene la obra son también destacables, ya que además de ser muy graciosos, descomprimen la atmósfera de tensión que por momentos tendrá la díscola  reunión familiar.






Y hasta acá vamos a contar, pasamos una noche muy divertida viendo La Niña Jamón, siendo un privilegio poder entrar a la casa de Dora, para reírse y tratar de descubrir los secretos que se esconden entre esas cuatro paredes. El relato por momentos es desopilante y por momentos se vuelve perturbador, en especial por los malos momentos que le hacen pasar a la invitada. La trama en algún momentos hace referencia a Eugene Ionescu, una de las figuras centrales del teatro del absurdo, que la obra representa muy bien.

Por todo lo que comentamos, solo nos queda recomendar La Niña Jamón, una propuesta original y muy divertida, que los hará reír, los hará emocionar y también les dará un poco de miedo. Si todo eso junto, porque la obra es una verdadera caja de sorpresas, por lo que les recomendamos estén bien atentos, ya que los espera un final a todo trapo. La mesa está puesta, los espera una dramaturgia inteligente, una puesta divertida y magníficas actuaciones, que se unirán para que disfrutemos de una noche a puro teatro independiente, en la que todo puede suceder.


Pensador Teatral.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Tres Mujeres Audaces.

Dramaturgia de Mario Diament, Dirección de Mauro J. Pérez.






Viernes 21 hs en Teatro El Tinglado ( Mario Bravo 948 )

Una vez más Mario Diament, uno los autores más reconocidos de nuestro teatro, vuelve a deleitarnos con una ficción atrapante, a partir de una ingeniosa idea, tomar a tres mujeres icónicas de la literatura teatral, como Nora de " Casa de Muñecas " de Ibsen, Julia de La Señorita Julia de Strindberg y Elena de Tío Vanya de Chejov, tres figuras femeninas muy fuertes, surgidas todas ellas a fines del Siglo XIX, que sembraron la semilla del feminismo, algo inédito por aquellos años, en los que la revolución femenina que finalmente se gestó décadas después, era todavía algo impensado.





La creatividad de Diament, vuelta alto al idear una obra que tiene a estas tres mujeres en foco y como disparador imaginar que sucedió con sus vidas, luego de aquellas obras. Que aconteció con Nora luego de dejar su hogar y a sus hijas  ?? Cuál fue la suerte de Julia que partió con una navaja de su casa y con intenciones suicidas ?? Y Elena, finalmente  habrá encontrado el verdadero amor, luego de abandonar a aquel hombre mayor y lleno de achaques con que se había casado. Las tres obras, dejaban espacio abierto para imaginar y Mario lo aprovechó a la perfección, ya que decidió subir a esas tres mujeres en un mismo barco que partiendo de Hamburgo, tendría como destino a la lejana y remota Buenos Aires. 

Y así arrancará la obra, teniendo como ambientación la cubierta de un barco, por la que desfilarán Nora ( Julieta Correa Saffi ), Julia ( Nadia Furst ) y Elena ( Amanda Bond ) estás tres icónicas mujeres que eligieron escapar de sus destinos y huir al lugar más alejado posible que pudieran, siendo Argentina un lugar ideal, ya que allí se sentirían a salvo y bien lejos de un pasado que las atormenta. Durante el viaje, compartirán anécdotas, recuerdos y pensamientos, recorriendo algunos hechos de sus difíciles vidas, pero mostrando esa fortaleza que les permitió seguir en pie, pese a todo lo que debieron atravesar y aventurarse a un futuro desconocido.






El autor juega con habilidad con el destino de aquel barco, incorporando en la historia a Johny Morton ( Miguel Sorrentino ), argentino él y bailarín de tangos, parte del staff del barco, que les hablará de lo que les espera en Buenos Aires, bajo la mirada desconfiada de aquellas mujeres que no han tenido buenas experiencias con los hombres. No queremos adelantar más para mantener el suspenso, solo vamos a contar que el amor, los recuerdos y el dolor, estarán presentes en esta travesía por el vasto océano.

Es momento de hablar de las estupendas actuaciones que tiene la obra. Realmente era un desafío para las actrices elegidas poder representar a tres personajes femeninos tan fuertes y lo han resuelto en gran forma, mostrando las tres estar más que a la altura. Arranquemos destacando el trabajo de Julieta Correa Saffi, como Nora. No se muestra arrepentida de haberse ido de su hogar noruego, pero no logra dejar de pensar en la suerte de sus tres hijos. Una composición sensible y de fuerte contenido emocional logra Julieta, que se destaca y mucho con su personaje. A Julieta ya la elogiamos varias veces en este sitio y volvemos a hacerlo esta vez, mostrando que es una actriz de gran versatilidad, que siempre responde.






