Domingos 20 hs en El Excéntrico de la 18 ( Lerma 420 )
Un apasionante trhiller histórico con toques shakespereanos, llega con Cisneros, Una Tragedia Argentina, la última creación de Martín Ortiz, que navegando con maestría entre la ficción y la historia, nos ofrecerá una excelente propuesta.
La dramaturgia tiene una elaboración notable, sin contar demasiado de la trama, porque la intriga es un elemento importante en la obra, daremos algunas precisiones. El Cisneros que presenta la obra no es Baltasar Hidalgo de Cisneros, el último Virrey del Río de la Plata, sino Esteban uno de sus hijos, un militar español que se quedó viviendo en su estancia de la Provincia de Buenos Aires, en compañía de sus hijas y su criado Absalón.
Cisneros está viejo y enfermo, sumergido en el pasado, pasa sus días envuelto en la melancolía, recordando a su esposa y a su padre, ambos ya muertos. Es poco el incentivo que tiene en esta vida, se pasa sus horas encerrado en su cuarto, oyendo los acordes del piano que toca su fiel críado, mientras prepara su testamento a sabiendas, que no le queda mucho más tiempo de vida.
Allí es donde ingresa Shakespeare en la obra, que en realidad fue el disparador de la pieza, ya que la misma surgió cuando Ortíz, estaba participando en un taller de dramaturgia y le encomendaron escribir una ficción a partir de Rey Lear, una de las principales tragedias de Shakespeare. Como saliendo de allí, el autor construyó este texto tan rico, que remonta a hechos de nuestra historia, conectada con el presente, ya es responsabilidad de la mente creativa y la talentosa pluma de Martín Ortiz.
La conexión con Rey Lear, se materializa ya que Cisneros, al igual que el viejo monarca, está solo y enfermo recluído en su hogar, pensando la manera más justa de repartir la herencia familiar, entre sus tres hijas. Dos de ellas, Laura y Cordelia, las mayores, viven en la misma casa y no tienen una buena relación con su padre. Ana, la menor de ellas, es su debilidad, está ausente y su vuelta al hogar, es su máximo sueño Pero muchas veces cuando los deseos se concretan, la realidad no llega, como se soñaba y en este caso la vuelta de su querida Ana, puede convertirse en su mayor pesadilla y no vamos a contar más, para que el espectador se sorprenda cuando venga la obra, como nos ocurrió a nosotros.
Esta historia tan interesante, encuentra eco en el muy buen elenco reunido para la ocasión, en el que hay una figura que se destaca de manera clara. Nos estamos refiriendo a Leonardo Odierna, un actor de gran experiencia, que realiza una composición brillante de Cisneros. Es admirable su interpretación, con una presencia escénica que impresiona, sus gestos, tonos de voz y silencios, están en consonancia perfecta, con lo que pide su personaje. Superlativa labor de Leonardo, para aplaudirlo un largo rato.
Pero no seamos injustos, que la interpretación magistral de Odierna, no tape otras actuaciones que debemos destacar y mucho. como las de sus hijas Laura ( Lorena Szekely ) y Cordelia ( Natalia Samoral ), las malvadas de la película, interesadas por las posesiones de su padre, no soportan la idea de que su hermana menor vuelva para quedarse con la parte de león del legado familiar. Magníficas las interpretaciones de Lorena y Natalia, con ese acento castizo muy logrado y una maldad que les surge de manera muy creíble.
Nos gustó muchísimo el trabajo de Mario Petrosini, como Absalón, el fiel lacayo del viejo Cisneros, muy orgulloso de estar al servicio de su amo. Con una lealtad absoluta y un sentido del deber marcado a fuego, no tiene dudas en que será su acompañante hasta su último día. Estupendo trabajo de Mario.
Completan el elenco Maggie Helou, como la impulsiva Ana y Pablo Shinji, como Porfirio, del que no revelaremos más su nombre, para no quitar sorpresa, ya que su personaje será clave en la historia. Ambos desde papeles secundarios y con menor participación, se acoplan bien a la pieza y no desentonan.
La puesta es realmente lograda y perfectamente ambientada en los años 30, donde se desarrollan las acciones, con un distinguido vestuario de Jorgelina Herrero Pons y un inteligente diseño escenográfico de la misma Jorgelina, que aprovechando el amplio escenario de El Excéntrico de la 18, divide el plano en tres, al cuarto de Cisneros, dominado por un viejo escritorio, la sala con un cortinado imponente y los exteriores. Hay un muy bueno diseño lumínico de Eduardo Safigueroa y no podemos dejar de mencionar el diseño sonoro de Damián Ferraro, que enriquece una puesta, que cuida todos los detalles y se disfruta mucho.
En definitiva, quedamos gratamente sorprendidos con Cisneros, Una Tragedia Argentina, que a partir de una dramaturgia muy rica desde lo creativo, construye una historia que nos remite al pasado de la Argentina, apareciendo en la trama menciones de la Revolución 1810, batallas como las de Chacabuco y personajes de la talla de Rosas y San Martín.
La obra desde su estreno, está teniendo una gran recepción de parte del público y viendo agotando localidades en todas las funciones. Cuando vean la obra, entenderán rápidamente la razones de este suceso. Recomendamos especialmente Cisneros .... , el espectador disfrutará de esta historia cautivante, donde ficción, pasado y presente, serán protagonistas de una trama que atrapa al público desde que la función comienza, llegando a un final, donde resuenan los prolongados aplausos y emocionados de una platea que reconoce las magníficas actuaciones y la hermosa velada teatral vivida.
Pensador Teatral.