Dramaturgia de Gonzalo Demaría. Dirección de Ciro Zorzoli.
Martes 20 hs y Sábados 20 30 hs en Teatro Metropolitan Sura ( Av. Corrientes 1343 )
Tarascones a esta altura, ya se ha convertido en una obra de culto. Estrenada en 2017 en el Teatro Nacional Cervantes, la pieza tuvo un recorrido pleno de éxitos, llenando la sala en cada una de sus funciones, ganando premios y recibiendo críticas muy elogiosas. Cinco años pasados de aquel estreno y luego de haber pasado por El Picadero, donde tuvo el mismo suceso, superando el paréntesis por la pandemia, llega al Metropolitan Sura, para seguir sumando seguidores.
Gonzalo Demaria el autor, es un joven dramaturgo que se caracteriza por la observación de la vida cotidiana y por dotar de humor a sus textos, para que de esa manera los relatos y sus conflictos sean de más fácil digestión. En este caso, con Tarascones, nos presenta a cuatro señoras de clase alta, que se reúnen en la casa de una de ellas, para tomar el té, jugar a la canasta y sacarle el pellejo a los otros. Ese es el ritual que siguen desde hace tiempo.
Pero la tarde del relato, habrá un hecho diferente que alterará esa rutina y será nada menos que un crimen. Si, así como escuchan, la mascota de la casa, muere en dudosas circunstancias y la principal acusada del hecho es nada menos que Carmen, la mucama de aquel hogar. Paraguaya para más datos, la sospechosa fue reducida por las señoras paquetas y se encuentra detenida en una de las habitaciones.
La indignación estalla en aquel hogar de clase alta, se lanzan oleadas de insultos y discriminaciones varias para la infame criada guaraní, que sin dudas debe pagar su culpa. Llamar a la policía no es la mejor opción, porque seguro debe tener amistades con personal de aquella comisaría corrupta de la jurisdicción. Y entonces que pueden hacer ?? Una de las amigas tiene una idea reveladora. Pueden organizar un juicio sumario contra la acusada, designando entre ellas a la actores del mismo, una jueza, una fiscal, una testigo del hecho y hasta una abogada defensora, como para guardar las apariencias.
Y hasta allí vamos a contar. A partir de ese momento, se darán una serie de escenas delirantes, que intercalarán el supuesto juicio y algunas situaciones que rozan el absurdo, en el que las amigas sacarán algunos trapitos al sol, cantando a viva voz, hechos que comprometen a sus amigas y que las dejará muy mal paradas, en una voltereta de la trama, en la que las acusadoras, se convertirán en acusadas. Como terminará el juicio y la suerte de la mucama, es algo que descubrirán cuando vean la obra
Un dato importante a tener en cuenta, es que el texto está escrito en formato de verso, algo que agrega valor a la puesta y representa una dificultad adicional en la representación, que es resuelta de manera airosa, debido a la calidad en las interpretaciones del elenco reunido y a lo aceitado que tienen el circuito escénico, logrando dar al relato una fluidez que el espectador agradece.
Y precisamente una de las razones más determinantes del éxito de Tarascones, es la excelencia y entrega del elenco conformado por Eugenia Guerty, Alejandra Flechner, Susana Pampín y Paola Barrientos, todas actrices de probada trayectoria, que muestran mucha química entre ellas, caracterizando además cada una de ellas, personajes bien diferenciados, que se lucen en lo individual y se potencian en el conjunto.
Con el riesgo de ser injustos, porque las cuatro actuaciones son estupendas, nis gustó especialmente la composición de Alejandra Flechner, como Martita, personaje desopilante, el que mayor representa el estereotipo del prejuicio y discriminación, siendo tan impune en sus dichos que genera risas nerviosas de la platea, que en algunos casos, culposamente se sienten identificados con parte del discurso.
Destacar de la puesta, el notable diseño escenográfico a cargo de Cecilia Zuvialde, que presenta la pieza, con gran colorido y muchos objetos decorativos, para representar un hermoso y majestuoso living. Otro ítem a destacar es el vestuario de Magda Banach, que otorga un toque de glamour a las protagonistas, acorde con el status de sus personajes.
La obra con mucho humor y jugando hábilmente con el grotesco, es una muy buena caricatura de la verborragia que tienen algunos grupos sociales, que tienen como deporte juzgar a los otros, creyendo tener una altura moral superior al resto. Y además es otro, sin dudas, debe tener un castigo ejemplar por sus actos, eso de la conducta propia mejor no hablar. Aplicaría de manera justa aqui, el famoso dicho que nos habla de la facilidad con la que vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el ojo propio.
Tarascones como dijimos se ha transformado en una obra de culto y creemos tiene cuerda para rato. La colmada sala del Metropolitan, está preparada para vivir el ritual y reír mucho a lo largo de la obra, tal vez con algo de culpa, por la monstruosidad de estas cuatro mujeres paquetas de lengua filosa, que construyen una comedia negra, políticamente incorrecta, con la que más de un espectador, aunque no lo reconozca abiertamente, se sentirá identificado.
Pensador Teatral.