Sigamos con Amanda Bond, como Elena. Otra actriz, que nos gusta mucho, dueña de gran presencia escénica  y que siempre que tenemos la suerte de verla, destacamos su trabajo. Recordemos haberla elogiado mucho por su interpretación en Café Central, en este mismo teatro. Aquí como Elena, tiene un gran desafío, ya que su personaje, vivirá una experiencia muy fuerte durante el viaje, que no vamos a adelantar, pero podremos ver la enorme transformación de su personaje, que arrancará la obra con una sonrisa radiante y luego mostrará el rostro del sufrimiento. Nos encantó la interpretación de Amanda.

Sigamos con Nadia Furst como Julia. A Nadia es la primera vez que la vemos en escena y nos sorprendió muy gratamente, por su frescura y desparpajo, siendo la mujer más liberal de las tres y logrando incomodar a las otras, por sus ideas tan avanzadas. Muy bueno lo de Nadia, completando un triángulo femenino virtuoso. El elenco se cierra con Miguel Sorrentino, otro viejo conocido del sitio y otro actor todo terreno que siempre rinde. Aquí le toca representar a un personaje masculino, entre tres mujeres muy fuertes y lo hace muy bien.

Hay que hablar de la bella puesta de Mauro Pérez, que logra darle fluidez al texto, generando un relato que resulta muy atractivo para el público. Hay que destacar especialmente, el vestuario de época de Paula Molina, que caracteriza de muy buena a manera a los personajes. Otro ítem para resaltar es el diseño escenográfico de Héctor Calmet, que de manera simple, pero muy efectiva, convierte el escenario de El Tinglado, en la cubierta de un barco.





Y hasta acá vamos a contar. Tres Mujeres Audaces, es uno de los estrenos destacados del año y esto queda claro, al ver la obra y entender su tiempo de permanencia en cartel y la muy buena respuesta del público. Sin dudas que la idea de Mario Diament resultó un gran acierto, ya que tomó a tres mujeres emblemáticas del teatro y les imaginó un futuro posible que sus historias abiertas permitían dibujar, logrando que la magia del teatro las reúna en un viaje hacia el país más austral del mundo.

Por todo lo mencionado, les recomendamos saquen sus pasajes para embarcarse junto a estás icónicas mujeres, que abrazaron las ideas del feminismo cuando el patriarcado y el cumplimiento de los mandatos sociales eran ley. Se encontrarán con una puesta muy interesante y magníficos trabajos actorales. Hacemos un apartado, para contar que la función a la que concurrimos tuvo un componente muy especial, ya que el día anterior, había dejado este plano Eduardo Lamoglia, hacedor y apasionado del teatro, que tenía a El Tinglado como su casa. Por ello,  ese emocionado aplauso del público en las butacas y de los actores en el escenario, tuvieron destino al cielo, para que Eduardo desde lo alto pudiera esbozar una sonrisa y sentirse orgulloso de su legado.


Pensador Teatral.




lunes, 8 de septiembre de 2025

Muerde

Dramaturgia y Dirección de Francisco Lumerman.




Lunes 20 hs en Teatro Timbre 4 ( México 3534 ) 

Muy altas eran las expectativas previas que teníamos en la previa de ver Muerde, al tratarse de una obra multipremiada, escrita por Francisco Lumerman, un joven autor que se caracteriza por la sensibilidad de su pluma y con un intérprete de lujo como Luciano Cáceres. Quitemos el suspenso y arranquemos por el final, las altas expectativas que teníamos fueron superadas con creces, por una ficción potente y sorprendente, que llega al corazón del espectador de la mano de una composición descomunal de Luciano, que muestra un compromiso emocional y físico con el personaje que encarna, que resulta impactante.





Pero ordenemos esta reseña y sin revelar demasiado, contemos de que trata la obra. Muerde es un thriller psicológico impactante, que nos presenta a René ( Luciano Cáceres ), un personaje misterioso y fascinante a la vez, que tiene una historia para contar, la de su vida nada menos. Lo irá haciendo de a poco, a cuentagotas, se lo nota algo aturdido y confundido. No tiene noción del tiempo, pero si recuerda muy bien cosas que le fueron sucediendo, guardó en su mente imágenes precisas y detalladas, de situaciones dolorosas en mayor medida, que dejaron cicatrices en su cuerpo y en su mente.

Las piezas del rompecabezas se irán armando de a poco y los espectadores se irán adentrando en una historia que irá ganando en intensidad y crudeza. Es evidente que René, tiene un retraso madurativo y  tuvo una infancia y adolescencia sufrida. Transcurrió sus días encerrado en un taller de carpintería, donde ayudaba a su padre, a fabricar ataúdes. No sabe bien los motivos, pero nunca lo dejaron vivir en la casa principal. Su lugar era la soledad de aquel taller, no era bienvenido en otro sitio y a la fuerza se acostumbró a convivir con aquella situación y con la soledad.






