Dramaturgia de Marcela Peidro. Dirección de Lorena Romanín.
Martes 20 30 hs en Itaca Complejo Teatral ( Humahuaca 4027 )
El teatro independiente tiene muchas virtudes, una de sus principales, es la variedad de las temáticas que puede abarcar. Y en este caso, la elección es magnífica, ya que El Grito Sagrado elige contarnos la historia de María Remedios del Valle, una mujer totalmente olvidada por los libros de historia, pese a haber luchado con heroísmo por nuestra independiente, participando en la campaña del Ejército del Norte comandado por Manuel Belgrano.
Su valentía en el frente de batalla fue reconocida por el propio Belgrano, quien la nombró Capitana, siendo la primera mujer en recibir ese grado. Su dedicación en busca del sueño de la Independencia fue absoluta, se entregó por completo a la causa, perdiendo a su esposo y a su hijo en el campo de batalla. María Remedios fue una verdadera heroína, pero nunca, no tuvo el reconocimiento debido, en esto, sin dudas influyó, su condición ser mujer y de raza negra.
Es oportuno el momento, para recordar la deuda que Argentina mantiene hasta la actualidad, con las personas de origen africano que tanto aportaron en la lucha por nuestra emancipación. Como dato esclarecedor, podemos recordar que el Ejército de Los Andes con que el que San Martín realizó la heroica gesta, tenía entre un 40 y 50 % de efectivos de origen afro. Y muchos historiadores sostienen que la desaparición de gran parte de la raza, se debió a la enorme cantidad de muertes ocurridas en el campo de batalla, ya que tenían un grado de compromiso y un valor, que los convertía en carne de cañón para el enemigo.
Es por ello, que la figura de María Remedios del Valle, emerge como un claro exponente de la valentía de tantos hombres y mujeres de origen afro que lucharon con abnegación, por la independencia argentina. En el caso de María Remedios, por su heroísmo y compromiso, comenzaron a llamarla Madre de la Patria, pero como muchas veces ocurre en nuestro país, de manera muy injusta, su figura cayó en el olvido. Tanto, que al terminar la guerra por la Independencia, tuvo que vivir en la calle, pidiendo limosnas en las escalinatas de la Iglesia de San Ignacio, para poder subsistir.
Golpeó puertas varias, pidiendo un justo reconocimiento por los servicios prestados, como el que tuvieron muchos de sus camaradas, debiendo peregrinar mucho tiempo, presentando papeles y testimonios, porque no le creían. Vivió años en la pobreza y atormentada por la ingratitud y el olvido con que la sociedad le pagaba. Recién en 1830, Juan Manuel de Rosas, le asignó una pensión digna y le otorgó el cargo de Sargento Mayor de Caballería. Siendo este un merecido, aunque tardío reconocimiento, ya que nadie le quita los años de humillación que tuvo que soportar.
Dayana Bermúdez Cortes, actriz colombiana y de origen afro, es quien tiene a su cargo representar a María Remedios del Valle en este potente unipersonal y de entrada vamos a anticipar que su composición es sencillamente fantástica. Con una presencia escénica imponente y una entrega absoluta, cerrando los ojos, podremos viajar en el tiempo y ver a María Remedios en el escenario, mostrando su dolor ante el olvido, llorando por haber dejado incluso a su familia en el camino, en pos de la lucha por la independencia y terminar mendigando por caridad para sobrevivir.
La composición de Dayana emociona, por su realismo y por la carga emocional que le pone a su personaje. No hay dudas que se siente identificada con la heroína a la que representa en el escenario y por evocar a tantas otras mujeres de raza negra, que la historia eligió invisibilizar como ocurrió en el caso de la Madre de la Patria. Los invitamos a que descubran esta gran interpretación de Dayana, que por momentos nos resultó hipnótica.
Tiempo de destacar la bellísima puesta que presenta la obra, mérito aquí de Lorena Romanín, una directora con gran trayectoria en el teatro independiente. Arranquemos por resaltar a los músicos en vivo , nos referimos a Pina González y Lucas Sanjurjo, que son fundamentales en el acompañamiento del relato, con diferentes instrumentos musicales, siendo la banda sonora del relato. Excelente aporte de ambos. Otro rubros destacados, son el diseño escenográfico y de vestuario de Gabriella Gerdelics, con esa túnica blanca que luce la protagonista. Hay un telón, en el fondo del escenario, donde se proyectan imágenes que acompañan el relato y suman para embellecer una puesta muy cuidada y rica en recursos.
Y hasta acá vamos a contar. En lo personal, nos gustan mucho las obras históricas, pero esta en particular, quedamos encantados, por la figura a la que se le rinde homenaje y por la calidad interpretativa de la pieza. El Grito Sagrado pone el foco en un personaje de nuestra historia invisibilizado por los historiadores y que recién en los últimos años, empezó a encontrar justo reconocimiento. Mencionar que María Remedios del Valle murió murió el 8 de Noviembre de 1847 y en honor a su figura, desde hace unos años, todos los 8 de Noviembre, se celebra en nuestro país, el Día de los Afro-argentinos y de la Cultura Afro.
Recomendamos especialmente El Grito Sagrado, una obra que consideramos imprescindible, ya todos los argentinos debiéramos conocer la historia de María Remedios del Valle, la Madre de la Patria, que no nos contaron en la escuela, invisibilizada seguramente por ser mujer y negra, siendo uno de los tantos héroes injustamente olvidados en nuestro país. Se encontrarán además con una puesta magnífica y una composición actoral superlativa, que les permitirá disfrutar de una gran noche de teatro independiente y saber más de este gran figura de nuestra historia, que hoy podemos ver en los billetes de diez mil pesos. junto a Manuel Belgrano, tratando de saldar parte de la deuda, que Argentina tiene con ella.
Pensador Teatral.