lunes, 27 de febrero de 2017

La Música

Viernes 21 15 hs en Teatro La Comedia  ( Rodriguez Peña 1062 )




Dramaturgía de Marguerite Duras y dirección de Graciela Pereyra.

La Música fue escrita en Francia 1964, por Duras, novelista, guionista y directora de cine francesa, con una dilatada trayectoria tanto en la literatura, como en la cinematografía.
Entre sus novelas más destacadas, podemos mencionar El Amante, que fue un éxito mundial, con más de tres millones de ejemplares vendidos y traducida a más de cuarenta idiomas.

La obra de Marguerite, se caracterizó siempre por su sensibilidad y su extrema delicadeza, algo que está muy presente en esta puesta que podemos disfrutar los Viernes en La Comedia.

La historia se desarrolla en el hall de un hotel en las afueras de París, allí se encuentran Michel ( Ulises Puiggrós ) y Anne Marie ( Débora Longobardi ), que se reencuentran luego de dos años sin verse, para firmar los últimos papeles de su divorcio.

La situación es tensa, este debería ser su último encuentro, la relación está terminada y  hay una distancia marcada entre ellos, la frialdad se impone y flota en el ambiente.
El amor entre ellos pertenece al pasado.
O hay alguna esperanza secreta ? La llama del amor está extinguida por completo ?
Cómo se resuelven estas cuestiones del corazón ?
Quedan interrogantes entre ellos , heridas, viejos reproches, pedidos de explicaciones. Infidelidades que quedan al descubierto, situaciones dolorosas que vuelven a superficie.




La noche y la soledad del hotel, parecen convocara  viejos fantasmas y la seguridad de la relación terminada, parece puede tambalear.
Reina un aire de tristeza y de infelicidad, por la pareja que fracasó y por expectativas que no se cumplieron.

El espectador cuando vea la obra, descubrirá si este encuentro finalmente será el último o la ruleta del amor, les dará una nueva tiradas a estos seres, que da la impresión aún se añoran, no vamos a develar nosotros el misterio.

La puesta que propone la directora, es minimalista y extremadamente bella, generándose un clima de intimidad muy logrado. En esto colabora mucho, esta sala tan particular que tiene La Comedia, en la que se desarrolla la obra, con sus paredes revestidas en madera y un aire señorial antiguo, ideal para la atmósfera que requiere la pieza.

La obra seduce y atrapa al espectador en todo momento, la cercanía con los protagonistas contribuye a ello y el público parece estar siendo testigo secreto de este reencuentro íntimo tan sentido entre dos seres que algún día se eligieron para vivir juntos.

El éxito de la trama, además del potente guión, se explica por las excelentes interpretaciones de Ulises Puiggrós y Debóra Longobardi, componiendo sus personajes en forma impecable y mostrando un entendimiento y una química entre ellos, que otorga un valor agregado muy importante a la puesta.

El personaje de Ulises, tiene un carácter emocional, que crea empatía con la platea, ya que no quiere resignarse y busca que la historia de amor que en algún momento los unió, vuelva a escena, no quiere resignarse, un gran labor, de un actor con mucha experiencia..
Pero choca con la frialdad y la distancia que impone Ann Marie. Excelente actuación de Débora Longobardi, componiendo un personaje distante y un tanto cruel, ya que por momentos parece disfrutar de la desesperación de su ex, por conocer sus relatos acerca de las infidelidades y más que nada por querer recuperar la relación.
Su voz grave y su imponente presencia dominan la escena de manera notable, con un aire seductor perturbador. Nos encantó su Anne Marie, genial trabajo de Débora.




Se disfrutan mucho los gestos, los diálogos y hasta los silencios de los protagonistas, que manejan con sabiduría los tiempos de la puesta, regalándonos unas actuaciones exquisitas y luciéndose mucho ambos.
Seguramente parte del mérito,  hay que otorgarlo también a Lili Popovich, coach de actores que forma parte del equipo y que indudablemente supo transmitir sus conceptos.

Una escenografía austera y despojada, el  impecable diseño lumínico a cargo de Gonzalo Calcagno y la agradable música original de Germán Lozano, potencian el clima íntimo que ofrece la sala y contribuyen a conseguir esa atmósfera cálida que busca la puesta.

En conclusión, estamos en presencia de una excelente propuesta del teatro independiente, sensible y delicada, una historia que nos habla de amor, de desengaños y de infidelidades. La trama es una buena semblanza, acerca de la complejidad de los vínculos amorosos y  sin dudas el espectador se verá reflejado en la historia y disfrutará mucho del texto y de tan logradas actuaciones.

Recomendamos vean La Música, que justificadamente lleva ya dos temporadas, presentándose a salla llena, e invitamos al espectador, a que descubra por si mismo los motivos de este éxito y disfrute como nosotros de una hermosa noche de teatro.


Pensador Teatral.


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