Como dijimos antes, a medida que el tiempo pasa, la trama irá ganando en intensidad y el relato inocente de aquel muchacho, irá dejando lugar a una historia de crueldad y desamparo Vivir en un pueblo chico y no ser igual al resto, es algo muy difícil de atravesar. No queremos contar mucho más, porque el relato tiene mucho suspenso y como dijimos antes, la historia irá ganando en virulencia e intensidad minuto a minuto. Solo vamos a adelantarles, que aquel niño indefenso que fue abandonado cuando era niño sin saber bien los motivos, se encuentra desbordado por una situación asfixiante, que por momentos lo paraliza y terminará sufriendo la violencia y la crueldad de una sociedad cruel y despiadada

Momento de hablar del gran protagonista de la noche, es tiempo de destacar la descomunal composición de Luciano Cáceres, un actor notable y reconocido, que sorprende por el compromiso emocional y físico que despliega en el escenario. Es un personaje complejo el de René y Luciano lo lleva de maravillas, con una composición precisa y minuciosa, donde cada gesto, cada palabra y cada silencio, aparecen en el momento adecuado, para darle al relato una tensión dramática que nunca decae, prueba de ello, es el silencio absoluto con el que el público sigue las acciones.





Luciano maneja los tiempos del relato con maestría y su personaje transmite una vulnerabilidad que llega al espectador, generando una clara corriente de empatía. El René que vemos en el relato resulta un personaje reconocible, de esos que existen en casi todos los pueblos, acostumbrado a soportar la mirada impiadosa de la mayoría. Por momentos resulta hipnótica la composición del protagonista y viendo la magnitud de su interpretación, queda claro lo merecido que resultan todos los premios recibidos por este trabajo, que realmente la cae justo y es para poner en un cuadrito.

La puesta de Lumerman es despojada. El espacio escénico es austero y con pocos elementos, solo los necesarios para que el relato transcurra con fluidez, remarcando el encierro al que es sometido el protagonista de una historia, donde la oralidad es la que marca el ritmo. Debemos destacar el magnífico diseño de luces de Ricardo Sica, fundamental para remarcar momentos importantes de un relato intenso.





Y hasta allí vamos a contar, Muerde es una propuesta atrapante y perturbadora, que nos propone una ficción incómoda, ya que presenta a un personaje atravesado por el desamor y el desamparo, de la propia familia primero y de la sociedad después, que parece disfrutar con sadismo cuando encuentra a un ser indefenso y vulnerable como René, que puede servir como chivo expiatorio, para descargar de manera despiadada, toda las frustraciones que llevan dentro, total el tontito no puede defenderse.

Por todo lo que comentamos, solo nos queda recomendar Muerde, un texto sensible y crudo de Francisco Lumerman, que partiendo de una historia real, construyó una ficción arrolladora, que se potencia y mucho, gracias a una composición magistral de Luciano Cáceres, que se entrega por completo a su personaje, para deleite de un público que disfruta viendo a un actor de sus quilates, brillando en el circuito del teatro independiente, protagonizando una historia que de ninguna manera dejará indiferente a los espectadores, que se irán reflexionando del teatro, sobre cuan despiadada puede resultar la condición humana, revelando la tragedia de aquellos que imploran afecto, pero a cambio reciben rechazo y violencia.


Pensador Teatral.


domingo, 17 de agosto de 2025

Hijo del Campo

Dramaturgia y Dirección de Martín Marcou.



Sábados 21 hs en Espacio Tole Tole ( Pasteur 683 ) 

Una propuesta que entre otras virtudes, tiene en su registro, un logro que contadas obras del circuito independiente pueden mostrar, nos referimos a sus años en cartel, ya que este año, la obra está transitando su décima temporada, que según su creador sería la despedida. Nosotros dudamos que sea definitiva, ya que luego de haber visto la obra, queda claro lo valioso de la propuesta y el secreto de su permanencia.





Pero dejando atrás este tema, se estarán preguntando de que trata la pieza, vayamos a ello. Hijo de Campo es una original mirada del mundo campestre, pero no el de la vasta Pampa húmeda, que es el que toma la mayoría de las referencias, sino del campo patagónico, allí donde los suelos áridos, se combinan con la nieve y el clima desfavorable, que dificulta cualquier actividad al aire libre. Vale mencionar que Martín Marcou, el autor, director y protagonista de la obra, nació en Comandante Luis Piedrabuena, una localidad de la Provincia de Santa Cruz y en este texto brindará una excelente pintura del paisaje patagónico, que tan bien conoce.

