La obra es una adaptación basada en la premiada novela La Apicultura según Samuel Beckett del escritor francés Martín Page.
La pieza es una excelente forma de ingresar en la vida cotidiana y en los pensamientos del célebre Samuel Beckett, dramaturgo y escritor irlandés, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1969.
La historia comienza cuando el escritor contrata a un joven estudiante de antropología que está escribiendo su tesis, para que lo ayude a organizar y clasificar su archivos.
Lo que comienza como una relación de trabajo, se vá convirtiendo con el correr de los días, en una relación de amistad y respeto, donde Beckett vá transmitiendo sus pensamientos y conceptos al joven que con fascinación, vive la cotidianeidad y la sabiduría del famoso escritor.
La obra tiene la virtud de ser muy profunda, está llena de reflexiones y tiene un texto muy rico y poético, que obliga al espectador a estar siempre atento para no perderse nada y a la vez tiene momentos lúdicos, como cuando Beckett y su ayudante, salen de compras por las calles parísinas, para conseguir los objetos, que van a lucirse en su archivo apócrifo o como en los momentos en se reunen con los trajes especiales para protegerse de las abejas, para recolectar la miel.
Un punto muy fuerte de la obra, además del riquísimo texto que tiene, son las estupendas actuaciones de ambos protagonistas, Carlos Weber en el papel de Beckett, está sublime, con una pasión y una entrega admirable, nos dá una gran versión del excéntrico escritor y Carlos Argento, en el rol de Martín, el ayudante de Beckett, cumple una gran labor, en su papel de coprotagonista, donde además de actuar, por momentos toma el papel de narrador de la historia, de manera muy efectiva.
Se destaca la escenografía, repleta de libros y papeles en las bibliotecas, pero que también dejá lugar, para un perchero donde el escritor tiene sus sombreros.
Un hallazgo también el calendario donde se marca el paso de los días, a lo largo de los cuales, se vá a estrechando cada vez más, la relación entre los protagonistas.
Muy buena la iluminación, logrando momentos de mucha intimidad y también el recurso de bajar del escenario, en algunos momentos de la obra, para interacturar de manera muy inteligente con el espectador, creando un ambiente de intimidad muy logrado.
Concluyendo , Beckett y el Mundo de las Abejas, es una deliciosa obra, que con profundidad, pero también con mucha poesía y humor en la mayoría de la obra, habla de la libertad, de arte, de política y de capitalismo, entre muchos otros temas, pero todos tratados con una mirada muy inteligente y el sello de Samuel Beckett.
En definitiva, un texto profundo y fresco a la vez, con actuaciones soberbias, hacen que estemos en presencia de una obra encantadora que si disfruta muchísimo y que realmente recomendamos !!!
Agradecemos a todo el equipo de Beckett y el Mundo de las Abejas, por la hermosa noche de teatro, que nos regalaron.
Pensador Teatral-
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