Sábados 20 30 hs en El Camarín de las Musas ( Mario Bravo 960 )
Una valiosa propuesta teatral llega de la mano de Alfa, esta tragicomedia futurista, ambientada en el Año 2050, en una sociedad sumida en el caos, donde salir a la calle y conseguir provisiones se transformaba en una aventura, debiendo tener especial cuidado con esas hordas de mujeres, que patrullan la ciudad, en búsqueda de hombres, que puedan satisfacer sus necesidades.
El texto de Felicitas es potente, con un componente cinematográfico y de ciencia ficción, que no es habitual en nuestro teatro independiente y le dá un toque de originalidad a la pieza, sumando además una temática que atrapa al espectador desde el arranque.
El problema que atraviesa el mundo es grave, la fertilidad está en crisis, tener un hijo es poco menos que un milagro, esto se debe a que el semen del hombre ha perdido su calidad para procrear, lo que ha desatado la locura de las mujeres, que no se resigan a esta situación y emprenden una búsqueda frenética para dar con algún hombre, que pueda darles un hijo.
Ese es el marco que propone la autora, la situación es peligrosa en el afuera, ya que para el espectador la acción se desarrollará en una cocina subterránea devenida en laboratorio clandestino, que se dedica a recibir muestras de semen de voluntarios que hasta allí se arriesgan a llegar, a cambio de una módica paga.
El laboratorio es una empresa familiar, donde la organización es bastante precaria, la jefa de familia ( Marta Haller ) está medicada y deambula de acá para allá, sin aportar demasiado. Quien dirige el laboratorio, en verdad, es su enérgica hija ( Mariana Cavalli ) , ayudada por una vieja empleada de confianza ( Valería Roldán ), que es una asistente todo terreno, ayudando con las muestras, cocinando y yendo a hacer las compras.
La monotonía y desesperanza que reina en esa empresa familiar en crisis, cambiará radicalmente con la llegada de Santos Ochoa, un motoquero, que se presenta como un donante más, pero no lo será. Aparentemente su semen tiene una potencia increíble. Si los datos preliminares se confirman, habrán encontrado a ese macho alfa, que todo el mundo está esperando con los brazos abiertos..
Justo en esos momentos cruciales, llegara Starsoky, el jefe de familia, que tuvo que huir hace años de allí, debido a sus problemas con la ley, estuvo preso por sus manejos fraudulentos y dejó a su familia en ruina por las deudas, algo que su ex esposa no le perdona. Pero justo regresa en esa instancia clave, si realmente han encontrado un macho alfa, nadie mejor que él para hacer negocios y gracias a sus contactos, poder convertir ese descubrimiento en millones para su familia. Es la oportunidad dorada, para recuperarse y escapar de este presente gris, en búsqueda de aprovechar esa gallina de los huevos de oro, que los salve para siempre.
Y hasta allí contaremos, que sucederá con este descubrimiento y con los contactos de Starosky, es algo que el espectador sabrá cunado vea la obra, solo diremos que la trama irá avanzando de manera vertiginosa, con momentos muy divertidos, algunos grotescos y otros decididamente dramáticos. La caricatura de la ambición sin límites del hombre, siempre estará presente, en una historia que tiene todos los condimentos, para resultar atractiva.
La potente dramaturgia de la talentosa Felicitas Kamien, encuentra eco en las estupendas actuaciones que presenta la obra. Hay dos de ellas, que queremos resaltar de manera especial. Mariana Cavilli es la hija, que intenta reflotar el negocio familiar y además deberá ser mediadora en la batalla de sus padres, que no se llevan para nada bien. Su composición es magnífica, su rosto adusto esconde un dejo de sensualidad y un amor reprimido, que pugna por salir. Transitando los diferentes registros que pide la trama y con gran presencia escénica, redondea una interpretación estupenda, con algunas escenas para poner en un cuadrito, como una que juega con Santos, que quedará en recuerdo por su realismo extremo y dejará sin respiración a la platea. Genial lo de Mariana, para nosotros, la gran revelación de la noche.
Si lo de Mariana es bueno, que decir de Abian Vainstein, un actorazo que literalmente se come la obra. Recordamos haberlo elogiado y mucho por su papel protagónico en La Fiesta del Viejo, una entrañable obra del off, que tuvo gran suceso en el circuito independiente. Su aparición en Alfa, dará un giro a la pieza, ya que su histrionismo a flor de piel, aportará una energía increíble a las acciones. Fantástica la composición de Abian, que aprovecha todas las oportunidades que le brinda el texto, para mostrar todos sus recursos artísticos y una entrega física que conmueve. Cuando vean la obra coincidirán con nosotros, en la calidad de un trabajo, que sin dudas, debería ser premiado con algún reconocimiento de la crítica especializada, cuando llegue la hora del balance.
Pero no seamos injustos, con el resto del elenco, ya que si bien las actuaciones de Cavilli y Vainstein pueden encandilar, la obra tiene una fluidez que solo se logra con el funcionamiento de todo el elenco. Diego Quiroz, está impecable, como un rudo motoquero, que va al frente con todo y no se achica ante las amenazas de la calle. Valería Roldán también se luce mucho, como una empleada de bajo perfil, pero que influye mucho en las decisiones y conoce toda las internas del laboratorio.
Párrafo aparte para Marta Haller, con una gran composición, en un papel muy complejo, como una mujer deprimida, que debe recurrir a los medicamentos para mantenerse de pie y que responsabiliza a su ex-esposo de su penoso presente, en discusiones en las que se sacan chispas.. Muy bueno el trabajo de Marta.
Se hizo algo extensa, la mención del elenco, pero la buena factura de las actuaciones realmente lo ameritaba, ya que hay interpretaciones superlativas y mucho ensayo atrás.
La puesta es realmente atractiva, con una atmósfera cargada de tensión, por lo que sucede en ese laboratorio subterráneo y en ese afuera que no vemos, pero imaginamos por los relatos de los que llegan del exterior.. Excelente el diseño escenográfico de Victoria Kaimen y Mariano Sivak, reproduciendo ese ambiente hogareño y de trabajo, repleto de detalles Hay muy buen diseño de luces de Matías Sendón, que contribuye a ese ambiente asfixiante, que por momentos tiene la historia y siendo fundamental en los cambios de cuadros. Tampoco queremos dejar de mencionar el vestuario de Estefanía Bonessa, colaborando en la creación de cada personaje. Estamos en presencia de una puesta muy rica, que cuida todos los detalles.
En definitiva, disfrutamos de una hermosa noche de teatro, con esta propuesta que nos atrapó por completo. Para que esto suceda, confluyeron un texto original y potente de Felicitas Kamien, combinado con una puesta muy atractiva, que encuentra el eco justo, en el muy buen elenco reunido.
Recomendamos especialmente Alfa, nos fuimos muy satisfechos de la colmada sala, casualmente ubicada en el subsuelo del Camarín de las Musas, con el fondo de los prolongados aplausos que los espectadores, tributaron a los protagonistas al final de la función, como broche a la entrañable velada teatral vivida.
Pensador Teatral.-