La historia se nutre de muchas experiencias de la vida da del autor y además tiene muchos aspectos autorreferenciales, relatando en primera persona la rutina de trabajo de un gaucho patagónico, jornadas largas que se parecen todas las unas a las otras. El cuidado de los animales, las labores que deben cumplirse apenas asoma el sol y las particularidades que tienen las labores en aquellas tierras hostiles. A lo largo del relato, el protagonista en varias oportunidades hará referencia a la fuerte figura de su padre, que tomará varias decisiones correctivas, que se toman como verdades absolutas, por la autoridad de quien las dicta.





El relato a cargo de Martín Marcou, será descriptivo y por momentos didácticos para el público, siendo acompañado el mismo, por la música en vivo de Carolina Curci, resultando muy efectiva la combinación. Pero cuando la dirección de la historia parecía marcada y el proceso de esquila de las ovejas, era el centro de atención, surgirá una confesión del protagonista que cambiará totalmente el curso del relato, que dará un giro de 180 grados y cambiará su registro emocional y corporal de manera drástica. No vamos a contar lo que sucede, para que se sorprendan como nosotros, solo diremos que aparecerá en escena, una muestra de intolerancia y violencia, que hasta ese momento se mantenía bajo las sombras.

Tiempo de hablar de la fenomenal composición de Martín Marcou, que maneja en gran forma los tiempos de un relato que lo atraviesa. Es notable la manera en que gestiona el tránsito emocional que tiene el personaje que encarna, pasando de manera repentina de una crónica de tono descriptivo, a una narración íntima que sorprende al espectador por su crudeza y profundidad, con una sensibilidad a flor de piel. Enorme trabajo de Martín.





Pero nuestro protagonista no está solo en escena, como mencionamos antes lo acompaña Carolina Curci, una gaucha mujer, que contrasta con la imagen habitual que se tiene de la mujer en el campo. Carolina será la banda sonora de la obra y el acompañamiento musical perfecto para intercalar con la oralidad del protagonista. Destacamos la hermosa voz de Carolina, que nos deleitará con varias canciones, que los espectadores disfrutan mucho.

La puesta es un punto muy alto de la obra. El diseño escenográfico es minimalista, pero realmente logrado, con los elementos necesarios para sentirnos en el campo, junto con los protagonistas, generando una atmósfera íntima que favorece el relato. Otro aspecto a destacar especialmente es el estupendo diseño de vestuario, que caracteriza en gran forma a los personajes, dando el tono gauchesco que la historia pide. Por último mención a Gonzalo Tomás Pérez, a cargo del diseño lumínico, generando los diferentes climas de la historia.






Y hasta acá vamos a contar, nos atrapó desde el arranque Hijo del Campo, una estupenda pintura de la vida en los campos patagónicos, describiendo algunas de sus rutinas y aspectos de la cultura gaucha, mostrando la rudeza de las labores campestres y como los mandatos del patriarcado son ley suprema. Es por eso que el relato de Martin, toma un especial interés y con gran valentía se atreve a cuestionarlos, estableciendo una idea de diversidad, que por lo general no entra en ninguno de los relatos tradicionales del género que hayamos leído.

Por todo lo mencionado, los invitamos a que sean parte de este espectáculo que se sostuvo durante una década y transita sus últimas funciones, de la mano de un relato original y valiente, que nos habla de habitualidades del campo desconocidas para el público de las grandes ciudades y también de tensiones existentes, que habitualmente se mantienen ocultas, como si no existieran. Se van a encontrar con un guión muy interesante, una puesta muy lograda y excelentes composiciones de una dupla protagónica que logra movilizar a los espectadores, que no quedan indiferentes ante la potencia del texto.


Pensador Teatral.

sábado, 16 de agosto de 2025

En Cada Lugar en el Mundo, En Este Instante

Dramaturgia y Dirección de Martín Mir.




Viernes 20 hs en Vera Vera Teatro ( Vera 106 )

Una excelente idea de Martín Mir, al idear esta estupenda tragicomedia, que pondrá el foco en una pareja rota y en camino de desintegración, situando la historia en Diciembre del 2001 y jugando como espejo con aquellos momentos en que Argentina, transitaba una crisis profunda, donde el colapso económico abría las puertas de un estallido social, con caos en las calles y la represión de un gobierno que ya no tendría vuelta. Historias mínimas como tantas, tragedias cotidianas que tienen lugar, mientras de fondo, otras cosas más grandes ocurren, de eso trata la obra.





