Dramaturgia de Patricia Suárez. Adaptación de Herminia Jensezian y Juan Manuel Besteiro.
Dirección de Herminia Jensezian.
Jueves 22 hs en Tadrón Teatro ( Niceto Vega 4802 )
Una propuesta tan desopilante, como divertida llega de la mano de Jesús Milenial, adaptación de la obra homónima de la dramaturga rosarina Patricia Suárez, una de las autoras más prolíficas que tiene nuestro teatro independiente, que una vez muestra la creatividad de su pluma, para traer este relato irreverente, disruptivo, divertido y extremadamente delirante, que sin dudas sorprende, por su frescura y por animarse a contarnos la vida de Jesús, en clave de farsa.
La sugerencia que damos, es que vayan al teatro con la mente bien abierta, porque la obra propondrá viajar en el tiempo al Año 30 DC y llegarse a Nazareth, donde Jesús justamente tiene treinta años recién cumplidos y se encuentra a la deriva, enamorado de una mujer casada, recibiendo los reclamos de su madre María que lo acusa de ser un vago que se junta a predicar con sus amigos con olor a pescado, en vez de ponerse las pilas en la carpintería de José, su padrastro que trabaja duro para mantener el hogar.
El espectador de entrada, comprará la farsa y lo desopilante de la trama, con Jesús con gorrita, José sacándose selfis con su celular y María que parece encontrar la paz solo viendo los programas de chimentos en la tele. La familia no está pasando un momento de armonía, ya que María está preocupada por ver a su hijo sin rumbo, chocando con la indulgencia de José que actúa como un padre sobreprotector. Pero la situación llegará a un límite y María decide jugar su última carta y llamar por teléfono al padre, si al mismísimo Dios, para reclamarle que nunca se ocupó de la crianza de hijo u mucho menos de pasarle plata para su manutención.
Cuando les dijimos que el texto era creativo, podrán ver que no exageramos en nada. El asombro de los espectadores y las risas irán en incremento, a medida que la trama avanza. No queremos contar mucho más, para que se sorprendan como sucedió con nosotros. Solo diremos que además aparecerá Judas en escena, que le tira onda a María y que cuando todos dudaban de las capacidades de Jesús, llegará el milagro que pondrá las cosas en claro. Es realmente desopilante el relato, muy original y con numerosas referencias al mundo actual, insertados en una historia bíblica de más de dos mil años de antiguedad.
Momento de hablar de las estupendas actuaciones que presenta la obra, siendo un verdadero desafío para el elenco encontrar el tono delirante que pide el texto y realmente lo encuentran todos, componiendo personajes muy divertidos. Arranquemos por Juan Manuel Besteiro, nada menos que a cargo de Jesús, el hijo de Dios, un papel nada sencillo, ya que nadie imagina a tamaño personaje, en un registro jocoso y Juan Manuel lo hace realmente bien.
Nos encantó la composición de Andrés Sahade, como un José bonachón y permisivo con Jesús. Muy divertido y con un histrionismo a flor de piel, que lo lleva por ejemplo a interpretar algunos temas musicales, con aires de cantante profesional. Sebastián Dartayete es un Judas confianzudo y bastante atorrante, que anda en patineta. A Sebastián ya lo elogiamos varias veces en este sitio y aquí volvemos a verlo muy cómodo en la veta de la comedia.
Y en actuaciones muy parejas por lo bueno, creemos que los mayores elogios de la noche, se los llevó María Pastur, como una Virgen María temperamental y con muy mal genio, quejosa por tener que vivir con un hombre mayor como José. por el plan divino que la involucró y por tener que explicar tantas veces el milagro de la concepción. Es genial su composición. Y mención muy especial para ella, ya que unos días antes de la función sufrió la pérdida de su padre Aldo, un actor extraordinario y pese al sentimiento que la embargaba, realizó una función impecable, con un profesionalismo para resaltar. Gran trabajo el de María, que sin dudas heredó el talento de la sangre.
Y no podemos dejar de dedicar un párrafo a Ricardo Scalise, músico en vivo, pieza clave en una trama que tiene reservados momentos musicales muy entretenidos, en los que todos los actores deben mostrar sus aptitudes para el canto. Ricardo además de dar el soporte musical, también participa en partes de la historia. Muy bueno su aporte.
La puesta de Herminia Jensezian es super descontracturada, marcando bien el contrapunto con la solemnidad de los personajes elegidos, que en este trama la pierden por completo. Hay un interesante uso del espació escénico dividido en tres, con un centro donde se desarrollan la mayoría de las acciones, un lugar para el músico y otro ingenioso donde Jesús se muestra algo acróbata, cuando no está en su casa.
La pasamos muy lindo y nos reímos mucho con Jesús Milenial, una comedia que se ocupa en clave de farsa y grotesco, nada menos que la vida de Jesús, algo que para alguien religioso puede ser un sacrilegio, pero que para las personas de mente abierta que conocen la riqueza de nuestro teatro independiente, recibirá con alegría esta propuesta, que le imprime una alta cuota de delirio y creatividad, a una historia que todos conocemos por su lado solemne.
En tiempos complicados, donde las preocupaciones nos invaden, que el teatro nos permita olvidarnos de los problemas por un rato y logra hacernos reír, es un gran logro. Por eso los invitamos a que conozcan a este Jesús Milenial que se saca selfies, de la mano de un elenco muy talentoso, que nos hará pasar un momento teatral muy divertido, donde las risas y los milagros dirán presente.
Pensador Teatral.