Dramaturgia de Sonia Novello. Dirección de Claudia Mac Auliffe.
Domingos 18 hs en Teatro Anfitrión ( Venezuela 3340 )
Un texto sensible y pleno de poesía nos regala Sonia Novello, en su debut como autora, con Más Bello que la Muerte, una obra que nos habla de la finitud de la vida, del paso del tiempo y de las pérdidas que todos sufrimos. Una invitación a reflexionar, sobre como muchas veces por estar ocupados en lo urgente, no le prestamos la debida atención a las cosas bellas y simples que la vida siempre pone a nuestro alcance.
Para escribir este texto, que hace muchas referencias a la naturaleza y a los seres vivos que habitan en ella, Sonia se inspiró en la casa de su infancia, con un parque con muchos árboles, flores, insectos de todo tipo y las distintas especies de pájaros que visitaban cada día aquel lugar. Las preguntas surgen. Serán siempre los mismos pájaros ?? Podríamos reconocerlos ?? Y que hay de los los insectos, que mueren cada día y al siguiente nace otro similar, completando el maravilloso ciclo de vida y muerte que la naturaleza nos regala ???
En ese marco, se desarrolla el relato, precisamente en el jardín de una casa quinta en las afueras de la ciudad, allí veremos a Arminda ( Sonia Novello ) y Axel ( Alejandro Vizzotti ) una pareja madura y sin hijos. Tienen tiempo, nadie los corre y por ello pasan el rato, recordando momentos felices del pasado y contemplando la naturaleza, disfrutando del verde y la belleza de un paisaje que cambia constantemente, ya sea por la posición del sol, la fuerza del viento o por los distintos seres vivos que allí habitan, sabiendo que cada día algo cambiará y contemplando la naturaleza, siempre vamos a ver algo nuevo.
Pese a lo mencionado, en el aire se nota cierto desánimo. En breve, notaremos que Axel no está bien de salud y que no le queda mucho tiempo de vida. Es tiempo de reflexiones y de balances. Y nada mejor que hacerlo con ese entorno verde rodeándolos. Pero esa pesadumbre, se pondrá en pausa, con la aparición de James ( Osqui Ferrero ) un joven lleno de vida, que llega allí de casualidad, trayendo un pedido de comida. Huérfano de madre y amante de los pájaros, rápidamente conectará con este matrimonio, que tiene mucha ternura para dar y hasta allí vamos a contar, para no spoilear.
Uno de los mayores méritos de la obra, es transmitir paz, ternura, su ritmo pausado y el canto de los pájaros de fondo resultan reconfortantes para el espectador. Para que esto ocurra, además del texto, son fundamentales los trabajos de quienes protagonizan la obra. Arranquemos por Sonia Novello, que además de ser la autora, dá vida a Arminda, una mujer que ama la naturaleza y trata de ahogar sus pérdidas, contemplando los misterios de la misma. Una satisfacción verla a Sonia, una actriz que nos encanta, pudiendo protagonizar esta hermosa obra que ella mismo escribió y que sin dudas tiene muchas referencias propias.
La acompaña Alejandro Vizzotti, a quien vemos por primera vez en escena y que realiza un sentida composición. Transitando con algo de nostalgia, pero con mucha dignidad sus últimos momentos, teniendo agudos los sentidos, para disfrutar situaciones que sabe, pueden no repetirse. Muy bueno lo de Alejandro. Y para el final dejamos a Osqui Ferrero, una verdadera revelación, componiendo un personaje adorable, con ese acento litoraleño y la inocencia de quien se crió en un pueblito del interior. Su gran pasión son los pájaros, le encanta describir sus cuerpos y reconocer sus cantos. Osqui le aporta frescura a la obra y cautiva al público con su personaje.
Se hizo algo larga la descripción de los protagonistas, pero la calidad de los trabajos así lo ameritaban. Es tiempo de que hablemos de la puesta que nos presenta Claudia Mac Auliffe, a quien disfrutamos en obras anteriores como actriz junto a Sonia. Aquí se calza el traje de directora y realmente lo hace muy bien. Ya que con austeros recursos logra una puesta bella y sensible. Es justo reconocer aquí, el trabajo de Gabriella Gerdelics, responsable de un diseño escenográfico lleno de verde que transmite mucha paz y a su cargo también está vestuario, siendo ambos ítems fundamentales para la belleza de la puesta que mencionamos.
Disfrutamos mucho de Más Bello que la Muerte, confesamos en estas líneas que veníamos de una semana triste en lo personal por la pérdida de un ser querido muy cercano y justamente el destino quiso que viéramos esta obra, que nos emocionó especialmente y nos llegó al corazón. Ya que sin golpes bajos, nos recuerda la belleza de la vida, lo importante que es disfrutar las cosas simples que a diario nos ofrece y que valioso puede resultar escapar de la vorágine de un mundo que corre sin sentido, para poder sentarnos a contemplar la sabiduría de la naturaleza.
Nos gustó mucho la obra y por eso la recomendamos, Más Bello que la Muerte es la última creación de la Compañía Carencia Virtú, que ya nos tiene acostumbrados a presentar propuestas plenas de poesía y muy ancladas en lo humano. En este caso nos habla de la finitud de la vida y de como podemos transitar las pérdidas sin dolor. Lo hace con un texto muy bello, una puesta sensible y actuaciones exquisitas del elenco reunido. Por todo lo mencionado, los invitamos a que se lleguen a El Anfitrión, se sienten en la platea y mientras disfrutan de la obra, puedan cerrar los ojos para oír el cantar de los pájaros que llenan el aire y alivian nuestras pérdidas.
Pensador Teatral.-