Libro de Jessie Nelson. Dirección de Natalia del Castillo y Dirección Musical de Mariana Zayas.
Una apuesta fuerte de los productores Julieta Kalik y Pablo del Campo, trayendo un musical que desde hace tres años se encuentra en cartel en Broadway con muy buen suceso, nos referimos a Waitress The Musical, con libro de Jessie Nelson y música de Sara Bareilles, aquí llamada Camareras, la obra está basada en la película del mismo nombre de Adreinne Shelliy, fue nominada a los Premios Tony.
La obra original que se presenta en Broadway, tiene un equipo creativo integrado exclusivamente por mujeres y en esta versión local, la primera representadas en español, se respeta ese espíritu, ya que son también mujeres, quienes dirigen aquí Camareras.
Y es una mujer, Gina ( Josefina Scaglione ) la protagonista central de esta historia. Moza en una cafetería, además se destaca en la cocina, por crear tortas y postres siguiendo recetas propias, con una pasión por la pastelería, heredada de su madre. Fuera de lo laboral, las cosas no van para Gina, la relación con su esposo, que es no es muy afecto al trabajo, no pasa su mejor momento y justo en esos momentos recibe la noticia, que está embarazada.
Dudando sobre si seguirá adelante con ese embarazo, visita a su ginecólogo, recién llegado al pueblo y será un amor a primera vista, porque desde que se ven, se irá generando entre ellos una relación que avanzará cada vez más.
Camareras, tiene varias historias paralelas, Gina trabaja en la cafetería, con Betty ( Natalia Cociuffo ) y con Dany ( Maia Andrenacci ), ellas son amigas y confidentes. La escuchan y la aconsejan, pero además, atraviesan un presenta amoroso algo pobre y tendrán espacio para sus respectivas historias de amor.
Los cuadros musicales son mayoría en la obra y traducir las letras originales, sea tal vez sea el mayor desafío y dificultad que presenta la adaptación, ya que hay algunas rimas y expresiones, que cuestan en algunos casos llevar al español, siendo tal vez, donde pueden observarse algunas dudas, pero la dificultad creemos se supera.
Se ha reunido un elenco muy destacado para el proyecto, siendo estelar la actuación de la talentosa Josefina Scaglione, demostrando estar a la altura de un protagónico, que exige mucho desde lo actoral y desde lo musical, dando cuenta de ese aura angelical que tiene y la voz hermosa que la distingue. Recordemos, para quien no lo sepa, que Josefina a los 20 años, se dió el gusto de ser la protagonista de West Side Story en Broadway, un logro que pocas actrices pueden exhibir. Con su belleza y su frescura, compone un personaje sensible, que enamora al espectador. Nos encantó su interpretación.
Pero Scaglione no está sola en escena, está muy bien acompañada por un elenco sólido. Natalia Cociuffo se destaca muchísimo, con gran presencia escénica y mucha experiencia en protagonizar musicales ( recordamos mucho su protagónico en Los Monstruos ) cosecha muchas de las miradas. Maida Andrenacci, a quien elogiamos muchas veces en el off, es la revelación femenina, dando vida un personaje muy divertido. Hablando de diversión, magnífico el aporte de Roberto Pelloni, componiendo a Oski, que será, quien más risas generará en la noche, mostrando su versatilidad para rendir en todo tipo de papeles, No hay dudas que Roberto es un actorazo, aquí desde un papel secundario consigue el destaque.
La revelación masculina, es Guido Balzaretti, el médico ginecólogo, que se cruzará en el camino de Gina, carismático y muy festejado por platea. Felipe Colombo como Edu, el hosco esposo de Gina y Christián Alladio como Charly, el dueño de la cafetería, cumplen muy bien sus roles.
Párrafo aparte, para Mario Pasik, aportando toda su experiencia y carisma al servicio de la obra, siendo siempre un placer verlo en escena. Nombremos al resto del elenco, Flor Delia, Flavia Pereda, Magalí Sanchez, Diego Bros y Federico Llambi. Todos ellos hacen su aporte en la trama y en los ensambles, dibujando coreografías muy logradas.
Si hay algo, que no puede dejar de mencionarse, es la gran puesta que tiene Camarera, en una producción de real envergadura. El diseño escenográfico es excelente, hay decorados móviles, que irán ofreciendo las diferentes locaciones y ambientación, todas muy logradas, en especial la cafetería, que parece real, con las mesas, mostradores y demás. Impacta la obra en este rubro.
Otros ítems a destacar, son el diseño lumínico, el vestuario y obviamente debemos resaltar la impecable dirección musical de Mariana Zayas, con la orquesta en vivo, que está compuesta por piano, bajo, guitarra, celo y batería. Muy bueno el trabajo de todos los músicos, otro de los puntos altos de la noche.
En definitiva, una puesta estupenda y un gran esfuerzo de producción que permite traer este éxito de Broadway, a una cartelera porteña, que con mucha oferta en el teatral comercial y no tanto dinero en los espectadores. Por esto muchas, se observan asistencias menores, a las que se merecen por las inversiones realizadas y la calidad de los espectáculos.
Camarera, es un musical que tiene mucho para ofrecer, regala dulzura, por las tortas y los postres, presenta cuadros musicales muy lucidos, momentos muy divertido y otros dramáticos, todo ello, solventado con una puesta de magnitud y actuaciones muy destacadas del buen elenco reunido.
En definitiva, una muy buena idea ver Camarera, para vivir una dulce noche de teatro, disfrutar de excelentes interpretaciones y apoyar el esfuerzo de productores, que pese a la situación complicada por la que atraviesa la industria, se atreven a seguir apostando por el teatro, ofreciendo espectáculos de primer nivel.
Pensador Teatral.