Sábados 21 hs en El Método Kairos ( El Salvador 4530 )
Con mucha expectativa, nos llegamos al Método Kairos, para ver la última creación del Colectivo Lascia y de Pablo Bellocchio, un autor joven, que siempre gusta de indagar en lo cotidiano, sabiendo traer al escenario, historias que resultan cercanas al espectador.
Pablo recibió el año pasado, el premio Teatro del Mundo como Mejor Dramaturgo, por Si no te veo Felices Fiestas y Dos una Desconexión, aquí redobla la apuesta en una pieza, cuyo título y sinopsis, nos remite a una fiesta de reencuentro de viejos compañeros de la secundaria, pero que en verdad, esa es solo la cubierta, de una trama subyacente, que en ese comienzo aparece oculta y es más profunda.
En verdad, la fiesta existe, cuando ingresamos a la sala principal del Kairos, se escucha la música y hay jóvenes bailando. Pero olemos que algo no funciona como debería ocurrir en una fiesta normal. Primero, la concurrencia es escasa. Tan poco exitosa fue la convocatoria de los viejos amigos ?? Y por otro lado, los rostros no parecen alegres. Se nota que hay preocupaciones y tensiones en el ambiente.
No queremos contar demasiado, para mantener el suspenso, pero si diremos que las acciones se desarrollan en una calurosa noche de Diciembre del 2001, época en que la Argentina atravesaba una crisis económica severa, con el corralito y la falta de efectivo en la calle, como postal representativa, de un momento muy complicado para todos.
No contaremos mucho más, solo agregaremos que esos viejos amigos que hace tiempo no se veían, encontrarán en esa reunión, motivos para soltar verdades que tenían atravesadas, apareciendo cuentas pendientes entre ellos y algunas máscaras que se irán cayendo. El humor, ácido en mayor medida, logra ingresar a una trama que tiene un contexto dramático, llega a tocar temas profundos y mostrando como muchas veces la voracidad económica y la búsqueda del bienestar propio, arrasa con cualquier código de amistad existente.
El eje de la obra, lo marcan las muy buenas actuaciones que presenta la misma, con un elenco joven, que capta con claridad el mensaje del autor y sabe como transmitirlo. Estuvieron ensayando un año para estrenar la obra y eso se nota en la fluidez del relato y en el rico proceso creativo, que tuvieron con un director al que ya conocían, por haber trabajado juntos en anteriores proyectos.
Vamos a mencionar a todos los integrantes del elenco, ya que las actuaciones son parejas y todos consiguen lucirse Sabrina ( Mariví Yanno ) y Julián ( Nicolás Salischiker ), son los anfitriones de la velada que se desarrolla en su casa, en una pareja donde la mujer, es la que domina la relación y maltrata un poco a su novio, que trata de complacerla. Nos gustó el trabajo de ambos, Mariví componiendo a una mujer sensual y atractiva, que intimida. Nicolás por su lado, compone un personaje que luce con baja autoestima y busca la forma de escapar de un presente y una relación que no lo encuentran feliz.
Nos gustó mucho la pareja de Fabio ( Fernando del Gener ) y Diana ( Malena López ). Son los de mejor posición económica del grupo y pareciera les gusta exhibir ese poderío. Para destacar el histrionismo de Fernando, altanero y poco solidario. Malena aporta frescura y belleza a la obra, nos encantó el trabajo de ambos.
Jimena Lopez, es una actriz que nos gusta mucho. La elogiamos ampliamante el año pasado por su labor en Perro, una entrañable pieza del off. Aquí es Clara, un personaje clave de la trama, que parece no encajar en el grupo y es la que más sufre mala la situación económica. Aparece en forma misteriosa en la fiesta y tendrá mucho que decir. Siempre un gusto verla a Jimena.
Por último mencionar a Rodrigo Blanco, como Lucas, que trabaja en un banco, no siendo este el mejor lugar para hacerlo, en época de corralito, llegando muy cargado a la reunión, por las situaciones que les toca vivir.
Los seis protagonistas, muestran mucha química entre ellos, algo que se nota en la fluidez de las acciones y todos tienen todos un lugar para el lucimiento individual, cuando dan un paso adelante, para en un monólogo, sus verdades, que solo aparecen cuando están solos y se ocultan ante los demás.
La puesta que propone el director es de carácter minimalista, con un diseño escenográfico austero y efectivo. Nos gustó el diseño lumínico de Pablo Calmet y el vestuario juvenil que acerca Gina Machienzi. Además destacamos esos sonidos de fondo y ese televisor que resuena con la voz de De La Rúa, que nos traslada a esos tristes momentos del 2001, aportando tensión y realismo a la puesta.
En definitiva, una propuesta muy interesante, que de manera testimonial, nos servirá para reflexionar acerca que como muchas veces las crisis económicas, trastocan todos los sistemas de valores establecidos en la sociedad y entonces arranca una especie de salvase quien pueda, donde la desesperación predomina y no importa si pisamos al otro con tal de no caer en el abismo, aunque ese otro, pueda ser un amigo.
Nadie te había Invitado, además de entretener, servirá para recordar como las crisis, parecen repetirse casi de manera cíclica en nuestro país. Es como si ya estuviéramos acostumbrados a recibirlas y en vez de tomar los recaudos para que estos momentos tan duros no se reiteren, casi las tomamos como algo normal, como algo que inevitable para Argentina, que sufrirá estos cataclismos cada determinada cantidad de años.
Una vez más, los amigos de Lascia, ademas de regalarnos un lindo momento teatral, nos estimularán a pensar, para que la memoria colectiva, pueda aleccionarnos y intentemos no se repitan esos viejos errores y tragedias, de un pasado, más reciente del que imaginamos, que parece empecinarse en volver.
Pensador Teatral.