Domingos 19 30 hs en Patio de Actores ( Lerma 568 )
El teatro muchas veces entretiene y en algunas oportunidades además de su función lúdica, nos ilustra, refiriéndose a hechos de nuestra historia o de la historia universal, que muchas veces conocemos por haber estudiado en la escuela. Pero en ocasiones como esta, el teatro, puede traer hechos de nuestra historia reciente de Argentina, que al ser contemporáneos, todavía no fueron volcados a ningún manual y que son importantes conocer, ya que nos remiten a nuestro más pasado reciente cono Nación.
Vayamos entonces a darle el marco histórico, del que nos hablará la obra. Monte Chingolo es una localidad del sur del Gran Buenos Aires, que fue testigo quizás, de la mayor batalla guerrillera que vivió Argentina, cuando en vísperas de la Navidad de 1975, el Ejército Revolucionario del Pueblo ( ERP ) atacó el Batallón de Arsenales 601 del Ejército, situado precisamente en la localidad de Monte Chingolo.
Eran épocas turbulentas en Argentina, el gobierno de Isabel Perón estaba en franco declive, con escaso apoyo popular y afrontando una grave crisis económica, debido a los efectos del Rodrigazo, el plan aplicado por el Ministro de Economía Celestino Rodríguez, que tuvo un efecto devastador para la economía del país y golpeó con especial dureza, el poder adquisitivo de los trabajadores asalariados.
En ese contexto enrarecido del país, se sucedían los enfrentamientos entre grupos parapoliciales de ultra derecha y organizaciones armadas. Se olía en el aire la inminencia de un golpe de estado. Con este marco, el ERP, planificó un ataque al regimiento militar, que estaba destinado indefectiblemente al fracaso, debido a la acción de un agente de inteligencia infiltrado en el movimiento, que anticipó al Ejercito, con lujo de detalles, el ataque que se planeaba..
Gracias a esa información previa,, los militares que estaban en alerta, superaban en número y armamento a los agresores, pudiendo repeler el ataque sin mayores problemas. El saldo del combate, dejó números escalofriantes, 100 integrantes del ERP muertos, 10 militares abatidos y también fallecieron 40 civiles, en su mayoría habitantes de una villa de emergencia vecina al cuartel, donde se refugiaron algunos guerrilleros, en su intento de fuga, al darse cuenta, que habían caído en una trampa mortal.
Tal vez se hizo un poco larga la introducción. Habrá lectores que vivieron aquellos hechos y recuerdan con mayor o menor grado de detalle, lo que relatamos, habrá otras personas que no habían nacido en 1975 y solo tenían alguna referencia vaga del acontecimiento histórico y otras personas más jóvenes y desinteresadas por la política, que no conocían el hecho.
Yendo a la obra al fin, contemos que Alejandro Viola, el director y uno de los autores, tenía diez años cuando sucedieron aquellos hechos y vivía en Monte Chingolo, a escasas cuadras del Regimiento atacado. Ese fue el disparador, para que pasados más de cuarenta años, Alejandro se contacte con el dramaturgo rosarino Leonel Giacometto, estudioso del movimiento peronista y con mayor experiencia en la escritura de este tipo de textos, naciendo de esta forma y de manera conjunta el guión, que hoy vemos en el teatro, plasmado en esta obra.
En la historia ficcional, inspirada en hechos reales, dos hermanas, Amalia ( Martha Rodríguez ) y Mery ( Elvira Massa ) esperan la Navidad en su humilde casa del conurbano bonaerense, conviviendo con la rutina habitual para esas fechas, soportando las altas temperaturas de Diciembre, barriendo del patio las hojas del paraíso, decidir compra del pan dulce, la perra ladrando y ese pozo ciego tapado, que en combinación con el calor reinante, no ofrecen los mejores aromas.
