Sábados 18 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )
Una propuesta multifacética y muy original llega de la mano de Luis Longhi, reconocido autor, director y bandoneonista, con Anita o La Tragedia de las Partes, que podríamos catalogar como un trhiller psicológico y también como una historia de amor, de perversiones, con teatro dentro del teatro, con arte y con la música como protagonista fundamental de la historia.
La trama tiene un componente de suspenso muy alto, al espectador se le irán dando pistas, para que vaya armando en su mente la historia, como si fuera un rompecabezas gigante, tratando de descubrir el significado de cada pieza y el sentido de las mismas.
No queremos contar demasiado, para que sean sorprendidos, como lo fuimos nosotros, solo diremos que conoceremos a Anita ( Maia Francia ) una bella joven, culta y manipuladora, que junto a sus amigos Laura ( María Viau ) y Juan ( Sebastián Politino ) parecen estar urdiendo un plan, aunque no estamos completamente seguro de ello. Son realmente amigos o simulan serlo ?? Y como encaja Hugo ( Pablo Sorensen ) en esta especie de juego ?? No vamos a adelantar más, ustedes lo descubrirán, Si podemos afirmar, que hay una dramaturgia muy bien elaborada, que irá avanzando de manera vertiginosa, a medida que la trama se desarrolla, encontrando su climax, en un final a todo orquesta y valga el juego de palabras, con los músicos en escena.
La buena dramaturgia, encuentra eco en las actuaciones que presenta la obra, pero en la misma hay una figura que descolla, nos referimos a Maia Francia, la talentosa actriz uruguaya, que ya lleva más de diez años viviendo en Buenos Aires y aquí nos regala una actuación fantástica,
Es realmente magnética la interpretación de Maia, se adueña del escenario de manera admirable, con una presencia escénica imponente, sus caras, sus miradas, todo es un deleite en su interpretación Logrando transitar por todos los estados de ánimo que requiere el texto con una versatilidad y una credibilidad asombrosa. Siendo por momentos una mujer frágil, en otras perversa y poderosa, exaltada y caprichosa, sensual, deprimida y vulnerable y así podríamos seguir toda la noche con los adjetivos. Realmente nos brinda, una composición magnífica, mostrando que está en su madurez como actriz. Aquellos que piensan que exageramos con algunos elogios, cuando vean la obra coincidirán con nosotros y apostarán que por este trabajo Maia Francia, recibirá algún reconocimiento de la crítica especializada.
Indudablemente Maia, es quien atrae gran parte de las miradas, pero para nada esta sola en escena, está muy bien acompañada por un elenco joven, que también se destaca mucho, arrancando por Marta Viau, con su histrionismo a flor de piel, jugando escenas muy arriesgadas con la protagonista, al igual que Sebastián Politino que cumple un muy buen trabajo. Por último mencionar a Pablo Sorensen, un joven actor, a quien elogiamos mucho en anteriores reseñas y aquí entrando en la parte final de la historia, se convertirá en un personaje clave, para la resolución del nudo argumental.
Pero no hay solo cuatro actores en escena, los acompañan y creemos no es casual la coincidencia en el número, un cuarteto de cuerdas. Son cuatro músicos en escena, que nos deleitarán con sus melodías a lo largo de toda la obra, nos referimos a Valter Izzo, Luz Merlo, Esteban Fironi y Nicolás Muñoz. con música original y la dirección musical de Juan Ignacio López, un viejo socio de Longhi, ya que compartieron varios proyectos juntos y aquí consiguen una muy buen madiraje entre actores y músicos, con una lograda interacción de ambos géneros, ya que notaremos que Anita, un par de veces, con sus miradas y señas, parece dirigir la orquesta.
La puesta de Longhi es muy atractiva, el espectador se engancha desde el arranque con la propuesta y estará atento para tratar de ir colocando en el lugar correcto las piezas de este rompecabezas. Hay un lucido diseño escenográfico de Vanessa Giraldo, que incluye muy bellos cuadros de Beatriz Provitina y no queremos dejar de mencionar el muy buen diseño lumínico de Sebastián Irigo. Todos aspectos que redondean una puesta muy cuidada y bella desde lo estético.
Estamos en presencia de una propuesta muy rica, que explora los vínculos humanos, poniendo la lupa especialmente en tópicos, como la manipulación, la locura y los desbordes emocionales, mostrando como muchas veces, cuando se quiere jugar a la ruleta rusa, la situación puede salirse de control en cualquier momento.
Recomendamos llegarse hasta El Tinglado, sin dudas unos de nuestros teatros favoritos en Buenos Aires, por su comodidad y calidad de propuestas, para ver Anita o La Tragedia de las Partes, una historia con suspenso, arte, armonía musical y una actuación como la de Maia Francia, para poner en un cuadrito. Los aplausos prolongados, con que los espectadores despiden a los protagonistas, al final de la función, no dejan dudas, que al igual que nosotros, disfrutaron de una excelente tarde de teatro.
Pensador Teatral.