Viernes 21 hs en Beckett Teatro ( Guardia Vieja 3556 )
Obra escrita en 1945, por el dramaturgo inglés John Priestley y estrenada en Moscú ese mismo año y en Londres 1946, siendo un texto crítico respecto de la falta de compromiso social de una clase burguesa soberbia y egoísta, que solo mira su ombligo. El autor vislumbraba al socialismo como el gran cambio social, que cambiaría una época.
Ha Llegado un Inspector es la obra más famosa de Priestley, ha sido traducida a más de treinta idiomas y se ha representado en teatros de todo el mundo. En la Argentina, es recordada una versión estrenada en 1998, que tuvo a Sergio Renán como director y a un elenco integrado por nombres de la talla de Lito Cruz, Hector Bidonde, Graciela Dufau, Ines Estevez y Martin Slipak por mencionar solo algunos nombres.
Veinte años después, llega al querido Beckett, esta versión dirigida por Valeria Camino, con un elenco muy joven, que ha demostrado estar a la altura del desafío, mostrando la vigencia de este trhiller de suspenso, que logra atrapar al espectador desde el arranque.
Sin adelantar demasiado, ya que la intriga es un componente fundamental de esta pieza, contemos que la historia está ambientada en la ciudad inglesa de Brumley, allí en la casa de Arthur Birling, un poderoso e influyente industrial de la región, se celebra una reunión familiar, con motivo de la petición de mano de su hija Sheila, de parte de un heredero de otra familia aristocrática del condado.
La velada transcurre, entre brindis, palabras de compromiso y entrega de anillo. El clima es festivo y distendido, pero recibirán una visita inesperada. En el medio de la velada, tocará el timbre de esa mansión, alguien que no estaba invitado al festejo, nos referimos al Inspector Goole, que con tono grave y severo, les anunciará a todos los presentes, que ese noche, se ha suicidado una joven llamada Eva Smith.
La noticia es recibida con indiferencia, ya que no entienden las razones por las que ese inspector los molesta con esa visita impertinente.. Pero de a poco, el velo comenzará a correrse y quedará al descubierto que todos los integrantes de esa familia, en diferentes circunstancias, conocieron a la mujer ahora muerta y el incisivo inspector, parece tener indicios, que varios de ellos pudieron tener alguna responsabilidad, con aquel suicidio.
Y hasta allí contamos, como mencionamos antes, el suspenso estará presente desde el comienzo de la obra y la intriga irá aumentando a medida que la trama irá avanzando, por eso no queremos adelantar más nada. El espectador se engancha con la propuesta en todo momento y para que esto ocurra, es fundamental la prestación y entrega del joven elenco reunido.
Las actuaciones son muy destacadas, los personajes que presenta el texto son extravagantes y requieren un esfuerzo adicional de los actores para representarlos, ya que deben impostar las voces y estar siempre en sintonia, con la dinámica particular que tiene la trama.
Tratando de no pecar de injustos, vamos a destacar algunas de las interpretaciones, ya que los trabajos lo merecen. Nos gustaron mucho las actuaciones femeninas que tiene la obra. Candela Font, compone a una Sra.Birling furibunda y manipuladora , que con enorme presencia escénica, nos regala una magnífica actuación. En el mismo alta nivel, colocamos a Emilia Rubio, como Sheila, con un peinado despampanante y una voz chillona muy lograda, aporta belleza y mucha frescura a la puesta, para componer un personaje desopilante. Estupendas actuaciones de Candela y Emilia.
Otro que resalta y mucho es Nicolás Cayol, como Arthur Birling, el jefe de familia, que tratará en todo momento de ejercer su poder y su influencia, ante el inesperado visitante, aunque, sin demasiada suerte. Destacamos también su presencia escénica y energía. Lucas Zeballos Beltrán, es Gerald Groft, el prometido de Sheila, preocupado por guardar las apariencias y mostrar su status social. Muy bueno lo de Lucas.
No seamos injustos con Ignacio Procopio, como Eric el menor de los Birling, Nicolás Luis, como el perpicaz Inspector Goole y Juan Manuel Oviedo, el mayordomo de la familia, que sin pronunciar palabra, realiza un gran trabajo ( cuando vean la obra coincidirán en esto ). Los tres hacen un aporte importante, en una pieza, donde todos sus integrantes cumplen un papel relevante.