La historia nos presentará a una pareja formada por Marcos y Marcia que dejarán Buenos Aires en pleno Diciembre, para tomarse unos días de vacaciones y de paz. Pero en la oscuridad de la noche, unos miguelitos tirados en la ruta, les interrumpirá el viaje. Es tarde ya para reparar el auto y al costado de la ruta encontrarán una habitación de alquiler en una casa de familia. Allí los recibirá Nelson ( Damián Smajo ) que vive con su esposa y su hijo recién nacido y se gana la vida atendiendo un kiosko, ubicado en el frente de la casa y tienen la habitación como changa, por si llega algún viajero.

El primer encuentro entre la pareja y el anfitrión es desopilante. Marcos se encontraba sentado en la cama de la habitación viendo las noticias en la TV, cuando los visitantes llegaron. El cuarto es muy humilde y la pareja duda en quedarse allí, aunque sea solo por esa noche. Ella es una actriz famosa y él un exitoso empresario de la carne. Acostumbrados a buenos hoteles, se sienten extraños allí. Preguntan por la seguridad del lugar y por el lujoso auto que dejaron en la puerta. Marcos a pura sonrisa busca calmarlos y se muestra receptivo, es más hasta llama a un amigo que tiene una gomería, que se compromete a ir mañana temprano a solucionar el inconveniente mecánicos de los visitantes, siendo esta la llave maestra, pero que finalmente decidan quedarse.

No queremos contar mucho para no quitar sorpresa, solo vamos a decir que las situaciones desopilantes arrancarán y no pararán. Además, las internas de la pareja quedarán al descubierto en todo su esplendor. Hay muchas cuentas pendientes entre ellos y parece que aquella habitación humilde los incita a resolverlas, en especial a Marcia, que con la ayuda de un poco de vodka, empezará a soltar la lengua. Y entre ellos, siempre estará Nelson, como una especie de mediador, tratando de traer paz a una pareja que no la tiene. No queremos contar más, pero les aseguramos que se van a reír y mucho.

Tiempo de hablar de las magníficas actuaciones que presenta la obra. Pocas veces vemos personajes tan bien caracterizados y este es uno de esos casos, en esto seguramente influye la buena dirección, pero más que nada se debe a los excelentes trabajos de los tres actores reunidos, que se muestran muy comprometidos con el texto y tienen gran química entre ellos.



Arranquemos por Manuela Fernández Vivian, como Marcia. Gran personaje este. Ella es una actriz famosa, que no está atravesando su mejor momento personal. No está feliz con la vida, ni se siente contenida por su esposo. Vive una realidad paralela y no tiene demasiada conciencia de la crisis que está atravesando el país, casi todo le resulta ajeno. Deberá luchar contra sus ataques de ira, para tratar de pasar una noche que pinta muy complicada. Está genial Manuela.

Sigamos con Lucas Delgado, como Marcos. Es un empresario de la carne y al contrario de su esposa, si está muy pendiente de todo lo que sucediendo en el entorno. Tiene la difícil tarea de intentar contener a su esposa y al mismo tiempo ver como soluciona todos los problemas que la caliente actualidad le presenta, sin que su esposa lo note mucho, porque se enoja. Marche un monumento para Lucas por el aguante, que además está fenómeno.





Y para el final, dejamos a Damián Smajo como Nelson. Es el personaje más gracioso de la historia. Con un estilo más calmado y campechano, mirará con curiosidad las cosas que se suceden en la pareja de recién llegados desde la Capital. Inocente y algo impune en su accionar, no puede ocultar su cholulismo por la llegada de una actriz famosa a su humilde alojamiento y sin dudas va a necesitar una foto para que sus amigos le crean la visita y tal vez no se conforme solo con eso. La rompe Damián.

Como podrán ver nos encantaron las actuaciones y les aseguramos que cuando vean la obra van a coincidir con nosotros, eligiendo cada lector su personaje favorito. La puesta del propio Martin Mir, es sobresaliente. Para quien no conozca el Vera Vera, les contamos que el teatro se encuentra en una casa vieja, a cuya sala se acceder por una escalera y la sala en sí, la misma parece una habitación de la casa. Tomando en cuenta esto, el director aprovecha al máximo esta disposición, jugando con el baño que hay en el fondo, la puerta que sale al jardín cubierto y la otra puerta que sale de la habitación. Todo se aprovecha para que los espectadores, se sientan dentro de la habitación alquilada por la pareja. Más realista imposible la puesta y la cercanía del público con los actores es un gran plus.






Y no queda mucho más para contar. Realmente nos encantó la obra, porque logra recrear y activar los recuerdos de los tristes momentos que atravesaba el país allá por el 2001 y dentro de ese contexto es donde el autor, inserta una ficción muy lograda, que muestra que cada pareja es un mundo y que las tensiones se acumulan hasta que un momento explotan. Por nuestra actividad, como se pueden imaginar vemos muchas obras cada semana, pero con esta propuesta nos pasó algo especial, ya que nos cautivó desde el arranque y nos hizo reír muchísimo, pese a que la trama por momentos se tornaba dramática, siendo una de las obras que más disfrutamos en lo que va del año.

