Dramaturgia y Dirección de Hernan Grinstein.
Perro transita por su quinta temporada de suceso y cuando una obra del off, logra semejante permanencia, sin dudas, es porque tiene algo especial, el boca a boca tiene gran influencia, pero para mantenerse por cinco años, la pieza debe contar con algo màs.
Fuimos al Kairos, a descubrir el secreto y nos encontramos con una obra estupenda, una dramaturgia exquisita de Hernán Grinstein, creando una historia llena de atractivos, un cuento que el espectador compra desde el inicio, un relato por momentos crudo, dramático, pero que también nos sacará sonrisas. Perro, es una historia donde la sensibilidad y la poesía, dirán presente en todo momento.
Este relato fantástico que nos propone el director, nos cuenta la historia de Mateo " El Perro " Villegas, interpretado por el mismo Hernán Grinstein, un personaje increible, mitad humano, mitad bestia, todo humano, todo bestia, lo dejamos a su criterio, el espectador cuando vea la obra, sacará sus propias conclusiones, Lo que está clarito, es que El Perro tiene que entrenar, debe encontrar su mejor forma física, para poder subir al ring y morder la yugular de sus adversarios, esa es la manera que le enseñaron para ganar y así se gana la vida, sabiendo que la única manera de ser alguien es triunfar en las peleas.
El Perro tiene un amo, Tony ( Carlos Bembibre ), que le dá órdenes, lo hace correr, saltar, le controla el peso y no duda en maltratarlo. Aunque nadie lo dice, se nota que es el dueño de El Perro y no importa lo quedeba hacer, hasta puede humillarlo, todo es válido, para ponerlo en forma y que gane los combates que le arman. Con ellos está Leyla ( Jimena López ), una especie de asistente, ella también está sometida a las órdenes de Tony y tiene une relación especial con Perro, lo trata como un compañero, son compinches y se contienen entre ellos.
Estas tres almas desesperadas, son una parte del universo, para que ellos existan, debe existir la otra parte, compuesta por quienes organizan esas peleas tan salvajes. Y allí aparece una pulpería, en la que están El Tuerto ( Jorge Laplace ) el dueño de la misma y Ricado ( Francisco Daniel Franco ) su empleado. Ellos están en ese típico bar de pueblo, haciendo crucigramas, tomando ginebra y se pasan el día hablando de bueyes perdidos, en un pueblito donde poco pasa.
Todavía no lo señalamos y como señala el título de la pieza, la obra se desarrolla en nuestro campo, en los pueblos de Arrecifes y Capitán Sarmiento, por lo que la pieza tiene ese toque campestre del interior de Buenos Aires, que se nota en los diálogos y hasta en el vestuario de los protagonistas.
En la pieza también se introduce el tema religioso y la devoción que existe en el interior, por santos como El Guachito Gil y la Difunta Correa. Como les dijimos, la pieza realmente tiene una dramaturgia riquísima y a medida que avanzamos con nuestra reseña, se darán cuenta que no exageremos en nada.
Mencionemos ahora a quienes dan vida a los entrañables personajes, que nos tiene preparados esta historia.-
Arranquemos por Hernan Gristein, quien escribe la obra, la dirige y además es el protagonista de la pieza, compone de manera magistral a Perro, su manera de hablar, sus miradas, su postura, se pone en la piel del personaje de una manera increíble con una actuación descomunal, por la que obtuvo el Premio Trinidad Guevara.
Hernán viene de la escuela de Claudio Tolcachir y tal vez algunos lo conozcan de Tercer Cuerpo, una obra de Claudio que lleva diez años en cartel y donde es uno de los actores.. Volviendo a su Mateo " Perro " Villega, su interpretación conmueve y sin dudas es para aplaudir de pie, por la precisión con la que compone el personaje y con el amor que se nota tiene por su personaje.
En el lucimiento de Hernán, contribuye mucho el elenco reunido, arrancando por Jimena López, que dá vida a Leyla, devota del Guachito Gil, amiga contenedora del Perro. Además debe soportar los embates de Tony, que ejerce todo tipo de violencia sobre ella. Se luce un montón Jimena, en un papel complejo y sufrido, ya que debe moverse en un ambiente machista.
La actuación de Carlos Bembibre con Tony, es soberbia, compone un personaje autoritario y violento, al que tanto Perro, como Leyla temen. Es el malo de la película. Además funciona como el único víncul, con el mundo exterior. Su presencia intimida, es otra gran composición.
En ese mundo exterior, representado por el bar / pulpería del pueblo, trabajan Jorge Laplace, el Tuerto, es quien organiza las peleas, bastante desalmado y compadrito. Su compañero Francisco Franco, compone un personaje delicioso y con algunos toques místicos. Juntos componen una gran dupla y logran los momentos más graciosos de la pieza, cuando se ponen a charlar en el bar.
Perro, es una de esas piezas, que crean personajes entrañables, que causan empatía con el público, además de ser cinco actuaciones excelentes. La de Hernàn, tiene un brillo especial, pero todos cumplen una destacada labor y se entregan por completo.
En la parte final de la obra, esos dos universos paralelos se unirán y todos participarán de una u otra forma, del combate de fondo, en el que Perro tendrá que luchar con un contendiente impensado, en una batalla que no parece pareja. En esos momentos, la cuarta pared se derrumbará y los espectadores participarán de un gran momento teatral.
No contaremos más, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, descubra cual será el rival elegido para el Perro y que sucederá en la pelea.
La escenografia montada por Fabricio Mercado nos gustó mucho, dividiendo el escenario en dos, por un lado el bar y por el otro el espacio, donde Perro realiza su entrenamiento. Otro punto para destacar es el diseño de luces de Lucia Feijoo y Christian Gadea, que contribuyen a conseguir una puesta minimalista, que el espectador agradece.
En definitiva, estamos en presencia, de una fantástica obra del off, una pieza con una dramaturgia excelente de Hernan Grinstein, que cumple magistralmente, su triple función de autor, director y protagonista.
En los tres rubros está soberbio. La pieza si bien es un drama, como dijimos, pasa por todas las emociones, en algunos momentos nos hará reir, en otros llorar, nos vamos a conmover, reflexionaremos en muchos pasajes y sin dudas, que nos emocionaremos con un final a toda orquesta.
Vemos mucho teatro, pero cuando asistimos a obras como Perro, nos volvemos a casa muy felices, no solo por el hecho de disfrutar de una hermosa noche de teatro, sino también por comprobar una vez más, la enorme calidad y la pasión que tiene nuestro teatro independiente.
No se pierdan esta verdadera joyita del off !!!
Pensador Teatral.-