Semejantes labores, sin dudas denotan mucho ensayo previo, para lograr semejante fluidez en la trama, en esto también hay mucho mérito la directora Valeria Camino, que coordina muy bien los esfuerzos individuales.
La puesta sin dudas sorprende, con un vestuario lleno de glamour, peinados estupendos y destacados diseños escenográficos y de iluminación. Están cuidados todos los detalles, en una puesta con una estética de lujo para el teatro independiente, con las excentricidades de la Familia Birling, que en varios momentos, nos traen a la memoria a Los Locos Adams.
No queda mucho para agregar, la obra tiene mucho suspenso, momentos muy divertidos y una tensión que irá aumentando a medida que la trama avanza. A un texto de probado suceso, se le suman una puesta muy atractiva y magnificas actuaciones del joven elenco reunido.
Ha Llegado un Inspector, mantendrá el misterio hasta la ultima escena, nos hará reír y también reflexionar, acerca de como muchas veces los poderosos, se cree impunes y tienen nulo registro de sus actos, es decir no miden las consecuencias de los mismos . Los aplausos prolongados, que resuenan en el Beckett, al final de la función, no dejan dudas que el público disfrutó mucho de esta distinguida propuesta, que el teatro independiente nos ofrece.
Pensador Teatral.
Las actuaciones son muy destacadas, los personajes que presenta el texto son extravagantes y requieren un esfuerzo adicional de los actores para representarlos, ya que deben impostar las voces y estar siempre en sintonia, con la dinámica particular que tiene la trama.
Tratando de no pecar de injustos, vamos a destacar algunas de las interpretaciones, ya que los trabajos lo merecen. Nos gustaron mucho las actuaciones femeninas que tiene la obra. Candela Font, compone a una Sra.Birling furibunda y manipuladora , que con enorme presencia escénica, nos regala una magnífica actuación. En el mismo alta nivel, colocamos a Emilia Rubio, como Sheila, con un peinado despampanante y una voz chillona muy lograda, aporta belleza y mucha frescura a la puesta, para componer un personaje desopilante. Estupendas actuaciones de Candela y Emilia.
Otro que resalta y mucho es Nicolás Cayol, como Arthur Birling, el jefe de familia, que tratará en todo momento de ejercer su poder y su influencia, ante el inesperado visitante, aunque, sin demasiada suerte. Destacamos también su presencia escénica y energía. Lucas Zeballos Beltrán, es Gerald Groft, el prometido de Sheila, preocupado por guardar las apariencias y mostrar su status social. Muy bueno lo de Lucas.
No seamos injustos con Ignacio Procopio, como Eric el menor de los Birling, Nicolás Luis, como el perpicaz Inspector Goole y Juan Manuel Oviedo, el mayordomo de la familia, que sin pronunciar palabra, realiza un gran trabajo ( cuando vean la obra coincidirán en esto ). Los tres hacen un aporte importante, en una pieza, donde todos sus integrantes cumplen un papel relevante.
Semejantes labores, sin dudas denotan mucho ensayo previo, para lograr semejante fluidez en la trama, en esto también hay mucho mérito la directora Valeria Camino, que coordina muy bien los esfuerzos individuales.
La puesta sin dudas sorprende, con un vestuario lleno de glamour, peinados estupendos y destacados diseños escenográficos y de iluminación. Están cuidados todos los detalles, en una puesta con una estética de lujo para el teatro independiente, con las excentricidades de la Familia Birling, que en varios momentos, nos traen a la memoria a Los Locos Adams.
No queda mucho para agregar, la obra tiene mucho suspenso, momentos muy divertidos y una tensión que irá aumentando a medida que la trama avanza. A un texto de probado suceso, se le suman una puesta muy atractiva y magnificas actuaciones del joven elenco reunido.
Ha Llegado un Inspector, mantendrá el misterio hasta la ultima escena, nos hará reír y también reflexionar, acerca de como muchas veces los poderosos, se cree impunes y tienen nulo registro de sus actos, es decir no miden las consecuencias de los mismos . Los aplausos prolongados, que resuenan en el Beckett, al final de la función, no dejan dudas que el público disfrutó mucho de esta distinguida propuesta, que el teatro independiente nos ofrece.
Pensador Teatral.
Muy bueno
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