Por todo lo mencionado, solo nos queda recomendar En Cada Lugar en el Mundo, En Este Instante, título kilométrico para una logradísima propuesta. Es una de esas ocasiones, donde se unen un guión cercano y muy inteligente, con una puesta atrapante y actuaciones exquisitas. Cuando todo ello se combina, la alquimia funciona y la magia del teatro se manifiesta, para regalarnos una velada inmejorable y que podamos irnos a casa, pensando en lo lindo y necesario que es el teatro independiente, en estos tiempos de tanta crispación.


Pensador Teatral.



miércoles, 13 de agosto de 2025

Maldita

Dramaturgia de Sandra Franzen. Dirección de Indio Romero.




Domingos 16 hs en Teatro Picadero ( Pasaje Santos Discépolo 1857 )

La talentosa prosa de Sandra Franzen vuelve al ruedo, con una ficción que mira hacia el interior de nuestras vastas pampas, para traernos un melodrama campestre, una historia que desnudará la opresión femenina en ámbitos rurales, donde la tradición se convierte en jaula y el cumplimiento de los mandatos sociales definen la existencia. Podremos ver como muchas veces, las mujeres se encuentran atrapadas en un círculo de sumisión y sus voces se apagan en un silencio forzados, buscando un espacio donde puede pronunciarse sin pedir permiso.




Y en esta historia cruda y profunda, la protagonista es Matilde ( Antonia Bengoechea ) una joven mujer casada con Avellino ( Vando Villamil ) un hombre mayor y patrón de estancia, que compró su dote en un matrimonio por conveniencia, acordado con el padre de la muchacha, era un práctica que era habitual en los comienzos del Siglo XX, fecha en la estimamos se sitúa temporalmente el relato. La relación de Matilde con aquel hombre es de total sumisión, se siente sometida a lo que dicte su esposo, que la considera una posesión más, en un paralelo con su ganado o sus cultivos, ella es una cosa más que le pertenece y puede disponer a voluntad.

Aquel hombre mayor está obsesionado por su descendencia, necesita un hijo a quien heredar sus campos y el tiempo se le acaba. Ya tuvo antes dos esposas antes y no logró ser padre. Es por eso que buscó una mujer más joven esta vez. Pero ya van dos años de matrimonio y el hijo no aparece. Avellino culpa a su esposa por la falta de resultados, la acusa de estar seca y no dar frutos. Ni se le ocurre pensar, que el problema seguramente es suyo. La curandera de la comarca, confirma el rumor que aquel hombre no tiene el don de la fertilidad, pero cuando Matilde intenta esbozar aquella teoría, la reacción encolerizada de Avellino la corta sin piedad y sus gritos se escuchan a kilómetros de distancia, ya que opinar no es algo que se le permita




El maltrato de aquel hombre para con la desdichada Matilde va en aumento y su vida se ha transformado en una pesadilla. Para colmo Avellino, le lanzará un ultimatum, advirtiéndole que si en los próximos meses no queda embarazada, la llevará a un convento cercano, para que pase el resto de sus días, cumpliendo duras tareas de servidumbre. Visiblemente afectada y totalmente acorralada la mujer urdirá un arriesgado plan, en el que deberá cerrar trato con Florencio Braida ( Felix Santamaria ), un joven criollo, trabajador golondrina y sin hogar fijo, que se ha ganado buena fama, recibiendo el ápodo de Toro, por haber cumplido servicios con varias mujeres de aquella geografía.

La charla entre la Matilde y Florencia, seguramente será el momento más divertido de una obra, donde la ferocidad es la característica distintiva. No vamos a contar más, porque los lectores ya se irán imaginando por donde irá el relato. Solo vamos a decir que unos meses después de aquella charla, la mujer finalmente quedará embarazada y llegará el hijo deseado a aquel hogar. El detalle es que Avellino sospechará del joven Braida que desde aquel viaje suyo, merodea más de la cuenta su rancho. Como podrán imaginar, la trama ganará en tensión e intensidad, pero vamos a cumplir con nuestra palabra y hasta aquí contaremos. Para saber que sucedió deberán ver la obra, algo que es una gran idea.





Vayamos a las actuaciones que presenta la obra, que son realmente notables. Arranquemos por Vando Villamil, un actor de gran trayectoria, que regresa a los escenarios porteños, con una gran composición de un villano tiempo completo. Autoritario, controlador, violento y enarbolando las banderas del patriarcado bien en alto. Impacta la presencia escénica de Vando, dando vida a un personaje que inspira temor. Fenomenal composición, un privilegio verlo en escena.

