Viernes 20 hs en Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Una nueva propuesta llega de la mano del Bernardo Cappa, este joven y prolífico autor, que tiene como sano hábito, estrenar una o dos obras por año, algo que habla de su necesidad de expresarse mediante la escritura y su alto espíritu creativo.
Recordamos haber disfrutado hace unos años de Svaboda de este mismo autor, una pieza donde mediante el humor, construía una historia muy divertida, donde se unían la vida del campo y de la ciudad. Aquí en Las Vengadoras, será nuevamente el humor, la llave de un relato, que se introducirá de lleno en el mundo policial.
El retrato que nos pintará Cappa, tendrá mucho de grotesco, de exageración, pero también mucho de verdad, denunciando los usos y costumbres de una institución que tiene mala imagen en la sociedad, detentando mucho poder en la calle y con lazos de todo tipo con el poder político. Por eso en algunos momentos, la risa por lo desopilante y disparatados del relato, se convertirá en triste reflexión, por las semejanzas, que notamos tiene el texto, con la realidad.
Contemos brevemente, que las acciones arrancan, en el un salón de un club barrial, decorado con banderas argentinas, que se prepara para celebrar el acto de asunción de La Orca, como Comisaria. Su mano derecha es La Tarta, una oficial de origen paraguayo, que la ayuda en la decoración del salón. Al acto fueron invitadas, altas autoridades policiales, entre ellos el Comisario Benavidez. Además estarán presentes, funcionarios políticos, diputados y senadores. Todos se harán presentes para homenajear a La Orca, que está postrada en silla de ruedas, algo que sin dudas le aporta más sentido a la ceremonia programada.
Está previsto dar un discurso y para complementar la celebración, la futura comisaria decide convocar a dos ex oficiales, La Monja y La Suricata, que por algún motivo que no revelaremos, han perdido sus placas, pero aún visten sus uniformes policiales. Son convocadas, por su calidad de músicas, una de ellas tocará el piano y la otra cantará.
Pero lo que parece un festejo común y corriente, tiene reservado una sorpresa. Hace poco tiempo, Wanda una compañera de ellas en la fuerza , perdió la vida en situación poco clara, en la que Benavidez parece estar implicado. Y si entonces aprovechan el acto para vengarse de su amiga caída ?? Las convocó para eso La Orca ?? Podrán llevar adelante un plan que además de vengarse de Benavidez, les permitirá quedarse con algún dinero mal habido, que andará dando vueltas ??
Los interrogantes son muchos y no vamos a dar las respuestas nosotros, dejaremos que el espectador descubra que sucederá cuando vea la obra. Solo diremos que se respira un aire de tensión y venganza en el ambiente, los ánimos están caldeados y las traiciones no son aceptadas en la institución policial. Además el hecho de que haya tantas uniformados reunidos en un mismo sitio y armados todos ellos, es algo siempre peligroso.
La trama que propone el autor es ágil, hay un humor ácido y un código mitad policial, mitad tumbero, que el espectador reconoce. Este texto desopilante y satírico, tiene un apoyo fundamental en las muy buenas actuaciones que presenta la obra.
No hay dudas que Silvia Villazur, como La Orca, es quien se lleva los mayores aplausos y quien más risas genera. Montada en su silla de ruedas, nos regalará una composición brillante de su personaje. Mal hablada, maleducada y con todos los vicios que puede tener un policía de años, se mostrará muy cómoda con el papel, disfrutando del rol protagónico que tiene, explotando al máximo la impunidad que le brinda llevar el uniforme y con un histrionismo que aporta mucho a la pieza. Genial lo de Silvia, una actriz de gran trayectoria, que siempre tiene mucho que dar al espectador,
Pero La Orca, no está solo en escena, la acompañan muy bien, Sabrina Lara como La Tarta, que parece ser ser su ladera, desde el arranque está con la jefa, soportando estoicamente sus órdenes y algunos maltratos. Muy bueno lo de Sabrina, que además de la actuación, sorprende cantando y muy bien.
Maia Lancioni ( La Suricata ) y Leilen Araudo ( La Monja ) componen dos personajes muy divertidos, que llegan juntas a la convocatoria, Maia es la lider de la dupla, con una personalidad muy fuerte, tratando de apuntalar a La Monja, que parece la más afectada por la muerte de La Wanda y al estar tan inestable emocionalmente, puede ser un peligro para que el plan ideado pueda ejecutarse. Nos gustaron mucho las actuaciones de ambas, ya que pese a la carga de violencia que tienen sus personajes por naturaleza, le aportan un toque femenino a sus papeles, en un contraste que resulta muy interesante.
La puesta que propone el director es dinámica y muy entretenida, destacamos el diseño escenográfico y el vestuario de Alejandro Mateo, así como la dirección musical de Nicolás Espinosa, con los acordes de Néstor en Bloque, que sonarán en el escenario de El Camarín.
Para ir concluyendo, una propuesta muy divertida la de Cappa, probando una vez más que muchas veces el humor, sirve para presentar algunas verdades, con una crudeza y un realismo, que de otra serían difíciles de exponer con tanta crudeza, trayendo situaciones y utilizando discursos, que sabemos están arraigados en la profundo de la institución policial.
Por todo lo comentado, recomendamos Las Vengadoras, se van a reír mucho y se divertirán juntos a estas cuatro uniformadas, que están al servicio de la comunidad (teatral en este caso ).
Pensador Teatral.