Pareciera una Navidad como cualquier otra para estas hermanas, que viven solas, Pero en un momento se escuchan estruendos cercanos. Serán cohetes ?? Alguien adelantó los festejos ?? Afinan el oído y se dan cuenta que son disparos. Las noticias de la radio, hablan de un feroz tiroteo en el regimiento vecino: Las dos mujeres se preocupan y todo cambiará, cuando ingresará al patio de su casa, un guerrillero gravemente herido, que viene escapando del fallido ataque, en busca de asistencia.
Hasta allí vamos a contar cuando vean la obra, descubrirán que deparará el encuentro entre el integrante del ERP y esas mujeres mayores, que si bien piensan muy distinto entre ellas, manifiestan sus diferencias y reaccionarán de manera opuesta ante la llega de un visitante que no esperaban.
La obra presenta actuaciones muy destacadas, el contrapunto entre las hermanas nos pareció estupendo. Martha Rodriguez, directora de escuela y docente, simpatiza con Balbín y no vé con buenos ojos al peronismo. Elvira Massa, es enfermera, preocupada siempre en ayudar al prójimo, tuvo un esposo sindicalista y pese a ser apolítica, tiene una visión muy distinta a la de su hermana. Magníficas las actuaciones de Martha y de Elvira. De Martha nos gustó mucho su presencia escénica y ese tono enojado, que requiere su personaje. Elvira en cambio es mas bonachona y solidaria con el prójimo. Como plus, contar que canta en la obra un par de veces y lo hace muy lindo.
Junior Pisanú, es Horacio, el integrante del ERP, que llega a la casa, defiende sus ideales a viva voz y piensa que la Revolución, es la única forma, para derrotar a los oligarcas y conseguir que los pobres puedan salir de ese estado. Muy buena su interpretación, cargada de emoción y sentimiento. Muy ricos sus diálogos, con esas mujeres trabajadoras, que son de una generación diferente a la suya.
La puesta tiene muchos elementos atractivos, arrancando por un magnífico diseño escenográfico de Alejandro Granado, recreando la casa y el patio familiar, destacamos el diseño sonoro de Fernando Sanz que nos remite a los años setenta, de igual manera que el vestuario de los protagonistas. Muy lograda la puesta, que nos pone en el clima adecuado para disfrutar el relato.
Monte Chingolo se encuentra en su segunda temporada en cartel y obtuvo numerosos reconocimientos de la crítica especializada, entre ellos 2 Premios Ace, a la Mejor Obra Argentina y a la Dirección en Teatro Alternativo, premios que al ver la obra, entendemos son totalmente justificados.
La pieza tiene varios méritos, el más visible en nuestra opinión, es poder acercarnos un hecho de nuestra historia reciente y presentarlo de manera equilibrada, dando espacio a los distintos pensamientos, dejando que el espectador sea quien saque luego sus conclusiones. Esto que mencionamos, no es algo habitual en nuestro teatro, donde la mayoría de las obras que tienen referencias políticas, suelen bajar línea, algo que aquí no ocurre y esto realza aún más el valor de la propuesta.
Monte Chingolo, es una obra que nos hará reflexionar, acerca de nuestro pasado y de nuestro presente, comprobando como las divisiones y antagonismos de otras épocas, se mantienen a lo largo de los años, cambiando los nombres, pero manteniendo las diferencias ideológicas y las rivalidades, aparece la famosa grieta, que tanto divide a los argentinos y es culpable de que aunque pasen los años, pareciera que siempre estamos en el mismo lugar.
Recomendamos fervorosamente la obra, una muestra que el teatro además de entretener, también puede hablarnos de política y de nuestra historia reciente, para emocionarnos y salir de la bella sala del Patio de Actores, profundamente movilizados y debatiendo sobre nuestro pasado y también sobre el futuro de Argentina, deseando que alguna vez podamos unirnos y tirar todos para el mismo lado.
Pensador Teatral.
Muchas gracias por la nota y la mirada! Saludos, Leonel.
ResponderEliminarGracias,muchas gracias
ResponderEliminarMartha R.