Dramaturgia y Dirección de Christian García.
Como siempre pregonamos, el teatro off, nunca deja de sorprendernos con propuestas originales y en esta oportunidad, Christian García se anima a adentrarse en una temática tabú como la muerte, más precisamente en los ritos que envuelven a la misma, apareciendo entonces los servicios que ofrecen las funerarias.
Vaya temita, que eligió el autor, seguramente la mayoría de nosotros estuvimos en alguna casa velatoria, en circunstancias donde el dolor nos aquejaba y con poco espacio, para mirar todo lo que rodea a la ceremonia, que tiene mucho de ritual macabro, que se cumple al pie de la letra, sin pensar muy bien porque, casi en forma automática.
Lo interesante del guión, en nuestra opinión, es que la acción no se desarrolla, en la sala velatoria propiamente dicha, sino que se centra en la "cocina", en la parte de atrás, en el fuera de escena al que no tenemos acceso.
En la historia de Casa Linguee, un joven llega a una funeraria recomendado por un amigo, para buscar alguna vacante fija dentro del plantel de la misma, sin tener muy claro, cual sería su función.
Las acciones se desarrollan en una especie de oficina / vestuario, allí llega el joven, a un lugar donde momentáneamente, solo hay dos hombres, que lo miran con desconfianza y mayormente lo ignoran.
De a poco vá llegando gente a esa oficina, son otros trabajadores de la casa funeraria y el escenario se vá poblando de una manera increíble, por hombres y mujeres, personajes variopintos, que cumplen diversas funciones en esa burocracia puesta al servicio de la muerte. Hay administrativas, choferes, maquilladoras, personal de mantenimiento, gente del sindicato, etc.
Son personas , que llegan a cumplir su jornada de trabajo diaria, hablan de sus cosas y de trivialidades como puede hacer cualquiera en su trabajo.
Si bien pareciera que son trabajadores normales, pero se los nota personajes extraños, con alguna angustia contenida y un aire de ausencia y extravagancia que es fuerte. El posible trabajador, ya que no sabe si será aceptado, sufre la situación, se siente sapo de otro pozo y se desconcierta ante este grupo de personas tan particular, que parecen robots, que deben cumplir su tarea y que lo tratan con frialdad en el mejor de los casos, porque mucho directamente lo ignoran. Le piden que espere a Victor, que sin dudas debe ser el jefe y quien decidirá si tiene aptitudes para el trabajo.
La obra realmente atrapa al espectador, que se sorprende por lo que vé en el escenario y debe estar muy atento, ya que es mucho lo que ocurre, porque hay más de 10 actores en escena, que generan mútliples diálogos entre ellos, generandose varios focos de atención simultáneos.
El misterio envuelve la atmósfera y acompaña el desconcierto de aquel recién llegado, que no encaja entre esa gente, tan especial. A pesar de la temática, la obra tiene muchos momentos graciosos, hay situaciones grotescas, diálogos desopilantes y mucha risa nerviosa por la incómoda situación del muchacho que busca trabajo casi con desesperación, soportando estoicamente la mirada y el extraño comportamiento del resto.
Llega la hora, de destacar las notables actuaciones que presenta Casa Linguee, como ya dijimos son muchos los actores en escena ,todos aportan lo suyo y tienen su momento de lucimiento.
El papel principal, lo tiene Lucas Crespi, como Leandro, el joven que busca trabajo y con el que nos identificamos rápidamente, ya que parece ser el único normal, por lo que nos identificamos y sufrimos junto a el.
No queremos ser injustos con los otros actores, ya que son muchos, pero vamos a mencionar a Gustavo Barbeito como Victor, el particular jefe. Los Caceres, Fernando De Rosa y Claudio Maino, que cumplen una función partcular en los servicios, que no vamos a revelar, Paula Aguirre ( Raquel ) , Mariela Finkelstein ( Rosalía ), Estefanía D Anna (Nélida ) , Daniela Piemonte ( Angela ), Natalio Bellíssima ( Augusto ), Yamil Chadad ( Rubén ), Alejandro Pérez ( Abel ), Julián Sortino ( Walter ) y Ricardo Tamburrano ( Lapadula ).
Son nada menos que 13 actores y gran parte del tiempo,compartan la escena, todos al mismo tiempo, por lo que podrán apreciar los lectores, el enorme despliegue escénico presenta la obra, Indudablemente hay un gran trabajo del director, coordinado los diferentes y simultáneos cuadros y se disfruta mucho la pasión y la concentración, con la que cada personaje cumple su rol.
Nos gustó mucho la escenografía, simulando ese vestuario / oficina, tan particular, en el cual los empleados charlan y en algùn momentos se visten frente a nuestros ojos para la ocasión. Es muy bueno el diseño lumínico y sobresaliente el vestuario que lucen los protagonistas.
En definitiva, una obra particular, con una temática poco usual, tal vez algún espectador supersticioso quiera escaparle al argumento, pero sería un gran error, ya que se estaría privando de una pieza excelentemente elaborada, con mucho misterio, actuaciones sobresalientes y una incertidumbre que nos acompañará desde el minuto inicial de hasta el último y vayan preparándose, porque el final, los dejará impactados y queriendo ver la obra nuevamente, para comprender todo.
Una pieza original que nos gustó mucho y que merece verse, por lo tanto, le pedimos al espectador, que deje de lado sus temores y que acepte la invitación de los empleados de Casa Linguee, que tienen un servicio especialmente preparado para usted y sus deudos.
Pensador Teatral.