Dramaturgia de Eduardo Rovner y Dirección de Rubén Ramírez y Lorena Lemos.
Un texto inteligente y perturbador el que nos presenta Eduardo Rovner, reconocido dramaturgo, con más de 35 obras de su autoría y ganador los más importantes premios que otorga teatro en nuestro país ( ganó Premios ACE, Konex, Estrella de Mar, Argentores, etc )
La obra explora desde un ángulo muy particular, la relación entre madre e hija, que algunas veces resulta idílica, pero que en otras casos es sumamente conflictiva.
Aquí claramente se dá esta última posibilidad ya que la protagonista, planea matar a su madre, en su casa y con una pistola, espera su llegada, planificando de que manera la asesinará.
El autor instala la inquietante idea del matricidio y eso provoca un doble efecto en el espectador, por un lado, lo incomoda mucho y por el otro, hace que se interese por conocer los motivos, que pueden llevar a una hija a cometer semejante acto.
Te voy a matar mamá, nos cuenta la historia de Flor, una joven de profesión actriz, que se encuentra sola en su casa, repasando su decisión de matar a su madre.
En esta hija, hay muchas frustraciones y el blanco de las mismas es su madre, ella es la culpable de su insatisfacción, su presente poco feliz y además de haber perdido a su padre.
Estamos en presencia de una historia de amor y también de desamparo. Flor tiene muchos reclamos para su madre y aunque ella no está presente, siente la necesidad de descargarse y convencerse a si misma, que su decisión de matar a su madre, tiene justificativos.
Esta obra unipersonal, llega a buen puerto, por la magnífica actuación de Laura Ledesma, una joven actriz, que resuelve en gran forma este complejo papel, que exige mucho.
Interpreta a una mujer amante del fenshui, que gusta de practicar posiciones de yoga, indudablemente busca un estado interno de paz, que no concuerda con sus intenciones asesinas.
Destacable su gestualidad y como transita los diferentes estados de ánimo que debe transitar su personaje, dotándolo de una sensibilidad muy particular y causando empatia en el espectador, que la observa casi con compasión. Nos gustó mucho la interpretación de Laura, que demuestra estar a la altura de todo lo que exige el protagónico, ya que se la vé muy relajada en escena, disfrutando de su personaje. Seguramente en esta buena perfomance, tiene su cuota parte, Rubén Ramírez, uno de los directores, que la conoce de trabajos anteriores y confío en ella para este importante desafío.
Una escenografía sencilla, pero muy cálida, que nos sitúa en el pequeño departamento de Flor y una buena musicalización, contribuyen a generar esa atmósfera íntima, que el director propone para la puesta.
En definitiva, una inmejorable oportunidad de conocer este inteligente y movilizador texto de Rovner, que ya tuvo otras puestas anteriores y que vuelve en esta ocasión, con una muy interesante versión, hecha a puro pulmón, que nos acerca Rubén Ramírez y Lorena Lemos, de la mano de la histriónica Laura Ledesma, que se luce muchísimo y nos regala una entrañable actuación.
Con este mismo equipo, la obra viene de presentarse en Madrid, donde tuvo muy buen suceso de crítica y de público. Por eso sin tener que irse a España, ahora tenemos la chance de ver la obra en Buenos Aires y además de disfrutar de una gran interpretación, vamos a reflexionar mucho, con este inquietante thriller psicológico.
Pensador Teatral.
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