Dramaturgia de Lourdes Invierno. Dirección de Santiago Legón.
Viernes 20 hs en Espacio No Avestruz ( Humboldt 1857 )
Una comedia de enredos muy divertida, llega de la mano de Mugre, obra escrita por Lourdes Invierno en la que se pone el foco en las relaciones familiares y lo difícil que resulta construir vínculos donde reine la armonía, ya que por lo general ocurre lo contrario y las relaciones están atravesadas por la hipocresía y la mentira. Cualquier recurso parece válido para mantener la unión familiar y así aparecen parejas que se sostienen en el tiempo, luchando por mantener encendida la llama del amor y luchando contra la rutina y las infidelidades.
La autora logra brindar una mirada sensible y femenina al tema de los mandatos familiares, la importancia del sexo en todas las parejas, la maternidad, las aspiraciones personales, los deseos, etc. Todo ello aparecerá en esta historia, que presenta personajes muy divertidos, situaciones que juegan con el absurdo, con la risa siempre en primer plano, pero al mismo tiempo ofreciendo momentos que resultan muy cercanos para el espectador, que además de darle credibilidad a las historias de cada personaje, invitan a la reflexión. Muchas veces se dice que el humor, es la mejor puerta de entrada, para tocar temas profundos, que nos dejan pensando y Mugre es una muy buena prueba de ello.
Yendo a la historia, las acciones se desarrollan en una noche lluviosa. En ella, la pareja conformada por Clara ( Lourdes Invierno ) y Adriano ( Germán Montenegro ) busca la manera de volver a encender la pasión y dejar atrás la crisis que atravesaron. Esa noche, recibirán en casa a Sofía ( Carla Banylis ( y Polo ( Fran Canto ). Sofía es la hermana menor de Adriano y se apoya mucho en el, para superar la muerte del padre de ambos. Trabajan juntos en la constructora familiar y en apariencia se llevan muy bien, pero Adriano esa noche deberá dar una noticia, que supone no le caerá nada bien a su hermana.
Pero el clima de aquella reunión familiar es espeso, se respira tensión en el aire. La relación entre Clara y Sofía es muy mala y aunque tratan de pilotearla, se nota a la legua que no se pueden ni ver. Los dardos venenosos entra ambas mujeres no tardarán en aparecer. Son varios los temas que las separan y saben como atacarse, trayendo temas como la edad, el trabajo y los hijos, como principales puntos de divergencia. El tema de la maternidad es tal vez, el tema que más las enfrenta. Clara tiene tres hijos con Adriano y en cambio su cuñada no tiene hijos.
Las discusiones se suceden y la velada se hace muy pesada. Los esfuerzos de Adriano y de Polo por calmar los ánimos no resultan exitosos y la noche vá directo al naufragio. Para colmo la comida que pidieron no llega, la bebida y los estómagos vacíos no ayudan para nada. La mala onda resulta contagiosa y las parejas también empezarán a discutir entre ellas. Hay muchas facturas acumuladas, mucha basura escondida bajo la alfombra y la noche parece propicia para escupir todas las broncas acumuladas.
La velada tendrá reservadas varias sorpresas, pero no queremos adelantar mucho más. Solo diremos que en el transcurso de la noche, el timbre sonará un par de veces y no será precisamente el delivery trayendo la comida. Se sumarán a la reunión, Noemí ( Graciela Bonomi ) la madre de Clara y Patricio Behart, un personaje desopilante, que parece llegar por error a aquella casa, pero que en realidad ya conoce y muy bien a alguien. Pero cumplimos con nuestra palabra y hasta allí contamos, para que usted lector descubra como hicimos nosotros, todo lo que sucederá en una noche salvaje, donde las revelaciones y los trapitos al sol, dirán presente.
Momento de hablar de las muy buenas actuaciones que presenta la obra. arrancando por Lourdes Invierno, la autora, que además es gran protagonista de la historia como Clara, madre de tres hijos, que sufre la rutina del matrimonio y se arriesgará buscando fuera del mismo. Desde este sitio ya elogiamos a Lourdes, que es una actriz muy completa, varias veces por sus muy buenos trabajos y aquí vuelve a lucirse mostrando su versatilidad y su veta humorística.
Una grata sorpresa la de Germán Montenegro como un Adriano componedor, que trata de calmar aguas, en una noche donde la tormenta manda. Fran Canto como un Polo entrador y algo tramposo es muy buen personaje. Muy buena composición de Carla Banyilis como una Sofia, caprichosa y quejosa, que debe soportar que la juzguen por no ser madre. Patricio Behart está a cargo del personaje más divertido y disparatado de la historia mostrando su histrionismo. Y para el final nos queda Graciela Bonomi, con una encantadora Noemi, la madre de Clara, que cantará a los cuatro vientos, que el sexo sigue presente en la edad madura. Nos gustó mucho lo de Graciela.
Son seis los actores en escena y realizan un muy trabajo el conjunto y también en lo individual. Un acierto muy grande que tiene la dramaturgia, es que en diferentes momentos cada uno de los personajes romperá la cuarta pared y se dirigirá a los espectadores, invitándolo a reflexionar sobre alguna temática de la trama, que resulta cercana y reconocible para el público.
La puesta de Santiago Legón es dinámica, hay mucho vértigo en el escenario, con personajes que entran y salen de escena, dándolo mucho ritmo a las acciones. Para destacar el muy buen diseño escenográfico de Facundo Veiras, que reproduce un coqueto departamento de clase media. Facundo también tiene a su cargo el vestuario, que es un ítem que luce mucho y aquí a prestar atención a ese comienzo, donde el personaje de Clara sorprende con su particular vestimenta, pero no adelantamos más.
Nos divertimos mucho con Mugre, una propuesta que nos habla de la importancia de la familia y de todo lo que estamos dispuestos a hacer para que la misma se mantenga unida. Las vueltas que se dan, para tratar de sostener parejas que atraviesan crisis furiosas, dándolo crédito al amor que tuvieron en un principio y que pese al desgaste por los años transcurridos, la luchan para seguir adelante.
Uno de los grandes méritos que tiene la obra es que pese a que en muchos pasajes se juega con el absurdo y la exageración, presentando situaciones cercanas, que se presentan en la vida real, lejos de las relaciones idílicas que muchas veces se quieren mostrar. Con un trama muy dinámica, muy buenas actuaciones y una trama muy divertida, la obra nos invita a reflexionar sobre como la mentira y la falsedad gobierna la mayoría de los vínculos familiares, hasta que un día toda la basura que se esconde bajo la alfombra, queda al descubierto.
Pensador Teatral.