Dramaturgia de Matías del Federico. Dirección de Federico Jiménez.
Viernes 22 30 hs en Teatro Buenos Aires ( Av. Corrientes 1699 )
La premiada obra del dramaturgo santafesino Matías del Federico, ganadora del Concurso Contar y recordada por sus dos temporadas a sala llena en el Teatro Metropolitan y ser llevada con éxito a escenarios de todo el mundo, se presenta ahora dentro del circuito del teatro independiente, en una virtuosa versión dirigida por Federico Jiménez y con un elenco que está a la altura del desafío y sorprende por su efectividad.
La inteligente dramaturgia nos presentará a tres parejas que se encuentran en el consultorio de su psicóloga Antonia, que los convocó a una sesión grupal muy especial, ya que ella no estará presente, pero dirigirá la misma, mediante una serie de sobres que dejó sobre la mesa. En los mismos, dejó instrucciones generales y consigas, que las parejas deberán cumplir. Rápidamente deberán organizarse y empezar a abrir sobres, en una noche que estará poblada de sorpresas.
La situación no es sencilla, porque las parejas deberán exponer sus problemas y ventilar sus intimidades antes los otros, que son verdaderamente desconocidos, algo que les resultará chocante. Una de las principales virtudes que tiene la obra, es exponer situaciones de parejas que resultan cercanas y reconocibles para el espectador, ya que se hablará del desgaste por la rutina, la crianza de los hijos y de temas más picantes, como la sexualidad de las parejas y las infidelidades.
El humor estará presente desde el arranque, ya que pese a la seriedad de los conflictos que las parejas presentan, hay un clima descontracturado en aquella sesión atípica y los participantes de la misma además de dar en algunos casos opiniones sinceras de los casos ajenos, en ocasiones se reirán y burlaran de alguno de los problemas de los otros, generándose intercambios muy divertidos, otros agresivos y un juego de duelos y alianzas entre los participantes, que el espectador disfruta mucho.
Las risas son una constante, pero por momentos aparecerán sobre la superficie, problemáticas sensibles y allí el humor dejará lugar a la reflexión y a tratar de ser empático con el otro. Pero esto ocurrirá por un momento y luego volverá la diversión a escena. Y hasta allí vamos a contar para no quitar sorpresa, en una trama muy entretenida, solo vamos a decir que hay que estar muy atento a lo que sucede en el escenario, porque como dice uno de los personajes de la obra, nuestro olfato nos decía que algo potente iba a suceder en la trama llegando a la parte final y podemos confirmar que nuestro olfato no fallaba, pero cumplimos nuestra promesa, nos mordemos la lengua y hasta allí contamos.
Momento de hablar del elenco reunido, son seis los actores en escena y la dramaturgia les permite a todos desarrollar sus personajes y lucirse. Una característica que tiene la trama, es que los seis estarán siempre presentes en escena e interactuando todo el tiempo entre ellos, pudiendo aparecer el carácter de cada personaje y entablándose diálogos picantes, alianzas y luchas personales entre alguno de ellos. Como decimos siempre, cada uno de los espectadores al final de la obra, podrá elegir a su personaje preferido.
Y en nuestro caso, nos vamos a quedar con dos personajes favoritos. En primer lugar destacar a Walter Muni, como Ariel, incómodo con estar allí entre desconocidos, no dudará en mostrar su fastidio y desinterés en los demás. Muy divertidas las discusiones con su esposa, con la que siempre se llevan la contra. Con su voz potente y gran presencia escénica, Walter se lleva los mayores elogios de la noche. Y seguimos con otro personaje, que tiene una rivalidad particular, con nuestro otro personaje favorito, nos referimos a Esteban, interpretado por Alexis Mazzitelli, sin dudas el más gracioso de la noche, verborrágico y por momentos incontenible, volverá loco a Ariel y al resto. Cuesta saber cuando hablar en serio y cuando no, teniendo al Tío Fermín y sus anécdotas como gran aliado. Gran trabajo de Alexis, con un histrionismo para resaltar.
Pero no seamos injustos con el resto del elenco, ya que todos cumplen y muy bien. Alejandrina Posse, es Paula, abogada de profesión y esposa de Ariel, con quien se trenzará toda la noche ya que no se ponen de acuerdo en casi nada, siendo componedora con el resto y una de las más activas en la reunión. Nos gustó mucho el personaje de Paula. Por su parte, Malena Di Módica es Támara, la novia de Ariel, con quien conforma la pareja más joven de la sesión, se muestra bastante incómoda de tener que revelar sus intimidades y parecer esconder algún secreto. Muy bien Malena. Y para el final dejamos a la pareja conformada por Roberto ( Juan Lucero ) y Andrea ( Soledad Vázquez ). Gran composición la de Juan, un actor experimentado, a quien elogiamos varias veces en este sitio, componiendo aquí acá a un hombre violento y extremadamente machista, que abruma a su esposa Andrea, que se comporta gran parte de la noche, como pollo mojado, casi con miedo hablar, por la mirada intimidante de su esposo. Pero en un momento Andrea, tomará un poco de alcohol y su personaje vá a cambiar por completo. Muy buena composición de Soledad.
Se hizo algo larga la descripción del elenco, pero entendemos es un acto de justicia, ya que la obra tiene mucho diálogo y al estar todo el tiempo en escena, los personajes deben interactuar todo el tiempo para dar los pies en el momento adecuado, algo que no resulta sencillo, mostrando muy buena química los seis, mostrando pericia, para sostener una dramaturgia exigente y demandante, que requiere estar concentrados todo el tiempo y tener muy buena cintura, para pasar del tono de comedia al drama, en numerosas ocasiones.
Nos divertimos mucho con la propuesta de Bajo Terapia, una obra ya probada, que como dijimos tuvo dos temporadas a sala llena en el Metropolitan, con un elenco que contaba con figuras como Carlos Portaluppi, Héctor Díaz y Darío Lopilato, entre otras figuras convocantes. Aquí con actores de muy buen recorrido en el teatro independiente y bajo la dirección de Federico Jiménez, logran conformar un equipo homogéneo, que sabe explotar la virtudes de un texto inteligente de Matías del Federico, que tiene la fórmula para atraer en todo momento la atención del espectador.
Por todo lo mencionado, recomendamos descubran esta nueva versión de Bajo Terapia, una comedia que desnuda los conflictos que existen en la mayoría de las parejas, con una mirada ácida y divertida, pero que obligará al espectador a estar bien atento, porque algunas cosas no son como parecen y todo puede cambiar en un instante. Una dramaturgia virtuosa, una dirección efectiva y muy buenas actuaciones confluyen, para una noche donde la risa es la invitada principal, pero no la única.-
Pensador Teatral.
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