Ante semejante trabajo, cualquiera podría pensar que el resto quedaría eclipsado y en el primer tramo de la obra, eso es lo que ocurre. El ritmo lo impone Avellino y el resto debe acompañar. Pero de a poco irá ganando terreno, el personaje de Matilde, que finalmente será la protagonista del relato y se adueñará del mismo, siendo esto respaldado por el enorme trabajo de Antonia Bengoechea, que transita en gran forma los diferentes estados emocionales de su personaje, con una sensibilidad a flor de piel. Una verdadera revelación Antonia, mostrando estar a la altura de un protagónico realmente exigente.





Y el trío virtuoso, se completa con la muy buena actuación de Félix Santamaría como Florencio Braida. Con menos minutos en escena, logra darle frescura al relato con un personaje que retrata la pobreza de muchos gauchos, que debieron sufrir el poder de los patrones de estancia. Además de ello el vínculo con Matilde, pone algo de humanidad a la desdichada vida de aquella mujer. Muy bueno lo de Félix.

La puesta de Indio Romero es precisa y efectiva, logrando darle sensibilidad a un texto fuerte, exponiendo las emociones de los diferentes personajes. Destacamos el diseño escenográfico de Marcelo Valiente, mostrando un rancho austero, acorde con la atmósfera de desamparo que refleja la historia. El vestuario de Laura Spampinato, caracteriza en muy buena forma a los personajes, dando mayor credibilidad a la historia.




Y hasta acá vamos a contar, nos gustó y nos movilizó la propuesta de Maldita, que pone el foco en la crueldad del patriarcado y la naturalización de la mujer sumisa, que solo tiene posibilidad de aceptar lo que otros deciden, sobre su vida y su cuerpo. La historia puede remitirnos atrás en el tiempo y podemos pensar que el sometimiento de las mujeres es parte del pasado, pero entendemos que esto no es tan así, porque si bien en los últimos tiempos, el empoderamiento femenino ha avanzado, el camino hacia la igualdad plena sigue abierto, con resistencias y desafíos que nos recuerdan que la transformación aún tiene hitos a cumplir.

Recomendamos Maldita, se encontrarán con un texto muy bien elaborado por Sandra Franzen, una dirección sensible de Indio Romero y a un trío protagónico virtuoso, que se saca chispas en escena, invitando a reflexionar sobre como el deseo oprimido de una mujer, puede desplegarse como una fuerza silenciosa y sanadora, rompiendo las cadenas y yendo en la búsqueda de una libertad, que ponga fin a tantos padecimientos, aunque tal vez no sea ese el final feliz que muchos imaginaron.


Pensador Teatral.



sábado, 9 de agosto de 2025

El Cooperador

Dramaturgia de Friedrich Durrenmatt. Dirección de Nicolás Dominici y Federico Lama.






Sábados 18 30 hs en Teatro Andamio 90 ( Paraná 660 )  

Un género poco explorado en nuestro teatro es el el trhiller policial, por eso celebramos la aparición en nuestra cartelera teatral, de esta obra del dramaturgo y novelista suizo Friedrich Durrenmatt, creador de piezas donde la ironía y la tragedia se combinan para mostrar un mundo donde la moral se distorsiona, debido al poder, el dinero y la absurda lógica del destino. El Cooperador es una obra con mucho suspenso que combina todos esos ingredientes mencionados y atrapa al espectador desde el arranque.





Impresiona al ingresar a la sala, el impactante diseño escenográfico que nos presenta un sótano oscuro y lúgubre, que es donde se desarrollará la totalidad de la historia. Allí trabaja Doc ( Mucio Manchini ) un físico que desarrolló una maquina capaz de disolver cuerpos, De esta manera, al no haber cuerpos, no hay pruebas y el crimen perfecto es posible. Pero la invención de aquella máquina no fue algo fortuito fue un encargo de Boss ( Pablo Mónaco ), el Jefe, que gracias a aquel invento,  pudo crear y desarrollar una empresa muy exitosa, que de a poco fue ganando mucha fama, en el submundo criminal.

El mecanismo estaba bien aceitado y la empresa funcionaba muy bien. Boss se encargaba de conseguir los clientes y ejecutar a las víctimas. El Doc solo esperaba bajo tierra, para cumplir con su tarea, a cambio de una paga bastante modesta, teniendo en cuenta la gran rentabilidad del negocio. Pero aquella empresa exitosa iba a encontrar un gran obstáculo, para continuar funcionando, con la repentina aparición de Cop ( Daniel Begino ) un policía corrupto que luego de investigar durante mucho tiempo, conocía en detalle el funcionamiento de aquel negocio y tenía una idea que iba a cambiar todo.





