Dramaturgia de Jowy Sztryc. Dirección de Federico Nanyo.
Sábados 21 hs en Muy Teatro ( Humahuaca 4310 )
Llega en renovada versión, La Carrera, No es lo mismo respirar que vivir, texto escrito por Jowy Sztryc que resulta muy actual, ya que refleja el vértigo con el que se vive en la sociedad actual, especialmente en las grandes ciudades, donde siempre debemos mostrarnos apurados y corriendo para lograr objetivos que muchas veces son imaginarios o impuestos por otras personas, dándose la paradoja que muchas vivimos corriendo para lograr objetivos que no son nuestros.
La obra con una puesta muy original y super atractiva, marca el peso que tienen los mandatos sociales en nuestras vividas y como la necesidad de agradar a quienes nos rodean, es la que marca nuestro norte. La pregunta clave sería. Corremos en búsqueda de satisfacer nuestros propios deseos ??? O lo hacemos para alcanzar una zanahoria que alguien nos puso adelante ??? Alguna vez hicimos una pausa y nos sentamos a pensar, cuáles son nuestros verdaderos objetivos en la vida y analizamos si estamos siguiendo el camino correcto para llegar a ellos ??? Los interrogantes comienzan a aparecer.
La puesta de manera inteligente deja al descubierto, como muchas veces estamos en medio de una vorágine imparable. Hay que correr para adelante, sin perder tiempo, porque tenemos competidores atrás que buscan lo mismo que nosotros y si paramos nos van a superar. Elegimos correr, seguir la corriente y no pensar demasiado en lo que estamos haciendo. Hacer una pausa y parar a pensar, puede resultar peligroso, ya que no es lo que hace mayoría. Y si frenamos corremos el riesgo, de que sea otro el que alcance la zanahoria y además desde nuestro entorno, nos pueden mirar con preocupación por no seguir a la manada, por eso lo políticamente correcto es entrar en la pista y correr, aunque muchas veces no sabemos los motivos de nuestro apuro.
En el escenario, tendremos un cartel luminoso con una cuenta regresiva que arrancará en el momento que se inicia la obra. Se respira adrenalina en el escenario y la misma se traslada al público. Los actores, como si fueran autómatas, correrán para poder contar sus historias, chocarán entre ellos y deberán luchar entre ellos para poder seguir en competencia. La trama además mostrará como los celulares y las redes sociales, están siempre presentes en estos tiempos y son un factor más de presión. Hay que estar siempre conectados, no hacerlo puede tener graves consecuencias. Y hasta allí vamos a contar, para saber si finalmente los personajes cruzarán la meta deberán ver la obra.
Momento de hablar del elenco, que resulta fundamental para ponerle el sello a un texto potente, con una puesta muy creativa. Es un elenco joven y los cuatro protagonistas, muestran en todos los casos, actuaciones sólidas, que debemos destacar. Y vamos a arrancar con Jowy Sztryc, que además de formar parte del elenco, es la autora de la obra. En actuaciones muy parejas por lo destacadas, Jowy es la más destacada de la noche, super expresiva y con un histrionismo a flor de piel, compone a una Valeria, que se muestra contenta con su trabajo de secretaria, muy activa en redes sociales, está ansiosa por conocer a su media naranja y poder cumplir su sueño de entrar de blanco a la Iglesia. Es el corazón del proyecto y se la nota feliz en escena, con una energía bien arriba.
Continuamos con Eugenia Fernández como Clara. Todo su entorno le pregunta cuando será madre, pero ella no quiere saber nada con esa idea. El entorno no admite que vaya contra ese mandato social y la miran como un bicho raro. Con mucha presencia escénica, redondea una muy buena actuación. A Eugenia la habíamos elogiado hace unos meses, por su trabajo en El Funeral de los Objetos y aquí vuelve a destacarse. Continuamos con Ezequiel Martínez, como Leo. Todas su fichas están puestas en lograr un ascenso en el estudio de abogacía en el que trabaja. Lo necesita para hacer llevaderos todos los años de sacrificio que vivió allí y para mostrar a su padre, que realmente el esfuerzo valió la pena. Muy bueno lo de Leo. Y cerramos el repaso con Bruno Rondini como Manuel, el más joven del elenco y una verdadera revelación. No quiere trabajar en un lugar donde lo exploten, se muestra rebelde con el sistema y eso la familia no se lo perdona. Nos gustó el personaje y el estilo de Bruno.
Siempre es una satisfacción encontrarnos con elencos jóvenes y talentos, siendo La Carrera un ejemplo de ellos. La puesta de Federico Nanyo es muy atrayente. El espacio escénico, delimitado con unas luces rojas de led, es puro movimiento. Es fundamental mencionar el aporte de Eliana Rosales, a cargo de la música y los efectos sonoros que tiene el relato, tocando el violoncello y ubicada de manera estratégicamente en el fondo del escenario. Otros ítems a mencionar es el diseño de vestuario de Vanesa Abramovich, caracterizando a los personajes, con vestimenta oscura, dando uniformidad al conjunto y el diseño lumínico de Paula Fraga, que embellece la puesta.
Resulta muy atractiva la propuesta de La Carrera, un texto profundo que se nutre de una puesta dinámica y muy divertida para disimular su espesor. Muchas veces se sostiene que el humor, es la mejor receta para tocar temas profundos y aquí tenemos una muy buena pruebo de ello. El peso de los mandatos sociales, las importancia de las apariencias, el vértigo permanente y todo el mecanismo que muchas veces nos creamos nosotros mismos, para estar en permanente movimiento, siempre ocupados y apurados. Sabiendo que parar la pelota y sentarse a pensar si realmente somos felices con la vida que estamos llevando, puede ser algo realmente peligroso, porque respuesta puede ser negativa.
Por todo lo mencionado, les recomendamos se pongan en la meta y se alisten para arrancar la carrera. No queda muy claro el porque, pero hay que avanzar para adelante y hacerlo bien rápido, para que los otros, no nos puedan alcanzar y para dejar contento al entorno que siempre está pendiente de nuestros actos. La obra con mucho humor, nos invita a reflexionar acerca de nuestro propósito en la vida y repasar la manera en que ocupamos nuestro tiempo a diario. El mensaje llega de la mano de un texto actual, una puesta dinámica y actuaciones superlativas de un elenco joven y talentoso, que está en movimiento constante.
Pensador Teatral.