No queremos contar mucho más, para no revelar demasiado, ya que como dijimos antes el suspenso es uno de los grandes capitales que tiene esta original propuesta. Solo diremos que Cop, a cambio del silencio, exigirá tener una importante participación en la empresa, exigiendo además un cambio en el perfil de las víctimas, apuntando a personas de mayor perfil, que podría dejarles mayor beneficio económico, desafiando los riesgos asociados al elegir personalidades importantes. Solo diremos que la dinámica cambiará de manera brutal a partir de ese momento, desatándose una serie de acontecimientos tan inesperados, como violentos. El resto lo deberán descubrir cuando vean la obra.




Tiempo de hablar de las estupendas actuaciones que presenta la obra. Son siete los actores en escena, algo que queremos destacar, en tiempos donde los unipersonales son mayoría en el teatro independiente. En lo personal, disfrutamos especialmente cuando las obras tienen muchos actores y esta sin dudas es una de ellas. En actuaciones muy parejas, queremos destacar dos en particular. Arranquemos por Mucio Manchini, como el Doc, ese físico que fue despedido de su trabajo y tuvo que manejar un taxi para sobrevivir. Hace unos años, vive bajo tierra y prácticamente no sube a la superficie. Su mundo se encuentra allí abajo, donde cumple su trabajo, sin cuestionarse demasiado, en una especie de revancha personal, contra un mundo que le dió la espalda.  Pero el destino le tendrá preparado, un par de sorpresas que lo sacarán de la extraña zona de confort en la que se ubica. Gran trabajo el de Mucio, un actor de gran trayectoria y experiencia que puede mostrar sus recursos en este protagónico.

La otra interpretación que nos gustó especialmente, es la de Pablo Mónaco, como Boss, el líder e ideólogo del negocio. Es un villano perfecto, mostrando pragmatismo y sentido común, naturalizando y justificando la criminalidad de sus actos. Magnífica la composición de Pablo, su tono de voz, su manera de caminar, su postura. Gran personaje y exquisita ejecución, un verdadero dandy del delito.






Pero no seamos injusto con el resto del elenco, ya que todos logran destacarse, con menos minutos en escena que la dupla protagónica mencionada. Es muy buena la interpretación de Daniel Begino como un policía corrupto, que lamentablemente resulta un personaje muy reconocible, en este mundo moderno, donde muchas veces la ley y el crimen conviven, con la complicidad de la justicia. Fermín Varangot, será Bill, que aparecerá en la parte final de la historia y logra destacarse. No vamos a contar mucho de su personaje, que tiene un pensamiento anarquista interesante. En un elenco de personajes masculinos, la aparición de Sol Fassi como Ana, le dará belleza y humanidad a una historia sórdida. Muy bueno su aporte. El elenco lo completan Andrés Brescia y Francisco Carreras, desde papeles secundarios, pero que serán claves en el desenlace de la obra.

Se hizo algo largo el repaso de las actuaciones, pero queríamos hacerlo ya que los trabajos así lo ameritaban. Tiempo de hablar de la muy buena puesta de Nicolás Dominici y Federico Lama, que consiguen otorgar la relato esa atmósfera perturbadora y asfixiante que pide el texto, atrapando a los espectadores desde el comienzo, con una trama que irá ganando en tensión a medida que los minutos pasan. Para destacar el sobresaliente diseño escenográfico de Norma Rolandi, de lo más logrado en el off que vimos este año. Otros ítems a destacar, el diseño de luces de Franco Cappelletti, creando muy buenos climas y el diseño de vestuario de Alejandro Mateo, caracterizando muy bien a todos los personajes.




Y hasta acá vamos a contar, nos sedujo mucho la propuesta de El Cooperador, un thriller policial potente, con mucho suspenso y una buena dosis de humor negro, dejando al descubierto las complejidades de la mente humana y revelando además el vínculo existente entre el delito, la corrupción y la justicia, mostrando como estos tres ámbitos se pueden entrelazar, hasta no distinguirse en un sistema que devora su propia moral.

Por todo lo mencionado, recomendamos El Cooperador, una obra inédita para el teatro independiente, que desarrolla el género del policial , entregando un relato atrapante con suspenso hasta el minuto final, apoyado en una puesta muy lograda y estupendas actuaciones del elenco reunido, que nos invitarán a reflexionar y nos enfrenta a la inquietante pregunta de hasta donde estamos dispuestos a colaborar cuando el poder y la conveniencia llaman a nuestra puerta, sin tener conciencia de las consecuencias que pueden tener nuestras acciones y cuando reaccionamos, ya puede ser muy tarde.


Pensador Teatral.